Isaías 53

-Continuación del SIERVO DEL SEÑOR-

1. ¿Nuestro reporte, Quién lo creyó? ¿Y el brazo del SEÑOR, A quién se le reveló?
2. Pues delante de él crecerá como tierna planta, y como raíz que sale de suelo desecado; forma no tiene ni atractivo; y cuando lo veamos, no -habrá- belleza que vayamos a desear de él.
3. Es despreciado y rechazado por los hombres, un hombre de penas, y experimentado en la tristeza, y como que de él escondimos -nuestros- rostros; fue despreciado, y no lo estimamos.
4. + Por seguro nuestras tristezas se ha llevado, y nuestras penas -ha- cargado, sin embargo lo estimamos por Dios golpeado, afligido y agobiado.
5. Aunque -fue- herido por nuestras transgresiones, magullado por nuestras iniquidades, el castigo por nuestra paz -fue- sobre él, y con sus azotes somos sanados.
6. Todos como ovejas nos hemos descarriado, cada uno ha virado hacia su propio camino, y el SEÑOR la iniquidad de todos nosotros sobre él ha colocado.
7. Fue oprimido y afligido, aún así no abrió su boca; como cordero es llevado a la matanza, y como oveja -que- enmudece ante sus trasquiladores, de igual manera no abre él su boca.
8. De la prisión y del juicio fue tomado, y ¿Y su generación quién -la- declarará? Pues de tajo fue cortado de la tierra de los vivos, por la transgresión de mi pueblo fue golpeado.
9. E hizo su sepulcro con los malvados, y con los ricos -estuvo- en su muerte, pues no había hecho violencia, ni engaño -alguno hubo- en su boca.
10. + Aún así le plació al SEÑOR magullarlo, -lo- puso en congoja; cuando de su alma hagas una ofrenda por el pecado, -su- simiente verá, prolongará -sus- días y el beneplácito del SEÑOR prosperará en su mano.
11. Él verá -el fruto- de la labor de su alma, -y- se satisfará; por su conocimiento mi siervo justo a muchos justificará, ya que cargará sus iniquidades.
12. Por eso le dividiré -una porción- con los grandes, y los despojos repartirá con los fuertes, por haber derramado su alma hasta la muerte, fue contado entre los transgresores; cargó además el pecado de muchos, e hizo intercesión por los transgresores.

Isaías 52

Despierta, despierta; ponte tu fuerza, Oh Sion, vístete tus hermosos vestidos, Oh Jerusalén, la ciudad santa, porque de aquí en adelante no entrarán más en ti los incircuncisos y los que no están limpios.
2. Sacúdete el polvo, levántate, -y- siéntate, Oh Jerusalén, desátate las bandas del cuello, Oh hija cautiva de Sion.
3. Porque así dice el SEÑOR, Os vendisteis a cambio de nada, y sin dinero seréis redimidos.
4. Porque así dice el Señor DIOS, Mi pueblo bajó de antaño hasta Egipto para residir allí, y el Asirio sin causa los oprimió.
5. Ahora pues, ¿Qué tengo aquí, dice el SEÑOR, que mi pueblo es desterrado a cambio de nada? Los que los gobiernan los hacen aullar, dice el SEÑOR, y mi nombre -es- blasfemado de continuo todos los días.
6. Por eso mi pueblo conocerá mi nombre, por eso -conocerán- en ese día que yo -soy- el que habla, mirad -que soy- yo.
7. + ¡Cuán hermosos son sobre las montañas los pies del que trae buenas nuevas, que publica paz, que trae nuevas de bien, que publica salvación, -y- que le dice a Sion, ¡Tu Dios reina!
8. Tus vigías levantarán la voz, -y- cantarán con sus voces a una, pues verán con sus ojos, cuando el SEÑOR traiga de nuevo a Sion.
9. + Prorrumpid en gozo, -y- cantad a una, vosotras ruinas de Jerusalén, porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, -y- redimido a Jerusalén.
10. El SEÑOR desnudó su santo brazo delante de los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.
11. Apartaos, apartaos, salid de allí, -y- no toquéis lo que no está limpio, salid de en medio de ella, limpiaos los que lleváis las vasijas del SEÑOR.
12. Porque no saldréis con prisa, ni -os- iréis huyendo, ya que el SEÑOR irá delante de vosotros, y el Dios de Israel -será- vuestra retaguardia.

