1 Tesalonicenses 4

1. Más aún entonces os imploramos hermanos, y -os- exhortamos, por el Señor Jesús, que así como habéis recibido de nosotros cómo debéis andar y agradar a Dios, -queráis -así- abundar más y más.
2. Pues sabéis qué mandamientos os dimos en el Señor Jesús.
3. Porque esta es la voluntad de Dios, sí, vuestra santificación, que os podáis abstener de la fornicación.
4. Que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su vasija en santificación y honor.
5. No en las lujurias de la concupiscencia, tal como los Gentiles que no conocen a Dios;
6. Que ninguno se sobrepase y defraude a su hermano en asunto -alguno-, por eso el Señor -es- el vengador de todos aquellos, tal como también nosotros os hemos advertido y testificado.
7. Porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santidad.
8. Por tanto el que -nos- desprecia, no desprecia al hombre, sino a Dios, quien también nos ha dado su santo Espíritu.
9. Pero en lo tocante al amor fraternal no necesitáis que os escriba, porque vosotros mismos por Dios sois enseñados a amaros los unos a los otros.
10. Y en verdad que lo hacéis con todos los hermanos que están en toda Macedonia, pero os imploramos, hermanos, que progreséis más y más;
11. Y que estudiéis para estar tranquilos, y hacer vuestro propio negocio, y trabajar con vuestras propias manos, como os mandamos;
12. Para que podáis andar honestamente ante los que están afuera, y no tengáis falta de nada.
13. Pero no quiero haceros ser ignorantes, hermanos, en lo que concierne a los que duermen, para que no os acongojéis, al igual que otros que no tienen esperanza.
14. Porque si creemos que Jesús murió y de nuevo se levantó, de igual manera a aquellos que también duermen con Jesús, Dios los traerá con él.
15. Ya que esto os decimos por la palabra del Señor, que nosotros los que estemos vivos -y- permanezcamos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que dormidos estén.
16. Pues el mismo Señor descenderá del cielo con un grito, con la voz de arcángel, y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero,
17. Luego nosotros los que estemos vivos -y- permanezcamos, seremos arrebatados hacia arriba junto con ellos en las nubes, para encontrar al Señor en el aire, y así para siempre estar con el Señor.
18. Por tanto confortaos unos a otros con estas palabras.

1 Tesalonicenses 3

1. Por tanto cuando ya no pudimos soportar más, consideramos bueno ser dejados solos en Atenas;
2. Y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, ministro de Dios, y compañero de trabajos en el evangelio de Cristo, para que os estableciera y os confortara en lo concerniente a la fe;
3. Para que ningún hombre se afectara por estas aflicciones, pues vosotros sabéis que para ellas fuimos señalados..
4. Ya que de verdad, cuando estábamos con vosotros, con anterioridad os contamos que debíamos sufrir tribulación, tal como vino a pasar, y vosotros -lo- sabéis.
5. Por esta causa, cuando no pude soportar más, envié para saber de vuestra fe, no fuera que por algún medio el tentador os hubiera tentado, y nuestra labor hubiera -sido- en vano.
6. Pero ahora cuando Timoteo vino de vosotros a nosotros, y nos trajo buenas nuevas de vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena remembranza de nosotros, deseando grandemente vernos, tal como nosotros -a- vosotros;
7. Por ello hermanos, fuimos confortados por vosotros en toda nuestra aflicción y angustia por vuestra fe;
8. Pues ahora vivimos, si permanecéis firmes en el Señor.
9. Ya que ¿qué gracias le podemos rendir de nuevo a Dios por vosotros, por todo el gozo con el que nos gozamos por causa vuestra delante de nuestro Dios;
10. Noche y día orando hasta el extremo para poder ver vuestro rostro, y poder perfeccionar aquello que hace falta de vuestra fe?
11. Ahora bien, -que- el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo dirijan nuestro camino hasta vosotros.
12. Y el Señor os haga incrementar y abundar en amor entre vosotros, y hacia todos -los hombres- tal como nosotros -lo albergamos- hacia vosotros.
13. -Que- hasta el fin él pueda mantener vuestros corazones irreprochables en santidad delante de Dios, de nuestro mismo Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

