Una Canción de subidas -a Jerusalén- de David.
1. ¡Mirad, cuán bueno y agradable -es- para los hermanos morar juntos en unidad!
2. -Es- como el precioso ungüento en la cabeza, que corrió sobre la barba, la -misma- barba de Aarón, -y- que hasta el faldón de sus vestiduras descendió;
3. Como el rocío de Hermón, -y como el rocío- que descendió sobre las montañas de Sion, porque allí el SEÑOR mandó la bendición, -sí,- vida por la eternidad.
Salmo 132
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. SEÑOR, acuérdate de David, -y de- todas sus aflicciones,
2. Cómo le juró al SEÑOR, -y- le prometió al poderoso -Dios- de Jacob,
3. Por seguro que a la tienda de mi casa no entraré, ni a mi cama subiré,
4. Sueño a mis ojos, -ni- somnolencia a mis párpados daré,
5. Hasta encontrar un lugar para el SEÑOR, -y- una habitación para el poderoso -Dios- de Jacob.
6. He aquí que en Efrata oímos de ella, en los campos de bosque la encontramos.
7. Entraremos en sus tabernáculos, adoraremos al banquillo de sus pies.
8. Álzate, Oh SEÑOR, en tu descanso, tú, y el arca de tu fuerza.
9. Que tus sacerdotes se vistan de justicia, y griten tus santos de gozo.
10. Por amor a tu siervo David no apartes tu rostro de tu ungido.
11. -Con- verdad el SEÑOR le ha jurado a David, de ello no se retractará, Del fruto de tu cuerpo en tu trono pondré.
12. Si tus hijos guardan mi pacto y mi testimonio que les he de enseñar, también sus hijos en tu trono se sentarán por la eternidad.
13. Pues el SEÑOR ha escogido a Sion; -la- ha deseado por habitación.
14. Esta para siempre -será- mi descanso; moraré aquí, porque lo he deseado.
15. Abundantemente bendeciré su provisión, satisfaré a sus pobres con pan.
16. Además vestiré a sus sacerdotes con salvación, y sus santos de gozo gritarán a toda voz.
17. El cuerno de David allí lo haré brotar, para mi ungido una lámpara he ordenado.
18. De vergüenza arroparé a sus enemigos, pero sobre él su corona florecerá.
Salmo 131
Una Canción de subidas de David -a Jerusalén-.
1. Señor, mi corazón no anda arrogante, ni enaltecidos mis ojos, ni me ocupo de grandes asuntos, o de cosas muy importantes para mí.
2. Seguro que me he comportado y tranquilizado como un niño de su madre -recién- destetado; así como niño -recién- destetado mi alma -está-.
3. Que Israel espere en el SEÑOR de aquí en adelante y por la eternidad.
Salmo 130
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Desde las profundidades te he clamado, Oh SEÑOR,
2. SEÑOR Oye mi voz, que a la voz de mis súplicas tus oídos atentos estén.
3. Si tú SEÑOR, las iniquidades has de señalar, ¿En pie, Oh Señor, quién quedará?
4. Pero contigo -hay- perdón para que se te pueda reverenciar.
5. Al SEÑOR aguardo, -lo- aguarda mi alma, y espero en su palabra.
6. Mi alma al SEÑOR -aguarda- más que los vigilantes a la mañana, -más que- los vigilantes a la mañana, -digo yo-.
7. Que Israel en el SEÑOR espere, pues con el SEÑOR -hay- misericordia, y copiosa redención con él.
8. Y redimirá a Israel de todas sus iniquidades.
Salmo 129
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Ahora pues Israel puede decir: Muchas -son- las veces que me han afligido desde mi juventud,
2. Muchas las veces que me han afligido desde mi juventud, mas no han prevalecido en mi contra.
3. Araron los aradores sobre mis espaldas, largos sus surcos hicieron.
4. El SEÑOR -es- justo, las cuerdas de los malvados cortó en dos.
5. Que se confundan y retrocedan los que odian a Sion.
6. Como la hierba -de- los techos sean, la cual se marchita antes de crecer,
7. Con la cual los cortadores no llenen sus manos, ni el que ate las gavillas su brazada.
8. Tampoco los que pasen a su lado digan, La bendición del SEÑOR -descanse- sobre ti, te bendecimos en el nombre del SEÑOR.
Salmo 128
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Bendito todo el que teme al SEÑOR, y que anda en sus caminos.
2. Pues comerás la labor de tus manos, -serás- feliz y bien -te irá-.
3. Tu esposa -será- como una fructífera vid al lado de tu casa, -y- tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
4. Mirad que así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.
5. Te bendecirá el SEÑOR desde Sion, y verás el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
6. Sí, a los hijos de tus hijos verás, -y también- paz para Israel.
Salmo 127
Una Canción de subidas -a Jerusalén- para Salomón
1. A no ser que el SEÑOR construya la casa, laboran en vano los que la edifican; a no ser que el SEÑOR guarde la ciudad, el vigía se despierta en vano.
2. Vano -es- que os levantéis temprano, os sentéis tarde, y comáis pan de congojas, -pues- de igual manera él les da sueño a sus amados.
3. Mirad que los niños, del SEÑOR -son- una herencia, -y- el fruto del vientre -es su- recompensa.
4. Como flechas en la mano de un guerrero, así -son-los hijos de la juventud.
5. Feliz el hombre que tiene su aljaba llena de ellos; no se van a avergonzar, sino que hablarán con los enemigos en el portal.
Salmo 126
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Cuando el SEÑOR retornó -a los de- la cautividad de Sion, fuimos como los que sueñan.
2. Nuestra boca entonces se llenó de risas, y nuestra lengua de cantos; entonces dijeron entre los paganos, Grandes cosas les ha hecho el SEÑOR.
3. Grandes cosas nos ha hecho el SEÑOR, -por eso- nos alegramos.
4. Retorna nuestro cautiverio, Oh SEÑOR, como los arroyos del sur.
5. Los que siembran con lágrimas con gozo segarán.
6. El que llorando sale portando preciosa semilla, sin duda con regocijo trayendo sus gavillas otra vez vendrá.
Salmo 125
Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Los que confían en el SEÑOR -son- como el monte de Sion, -que- no puede removerse, -sino que- permanece para siempre.
2. -Como- las montañas rodean a Jerusalén, así el SEÑOR rodea a su pueblo desde ahora -y- aún para siempre.
3. Pues la vara de los malvados no descansará sobre la porción de los justos, no vaya a ser que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
4. Haz-les- el bien, Oh, SEÑOR, a -los que son- buenos, y a -los- correctos de corazón.
5. En cuanto a los que se desvían tras sus caminos torcidos, el SEÑOR los guiará junto con los que obran iniquidad; -pero- la paz sobre Israel -será-.
Salmo 124
Una Canción de subidas -a Jerusalén- de David.
1. Ahora pues Israel puede decir: Si no -hubiera sido por- el SEÑOR que estaba de nuestro lado,
2. Si no -hubiera sido por- el SEÑOR que estaba de nuestro lado, cuando se levantaron hombres en contra nuestra,
3. Rápido entonces nos hubieran tragado, al encenderse su ira contra nosotros,
4. Las aguas nos hubieran entonces arrasado, el arroyo nuestra alma hubiera cubierto,
5. Las altivas aguas nuestra alma entonces hubieran inundado.
6. Bendito -sea- el SEÑOR que no nos entregó -como- presa para sus dientes.
7. Nuestra alma escapó cual pájaro de la trampa de los cazadores; se rompió la trampa, y escapamos.
8. Nuestro auxilio -está- en el nombre del SEÑOR, que hizo el cielo y la tierra.