-EL SIERVO DEL SEÑOR-

13. + Mirad que mi siervo se comportará prudentemente, lo exaltarán, lo ensalzarán, y mucho lo enaltecerán.
14. Pues muchos se asombraron ante ti; su rostro se estropeó, más que -el de- cualquier -otro- hombre, y su forma, más que -la de- los hijos de los hombres;
15. De esa manera salpicará a muchas naciones; ante él los reyes cerrarán su boca, pues verán -aquello- que no se les había dicho , y -aquello- que no habían oído -lo- considerarán.

Isaías 51

Escuchadme los que seguís la justicia, los que buscáis al SEÑOR, mirad a la roca -de donde- sois cortados, y al hueco del foso -de donde- sois excavados.
2. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara -que- os dio a luz, pues yo lo llamé a solas, lo bendije, y lo multipliqué.
3. Porque el SEÑOR consolará a Sion, -sí-, consolará todas sus ruinas, y volverá su yermo como el Edén, y su desierto como el jardín del SEÑOR; allí se encontrarán gozo, alegría, acciones de gracias, y voces melodiosas.
4. + Escuchadme, pueblo mío, y prestadme oído, Oh nación mía, pues una ley procederá de mi, y haré posar mi juicio como una luz para el pueblo.
5. Mi justicia se acerca, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a las gentes, las islas me aguardarán, y en mi brazo confiarán.
6. Levantad vuestros ojos a los cielos, y mirad abajo a la tierra, porque los cielos como humo se desvanecerán, y la tierra como vestidura se envejecerá, y los que en ella moran de igual manera morirán, pero mi salvación para siempre será, y mi justicia no se abolirá.
7. Escuchadme vosotros que conocéis la justicia, el pueblo en cuyo corazón -está- mi ley, no temáis la humillación de los hombres, ni tengáis miedo de sus insultos.
8. Porque la polilla como a vestidura los devorará, y el gusano como a lana -se- los comerá, pero mi justicia para siempre será, al igual que mi salvación de generación en generación.
9. + Despierta, despierta, vístete de fuerza, Oh brazo del SEÑOR, despierta, como en los días de antaño, de las antiguas generaciones. ¿No -eres- tú el que cortó a Rahab -e- hirió al dragón?
10. ¿No -eres- tú el que secó el mar, -y- las aguas de las grandes profundidades, -y- que convirtió la profundidad del mar en un camino para que los rescatados pasaran por -él-?
11. Por eso los redimidos del SEÑOR retornarán, y vendrán hasta Sion cantando; y gozo eterno -habrá- sobre sus cabezas, obtendrán alegría y gozo, -y- la pena y el lamento huirán -de ellos-.
12. Yo, -sí,- yo -soy- el que os consuela, ¿Quién eres tú para que debas tenerle miedo a un hombre -que- muere, y al hijo del hombre -que- se va a volver -como- hierba;
13. Y te olvidas del SEÑOR tu hacedor, que ha estirado los cielos, y colocado los fundamentos de la tierra, y has temido de continuo cada día por causa de la furia del opresor, como si él estuviera listo para destruir-te? ¿Y dónde -está- la furia del opresor?
14. El cautivo -y- exiliado se apresura para poder ser librado, y no tener que morir en el foso, ni su pan tenga que faltar.
15. Pero yo -soy- el SEÑOR tu Dios, que dividió el mar con sus rugientes olas, el SEÑOR de las huestes -es- su nombre.
16. Y puse mis palabras en tu boca, cubriéndote bajo la sombra de mi mano, para poder plantar los cielos, y colocar los fundamento de la tierra, y decirle a Sion, Tú -eres- mi pueblo.
17. + Despierta, despierta, levántate, Oh Jerusalén, que bebiste de la mano del SEÑOR la copa de su furia; te bebiste -hasta escurrir los sedimentos de la copa de la agitación.
18. Nadie -hay- que la guíe de entre los hijos -que- dio a luz, ni la tome de la mano de todos los hijos -que- parió.
19. Estas dos te han venido, ¿Quién sentirá pena por ti? Desolación, destrucción, y hambruna y espada, ¿Por -medio- de quién te voy a consolar?
20. Tus hijos desfallecieron, -y- yacen en la cabecera de todas las calles, como toro salvaje -atrapado- en una red, están -recibiendo- al máximo la furia del SEÑOR, -y- la reprensión de tu Dios.
21. + Por tanto oye ahora esto, tú afligida, y embriagada, pero no de vino,
22. Así dice tu Señor el -mismo- SEÑOR, y tu Dios -el que- pleitea por la causa de su pueblo, Mira que he quitado de tu mano la copa de la agitación, -junto con- los sedimentos de la copa de mi furia; no la vas a volver a beber más.
23. Sino que la pondré en la mano de los que te afligen, que le dijeron a tu alma, Inclínate para que podamos andar por encima, y tú colocaste tu cuerpo como suelo y como calle, para que ellos andaran por encima.