1 Tesalonicenses 2

1. Pues vosotros mismos, hermanos, sabéis que nuestra introducción para vosotros no fue en vano,
2. Mas aún tras lo que habíamos sufrido antes, y -que- fuimos vergonzosamente tratados como sabéis en Filipos, tuvimos el atrevimiento en nuestro Dios de hablaros del evangelio de Dios con mucha contiención.
3. Pues nuestra exhortación no -fue- con engaño, ni con impureza, o astucia,
4. Sino que como Dios permitió que se nos confiara el evangelio, aún así hablamos, no para complacer a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.
5. Porque en ningún momento usamos palabras aduladoras, como vosotros sabéis, ni un abrigo de codicia; Dios -es- testigo.
6. Ni de los hombres buscamos gloria, ya fuera de vosotros o de los demás, cuando podíamos haber sido gravosos como apóstoles de Cristo.
7. Sino que fuimos amables entre vosotros, como cuando una niñera consiente a sus niños;
8. Tan afectuosamente os quisimos, que estuvimos dispuestos a impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras mismas almas, ya que nos fuisteis queridos.
9. Pues vosotros recordáis, hermanos, nuestros trabajos y duras labores, ya que -estuvimos- laborando día y noche, como no queríamos ser una carga para ninguno de vosotros, -pues- os predicamos el evangelio de Dios.
10. Vosotros sois testigos, y Dios -también-, de cuán santa, justa, e irreprochablemente nos comportamos entre vosotros los que creéis.
11. Tal como sabéis cuánto exhortamos, confortamos y encargamos a cada uno de vosotros, así como un padre a sus hijos,
12. Que anduvierais dignos de Dios, quien os ha llamado para su reino y gloria.
13. Por esta causa también le agradecemos a Dios sin cesar, pues cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, no -la- recibisteis -como- palabra de hombres, sino como en verdad es, la palabra de Dios, la cual también obra eficientemente en vosotros los que creéis.
14. Porque vosotros, hermanos, os volvísteis seguidores de las congregaciones de Dios que están en Cristo en Judea, ya que también habéis sufrido cosas similares -de parte- de vuestros compatriotas, tanto como aquellos de los Judíos;
15. Quienes mataron al Señor Jesús, como también a sus mismos profetas, y nos han perseguido; no complacen a Dios, y son contrarios a todos los hombres;
16. Prohibiéndonos hablarle a los Gentiles para que se puedan salvar, para completar siempre sus pecados, pues la ira ha venido sobre ellos hasta el extremo.
17. Mas nosotros, hermanos, estando alejados de vosotros en presencia, no en el corazón por un corto tiempo, más abundantemente -y- con anhelo nos empeñamos en ver vuestro rostro.
18. Por tanto quisimos haber llegado a vosotros, incluso yo Pablo una y otra vez, pero Satanás nos obstaculizó.
19. Porque ¿Cuál -es- nuestra corona de regocijo, esperanza o gozo,? ¿No -sois- vosotros mismos en la presencia de nuestro Señor Jesucristo en su venida?
20. Pues vosotros sois nuestra gloria y gozo.

1 Tesalonicenses 1

1. Pablo, Silvano y Timoteo, a la congregación de los Tesalonicenses -la cual está- en Dios el Padre y -en- el Señor Jesucristo; Gracia para vosotros, y paz de -parte de- Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
2. Le damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, mencionándoos en nuestras oraciones;
3. Recordando sin cesar vuestra trabajo de fe, y labor de amor, y la paciencia de -vuestra- esperanza en nuestro Señor Jesucristo, a la vista de Dios y -de- nuestro Padre;
4. Conociendo, hermanos amados vuestra elección de Dios.
5. Porque nuestro evangelio no llegó a vosotros sólo en palabras, sino también con poder, en el Espíritu Santo, y con mucha seguridad, pues conocéis qué clase de hombres fuimos entre vosotros por causa vuestra.
6. Y os convertisteis en seguidores nuestros, y del Señor, habiendo recibido la palabra en mucha aflicción, con el gozo del Espíritu Santo.
7. Tanto que fuisteis ejemplo para todos los que creen en Macedonia y Acaya.
8. Porque de vosotros salió el sonido de la palabra del Señor no solamente en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe para con Dios se esparce de tal manera que no necesitamos hablar nada.
9. Ya que ellos mismos manifiestan de nosotros la gran influencia que tuvimos en vosotros, y cómo os volvisteis a Dios de los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero,
10. Y para aguardar a su Hijo del cielo, a quien él levantó de los muertos, -sí, a- Jesús, el cual nos libró de la ira venidera.

