Isaías 63

¿Quién -es- éste que viene de Edom, -y- con vestiduras enrojecidas de Bosra? ¿Éste -que se ve- Glorioso en su atuendo viajando en la grandeza de su fuerza? -Soy- yo, -el- que hablo con justicia, -y- poderoso para salvar
2. ¿Por qué -tienes- rojo tu atuendo, y tus vestiduras -son- como las de -aquel- que pisa en la tina del lagar?
3. Solo yo pisé el lagar, y de la gente nadie -había- conmigo, pues con enojo los pisaré, y con furia los aplastaré, y su sangre salpicará mis vestiduras, manchando todo mi atavío.
4. Pues el día de la venganza -está- en mi corazón, y ha llegado el año de mis redimidos.
5. Y miré y nadie -había- para ayudar, y me maravillé que nadie -estuviera allí- para apoyar; por eso mi propio brazo me trajo salvación, y mi furia me sostuvo.
6. Y con enojo aplastaré a la gente, y los emborracharé en mi furia, derribando su fuerza, -echándola- al piso.
7. + Mencionaré las dulces amabilidades del SEÑOR, -y- sus alabanzas, conforme a todo lo que el SEÑOR nos ha concedido, y su gran bondad hacia la casa de Israel, la cual le ha otorgado de acuerdo a sus misericordias y a la multitud de sus dulces amabilidades.
8. Pues él dijo, Seguro que -son- mi pueblo, hijos -que- no van a mentir, entonces fue su Salvador.
9. Se afligió en todas las aflicciones de ellos, y el ángel de su presencia los salvó; con amor y con lástima los redimió, los soportó, y los cargó todos los días de antaño.
10. + Pero ellos se rebelaron, y fastidiaron a su santo Espíritu, por eso el se volvió su enemigo, -y- peleó contra ellos.
11. Luego recordó los días de antaño, a Moisés, -y- su pueblo; -y alguien decía:- ¿Dónde -está- el que los sacó del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde -está el que puso su santo Espíritu dentro de él?
12. ¿-el- que -los- guió con la mano derecha de Moisés -y- con su brazo glorioso, dividiendo las aguas delante de ellos, para hacerse un nombre perpetuo?
13. ¿El que los guió por entre las profundidades, como -a un- caballo en el desierto -para que- no tropezaran?
14. Como -a- una bestia -que- baja hasta el valle, el Espíritu del Señor lo hizo descansar; así dirigiste a tu pueblo, para hacerte un nombre glorioso.
15. + Mira desde el cielo, y observa desde la habitación de tu santidad y de tu gloria, ¿Dónde -están- tus celos y tu fuerza, el sonido de tus entrañas y de tus misericordias para conmigo?¿Las has retenido?
16. Sin duda -eres- nuestro padre, así Abraham nos ignorara, e Israel no nos reconociera, tú Oh SEÑOR, -eres- nuestro padre, nuestro redentor, -y- tu nombre -es- desde la perpetuidad.
17. + Oh SEÑOR, ¿Por qué hiciste que erráramos tus caminos, -y- endureciste nuestro corazón -alejándolo- de tu temor? Por amor a tus siervos, -haz- volver -a- las tribus de tu heredad.
18. El pueblo de tu santidad poseyó -tu heredad- pero por un rato, -y- nuestros adversarios han pisoteado tu santuario.
19. Somos -tuyos, pero- tú nunca ejerciste gobierno sobre ellos, -ni- se llamaron con tu nombre.