Isaías 50

Así dice el SEÑOR, ¿Dónde -está- el anuncio del divorcio con vuestra madre, desechada por mí? ¿O a cuál de mis acreedores -es- a quien os he vendido? Mirad que por vuestras iniquidades vosotros mismos os habéis vendido, y por vuestras -mismas- transgresiones vuestra madre ha sido desechada.
2.¿Por qué cuando vine no -apareció -hombre -alguno-? ¿-y por qué- cuando llamé nadie respondió? ¿Se ha acortado mi mano en algún momento, para no poder redimir? ¿O -acaso- no tengo poder para librar? Mirad que ante mi reprensión el mar se seca, yo convierto los ríos en un yermo, -y- sus peces hieden a falta de agua, y mueren de sed.
3. Yo visto los cielos de oscuridad, y hago de cilicio su cubierta.
4. El Señor DIOS me ha dado el idioma del entendido, para saber darle al cansado una palabra en su momento; de mañana en mañana él despierta, -sí,- despierta mi oído para oír como el entendido.
5. + El Señor DIOS ha abierto mi oído, y no fui rebelde, ni me volví atrás.
6. Le di mi espalda a los que -me- golpeaban, y mis mejillas a lo que arrancaban el pelo; no escondí mi rostro de las vergüenzas y los escupitajos.
7. + Porque el Señor DIOS me ayudará, por eso no me confundiré, -y- por eso fijé mi rostro como un pedernal, y sé que no me avergonzaré.
8. Cerca -está- el que me justifica, ¿Quién contenderá conmigo? Parémonos juntos; ¿Quién -quiere ser- mi adversario? Que se me acerque.
9. Mirad que el Señor DIOS me ayudará, ¿Quién -es pues- el que- me va a condenar? He aquí que todos cual prenda se envejecerán, -y- la polilla los devorará.
10. + ¿Quién -hay- entre vosotros que tema al SEÑOR, -y- que obedezca a la voz de su siervo, -así- ande -en- oscuridad, y no tenga luz? Dejadlo confiar en el nombre del SEÑOR, y permanecer en su Dios.
11. -Mientras que- mirad todos vosotros los que encendéis la fogata, que os hacéis alrededor de las chispas, andad a la luz de vuestro fuego y de las chispas -que- habéis encendido. -Porque- esto tendréis de mi mano, con dolor yaceréis-en el piso-.