Colosenses 4

1. Amos, dad-le- a -vuestros- criados aquello que sea justo y equitativo, sabiendo que vosotros también tenéis un Amo en el cielo.
2. Continuad en oración, y vigilad en esto mismo con acción de gracias;
3. Además orando también por nosotros, para que Dios quiera abrirnos una puerta de discurso, para hablar el misterio de Cristo, por el cual también estoy en cadenas,
4. Para que pueda hacerlo manifiesto como debo al hablar.
5. Andad con sabiduría delante de aquellos que son de afuera, redimiendo el tiempo.
6. Que vuestro hablar siempre -sea- con gracia, sazonado con sal, para poder saber cómo debéis responder a cada hombre.
7. Todo mi estado Tíquico os lo declarará, -el cual es- un amado hermano, y un fiel ministro y siervo compañero en el Señor;
8. A quien os he enviado con ese mismo propósito, el poder conocer vuestro estado, y confortar vuestros corazones;
9. Junto con Onésimo, un fiel y amado hermano, quien es -uno- de vosotroa. Ellos os harán saber todas las cosas que -se han hecho- acá.
10. Aristarco, compañero prisionero mío os saluda, y Marco, hijo de la hermana de Bernabé, (acerca de quien recibisteis mandamientos; si él llega a vosotros, recibidlo;)
11. Y Jesús, el cual es llamado Justo, quienes son de la circuncisión. Estos sólo -son mis- compañeros de trabajo para el reino de Dios, los cuales han sido un confort para mí.
12. Epafras, quien es -uno- de vosotros, un siervo de Cristo, os saluda, siempre laborando fervientemente por vosotros en -sus- oraciones, para que podáis permanecer perfectos y completos en toda la voluntad de Dios.
13. Porque yo atestiguo de él, que tiene un gran celo por vosotros, y por los -que están- en Laodicea, y los de Hierápolis.
14. Lucas, el amado médico, y Demas os saludan.
15. Saludad a los hermanos que están en Laodicea, a Ninfas y a la iglesia qie está en su casa.
16. Y cuando esta epístola sea leída entre vosotros, haced que también sea leída en la congregación de los Laodiceanos, y que de igual manera vosotros leáis la -epístola- de Laodicea.
17. Y decidle a Arquipo, Cuida del ministerio que has recibido en el Señor, para que lo cumplas.
18. El saludo -viene- de la mano mía de Pablo. Recordad mis cadenas. Que la gracia -sea- con vosotros. Amén.

+Escrita desde Roma a los Colosenses por Tíquico y Onésimo.

Colosenses 3

1. Si entonces habéis -sido- levantados con Cristo, buscad aquellas cosas que son de arriba, en donde Cristo se sienta a la derecha de Dios.
2. Colocad vuestros afectos en la cosas de arriba, no en las de la tierra,
3. Porque estáis muertos, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4. Cuando Cristo, -quien es- nuestra vida, se aparezca, vosotros también entonces os apareceréis con él en gloria.
5. Haced morir por tanto vuestros miembros que están en la tierra, fornicación, impureza, afectos desordenados, maligna concupiscencia, y codicia, la cual es idolatría,
6. Por causa de cuales cosas llega la ira de Dios a los hijos de la desobediencia,
7. En las cuales vosotros también anduvisteis -en- algún tiempo, cuando vivíais en ellas.
8. Pero ahora también os despojáis de todas estas, enojo, ira, malicia, blasfemia, comunicación inmunda de vuestra boca.
9. No os mintáis el uno al otro, viendo que os habéis despojado del viejo hombre con sus hechos;
10. Y os habéis vestido del nuevo -hombre-, el cual es renovado en conocimiento tras la imagen del que lo creó,
11. En donde no hay ni Griego, ni Judío, -ni- circuncisión o no circuncisión, -ni- Bárbaro, -ni- Escita, -ni- esclavo -ni- libre, sino que Cristo –lo es- todo, y en todos.
12. Vestíos por tanto, como los elegidos de Dios, santos y amados, -con- entrañas de misericordia, amabilidad, humildad de mente, mansedumbre, longanimidad;
13. Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si algún hombre tiene una pelea con otro, así como Cristo os perdonó también -hacedlo- vosotros.
14. Y por encima de todas estas cosas -vestíos de- amor verdadero, el cual es el vínculo de la perfección.
15. Además que la paz de Dios gobierne vuestros corazones, a la cual también en un cuerpo sois llamados, y sed agradecidos.
16. Que la palabra de Cristo more ricamente en vosotros en toda sabiduría, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantándole con gracia en vuestros corazones al Señor.
17. Y lo que sea que hagáis de palabra o de hecho, -hacedlo- todo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios y el Padre por él.
18. Esposas, someteos a vuestros maridos, como corresponde en el Señor.
19. Maridos, amad a -vuestras- mujeres, y no os amarguéis con ellas.
20. Hijos, obedeced a -vuestros- padres en todas las cosas, porque esto es de beneplácito al Señor.
21. Padres, no provoquéis a vuestros hijos al enojo, no vaya a ser que se desanimen.
22. Criados, obedeced en todas las cosas a -vuestros- amos según la carne, no para servir al ojo, como complacientes a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
23. Y lo que sea que hagáis, haced-lo- de corazón, como para el Señor, y no para los hombres,
24. Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, pues al Señor Cristo servís.
25. Pero el que hace lo equivocado, por lo equivocado que haya hecho recibirá, y no hay preferencia de personas.