Isaías 62

Por amor a Sion no guardaré silencio, y por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que su justicia salga como -un- esplendor, y arda la lámpara de su salvación.
2. Y los Gentiles verán tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo que la boca del SEÑOR asignará.
3. También serás una corona de gloria en las manos del SEÑOR, y una diadema real en las manos de tu Dios.
4. No te van a decir más Abandonada, ni a tu tierra Desolada, sino que te van a llamar Hefzibá, y a tu tierra Beula, porque el SEÑOR se deleita en ti, y tu tierra se desposará.
5. + Pues -como- un joven se desposa con una virgen, -también- tus hijos se desposarán contigo y -como- el novio se regocija sobre la novia, -de igual manera- tu Dios se regocijará sobre ti.
6. Puse vigías sobre tus muros, Oh Jerusalén, -los cuales- nunca estarán callados ni de día ni de noche, vosotros los que hacéis mención del SEÑOR, no os quedéis en silencio,
7. Y no lo dejéis descansar, hasta que él establezca a Jerusalén, y la haga una alabanza para toda la tierra.
8. El SEÑOR juró -así- por su mano derecha, y por el brazo de su fuerza, Te aseguro que no voy a dar tus granos -por- comida a los enemigos, y -que- los hijos de los extranjeros no van a beberse el vino, que tú trabajaste,
9. Sino que los que lo recogieron -serán los que- lo coman, y alaben al SEÑOR, y los que lo hayan reunido -serán los que- lo beban en las cortes de mi santidad.
10. Pasad, pasad por los portones, -y- preparad el camino al pueblo; echad, echad la carretera, reunid y sacad las piedras, enarbolad un estandarte para el pueblo.
11. He aquí -lo- que el SEÑOR ha proclamado hasta los confines del mundo, Decidle a la hija de Sion, Mira a tu salvación acercarse, observa su recompensa -viniendo- con él, y su obra antecediéndole.
12. Y los llamarán, La gente santa, Los redimidos del Señor, y a ti te van a llamar, La solicitada, La Ciudad amparada.

Isaías 61

El Espíritu del Señor DIOS -está- sobre mí, pues el SEÑOR me ha ungido para predicarle buenas nuevas a los sencillos; me ha enviado a vendar a los de corazón quebrantado, a proclamarle libertad a los cautivos, y abrirle la prisión a -los- reos.
2. A proclamar el año aceptado por el SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los afligidos,
3. A escoger a los que lloran en Sion, para darles belleza en lugar de cenizas, el aceite del gozo en lugar de lamentos, la vestidura de la alabanza en lugar del espíritu de pesadumbre, y así puedan llamarse árboles de justicia, el plantío del SEÑOR, para que él pueda ser glorificado.
4. + Y -re-construirán las antiguas ruinas, levantarán las anteriores desolaciones, y repararán las ciudades arruinadas, las desolaciones -causadas- por muchas generaciones.
5. Y los extranjeros se levantarán a alimentar tus rebaños, los hijos de los ajenos -serán- tus agricultores y tus viñadores.
6. Pero vosotros seréis nombrados Sacerdotes del SEÑOR, -y- os llamarán los Ministros de nuestro Dios; las riquezas de los Gentiles consumiréis, y de la gloria de ellos alardearéis.
7. + A cambio de vuestra verguenza -tendreís- el doble -de satisfacción, en lugar de- confusión, en la porción de ellos se van a regocijar, por eso en su tierra van a poseer el doble, -y- gozo eterno para ellos habrá.
8. Porque a mí el SEÑOR me encanta el juicio, detesto -que cambien- los robos por ofrendas quemadas, y voy a dirigir sus obras con la verdad, y haré un convenio perpetuo con ellos.
9. Su simiente será conocida entre los Gentiles, su descendencia entre los pueblos, -pues- todos los que los vean los reconocerán como la simiente bendecida por el SEÑOR.
10. Extremadamente me regocijaré en el SEÑOR, -y- mi alma estará gozosa en mi Dios, porque me vistió con prendas de salvación, me cubrió con el manto de la justicia, cual novio -que se- arregla con ornatos, o novia -que se- adorna con sus joyas.
11. Pues como la tierra produce sus capullos, y como el jardín hace que lo que se le siembre en él retoñe, así el Señor DIOS hará que la justicia y la alabanza broten en la presencia de todas las naciones.

