Proverbios 24

1. No tengas envidia de los hombres malvados, ni desees estar con ellos,
2. Porque su corazón estudia la destrucción, y sus labios hablan de -hacer- daño.
3. Una casa se edifica por medio de sabiduría, y con entendimiento se establece.
4. Y por el conocimiento las recámaras se llenarán con toda riqueza preciosa y placentera.
5. El hombre sabio es- fuerte; sí, el hombre por el conocimiento -su- fuerza incrementa.
6. Pues tu guerra con sabio consejo harás y en la multitud de consejeros -hay- seguridad.
7. La sabiduría -es- muy alta para el necio; en el portón no abre él su boca.
8. Al que maquina el mal lo llamarán persona perjudicial.
9. Pensar en insensateces -es- un pecado; y para los hombres el escarnecedor -es- una abominación.
10. -Si- desfalleces en el día de la adversidad, tus fuerzas disminuirán.
11. Si te abstienes de liberar a -los que son- llevados a la muerte, y -a los que están- a punto de ser matados,
12. Si dices, Mira que no lo sabíamos; ¿-Acaso- el que revisa los corazones no -lo- tiene en cuenta? ¿Y el que guarda tu alma, -no- lo conoce? Y -no- le devolverá él a -cada- hombre de acuerdo a sus obras?
13. Hijo mío, come miel, porque -es-buena, y el panal, -que es- dulce al paladar.
14. Así -será- el conocimiento de la sabiduría para tu alma; cuando -la- hayas encontrado será entonces una paga, y tu expectativa no será truncada.
15. No aceches, Oh malvado, frente a la morada del justo; no despojes su lugar de descanso;
16. Pues un -hombre- justo siete veces cae, y de nuevo se levanta, pero el malvado caerá en la fechoría.
17. No te regocijes cuando tu enemigo caiga, y que tu corazón no se alegre cuando él tropiece;
18. No vaya a ser que el SEÑOR -lo- vea, y no le plazca, y su ira de él retire.
19. No te alteres con los malos, ni tengas envidia de los malvados;
20. Pues no habrá recompensa para el -hombre- de mal; la lámpara del malvado se retirará.
21. Hijo mío, teme al SEÑOR y al rey, -y- no te inmiscuyas con los que son dados a cambiar;
22. Porque su calamidad de pronto se levantará, ¿y quien conoce la ruina que a ambos les sobrevendrá?
23. Estas -cosas- también -pertenecen- a los sabios. No -es- bueno hacer distinción de personas en el juicio.
24. El que le dice al malvado, Tú -eres- justo, la gente lo maldecirá, las naciones lo aborrecerán;
25. Pero habrá deleite para los que -lo- reprenden, y una buena bendición vendrá sobre ellos.
26. Besarán los labios del que la buena respuesta da.
27. Prepara tu trabajo en las afueras, y alístalo en el campo para entonces edificar tu casa.
28. No hagas de testigo sin causa en contra de tu vecino, y -no- engañes con tus labios.
29. No digas, Como me hizo así le haré; al hombre de acuerdo a su obra le pagaré.
30. Anduve por el campo del perezoso, y por la viña del hombre falto de entendimiento;
31. Y mirad que estaba toda plagada de espinos, -y- las ortigas habían cubierto su faz, y el muro de piedra se había quebrado.
32. Vi entonces, -y lo- tuve bien en cuenta; miré, y recibí instrucción.
33. -Todavía- un poco de sueño, un poco de modorra, un pequeño cruce de manos para dormir;
34. De igual manera vendrá tu pobreza -como- un viajero, y como hombre armado tu carencia.