Colosenses 2

1. Pues quisiera que supiérais qué gran conflicto tengo por vosotros, y -por- los de Laodicea, y -por- cuantos no han visto mi rostro en la carne;
2. Para que sus corazones puedan ser confortados, tejiéndose juntos en amor, y para todas las riquezas de la plena certeza del entendimiento, para el reconocimiento del misterio de Dios, y del Padre y de Cristo,
3. En quienes están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.
4. Y digo esto, no vaya a ser que algún hombre os seduzca con atractivas palabras,
5. Pues aunque estoy ausente en la carne, aún así con vosotros estoy en el espíritu, gozando y contemplando vuestro orden y la constancia de vuestra fe en Cristo.
6. Como habéis por tanto recibido a Cristo Jesús el Señor, -así- andad en él,
7. Arraigados y edificados en él, y establecidos en la fe como habéis sido enseñados, abundando en ello con acción de gracias.
8. Tened cuidado, no sea que algún hombre os eche a perder por medio de filosofías y vanos engaños conforme a la tradición de los hombres, según los rudimentos del mundo, y no conforme a Cristo.
9. Porque en él mora corporalmene toda la plenitud de la Deidad.
10. Y vosotros estáis completos en él, el cual es la cabeza de todo principado y potestad;
11. En quien también -vosotros- sois circuncidados con la circuncisión no hecha a mano, la del apartamiento del cuerpo de los pecados de la carne por la circuncisión de Cristo;
12. Enterrados con él en el bautismo, en donde también vosotros sois levantados con -él- por medio de la fe en la operación de Dios, quien lo levantó de los muertos.
13. Y vosotros, estando muertos en vuestros pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, junto a él os ha vivificado, habiéndoos perdonado todas -vuestras- faltas;
14. Borrando el escrito de las ordenanzas que estaba contra nosotros, el cual nos era contrario, y lo sacó del camino, clavándolo a su cruz.
15. -Y- habiendo despojado a los principados y a las potestades, abiertamente los hizo dar a conocer, triunfando en esta sobre ellos.
16. Que ningún hombre por tanto os juzgue en -cuanto a- comida, o a bebida, o respecto a algún día santo, o a luna nueva, o a –
días- sabat.
17. Los cuales son una sombra de las cosas venideras; sino que el cuerpo es de Cristo.
18. Que ningún hombre os seduzca -desviándoos- de vuestra recompensa a una -supuesta- humildad voluntaria y adoración de ángeles, entrometiéndose en aquellas cosas que no ha visto, vanamente envanecido por su mente carnal.
19. Y sin sostener a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo por coyunturas y ligamentos, teniendo nutrición servida, y entretejido en conjunto, crece con el incremento de Dios.
20. Por tanto si sois muertos con Cristo a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si viviendo en el mundo, os sometéis a ordenanzas,
21. (No toques, no pruebes, no manipules;
22. Las cuales todas con el uso han de perecer;) siguiendo mandamientos y doctrinas de hombres?
21. Las cuales cosas tienen en verdad una manifestación de sabiduría en culto a la voluntad, en humildad y descuido del cuerpo, no de ningún honor para la satisfacción de la carne.