Isaías 60

Álzate, -y- brilla, porque llegó tu luz, y la gloria del SEÑOR se ha levantado sobre ti.
2. Pues mira que las tinieblas cubrirán la tierra, y a las gentes espesas oscuridades, pero el SEÑOR se alzará sobre ti, y sobre ti será vista su gloria.
3. Y los Gentiles se acercarán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu salida.
4. Levanta tus ojos, y mira a tu alrededor, -que- todos ellos se reúnen -y- vienen hacia ti, tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán amamantadas al lado.
5. Entonces verás, y rebosarás, y tu corazón temerá, y se ensanchará, porque las riquezas del mar serán mudadas a ti, -y- los recursos de los Gentiles a ti vendrán.
6. Multitudes de camellos te cubrirán, -y- dromedarios de Madián y Efa, todos los de Saba vendrán trayendo oro e incienso, y proclamando alabanzas al SEÑOR.
7. Todos los rebaños de Kedar te serán reunidos, los carneros de Nebaiot te servirán, -y- subirán aceptados para mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
8. ¿Quiénes -son- estos -que- vuelan como una nube, y como las palomas hasta sus ventanas?
9. Por seguro que las islas me servirán, y los barcos de Tarsis -serán los- primeros, en traer tus hijos desde lejos, -junto con- su plata y su oro con ellos, para el nombre del SEÑOR tu Dios, y para el Santo de Israel, ya que él te ha glorificado.
10. Y los hijos de los extranjeros construirán tus muros, y sus reyes te servirán, porque con mi ira te herí, pero con mi favor he tenido misericordia de ti.
11. Por eso tus portones estarán de continuo abiertos, -y- no se van a cerrar de día ni de noche, para que puedan traerte los recursos de los Gentiles, y sus reyes -puedan ser- traídos.
12. Ya que la nación y el reino que no te sirva va a perecer; sí, -esas- naciones serán totalmente arruinadas.
13. La gloria del Líbano llegará a ti, -y- los higos -y- los pinos, junto con los bojes, para hermosear el lugar de mi santuario, y al lugar de mis pies lo haré glorioso.
14. También los hijos de los que te afligieron llegarán inclinados a ti, y todos los que te despreciaron se postrarán ante tus pies, y te van a llamar, La ciudad del SEÑOR, La Sion del Santo de Israel.
15. En vista de que has sido desamparada y odiada, tanto que ningún hombre pasó por -ti-, haré de ti una excelencia eterna, -y- un gozo para muchas generaciones.
16. Chuparás además la leche de los Gentiles, y los pechos de los reyes, y sabrás que yo el SEÑOR -soy- tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
17. A cambio de bronce daré oro, a cambio de hierro daré plata, a cambio de madera bronce, y a cambio de piedras hierro; además haré -que- tus administradores -sean- la paz, y tus supervisores la justicia.
18. No se oirá más de violencia en tu tierra, -ni- de ruinas o de destrucción dentro de tus fronteras, sino que a tus muros los llamarás Salvación, y a tus portones Alabanza.
19. El sol no hará de luz más en el día para ti, ni tampoco la luna te dará el resplandor de su luz, sino que el SEÑOR hará de luz perpetua para ti, y tu Dios -será- tu gloria.
20. Tu sol no se ocultará más, tu luna tampoco se retirará, pues el SEÑOR será tu eterna luz, y los días de tu aflicción habrán terminado.
21. Tu pueblo, -ellos- también -serán- todos justos, -y- van a heredar la tierra para siempre, -son- la rama de mi plantío, el trabajo de mis manos, para que yo pueda ser glorificado.
22. Un pequeño se convertirá en mil -de ellos-, y un insignificante en una fuerte nación; yo el SEÑOR en su momento lo apresuraré.