Proverbios 23

1. Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera diligentemente lo que delante tuyo -esté-,
2. Y un cuchillo ponle a tu garganta, si -eres- un hombre dado al apetito.
3. Sus exquisiteses no desees, ya que comidas engañosas -son-.
4. No labores para hacerte rico; deja de -seguir- tu propia sabiduría.
5. ¿Pondrás tus ojos en aquello que no es? Porque ciertamente -las riquezas- se hacen alas; como el águila vuelan lejos al cielo.
6. No comas el pan de -aquel que tiene- el ojo malévolo, ni sus exquisitas comidas desees;
7. Pues tal como piensa en su interior, así -es- él; Come y bebe, te dice, pero contigo no -está- su corazón.
8. Vomitarás el bocado -que- te has comido, y tus dulces palabras las perderás.
9. No hables al oído del insensato, porque despreciará la sabiduría de tus palabras.
10. El lindero antiguo no remuevas, ni a los campos del huérfano accedas;
11. Pues poderoso -es- su redentor; contigo su causa él pleiteará.
12. Aplica tu corazón a la instrucción, y tus oídos a las palabras del conocimiento.
13. No le retengas la corrección al niño, pues -si- lo golpeas con la vara no morirá.
14. Golpéalo con la vara, y su alma del infierno librarás.
15. Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón se regocijará, sí, el mío.
16. Sí, mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen cosas correctas.
17. Que de los pecadores tu corazón no tenga envidia, -estad- más bien en el temor del SEÑOR todo el día.
18. Pues con seguridad hay un final, y tu expectativa no se truncará.
19. Oye hijo mío, sé sabio, y tu corazón por el camino guia.
20. No estés entre bebedores de vino, -ni- entre alborotados devoradores de carne;
21. Porque el borracho y el glotón llegarán a la pobreza, y la modorra arropará -al hombre- de harapos.
22. Escucha a tu padre que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca.
23. Compra la verdad, -también- sabiduría, instrucción y entendimiento, y no -las- vendas.
24. El padre del justo se regocijará sobremanera, y el que engendra a un -hijo- sabio en él se gozará.
25. Tu padre y tu madre se alegrarán, y la que te dio a luz se regocijará.
26. Hijo mío, dame tu corazón, y que tus ojos observen mis caminos.
27. Porque una ramera -es- una estrecha zanja.
28. También yace a la espera -de- una presa, y a los transgresores entre los hombres los incrementa.
29. ¿Quién se lamenta? ¿Quién se conduele? ¿Quién tiene contiendas? ¿Quién tiene discusiones? ¿Quién tiene heridas sin motivo? ¿Quién tiene los ojos enrojecidos?
30. Los que se tardan mucho con el vino, los que se van a buscar mezclas de vinos.
31. No mires el vino cuando está rojo, cuando entrega su color en la copa, -y- bien se mueve.
32. Al final como una serpiente muerde, y como culebra venenosa pica.
33. Tus ojos contemplarán mujeres extrañas, y tu corazón anunciará cosas perversas.
34. Sí, serás como el que yace en medio del mar, o el que en la cima de un mástil se recuesta.
35. Me golpearon, -vas a decir, y- no me enfermé, me zurraron, -y- no -lo- sentí; ¿Cuándo despertaré? Sin embargo otra vez lo buscaré.