Isaías 49

Escuchadme, Oh islas y prestad oído, vosotras gentes de lejos, El SEÑOR me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre.
2. E hizo mi boca como una espada aguda; en la sombra de su mano me escondió, y me convirtió en una flecha pulida, escondiéndome en su aljaba.
3. Y me dijo, Tú -eres- mi siervo, Oh Israel, en quien seré glorificado.
4. Entonces dije, He laborado en vano, -y- en vano he gastado mis fuerzas, -mas- con seguridad mi juicio -lo guarda- el SEÑOR, y mi trabajo -lo mira- mi Dios.
5. + Y ahora, -así- dice el SEÑOR que me formó desde el vientre -para ser- su siervo, -y- para traer de nuevo a Jacob hacia él, Aunque Israel no sea reunida, aún así a los ojos del SEÑOR seré glorioso, y mi Dios será mi fuerza.
6. Y él dijo, Es poca cosa que hayas de ser mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y restaurar a los preservados de Israel; también te daré como luz para los Gentiles, para que puedas ser mi salvación hasta los confines de la tierra.
7. Así -le- dice el SEÑOR, el Redentor de Israel, -y- su Santo, a aquel a quien el hombre desprecia, a aquel a quien la nación aborrece, a un siervo de gobernantes, Los reyes verán y se levantarán, -y- los príncipes también adorarán, debido a que el SEÑOR que es fiel, el Santo de Israel te va a escoger.
8. Esto dice el SEÑOR, En el momento oportuno te oí, y en el día de la salvación te ayudé, y te preservaré, y te daré como convenio del pueblo, para establecer -de nuevo- la tierra, para hacer que hereden los legados desolados.
9. Para que -le- puedas decir a los prisioneros, Salid, -y- a los que -están- en oscuridad, Manifestaos. Ellos se alimentarán en los caminos, y sus pastos -estarán- en todos los lugares altos.
10. No van a tener hambre ni sed, ni el calor del sol los golpeará, porque el que tiene misericordia de ellos los va a dirigir, junto a los manantiales de agua los va a guiar.
11. Y haré de todas mis montañas un camino, y mis carreteras serán exaltadas.
12. He aquí, estos vendrán de lejos, y he aquí estos del norte y del occidente, y estos de la tierra de Siním.
13. + Cantad, Oh cielos, y gozaos Oh tierra, y prorrumpid en cantos, Oh montañas, porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, y tendrá misericordia de sus afligidos.
14. Pero Sion dijo, El SEÑOR me abandonó, y mi Señor se olvidó de mí.
15. ¿Se puede olvidar una mujer de su niño de brazos, -y- no ha de tener compasión del hijo de su vientre? Sí, ellas se pueden olvidar, pero yo no me olvidaré de ti.
16. Mira que te he esculpido en las palmas de -mis- manos, -y- tus muros continuamente -están- delante de mí.
17. Tus hijos se apresurarán -hasta ti-, -y- tus destructores y los que te hicieron escombros saldrán -muy lejos- de ti.
18. + Levanta los ojos a tu alrededor, y mira -cómo- todos estos se reúnen y se juntan, -para- venir hasta ti. Vivo yo, dice el SEÑOR, -que- con seguridad te arroparás con todos ellos, como -si fueran- un adorno, y como novia -te- envolverás con ellos.
19. En lugar de tus escombros, y de tus lugares desolados, la -misma- tierra de tu destrucción, será ahora muy estrecha a raíz de sus habitantes, y los que te devoraron estarán muy lejos.
20. Los hijos que tendrás, tras haber perdido los otros, de nuevo dirán a tus oídos, El lugar está muy estrecho para mí, dame -un lugar -donde- yo pueda morar.
21. Entonces dirás en tu corazón, ¿Quién me engendró estos, viendo que perdí mis hijos, y -que- soy una desolada cautiva que me mudo de un lugar a otro? ¿ Y quién -me- trajo estos? He aquí que me había quedado sola, ¿-y- estos, dónde -habían estado-?
22. Así dice el Señor DIOS, Mira que levantaré mi mano a los Gentiles, y colocaré mi estandarte para los pueblos, y traerán tus hijos en brazos, y tus hijas serán cargadas en hombros.
23. Y los reyes y sus reinas serán tus amamantadores, se inclinarán hacia ti con rostro en tierra, lamiendo el polvo de tus pies, y sabrás que yo -soy- el SEÑOR, pues no se avergonzarán los que me aguardan.
24. + ¿Le será la presa arrebatada al fuerte, o -será- liberado el cautivo -preso- por la ley?
25. Pero esto dice el SEÑOR, Los mismos cautivos serán arrebatados de los fuertes, y la presa será liberada del temible, porque yo contenderé con el que contienda contigo, y salvaré a tus hijos.
26. Y alimentaré a los que te oprimen con su misma carne; se embriagarán de su misma sangre, como -si fuera- vino dulce, y todo -ser de- carne sabrá que yo el SEÑOR -soy- tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.

