VERSÍCULOS ALENTADORES DE ISAÍAS TOMADOS DE LA BIBLIA KJVE
(Bajar el librito “V. ALENTADORES DEL LIBRO DE ISAÍAS” en pdf a tu dispositivo)
Escuchar y Bajar el Audio
Santa Biblia King James – KJVE
VERTIDA AL ESPAÑOL POR HÉCTOR DARÍO MEDINA ACEVEDO
VERSÍCULOS ALENTADORES DE ISAÍAS TOMADOS DE LA BIBLIA KJVE
(Bajar el librito “V. ALENTADORES DEL LIBRO DE ISAÍAS” en pdf a tu dispositivo)
Escuchar y Bajar el Audio
1. Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y atended para adquirir entendimiento.
2. Ya que buena doctrina os doy; mi ley no abandonéis.
3. Porque fui el hijo de mi padre, tierno y único a la vista de mi madre.
4. Él me enseñó también, y me dijo, Que tu corazón retenga mis palabras: guarda mis mandamientos, y vive.
5. Consigue sabiduría, obtén entendimiento, -y- no -lo- olvides, ni declines las palabras de mi boca.
6. No la olvides, y te preservará, ámala, y ella te guardará.
7. La sabiduría -es- el asunto principal, -por tanto- obtén sabiduría, y con todo lo que tienes obtén entendimiento.
8. Exáltala, y ella te promoverá, cuando la abraces te llevará a la honra.
9. A tu cabeza le dará un adorno de gracia, -y- te entregará la corona de gloria.
10. Oye, hijo mío, recibe mis dichos, y los años de tu vida muchos serán.
11. Por el camino de la sabiduría te he enseñado, por sendas rectas te he guiado.
12. Cuando andes, tus pasos no se estrecharán, y cuando corras, no tropezarás.
13. Agarra fuerte la instrucción, no -la- dejes ir, guárdala, porque tu vida -es-.
14. + No entres a la senda de los malvados, ni andes por el camino de los malos.
15. Evítalo, no pases por él, pasa de largo y vuélvete de él.
16. Porque ellos no duermen a no ser que hayan hecho daños, y pierden el sueño, a menos que hagan caer -a alguien-.
17. Ya que consumen el pan de la maldad, y se beben el vino de la violencia.
18. Mas el sendero del justo -es- como la luz del amanecer, que brilla más y más hasta el día perfecto -ser-.
19. El camino del malvado -es- como la oscuridad; no saben con qué -irán a- tropezar.
20. + Hijo mío, atiende a mis palabras, inclina tu oído a mis dichos.
21. Que no se aparten de tus ojos, guárdalos en el centro de tu corazón.
22. Porque -son- vida para aquellos que los hallan, y para toda su carne salud.
23. + Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él -sale- el fluído de la vida.
24. Retira de ti la boca pendenciera, y los labios perversos aleja de ti.
25. Que tus ojos miren fijo adelante, y tus párpados directo al frente.
26. Revisa el sendero de tus pies, y que todos tus caminos se establezcan.
27. Ni a mano derecha ni a izquierda voltees, quita tu pie del mal.
1. Hijo mío, no olvides mi ley, al contrario, que tu corazón guarde mis mandamientos;
2. Pues largura de días y larga vida y paz te añadirán
3. No dejes que te abandonen la misericordia y la verdad, átalas alrededor de tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.
4. Así encontrarás favor y aceptación a los ojos de Dios y de los hombres.
5. Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
6. En todos tus caminos reconócelo, y él dirigirá tus sendas.
7. No seas sabio a tus ojos, teme al SEÑOR, y apártate del mal.
8. Será a tu ombligo salud, y a tus huesos tuétano.
9. Honra al SEÑOR con tus riquezas, y con los primeros frutos de todas tus ganancias.
10. Así tus graneros se llenarán de abundancia, y tus lagares rebosarán con vino nuevo.
11. + Hijo mío, no desprecies el castigo del SEÑOR, ni de sus correcciones te canses,
12. Porque a quien el SEÑOR ama corrige, tal como -hace- un padre con el hijo -de- su deleite.
13. +Feliz -es- el hombre -que- halla la sabiduría, y el hombre -que- obtiene entendimiento.