Proverbios 22

1. Preferible escoger un -buen- nombre que grandes riquezas, -y- encantadora gracia en vez de oro y plata.
2. Los ricos y los pobres se encuentran; el hacedor de todos ellos -es- el SEÑOR.
3. El -hombre- prudente prevee el mal, y se esconde, pero los simples pasan de largo, y castigados son.
4. Por la humildad -y- el temor del SEÑOR -provienen- las riquezas, el honor, y la vida.
5. Trampas -y- espinas en el camino del perverso -hay-; el que guarda su alma de ellas lejos estará.
6. Entrena a un niño en el camino que debe andar, y cuando sea viejo, de él no se apartará.
7. El rico rige al pobre, y el que toma préstamo -se hace- sirviente del prestamista.
8. El que siembra iniquidad cosechará vanidades, y la vara de su enojo fracasará.
9. El que tiene el ojo generoso bendito será, pues al pobre de su pan da.
10. Expulsa al escarnecedor, y la contienda se irá; sí, la pelea y el reproche cesarán.
11. El que ama la pureza de corazón, -debido a- la gracia de sus labios su amigo el rey -será-.
12. Los ojos del SEÑOR preservan el conocimiento, y él derriba las palabras del transgresor.
13. El -hombre- perezoso dice, -Hay- un león afuera, en las calles me matarán.
14. Profundo pozo -es- la boca de las mujeres extrañas; el aborrecido por el SEÑOR allí caerá.
15. La insensatez -está- ligada al corazón de un niño, -pero- la vara de la corrección la alejará de él.
16. El que oprime al pobre para incrementar sus -riquezas, y- el que al rico da, por seguro que a la escasez -llegarán-.
17. Inclina tu oído, y oye las palabras del sabio, y aplica tu corazón a mi conocimiento.
18. Porque -es- algo delicioso si las guardas dentro de ti; ellas además en tus labios se encajarán.
19. Para que tu confianza pueda estar en el SEÑOR, a ti, sí, a ti te -las- he dado hoy a conocer.
20. ¿No te he escrito cosas excelentes en consejos y conocimiento,
21. Para poder darte a conocer la certeza de las palabras de verdad, para que puedas responder las palabras de verdad a los que envían a ti?
22. No robes al pobre, porque -es- pobre, tampoco oprimas al afligido en el portón;
23. Porque el SEÑOR pleiteará por su causa, y despojará el alma de los que los despojaron.
24. Con hombre de enojo no hagas amistad, ni con hombre de furia andarás;
25. No sea que sus caminos aprendas, y lazo para tu alma obtengas.
26. No seas de los que chocan manos, -o- de los que hacen de respaldo para las deudas.
27. Si no tienes nada con qué pagar, ¿Por qué te debe él quitar la cama -que- debajo tuyo -está-?
28. No remuevas los antiguos linderos, los cuales tus padres establecieron.
29. ¿Ves a un hombre diligente en sus negocios? Delante de los reyes se parará; ante -hombres- comunes no se erguirá.

Proverbios 21

1. El corazón del rey -está- en la mano del SEÑOR, -como- ríos de agua él lo torna donde él desee.
2. Todo camino del hombre correcto a sus ojos -es-, pero los corazones -los- examina el SEÑOR.
3. Hacer justicia y -practicar el- juicio -es- más aceptable para el SEÑOR que el sacrificio.
4. La mirada altiva, el corazón orgulloso -y- el arar del malvado son un pecado.
5. Los pensamientos del diligente a la abundancia -tienden- solamente, pero los de todo el -que se- apresura -tienden- sólo a la escasez.
6. La obtención de tesoros con lengua embustera -es- la vanidad que por aquí y por allá lanzan los que la muerte van a buscar.
7. Los hurtos de los malvados los destruirán, porque se rehusaron a practicar el juicio.
8. Perverso y extraño -es- el camino del hombre, pero -en cuanto- al puro, correcto -es- su trabajo.
9. Mejor morar en una esquina del techo de la casa, que -habitar- con una mujer alegadora en una casa espaciosa.
10. El alma del malvado desea el mal; su vecino no halla favor a sus ojos.
11. Cuando se castiga al escarnecedor, el simple se hace sabio, y cuando al sabio se instruye, recibe conocimiento.
12. El justo considera sabiamente la casa del malvado, -pero Dios- a los viles derriba por su maldad.
13. Quien tape sus oídos ante el grito del pobre, también él gritará, pero no se le oirá.
14. El presente en secreto el enojo pacifica, y el pago en el seno a la fuerte ira.
15. Para el justo -es- un gozo practicar el juicio, mas destrucción -habrá- para los obradores de iniquidad.
16. El hombre que vaga alejándose del camino del entendimiento permanecerá en la congregación de los muertos.
17. El que ama el placer un hombre pobre -será-; el que ama el vino y el aceite no se enriquecerá.
18. El malvado será el rescate por el justo, y el transgresor por el correcto.
19. -Es- mejor morar en el yermo, que con una mujer contenciosa y enojada.
20. En la morada del sabio -hay- tesoro y aceite para desear, pero el hombre insensato lo derrochará.
21. El que prosigue tras la justicia y la misericordia encuentra vida, honor y justicia.
22. El sabio escala la ciudad de los fuertes, y derriba la fuerza de su confianza.
23. Quien guarda su boca y su lengua, su alma de problemas guarda.
24. Quien con soberbia ira se comporta, escarnecedor, arrogante -y- orgulloso su nombre -es-.
25. El deseo del perezoso lo mata, pues sus manos rehúsan laborar.
26. Todo el día él codicia con avaricia, pero el justo da sin escatimar.
27. El sacrificio del malvado -es- una abominación; ¿Cuánto más -cuando- lo trae con un propósito malvado?
28. El testigo falso perecerá, mas el hombre que oye constantemente hablará.
29. El hombre malvado su rostro endurece, pero -en cuanto- al correcto, él dirige su camino.
30. No -hay- sabiduría ni entendimiento ni consejo en contra del SEÑOR.
31. El caballo -se- prepara para el día de la batalla, pero la seguridad -viene- del SEÑOR.