Isaías 48

Oíd esto vosotros, Oh casa de Jacob, que se os llama por el nombre de Israel, y -que- habéis salido de las aguas de Judá, que juráis por el nombre del SEÑOR, y hacéis mención del Dios de Israel, -pero- no en realidad, ni con justicia.
2. Porque se llaman por la ciudad santa, y -sin embargo- permanecen sobre el Dios de Israel; el SEÑOR de las huestes -es- su nombre.
3. He declarado las cosas antiguas desde el comienzo, salieron de mi boca, y las mostré; en un momento -las- hice -pasar-, y sucedieron.
4. Porque sabía que -eres- obstinado, -que- tu cuello -es- nervio de hierro, y tu frente bronce;
5. Aún desde el comienzo te -lo- declaré, -y- antes de que sucediera te -lo- mostré, no fuera que fueras a decir, Mi ídolo lo ha hecho, y mi imagen esculpida lo ha mandado.
6. Tú oíste, tú miras todo esto, ¿Y no -lo- declararás? Te he mostrado cosas nuevas desde esta vez, hasta cosas escondidas, y tú no las conociste.
7. Ahora son creadas, y no desde el comienzo, aún antes del día en el que no las oíste, no fuera que fueras a decir, Mira que yo lo sabía.
8. Sí, tú no oíste, sí, tú no supiste, sí, desde esa vez -en que- tu oído no se abrió, pues sabía que tú negociarías muy traicioneramente, y -que- desde el vientre se te llamó transgresor.
9. + Por amor a mi nombre diferiré mi enojo, y por mi alabanza me refrenaré contigo, para no apartarte de un tajo.
10. Mira que te he refinado, pero no con plata, en el horno de la aflicción te he escogido.
11. Por causa mía, -sólo- por mi causa -lo- haré, pues ¿Cuánto -más- ha de ser ensuciada -mi causa-? Y a otro mi gloria no -le- daré.
12. + Escúchame, Oh Jacob e Israel, mi llamado, Yo -soy- él, -soy-el primero, -y- también -soy- el último.
13. Mi mano además colocó los fundamentos de la tierra, y mi mano derecha abarcó los cielos; -cuando- los llamo, se levantan juntos.
14. Todos vosotros, congregaos, y oíd; ¿Quién entre ellos ha declarado estas cosas? El SEÑOR lo amó, él hará lo que le place con Babilonia, y su brazo -estará con- los Caldeos.
15. Yo, yo -mismo- he hablado; sí, lo he llamado a él, lo he traído, y va a prosperar en su camino.
16. + Venid -y- acercaos, oíd esto, desde el comienzo no he hablado en secreto, desde el momento en el que fue, allí -estoy- yo, y ahora el Señor DIOS junto con su Espíritu me ha enviado.
17. Esto dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: -Soy- el SEÑOR tu Dios -el- que te enseña para tu provecho, -el- que te guía por el camino -que- debes andar.
18. ¡Oh, si hubieras escuchado mis mandamientos! Tu paz entonces hubiera sido como un río, y tu justicia como las olas del mar;
19. Tu simiente además hubiera sido como la arena, y los retoños de tus entrañas como la misma grava; su nombre no hubiera sido apartado de un tajo ni destruido delante de mí.
20. + Salid vosotros de Babilonia, huid de los Caldeos, -y- con voz de canto declarad, -y- decid esto, publicadlo hasta los -mismos- confines de la tierra; decid, El SEÑOR ha redimido a su siervo Jacob.
21. Y no tuvieron sed -cuando- los guió por entre los desiertos, él hizo que las aguas les fluyeran de las rocas, además rajó la roca y las aguas borbotearon.
22. No -hay- paz, dice el SEÑOR, para los malvados.

Isaías 47

Bájate y siéntate en el polvo, Oh virgen hija de Babilonia, siéntate en el suelo sin trono, Oh hija de los Caldeos, pues no te llamarán más tierna y delicada.
2. Toma las piedras de molino, y muele alimentos, descubre tus escudos, desnuda la pierna, deja ver el muslo, -y- pasa sobre los ríos.
3. Tu desnudez será descubierta, sí, -y- tu vergüenza será vista, -pues- me vengaré, y -como- hombre -contigo- no me reuniré.
4. -En cuanto a- Nuestro redentor, el SEÑOR de las huestes -es- su nombre, el Santo de Israel.
5. Siéntate en silencio, y ponte en la oscuridad, Oh hija de los Caldeos, pues no serás más llamada, La dama de los reinos.
6. + Me airé con mi pueblo, polucioné mi herencia poniéndola en tus manos; tú no les manifestaste misericordia, sobre el anciano colocaste muy pesadamente tu yugo.
7. + Y dijiste, Seré una dama para siempre, -y- no pusiste estas -cosas- en tu corazón, ni recordaste el final de ello.
8. Por tanto oye ahora esto, -tú- dada a los placeres, que moras con descuido, diciendo en tu corazón, -Aquí estoy-, y fuera de mí nadie más. No me quedaré viuda, ni conoceré -lo que es- perder hijos;
9. Sin embargo estas dos vendrán a ti en un momento y en un día: la pérdida de hijos, y la viudez; vendrán hasta ti a la perfección, debido a la multitud de tus hechicerías, -y- a la gran abundancia de tus encantamientos.
10. + Pues confiaste en tu maldad, -y- dijiste, Nadie me ve. Tu sabiduría y tu conocimiento te pervirtieron, y dijiste en tu corazón, -Aquí estoy-, y fuera de mí nadie más.
11. + Por ello el mal te sobrevendrá, no sabrás de donde se levanta; y la desgracia caerá sobre ti, no podrás apartarla; y la desolación de repente te sobrevendrá, -y- no lo sabrás.
12. Párate ahora con tus encantamientos, y con la multitud de tus hechicerías donde has laborado desde tu juventud, si es que así eres capaz de aprovecharte, si es que así puedes prevalecer.
13. Te agotaste con la multitud de tus consejos. Deja que ahora los astrólogos, los que miran las estrellas, -y- los pronosticadores mensuales se paren y te salven de -lo- que te va a sobrevenir.
14. Mira que serán como rastrojo, -y- el fuego los consumirá; no se librarán del poder de las llamas, -aunque- no -habrá- carbón para calentarse, -ni- fuego para sentarse ante él.
15. Así serán para ti aquellos con quienes has laborado desde tu juventud, -hasta- tus mercaderes: cada uno deambulará hasta su región, -y- ninguno te salvará.