Isaías 59

Mirad que la mano del SEÑOR no se ha acortado para no poder salvar, ni su oído -se ha- tapado para no poder oír;
2. Más bien vuestras iniquidades -son las que- os han separado de vuestro Dios, y vuestros pecados han ocultado -su- rostro de vosotros, para no oír.
3. Pues vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios han hablado mentiras, -y- vuestra lengua murmurado perversidades.
4. Nadie invoca a la justicia, ni suplica a la verdad; confían en vanidades, y hablan mentiras; conciben estragos, y dan a luz iniquidad.
5. Incuban huevos de cocatriz, y tejen telarañas; el que come de sus huevos muere, y a aquel que se aplasta le sale una víbora.
6. Sus tejidos no se volverán prendas, ni se arroparán ellos con sus trabajos, -pues- sus hechos -son- obras de iniquidad, y sus manos -obran- actos de violencia.
7. Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos -son- pensamientos de iniquidad; ruina y destrucción hay en sus senderos.
8. No conocen camino de paz, y no -hay- juicio en sus caminos; han hecho de ellos senderos torcidos, y quienquiera que los ande no conocerá la paz.
9. Por eso el juicio se alejó de nosotros, y la justicia no nos alcanzó, aguardamos luz, pero contemplamos oscuridad, resplandor, -pero- andamos en tinieblas.
10. Tanteamos la pared como ciegos, tanteamos como sin ojos, tropezamos al mediodía como si -fuera- noche, -y habitamos- en lugares desolados como muertos.
11. Como osos rugimos todos, y como palomas con dolor nos lamentamos; buscamos juicio, pero ninguno -se acerca-, salvación, -pero ésta- se aleja.
12. Pues nuestras transgresiones se han multiplicado delante tuyo, y nuestros pecados testifican en contra nuestra, ya que nuestras transgresiones nos acompañan, y nuestras iniquidades las conocemos;
13. Por transgredir, mentir contra el SEÑOR, alejarnos de nuestro Dios, hablar opresión y revueltas, -y- concebir y proferir desde el corazón palabras de falsedad.
14. Y el juicio ha retrocedido, la justicia se para lejos, pues la verdad ha caído en la calle, y la equidad no puede entrar.
15. Sí, la verdad fracasó, y el que se aleja del mal se vuelve vulnerable, y el SEÑOR -lo- vio, y le desagradó que no -hubiera- juicio.
16. + Y no vio hombre -alguno-, y se maravilló de que no -hubiera- intercesor; por eso su brazo le trajo salvación, y su -misma- justicia, ella lo sustentó.
17. Ya que se puso la justicia como coraza, y un yelmo de salvación sobre su cabeza, las prendas de la venganza -por- vestidura, y se atavió de los celos como una capa.
18. De acuerdo con -sus- hechos, proporcionalmente -les- devolverá, furia para sus adversarios, -y- su merecido a sus enemigos; a las islas él les devolverá su merecido.
19. Y así temerán el nombre del SEÑOR desde el occidente, y su gloria desde la salida del sol. Cuando el enemigo entre como una inundación, el Espíritu del SEÑOR un estandarte levantará contra él.
20. Y el Redentor vendrá a Sion, y a los que se volvieron de la transgresión en Jacob, dice el SEÑOR.
21. En cuanto a mí, este -es- mi convenio con ellos, dice el SEÑOR; Mi espíritu que -está- sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se alejarán de tu boca, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice el SEÑOR, desde ahora y para siempre.