Proverbios 20

1. El vino -es- un burlador, la bebida fuerte enfurece, y quienquiera que se engañe con ella no es sabio.
2. El temor de un rey -es- como el rugido de un león; -quien- lo provoque a enojo -contra- su propia alma peca.
3. Un honor -es- para el hombre cesar la contienda, mas todo tonto se entrometerá -en ella-.
4. El perezoso no arará por razón del frío; mendigará en la cosecha, y nada -tendrá- .
5. -Como- aguas profundas -es- el consejo en el corazón del hombre, pero el hombre con entendimiento las sacará.
6. La mayoría de los hombres cada uno proclamará su propia bondad; ¿mas a un hombre fiel quién lo podrá hallar?
7. El justo anda en su integridad; sus hijos -son- benditos después de él.
8. Un rey que se sienta en el trono del juicio con sus ojos dispersa todo mal.
9. ¿Quién puede decir, He limpiado mi corazón, puro estoy de mi pecado?
10. Los pesos -y- las medidas alterados, ambos -son- igualmente una abominación para el SEÑOR.
11. Aún un niño se conoce por sus acciones, si su trabajo -es- puro, y si -este es- recto.
12. Al oído que escucha, y al ojo que ve, sí, a ambos los hizo el SEÑOR.
13. No ames el sueño, no vaya a ser que termines en pobreza; abre tus ojos, -y- te satizfarás de pan.
14. No sirve, no sirve, dice el comprador, sin embargo alardea cuando ya se ha ido.
15. Existe oro y multitudes de rubíes, pero los labios con conocimiento una joya preciosa -son-.
16. Tómale sus vestiduras al que se hace fiador -de- un extraño, y toma su prenda de préstamo por una extraña mujer.
17. El pan del engaño dulce al hombre -es-, mas luego de gravilla su boca se llenará.
18. Con consejo -todo- propósito se establece, y con buena asesoría se hace la guerra.
19. Secretos revela el que por ahí anda de chismoso, por tanto no te metas con el que con sus labios zalamea.
20. Quien maldiga a su padre o a su madre, su lámpara será puesta fuera en las oscuras tinieblas.
21. Con prisa en un comienzo la herencia -se puede- obtener, pero bendito no será su final.
22. No digas, Devolveré el mal; más bien aguarda al SEÑOR, y él te salvará.
23. Las pesas alteradas -son- una abominación para el SEÑOR, y la balanza falsa buena no -es-.
24. Los andares del hombre -son- del SEÑOR; ¿Cómo puede entonces un hombre su propio camino entender?
25. -Se mete en- una trampa el hombre -que- devora -aquello que es- santo, y después promete averiguar.
26. Un rey sabio esparce a los malvados, y los arrolla con la rueda.
27. El espíritu del hombre -es- la lámpara del SEÑOR que indaga todas las partes íntimas del vientre.
28. La misericordia y la verdad preservan al rey, y su trono por la misericordia se sostiene.
29. La gloria de los jóvenes -es- su fuerza, y la belleza de los viejos las canas de la cabeza.
30. El moretón de una herida limpia el mal, al igual que los azotes lo íntimo del interior.