Isaías 46

Bel se postra, Nebo se agacha, sus ídolos estaban sobre las bestias, y sobre el ganado; vuestros carruajes -estaban- sobrecargados; -son- un lastre para la agotada -bestia-.
2. Se agachan, -y- se doblegan al tiempo; no pudieron entregar la carga, sino que ellos mismos se fueron de cautiverio.
3. + Escuchadme, Oh casa de Jacob, y todo el remanente de la casa de Israel, los que sois llevados -por mí- desde el vientre, los que sois cargados desde la matriz,
4. Y -aun- hasta -vuestra- vejez yo -soy- él; y -aún- hasta las canas -os- cargaré; yo hice, y yo llevaré, yo aún cargaré y liberaré.
5. + ¿Con quien me compararéis, -me- igualaréis, y me relacionaréis para que podamos ser cotejados?
6. Ellos prodigan oro de la bolsa, pesan la plata en la balanza, -y- contratan a un orfebre; el hace un dios -de- éste, -y- ellos se postran -ante el-, sí, -y lo- adoran.
7. Lo soportan sobre el hombro, lo cargan, y lo colocan en su lugar, y él se yergue. De su lugar no se removerá; sí, -y alguien- le clamará, aunque no pueda responder, ni salvarlo de su problema.
8. Recordad esto, y manifestaos hombres, trayendo de nuevo -cosas- a la mente, Oh transgresores.
9. Recordad las cosas antiguas -y- anteriores, porque yo -soy- Dios, y nadie más -lo es-; -yo soy- Dios, y -no hay-nadie como yo,
10. Que declara el fin desde el comienzo, y desde tiempos antiguos -cosas aún- no hechas, diciendo, Mi consejo perdurará, y haré todo lo que me plazca.
11. Llamando al ave de rapiña del oriente, al hombre que ejecuta mi consejo de un país lejano; sí, -así lo- he hablado, -y- también lo haré pasar; -me lo- he propuesto, -y- también lo haré.
12. + Escuchadme, vosotros -los- testarudos alejados de la justicia,
13. Yo acerco mi justicia, -que- no estará lejos, y mi salvación -que- no se demorará, y colocaré mi salvación en Sion para Israel mi gloria.