Isaías 58

Clama con fuerza, -y- no -la- guardes, levanta tu voz como de trompeta, y dale a conocer a mi gente su transgresión, y a la casa de Jacob sus pecados.
2. Aunque cada día me buscan, y se deleitan en conocer mis caminos, como una nación que ha hecho justicia, y no ha renunciado las ordenanzas de su Dios; me piden ordenanzas de justicia, se deleitan aproximándose a Dios.
3. + ¿Por qué ayunamos, -dicen ellos- y tú no lo ves? ¿Afligimos nuestra alma, y tú no lo tomas en cuenta? Fijaos cómo en el día de vuestro ayuno os complacéis en cobrar todas vuestras labores.
4. Fijaos cómo ayunáis por -motivos- de peleas y -de- debates, y para herir con puños de maldad; no ayunaréis como este- día, para hacer oír vuestra voz en las alturas.
5. ¿Es ése el ayuno el que yo escogí? ¿Un día para que el hombre aflija su alma? ¿doblegue su cabeza como un junco, y esparza cilicio y cenizas -debajo de él-? ¿A esto vais a llamar ayuno y día aceptable al SEÑOR?
6. ¿No -es- lo siguiente el ayuno que yo escogí? ¿Desatar los nudos de maldad, deshacer las cargas pesadas, dejar libres a los oprimidos, y que quebréis cualquier yugo?
7. ¿No -es- entregarle tu pan al hambriento, y traer a tu casa al pobre y al desechado? ¿-Que- cuando veas al desnudo lo cubras, y que no te escondas de los tuyos?
8. + Entonces tu luz irrumpirá como la mañana, tu salud brotará rápidamente, tu justicia andará delante tuyo, -y- la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
9. Entonces llamarás, y el SEÑOR responderá, clamarás, y él dirá, Aquí -estoy-. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo, y el hablar vanidades;
10. Y -si- extiendes tu alma al hambriento, y satisfaces al alma afligida, tu luz entonces se alzará en la oscuridad, y tus tinieblas -serán- como el mediodía;
11. El SEÑOR te guiará continuamente, satisfará tu alma en la sequía, fortalecerá tus huesos, serás como un jardín regado, y como un manantial, cuyas aguas no le faltan.
12. Y -los- tuyos -re-construirán las viejas ruinas, levantarás los cimientos de muchas generaciones, y serás llamado, El reparador de la brecha, El restaurador de senderos en dónde habitar.
13. + Si retiras tu pie del día de reposo, -dejas de- hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo una delicia, al santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no -andando en- tus propios caminos, buscando lo que te plazca, ni hablando palabras -tuyas-,
14. Entonces te deleitarás en el SEÑOR, haré que pasees sobre los lugares altos de la tierra, y te alimentes con la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR -lo- ha hablado.

Isaías 57

El justo perece, y ningún hombre lo medita, y los hombres misericordiosos -son- retirados, -sin que- nadie considere que el justo está -siendo- preservado del mal.
2. Entrará en la paz, descansarán en sus camas, -los que- andan -en- la rectitud de él.
3. + Pero acercaos, vosotros los hijos de la encantadora, simiente de la adúltera y la ramera.
4. ¿A costa de quién os divertís? ¿Contra quién abrís bien la boca, sacando la lengua? ¿No -sois- hijos de transgresión, simiente de falsedad,
5. Encendiéndoos con ídolos debajo de cualquier árbol verde, matando a los niños en los valles bajo las hendiduras de las rocas?
6. Tu porción está entre las -piedras- lisas del arroyo, ellas son tu suerte, incluso a ellas les has derramado ofrendas de bebidas, -y les- has hecho ofrendas de comida. ¿Me debo consolar ante estas -cosas-?
7. Sobre una montaña alta y sublime organizaste tu cama, hasta allá subiste para ofrecer sacrificio.
8. Detrás de las puertas también y de los postes has colocado tu recuerdo, pues -te- descubriste -ante otro- diferente de mí, y subiste; agrandaste tu cama, hiciste -un convenio- con ellos; amaste su cama donde -los- viste.
9. Y fuiste hasta donde el rey con ungüentos, aumentaste tus perfumes, enviaste lejos tus mensajeros, rebajándo-te- hasta el -mismo- infierno.
10. Estás cansada de la grandeza de tus caminos; -aún así- no dijiste, No hay esperanza, encontraste la vida de tu mano, -y- por eso no te acongojaste.
11. ¿Y de quién tuviste miedo y temiste, que mentiste y no te acordaste de mí, ni -lo- meditaste? ¿No he guardado silencio aún desde la antigüedad, y tú no me has temido?
12. Declararé tu justicia, y tus obras pues ellas no son para tu provecho.
13. + Cuando clames, que tus compañías te libren, pero el viento a todas se las llevará; la vanidad -se las- llevará, mas el que pone su confianza en mí poseerá la tierra, y heredará mi montaña santa.
14. Y dirá, Arrumad, arrumad, preparad camino, tomad la piedra de tropiezo y quitadla del camino de mi gente.
15. Porque así dice el Alto y el Sublime que habita en la eternidad, -y- cuyo nombre -es- Santo, Yo habito en el -lugar- santo y excelso, -y- también con el de espíritu contrito y humilde, para revivir el corazón de los arrepentidos.
16. Pues no contenderé para siempre, ni me airaré a perpetuidad, ya que el espíritu podría desfallecer delante mío, y las almas -que- yo he hecho.
17. Me airé por la iniquidad de su codicia, y lo herí; en mi ira me escondí, y él siguió obstinadamente en el camino de su corazón.
18. He visto sus caminos, y lo sanaré; lo guiaré también, y de nuevo lo consolaré a él y a sus dolientes.
19. Yo creo el fruto de los labios; paz, paz para -el que está- lejos, y para -el que está- cerca, dice el SEÑOR, y yo lo sanaré.
20. Pero los malvados -son- como el turbulento mar, cuando no puede descansar, cuyas aguas arrojan barro y suciedad.
21. No -hay- paz, dice mi Dios, para los malvados.