Colosenses 1

1. Pablo, un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo -nuestro- hermano,
2. A los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas. Gracia a vosotros, y paz de -parte de- Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3. -Le- damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros.
4. Desde que oímos de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor -que tenéis- para con todos los santos,
5. Por la esperanza que está atesorada para vosotros en el cielo, de la cual oísteis antes en la palabra de verdad del evangelio,
6. El cual ha llegado a vosotros, como a todo el mundo, y produce fruto, como también en vosotros, desde el día que oísteis, y conocisteis la gracia de Dios en verdad;
7. Como también aprendísteis de Epafras, nuestro querido siervo compañero, quien es para vosotros un fiel ministro de Cristo;
8. Quien también nos declaró vuestro amor en el Espíritu.
9. Por esta causa nosotros también desde el día que -lo- oísteis, no cesamos de orar por vosotros, y desear que podáis ser llenos del conocimiento de su voluntad con toda sabiduría y entendimiento espiritual;
10. Para que podáis andar dignos del Señor, de todo -su- agrado, siendo fructíferos en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios,
11. Fortalecidos con toda capacidad, de acuerdo a su glorioso poder, para toda paciencia y benignidad con plenitud de gozo,
12. Dando gracias al Padre, el cual nos ha hecho aptos para ser participes de la herencia de los santos en luz,
13. Quien nos ha librado del poder de la oscuridad, y trasladado al reino de su querido Hijo,
14. En quien tenemos redención a través de su sangre, -sí,- el perdón de pecados.
15. Quien es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura,
16. Porque por él fueron todas las cosas creadas, las que están en el cielo, y -las- que están en la tierra, -las- visibles y -las- invisibles, sean tronos, dominios, principados, o potestades, todas las cosas fueron creadas por él y para él,
17. Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten.
18. Y él es la cabeza del cuerpo, la iglesia; -él,- quien es el comienzo, el primogénito de los muertos, para que en todo él pueda tener la preeminencia.
19. Porque -al Padre le- complació que en él morara toda plenitud,
20. Y, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por él reconciliar todas las cosas con él mismo; por él, -yo digo,- ya sean cosas en la tiera, o cosas en el cielo.
21. Y vosotros, que en algún momento fuisteis alienados y enemigos en -vuestra- mente por malvadas obras, él sin embargo ahora -os- ha reconciliado
22. En el cuerpo de su carne a través de de la muerte, para presentaros santos, sin culpa e irreprochables a su vista,
23. Si continuáis afianzados y establecidos en la fe -e- inamovibles en la esperanza del evangelio, el cual habéis oído, -y- el cual fue predicado a toda criatura que está debajo del cielo, del cual yo Pablo he -sido- hecho un ministro;
24. Quien ahora me regocijo en mis sufrimientos por vosotros, y completo aquello que falta de las aflicciones de Cristo en mi carne por amor a su cuerpo, el cual es la iglesia;
25. Del que soy hecho servidor, de acuerdo a la dispensación de Dios la cual me es dada para vosotros, para cumplir la palabra de Dios;
26. -Sí,- el misterio que ha estado oculto por eras y por generaciones, pero que ahora se hace manifiesto a sus santos,
27. A quienes Dios desea dar a conocer cuales -son- las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, el cual es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria,
28. A quien predicamos, advirtiendo y enseñándo a todo hombre, en toda sabiduría, para que podamos presentar a cada hombre perfecto en Cristo Jesús,
29. En lo que también laboro esforzándome de acuerdo a su obrar, el cual actúa poderosamente en mi.