Isaías 45

Así -le- dice el SEÑOR a su ungido, Ciro, cuya mano derecha he sostenido para que subyugue naciones delante de él, y voy a desatar las cinturas de los reyes, para abrir delante de él las dos puertas -adornadas- con hojas, y estas no se cerrarán;
2. Iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos, haré pedazos tanto puertas de bronce, como barrotes de hierro.
3. Y te daré los tesoros de la oscuridad, y riquezas ocultas en lugares secretos, para que puedas saber que yo, el SEÑOR, que -te- llama por tu nombre, -soy- el Dios de Israel.
4. Por amor a mi siervo Jacob y a Israel mi elegido, te he llamado por tu nombre, -y- te he apellidado, sin que me conocieras.
5. + Yo -soy- el SEÑOR, y ningún otro -hay-, no -hay otro- Dios además de mí, yo te vestí sin que me conocieras,
6. Para que puedan conocer desde la salida del sol y desde el oeste, que no -hay otro- además de mí. Yo -soy- el SEÑOR, y ninguno más.
7. Yo formo la luz, y creo la oscuridad, yo hago la paz, y creo la maldad, yo el SEÑOR hago todas estas -cosas-.
8. Verted, cielos, de arriba, y que las alturas derramen justicia, que la tierra -se- abra, y produzcan salvación, y la justicia brote juntamente. Yo el SEÑOR lo he creado.
9. ¡Ay del que briega con su hacedor! Que el tiesto -contienda- con los -otros- tiestos de la tierra. ¿Le dirá el barro al que lo modela, Qué haces? ¿O -te dirá- tu trabajo, Él no tiene manos?
10. ¡Ay del que -le- dice a -su- padre, ¿ Qué -es lo que- engendras? O a la mujer, ¿Qué -fue lo que- diste a luz?
11. Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel, y su Hacedor, Peguntadme acerca de los asuntos por venir relacionados con mis hijos, y en cuanto a la obra de mis manos mandadme.
12. Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella; yo estiré los cielos -con- mis manos, y a toda su hueste he mandado.
13. Lo he levantado en justicia, y dirigiré todos sus caminos, él construirá mi ciudad, y dejará ir a mis cautivos, -y- no a cambio de precio ni recompensa, dice el SEÑOR de las huestes.
14. Así dice el SEÑOR, la labor de Egipto, la mercancía de Etiopía, y de los Sabeos, hombres de estatura, vendrá hasta ti, ellos serán tuyos, -y- vendrán en busca de ti; vendrán en cadenas, y se postrarán delante tuyo haciéndote súplicas, -y diciendo,- Con certeza Dios -está- en ti, y no -hay- nadie más, no -hay otro- Dios.
15. De verdad -eres- un Dios que te escondes, Oh Dios de Israel, el Salvador.
16. Se avergonzarán, y además se confundirán todos ellos, terminarán confundidos al tiempo los hacedores de ídolos.
17. -Pero- Israel se salvará en el SEÑOR con una salvación eterna, no os avergonzaréis ni os confundiréis, mundo sin fin.
18. Porque esto dice el SEÑOR que creó los cielos, el mismo Dios que formó la tierra y la hizo; él la estableció, -y- no la creó en vano, para que fuera habitada la formó: Yo -soy- el SEÑOR, y ninguno más -hay-.
19. No he hablado en secreto, no le dije a la simiente de Jacob en un lugar oculto de la tierra, En vano me buscáis; Yo el SEÑOR hablo justicia, -y- declaro cosas correctas.
20. + Congregaos y venid, acercaos al tiempo, vosotros -los- escapados de las naciones; no tienen conocimiento los que colocan la madera de su imagen esculpida, y -le- oran a un dios -que- no puede salvar.
21. -Id y- contad, y traed-los- cerca, sí, que tengan juntos consejo; ¿Quién declaró esto desde tiempos antiguos? ¿-Quién- lo ha dicho desde esa vez? ¿No -he sido- yo el SEÑOR? Y no -hay- más Dios además de mí, un Dios y Salvador justo; ninguno -hay- además de mi.
22. Miradme a mí, y sed salvos, todos los confines de la tierra, porque yo -soy- Dios, y ninguno más -hay-.
23. He jurado por cuenta propia, -con- justicia ha salido la palabra de mi boca, y no se devolverá, que ante mí toda rodilla se doblegará, -y- toda lengua tomará juramento,
24. Os aseguro que dirá, En el SEÑOR tengo justicia y fuerza; -sí,- a él vendrán -los hombres-; y se avergonzarán todos los que en contra de él reciben incienso.
25. En el SEÑOR toda la simiente de Israel se justificará y se gloriará.