Isaías 56

Esto dice el SEÑOR, Mantened el juicio, y aplicad justicia, porque mi salvación -está- a punto de venir, y mi equidad -a punto- de ser revelada.
2. Bendito -es- el hombre -que- hace esto, y el hijo del hombre -que- se aferra a esto, que se guarda de contaminar el día de descanso, y guarda su mano de hacer mal alguno.
3. + Tampoco dejes que el hijo del extranjero, que se ha unido al SEÑOR, hable diciendo, El SEÑOR me separó totalmente de su pueblo; tampoco dejes que el eunuco diga, Mira que -soy- un árbol seco.
4. Porque así -le- dice el SEÑOR a los eunucos que guardan mis días de descanso, y escogen -lo- que me place, aferrándose a mi convenio,
5. Incluso a ellos -les- daré en mi casa y dentro de mis muros un lugar y un nombre mejor que el de hijos e hijas; les daré un nombre eterno que no será suprimido.
6. También los hijos del extranjero, que se unan al SEÑOR para servirle, y amar el nombre del SEÑOR, como sus siervos, todo el que se guarde de malograr el día de reposo, y se aferre a mi convenio,
7. Incluso a ellos los traeré a mi montaña santa, y los haré -estar- gozosos en mi casa de oración; sus holocaustos y sacrificios -serán- aceptados en mi altar, pues a mi casa la llamarán casa de oración para todas las gentes.
8. El Señor DIOS que reúne a los desechados de Israel dice, Aún voy a reunirle -otros- a él, fuera de aquellos que se le han reunido.
9. + Todas vosotras bestias del campo, venid a devorar, -sí-, todas vosotras bestias del bosque.
10. Sus vigías -son- ciegos, todos ignorantes, -son- todos perros mudos, -que- no pueden ladrar, -se la pasan- durmiendo acostados, les encanta dormitar.
11. Si, -son- perros codiciosos -que- nunca pueden tener suficiente, pastores -que- no pueden entender, todos mirando a su propio camino, cada uno -buscando- la ganancia desde su lado.
12. Acercaos, -dicen ellos, que- yo iré por vino, y nos saciaremos de bebidas fuertes, y mañana será igual a hoy, -pero- mucho más abundante.