Proverbios 19

1. Mejor -es- el pobre que anda en su integridad, que el necio y de labios perversos.
2. Además, no -es- bueno que el alma -esté- sin conocimiento, y el que se apresura con -sus- pies peca.
3. La insensatez del hombre pervierte su camino, y su corazón se irrita con el SEÑOR.
4. Las riquezas hacen muchos amigos, pero el pobre es separado de su vecino.
5. El testigo falso impune no quedará, y -el que- habla mentiras no escapará.
6. El favor del príncipe muchos solicitarán, y todo hombre -es- amigo del que presentes da.
7. Al pobre todos los hermanos lo odian, ¿Cuánto más sus amigos se alejarán de él? -con sus- palabras -los- persigue, -aún así- se le ausentan.
8. El que obtiene sabiduría ama a su propia alma; el que guarda al entendimiento hallará el bien.
9. El testigo falso impune no quedará, y -el que-habla mentiras perecerá.
10. No es conveniente que un necio se deleite, -y- mucho menos que un sirviente tenga gobierno sobre los príncipes.
11. La discreción del hombre demora su enojo, y su gloria -es- pasar la transgresión por alto.
12. La ira del rey -es como- el rugido de un león, pero su favor -es- como rocío sobre la hierba.
13. El hijo necio para su padre -es- una calamidad, y las contiendas de la esposa una gotera continua.
14. Casa y riquezas herencia de los padres -son-, y la mujer prudente -es herencia- del SEÑOR.
15. Un profundo sueño se echa la pereza, y el alma ociosa sufrirá hambre.
16. El que guarda el mandamiento su alma guarda, -pero- morirá el que desprecia los caminos del -SEÑOR-.
17. El que tiene compasión del pobre le presta al SEÑOR, y de nuevo le pagará aquello que él dio.
18. Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, y no dejes que tu alma se retenga por su llanto.
19. El hombre de gran ira castigo sufrirá, pues si -lo- liberas, aún así de nuevo hacerlo deberás.
20. Oye el consejo, y recibe la instrucción, para que puedas ser sabio al final de tus días.
21. Muchos planes en el corazón del hombre -hay-, no obstante el consejo del SEÑOR -es- lo que permanecerá.
22. El deseo del hombre -es entregar- su bondad, y mejor -es- un hombre pobre que un embustero.
23. El temor del SEÑOR -lleva- a la vida, y -el que lo tiene- habitará satisfecho; el mal no lo visitará.
24. Un -hombre- perezoso su mano esconde el el seno, y no desea nada más que a su boca llevarla de nuevo.
25. Hiere al escarnecedor, y el simple tendrá cuidado; y reprende a alguien con entendimiento, -que- él adquirirá conocimiento.
26. El que desecha a -su- padre, -y- ahuyenta a -su- madre, -es- un hijo que causa vergüenza, y trae humillación.
27. Cesa, hijo mío, de oír la instrucción -que te haga- alejar de las palabras del conocimiento.
28. El testigo impío se burla del juicio, y la boca del malvado devora iniquidad.
29. Los juicios se preparan para los escarnecedores, y los azotes para la espalda de los insensatos.