Isaías 44

Oye ahora sin embargo, Oh Jacob siervo mío, e Israel, a quien he escogido:
2. Esto dice el SEÑOR que te hizo, que te formó desde el vientre, -y- que te va a ayudar: No temas, Oh Jacob, siervo mío, -ni- tú Jesurún a quien yo escogí.
3. Porque derramaré aguas sobre el que está sediento, e inundaciones sobre la tierra árida; derramaré mi espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tus retoños;
4. Y brotarán entre la hierba, como sauces al lado de los cursos de aguas.
5. Uno dirá, Yo -soy- del SEÑOR, otro -se- llamará Jacob, y otro -le- escribirá -con- su mano al SEÑOR, apellidándose Israel.
6. Esto dice el SEÑOR, el Rey de Israel, y su redentor el SEÑOR de las huestes: Yo -soy- el primero, y -soy- el último, y no -hay otro- Dios además de mí.
7. ¿Y quién, como yo, va a llamar, lo va a declarar, y me lo va a colocar en orden, desde -el tiempo en que- elegí a las gentes antiguas? Y que se les de a conocer las cosas que están por venir, y -que- vendrán.
8. No temáis, ni tengáis miedo, ¿No os lo he dicho y declarado desde aquel tiempo? Aún -sois- mis testigos. ¿Hay -algún- Dios además de mí? Sí -que- no -hay- Dios, no conozco a -ninguno-.
9. Los que hacen imágenes esculpidas, todos ellos -son- una vanidad, y sus deleites no les van a aprovechar; -son- sus propios testigos, -al- no ver, ni conocer, para vergüenza suya.
10. ¿Quién ha formado un dios, o fundido una imagen esculpida -que- sirva para algo?
11. Mirad que todos sus compañeros se van a avergonzar, y los trabajadores de los hombres, que se reúnan, congreguen, y se paren, -porque- van a temer, -y- juntos se van a avergonzar.
12. El herrero con las tenazas trabajan juntos en los carbones, y lo modelan con martillos, lo trabajan con la fortaleza de sus brazos; sí, tiene hambre, y su fuerza falla, no bebe agua, y desfallece.
13. El carpintero estira -su- regla, lo marca con un cordel, lo encaja con los planos, marcándolo con el compás, y lo hace siguiendo la figura y la belleza de un hombre, con el fin de que quede en la casa.
14. Tala cedros, toma el ciprés y el roble los cuales los fortalece para él, -escogiéndolos de- entre los árboles del bosque; planta un fresno, y la lluvia -lo- nutre.
15. Luego será quemado por un hombre, pues tomará de aquel para darse calor, sí, -lo- enciende, y hornea pan, sí, hace un dios y -lo- adora, hace una imagen esculpida, y se postra ante ella.
16. Parte suya quema en el fuego, con parte de aquel come carne, se hace un asado y se satisface, sí, -se- calienta, y dice, Ahh, me calenté viendo el fuego;
17. Y de su residuo hace un dios, su -misma- imagen tallada, postrándose ante ella y adorándo-la-, orándole y diciéndole, Líbrame, porque -eres- mi dios.
18. No supieron ni entendieron, porque él cerró sus ojos para que no vieran, -y- sus corazones, para que no entendieran.
19. Y nadie considera en su corazón, ni -hay- conocimiento ni entendimiento para decir, Parte de aquel quemé en el fuego, sí, también he horneado pan sobre los carbones de aquel, he asado y comido carne; ¿Y -acaso- haré una abominación del residuo de aquel? ¿-Acaso- me voy a postrar ante el tronco de un árbol?
20. Se alimenta de cenizas, fue desviado por un corazón engañado, para no librar su alma ni decir, ¿No -es ésta- una mentira -la que tengo- en mi mano derecha?
21. + Recuerda estas -cosas-, Oh Jacob e Israel, pues -eres- mi siervo: Yo te formé, -y- tú eres mi siervo, Oh Israel, -y- de mí no serás olvidado.
22. He desvanecido cual nubarrón tus transgresiones, y, cual nube tus pecados; retorna a mí, pues yo te redimí.
23. Cantad, Oh vosotros los cielos, porque el SEÑOR -lo- hizo, gritad, vosotras las partes bajas de la tierra, irrumpid en cantos vosotras las montañas, Oh bosques, y todo árbol vuestro, porque el SEÑOR ha redimido a Jacob, y se ha glorificado en Israel.
24.Esto dice el SEÑOR, tu redentor, y el que te formó desde el vientre, Yo el SEÑOR -soy el- que -lo- hace todo, -el- que expande sólo los cielos, -el- que por su cuenta empareja la tierra.
25. -El- que frustra las señales de los mentirosos, y enloquece a los adivinos, -el- que hace retractar a los sabios volviendo tontos sus conocimientos.
26. -El- que confirma la palabra de su siervo, y realiza el consejo -dado por- sus mensajeros, que dice a Jerusalén, Serás habitada, y a las ciudades de Judá, Seréis construidas, y levantaré vuestros lugares derrumbados.
27. -El- que -le- dice a las profundidades, Secaos, -que- voy a secar tus ríos.
28. -El- que -le- dice a Ciro, -Él es- mi pastor, y va a realizar todo lo que me plazca, incluso decirle a Jerusalén, Serás construida, y al templo, Tus fundamentos serán puestos.