Isaías 55

Oíd, Todos los sedientos, acercaos a las aguas, y quienes no tengáis dinero, acercaos, comprad y comed, sí, acercaos -y- comprad vino y leche sin dinero y sin precio.
2. ¿Por qué gastáis dinero en -algo que- no -es- pan? ¿Y vuestra labor a cambio de -algo que- no satisface? Escuchadme diligentemente, y comed -lo- bueno dejando que vuestra alma se deleite en ricuras.
3. Inclinad vuestro oído, y venid a mí, oíd, y vuestra alma vivirá, y haré un convenio eterno con vosotros, -con- las misericordias seguras a David.
4. Mirad que lo he dado -como- un testigo para las gentes, -como- un líder y comandante para ellos.
5. Mira que llamarás a una nación -que- no conoces, y las naciones -que- no te conocían correrán hasta ti a causa del SEÑOR tu Dios, y por el Santo de Israel, ya que él te ha glorificado.
6. + Buscad al SEÑOR mientras se pueda encontrar, invocadlo mientras cerca está,
7. Que el malvado abandone su camino, y el hombre injusto sus pensamientos, y que retorne al SEÑOR, y él tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él abundantemente perdonará.
8. + Pues mi pensamientos no -son- vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice el SEÑOR.
9. Porque como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los vuestros, y mis pensamientos que vuestros pensamientos.
10. Pues como la lluvia -que- al igual que la nieve cae del cielo, y no retorna allí, sino que riega la tierra, y la hace producir y retoñar, para que pueda dar semilla al sembrador, y pan al que -lo- consume,
11. Así será la palabra que sale de mi boca, -que- no retornará a mí vacía, sino que logrará lo que me place, y prosperará donde yo la envié.
12. Pues saldréis con gozo, y seréis guiados con paz, las montañas y las colinas prorrumpirán en cantos delante de vosotros, y todos los árboles del campo aplaudirán -con sus- manos.
13. En lugar de espinas saldrá un árbol de higos, y en lugar de zarzas saldrá un árbol de mirto, esto será por nombre para el SEÑOR, como una señal eterna -que- no será suprimida.

Isaías 54

Canta, Oh estéril, -la que- no diste a luz, prorrumpe en cantos, y clama en voz alta, -la que- no pariste niños, porque más -son- los hijos de la desolada que los de la mujer casada, dice el SEÑOR.
2. Amplía el lugar de tu tienda, y que se estiren las telas de tus habitaciones, no escatimes, alarga tus cuerdas y fortalece tus estacas;
3. Porque irrumpirás por la derecha y por la izquierda, tu simiente heredará a los Gentiles, y hará habitar las ciudades desoladas.
4. No temas, que no te vas a avergonzar, ni a confundir, porque olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás ya más la humillación de tu viudez.
5. Ya que tu Hacedor -es- tu esposo; el SEÑOR de las huestes -es- su nombre, y tu Redentor el Santo de Israel, -el cual- será llamado El Dios de toda la tierra.
6. Pues el SEÑOR te llamó estando desamparada y agobiada en -tu- espíritu, y siendo una esposa rehusada en la juventud, dice tu Dios.
7. Por un pequeño momento te abandoné, pero con grandes misericordias te reuniré.
8. En un pequeño -arranque de- ira te escondí mi rostro -por- un momento, pero con bondad eterna tendré misericordia de ti, dice el SEÑOR tu Redentor.
9. Pues para mí esto -es como- las aguas de Noé, ya que -como- juré que las aguas de Noé no iban a cubrir más la tierra, también he jurado que no quiero enfurecerme más contigo, ni reprenderte -ya más-.
10. Porque las montañas se alejarán, y las colinas se retirarán, pero mi bondad no se apartará de ti, ni el convenio de mi paz se removerá, dice el SEÑOR que tiene misericordia de ti.
11. + Oh tú afligida, zarandeada con la tempestad, -y- sin -lograr ser- consolada, mira que te colocaré piedras de hermosos colores y colocaré tus fundamentos de zafiro.
12. Y tus ventanales -los- haré de ágata, tus portones de carbunclo, y todas tus fronteras de piedras preciosas.
13. Y todos tus hijos -serán- enseñados por el SEÑOR, y grande será la paz de tus hijos.
14. Con justicia serás establecida, quedarás lejos de la opresión, ya que no vas a temer, y del terror, pues no se te va a acercar.
15. Mira que con seguridad ellos se van a reunir, pero -no- por mi causa; quienquiera que se reúna en tu contra, por causa tuya caerá.
16. Mira que yo creé al herrero que avienta las ascuas en el fuego, sacando un instrumento para su trabajo; también he creado al que malogra para destruir.
17. + Ningún arma que se forme en tu contra va a prosperar, y vas a condenar toda lengua -que- se levante en juicio contra ti. Ésta -es- la herencia de los siervos del SEÑOR, y su justicia -proviene- de mí, dice el SEÑOR.