Proverbios 18

1. Por medio del deseo, un hombre, habiéndose separado, busca -y- se entromete con toda sabiduria.
2. Un necio no se deleita en etender, sino lo que su corazón pueda descubrir por sí mismo.
3. Cuando el malvado viene, viene también el desprecio, y con la ignominia la vergüenza.
4. -Como- aguas profundas -son- las palabras de la boca del hombre, -y como- un arroyo continuo el manantial de la sabiduría.
5. No -es- bueno aceptar a la persona del malvado, para derribar al justo en el juicio.
6. Los labios del insensato entran a contender, y su boca a los azotes llama.
7. La boca del necio -es- su destrucción, y sus labios el lazo de su alma.
8. Las palabras del chismoso como heridas -son-, y a las partes más íntimas del vientre han de descender.
9. También el que es perezoso en su trabajo hermano de un gran derrochador es.
10. Una torre fuerte -es- el nombre del SEÑOR; el justo corre a ella, y seguro está.
11. La abundancia del hobre rico -es- su ciudad fuerte, y como un alto muro en su misma presunción.
12. Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo, y antes del honor -es- la humildad.
13. El que responde a un asunto antes de oír, desatino y vergüenza le -es-.
14. El espíritu de un hombre sostiene su enfermedad, pero al espíritu herido ¿Quién lo puede soportar?
15. El corazón del prudente obtiene entendimiento, y el oído del sabio busca el conocimiento.
16. El don del hombre le abre camino, y lo lleva ante grandes hombres.
17. -El que- en su causa primero -viene-, justo -se ve-; mas su vecino llega y lo ausculta.
18. La suerte hace cesar las contiendas, y entre los poderosos reparte.
19. -Más duro de ganar- que una fuerte ciudad es un hermano ofendido, y -sus- contiendas como barrotes de un castillo..
20. El vientre del hombre con el fruto de su boca se satisfará, -y- con la ganancia de sus labios se llenará.
21. La muerte y la vida -están- en poder de la lengua, y los que la aman comerán de su fruto.
22. -Quien- halla esposa, buena -cosa- halla, y obtiene el favor del SEÑOR.
23. El pobre utiliza ruegos, pero el rico con rudeza responde.
24. El hombre -que tiene- amigos, amigable debe darse a conocer, y hay amigos -que- se adhieren más cerca que el hermano.

Proverbios 17

1. Mejor un mendrugo seco, y en calma, que una casa -con- contiendas -y- de sacrificios llena.
2. El sirviente sabio tendrá gobierno sobre el hijo que causa vergüenza, y junto con los hermanos tendrá parte en la herencia.
3. Para el oro el horno, para la plata el caldero refinador; mas -para- probar los corazones -está- el SEÑOR.
4. El que hace el mal le presta atención a labios falsos, -y- a lengua maliciosa el mentiroso le presta oído.
5. Quien se burla del pobre avergüenza a su Hacedor, -y- el que se alegra de las calamidades impune no quedará.
6. La corona de los hombres viejos los hijos de los hijos -son-, y la gloria de los hijos sus padres -son-.
7. A un necio no le conviene un habla excelente, mucho menos a un príncipe -unos- labios mentirosos.
8. Un presente -es como- una piedra preciosa a los ojos de aquel que lo posee; prospera a donde sea que lo voltee.
9. El que cubre una transgresión busca amar, pero el que repite un asunto separa a los amigos.
10. Una reprensión entra más al hombre sabio que cien azotes al necio.
11. El -hombre- malvado sólo busca la rebelión, por ello un cruel mensajero contra él será enviado.
12. Que la osa robada de sus crías encuentre a un hombre, antes que -encontrar- un necio en su desatino.
13. Quien pague mal por bien, el mal no saldrá de su casa.
14. El comienzo de una riña -es como- cuando uno suelta agua; por eso deja la contienda antes de que se enrede.
15. El que justifica al malvado, y el que condena al justo, sí, ambos -son una- abominación para el SEÑOR.
16. ¿Por qué -hay- un precio en la mano del insensato para conseguir sabiduría, viendo que no -tiene- corazón -para ella-?
17. El amigo ama en toda ocasión, y el hermano nace para la adversidad.
18. Un hombre falto de entendimiento estrecha manos, -y- se vuelve fiador en presencia de su amigo.
19. El que ama la contienda ama la trangresión, -y- el que exalta su portón busca la destrucción.
20. El que tiene un corazón pendenciero no encuentra el bien, y el que tiene una lengua perversa en la maldad cae.
21. El que engendra un insensato para su tristeza -lo hace-; y el padre de un necio no obtiene alegría.
22. El corazón festivo hace bien -cual- medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
23. El malvado de su seno saca el presente para pervertir los caminos del juicio.
24. La sabiduría -se encuentra- delante del que tiene entendimiento, mas los ojos del insensato -vagan- por los confines de la tierra.
25. Un hijo necio -es- una congoja para su padre, y una amargura para quien lo dió a luz.
26. Además castigar al justo no -es- bueno, -ni lo es- azotar a -un- príncipe por equidad.
27. El que tiene conocimiento retiene sus palabras, -y- un hombre con entendimiento es de excelente espíritu.
28. Aún el insensato al guardar silencio, como sabio contado es, -y- el que cierra sus labios -como- hombre con entendimiento -estimado es-.