Filipenses 4

1. Por tanto, mis queridos, amados y extrañados hermanos, mi gozo y mi corona, permaneced así firmes en el Señor, queridos amados.
2. Ruego a Evodia, y suplico a Síntique que sean del mismo pensar en el Señor.
3. Y también te solicito, verdadero compañero de yugo, que ayudes a aquellas mujeres que laboran conmigo en el evangelio, junto a Clemente, y -a- otros compañeros de labores míos, cuyos nombres -están- en el libro de la vida.
4. Regocijaos siempre en el Señor, -y- de nuevo digo, Regocijaos.
5. Que vuestra moderación sea conocida ante todos los hombres. El Señor -está- a la mano.
6. No os preocupéis por nada, sino que vuestras peticiones se hagan conocer ante Dios en cada cosa, por oración y súplica con acción de gracias.
7. Y la paz de Dios, la cual sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y mentes por medio de Cristo Jesús.
8. Finalmente, hermanos, toda cosa veraz, honesta, justa, pura, hermosa, todo buen reporte, si -hay- alguna virtud, o alguna alabanza, en estas cosas pensad.
9. Aquellas cosas que habéis tanto aprendido, como recibido, oído y visto en mí, haced-las- -igual-, y el Dios de paz con vosotros estará.
10. Pero grandemente me regocijé en el Señor, de que al fin ahora vuestro cuidado por mí ha florecido de nuevo; en el que también érais cuidadosos, pero os faltaba oportunidad.
11. No que hable respecto a escazes; Pues he aprendido a estar contento en cualquier estado en el que esté.
12. Sé estar tanto en aulagas, como en abundancia; he -sido- instruido en todas las cosas y en todo lugar, tanto a estar saciado como a estar con hambre, tanto a abundar como a sufrir necesidad.
13. Toda cosa puedo hacer por medio de Cristo quien me fortalece.
14. No obstante habéis hecho bien al compartir por mi aflicción.
15. Ahora bien, vosotros Filipenses, sabed también que al comienzo del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia me compartía en lo concerniente a dar y a recibir, sino sólo vosotros.
16. Pues aún en Tesalónica enviásteis una y otra vez para mi necesidad.
17. No porque desee un regalo, sino -porque- deseo fruto que pueda abundar para vuestra cuenta.
18. Pero tengo todo, y en abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito las cosas vuestras, olor de dulce fragancia, sacrificio aceptable, -y de- mucho agrado para Dios.
19. Pero mi Dios suplirá toda necesidad vuestra de acuerdo a sus riquezas en gloria por Cristo Jesús.
20. Ahora bien, al Dios y Padre nuestro -sea- la gloria para siempre jamás. Amén.
21. Saludad a cada santo en Cristo Jesús: Los hermanos que están conmigo os saludan.
22. Todos los santos os saludan, principalmente los que son de la casa del César.
23. La gracia de nuestro Señor Jesucristo -esté- con vosotros todos. Amén.

+Esta fue escrita a los Filipenses desde Roma por Epafrodito.

Filipenses 3

1. Finalmente, hermanos míos, regocijaos en el Señor. El escribiros estas mismas cosas no me -es- en verdad penoso, pero -es- seguro para vosotros.
2. Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de -los de- la concisión.
3. Pues nosotros somos la circuncisión que adora a Dios en el Espíritu, y se regocija en Cristo Jesús, y no tiene confianza en la carne.
4. Aunque yo podría también tener confianza en la carne. Si algún otro hombre piensa que tiene de qué poder confiar en la carne, yo más;
5, Circuncidado al octavo día, de la estirpe de Israel, la tribu de Benjamín, Hebreo de Hebreos, en lo tocante a la ley, Fariseo,,
6. En lo concerniente al celo, persiguiendo a la iglesia, impecable en lo tocante a la justicia que es por la ley,
7. Pero las cosas que para mí eran ganancia, por Cristo aquellas las consideré como pérdida.
8. Sí, indudablemente, y cuento todas las cosas -como- pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor, por quien he sufrido la pérdida de todas las cosas, y las considero estiércol, para poder ganar a Cristo,
9. Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, la cual es por la ley, sino aquella que es por medio de la fe de Cristo, la cual es la justicia que de Dios es por la fe,
10. Para poder conocerlo a él, al poder de su resurrección, y a la compañía de sus sufrimientos, siendo hecho conforme para su muerte,
11. Si por algún medio yo pudiera llegar a la resurrección de los muertos.
12. No como si ya hubiera llegado, ni que fuera ya perfecto, sino que prosigo tras -ella, por- si puedo aprehender aquello por lo cual también soy aprehendido a Cristo Jesús.
13. Hermanos, no me considero haber-la- aprehendido, sino que una cosa -hago-, olvidando aquellas cosas que quedan atrás, y extendiéndo-me- a aquellas que están por delante,
14. Me apresuro hacia la marca, por el premio del gran llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
15. Por tano, seamos de esta mentalidad, como muchos de los íntegros, y si en alguna cosa sois de otra mentalidad, Dios aún esto os lo revelará.
16. Sin embargo, hasta donde ya hemos llegado andemos con la misma norma, -y- pensemos la misma cosa.
17. Hermanos, sed seguidores a una de mí, y señalad a los que así andan, mientras nos tenéis como ejemplo.
18. (Pues muchos andan, de quienes con frecuencia os he contado, y ahora os cuento aún llorando, -como- enemigos de la cruz de Cristo;
19. Cuyo fin -es- la destrucción, cuyo Dios -es su- vientre, y -cuya- gloria -está- en su vergüenza, quienes se interesan en las cosas terrenas.)
20. Porque nuestro proceder está en el cielo de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo,
21. Quien cambiará nuestro cuerpo vil, para que pueda ser modelado a semejanza de su cuerpo glorioso, de acuerdo al obrar con el cual es capaz aún de subyugar ante sí todas las cosas.