Proverbios 16

1. Del hombre -es- la preparación del corazón, y la respuesta de la lengua -es- del SEÑOR.
2. Todos los caminos del hombre limpios a sus ojos -son-, pero -quien- pesa los espíritus -es- el SEÑOR.
3. Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus pensamientos se establecerán.
4. El SEÑOR ha hecho todas -las cosas- para él, sí, hasta al malvado para el día del mal.
5. Todo orgulloso de corazón es una abominación para el SEÑOR; -así estreche- la mano, impune no quedará.
6. Con la misericordia y la verdad se purga la iniquidad, y con el temor del SEÑOR -los hombres- se apartan del mal.
7. Cuando los caminos del hombre le agradan al SEÑOR, él hace aún a sus enemigos estar en paz con él.
8. Mejor -es- lo poco con justicia que grandes ingresos sin rectitud.
9. El corazón del hombre diseña su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos.
10. En los labios del rey -hay- una sentencia divina; su boca no transgrede en juicio.
11. El peso y -la- balanza justos -son- del SEÑOR; todos los pesos de la bolsa obra suya -son-.
12. -Es- una abominación para los reyes cometer maldades, ya que el trono se establece con justicia.
13. Los labios justos -son- el deleite de los reyes, y ellos aman al que habla con rectitud.
14. La ira de un rey -es- mensajera de muerte, mas un hombre sabio la pacifica.
15. -Hay- vida en la luz del semblante del rey, y su favor -es- como una nube de lluvia tardía.
16. Cuánto mejor -es- conseguir sabiduría que oro! Y es preferible elegir y conseguir entendimiento que plata!
17. El camino principal del correcto -es- apartarse del mal. El que guarda su camino preserva su alma.
18. Antes de la destrucción -anda- el orgullo, y antes de la caída el espíritu altivo.
19. Mejor -es estar- con un espíritu humilde al lado de los de baja condición, que dividir el despojo con los orgullosos.
20. El que maneja un asunto con sabiduría encontrará el bien, y quien confía en el SEÑOR, -es- feliz.
21. Prudente será llamado el sabio de corazón, y la dulzura de los labios aumenta el saber.
22. El entendimiento -es- un manantial de vida para aquel que lo tiene, pero la instrucción del necio es -sólo- desatino.
23. El corazón del sabio a su boca le enseña, y a sus labios le añade saber.
24. Las palabras agradables -son como- un panal de miel, dulces para el alma, y para los huesos salud.
25. Hay camino que correcto le parece al hombre, pero su final -son- los caminos de la muerte.
26. El que trabaja, para sí mismo labora, porque su boca sobre él ansía.
27. El hombre sin Dios excarva el mal, y como un fuego ardiente en sus labios -hay-.
28. El hombre pendenciero siembra contiendas, y el chismoso separa a los grandes amigos.
29. Un hombre violento seduce a su vecino, y lo dirige por el camino -que- no -es- bueno.
30. Cierra sus ojos para imaginar cosas perversas, al mover sus labios produce el mal.
31. La cabeza canosa -es- una corona de gloria, -cuando- se halla en el camino de la justicia.
32. Mejor -el- lento en enojarse que el valiente, y el que gobierna su espíritu que el que toma una ciudad.
33. La suerte se echa en el canto, mas todo su arreglo -es- del SEÑOR.

Proverbios 15

1. La suave respuesta aleja la ira, mas las crueles palabras provocan enojo.
2. La lengua del sabio usa bien el conocimiento, mas la boca de los necios insensatez derrama.
3. Los ojos del SEÑOR -están- en todo lugar, observando a malos y a buenos.
4. La lengua íntegra -es- un árbol de vida, mas la perversidad de ella -es- una brecha en el espíritu.
5. El insensato desprecia de su padre la instrucción, pero prudente es el que toma en cuenta la reprensión.
6. En la casa del justo muchos tesoros -hay-, mas en las ganancias del malvado aparecen problemas.
7. Los labios del sabio dispersan conocimiento, sin embargo así no -lo hace- el corazón del insensato.
8. El sacrificio del malvado -es- una abominación para el SEÑOR, pero la oración del correcto -es- su deleite.
9. El camino del malvado -es- una abominación para el SEÑOR, mas él ama al que sigue la justicia.
10. La corrección es cruel para el que abandona el camino, -y- el que odia la reprensión morirá.
11. El infierno y la destrucción -están- delante del SEÑOR, ¿Cuánto más entonces los corazones de los hijos de los hombres?
12. El escarnecedor no ama al que lo reprende, -ni- tampoco al sabio acudirá.
13. El corazón festivo anima el semblante, sin embargo por el dolor del corazón el espíritu se abate.
14. El corazón del que tiene entendimiento conocimiento busca, pero la boca de los tontos de necedad se alimenta.
15. Malos son todos los días del afligido, mas el de corazón alegre -tiene-una fiesta continua.
16. Mejor es lo poco con el temor del SEÑOR que grandes tesoros con su turbación.
17. Mejor es la cena de verduras donde existe amor, que el buey engordado donde hay odio.
18. El hombre iracundo provoca contiendas, aunque -el- lento en enojarse apacigua la pelea.
19. El camino del -hombre- perezoso es un cerco de espinos, pero el camino del justo -se- allana.
20. Un hijo sabio alegra al padre, mas un hombre insensato desprecia a su madre.
22. Sin consejo los propósitos se frustran, mas en la multitud de consejeros se establecen.
23. El hombre tiene gozo por la respuesta de la boca, y una palabra -hablada- en su momento, ¡qué buena -es-!
24. El camino de la vida arriba -está- para el sabio, para poder apartarse del infierno abajo.
25. La casa del soberbio el SEÑOR la destruirá, mas el límite de la viuda él lo establecerá.
26. Los pensamientos de los malvados para el SEÑOR -son- una abominación, sin embargo las palabras- de los puros un placer -son-.
27. El que codicia ganancias a su propia casa atribula, mas el que odia dádivas vivirá.
28. El corazón del justo estudia la respuesta, mas la boca del malvado cosas viles derrama.
29. El SEÑOR -se- aleja de los malvados, mas él oye la oración del justo.
30. La luz de los ojos regocija el corazón, -y- el buen reporte fortalece los huesos.
31. El oído que oye la reprensión de la vida habita entre los sabios.
32. El que rehúsa la instrucción a su propia alma desprecia, sin embargo el que oye la reprensión consigue entendimiento.
33. Instrucción de sabiduría el temor del SEÑOR -es-, y antes de la honra -es- la sencillez.