14. Porque la mercancía de esta, -es- mejor que la mercancía de plata, y su grano -mejor- que el oro fino.
15. -Es- más preciosa que los rubíes, y toda cosa que puedas desear, no es de compararse con ella.
16. En su mano derecha -hay- cantidad de días, -y- riquezas y honor en su mano izquierda.
17. Sus caminos son caminos placenteros, y todas sus sendas paz.
18. Ella -es- árbol de vida para los que a ella se aferran, y -todo- el que la retenga-es- feliz.
19. El SEÑOR por la sabiduría fundó la tierra, -y- por el entendimiento estableció los cielos.
20. Por su conocimiento las profundidades irrumpen, y las nubes vierten rocío.
21. + Hijo mío, mantén discreción y sana sabiduría, de tus ojos no las dejes apartar;
22. Así ellas vida a tu alma, y gracia a tu cuello serán.
23. Así andarás seguro en tu camino, y tu pie no tropezará.
24. Cuando te acuestes no tendrás miedo, sí, te acostarás y dulces sueños tendrás.
25. Ni del temor repentino, ni cuando venga el asolamiento de los malvados miedo tendrás.
26. Porque el SEÑOR será tu confianza, y tu pie de ser tomado -preso- guardará.
27. + No le retengas el bien a quien se le debe, cuando esté al alcance de tu mano hacer-lo-.
28. No le digas a tu vecino, Anda, y ven una vez más, que mañana te daré; cuando -de- aquello tienes a tu lado.
29. No maquines el mal contra tu vecino, al ver que mora con seguridad a tu lado.
30. + No contiendas sin causa con hombre alguno, si no te ha hecho daño.
31. + No envidies al opresor, y ninguno de sus caminos escojas.
32. Porque el perverso -es- un abominación para el SEÑOR; pero su confidencia -es- para los justos.
33. + La maldición del SEÑOR en la casa del malvado -está-, pero la habitación del justo la bendice.
34. Por seguro de los escarnecedores él se burla, mas otorga gracia a los sencillos.
35. Los sabios gloria heredarán, pero vergüenza la promoción de los tontos será.
1. Hijo mío, si recibes mis palabras, y escondes mis mandamientos en ti,
2. Para inclinar tu oído a la sabiduría -y- al entendimiento aplicar tu corazón,
3. Así es, si buscas a gritos el conocimiento, -y- levantas la voz en aras del entendimiento,
4. Si la buscas como a plata, e indagas por ella como -por- tesoros escondidos,
5. Entonces entenderás el temor del SEÑOR, y encontrarás el conocimiento de Dios.
6. Porque el SEÑOR otorga la sabiduría, de su boca -proviene- el conocimiento y el entendimiento.
7. Él atesora la sana sabiduría para el justo; -él es- una rodela para aquellos que andan con rectitud.
8. Él guarda los senderos del juicio, y preserva el camino de sus santos.
9. Entonces entenderás la justicia, el juicio y la equidad; -sí,- todo sendero bueno.
10. + Cuando la sabiduría entre a tu corazón, y el conocimiento sea un placer para tu alma,
11. La discreción te preservará, el entendimiento te guardará,
12. Para librarte del camino del -hombre- malvado, del hombre que habla cosas perversas,
13. Quienes dejan las sendas de la rectitud, para andar en los caminos de la oscuridad;
14. Quienes se regocijan en hacer el mal, -y- en la perversidad de los malvados se deleitan;
15. Cuyos caminos -son- torcidos, y se obstinan en sus sendas.
16. Para liberarte de la mujer extraña, -sí,- de la extraña -que- con sus palabras adula,
17. La cual abandona al guía de su juventud, y olvida el convenio de su Dios.
18. Pues su casa se inclina hacia la muerte, y hacia los muertos sus sendas.
19. Ninguno de los que acuden a ella de nuevo retornan, ni se aferran a las sendas de la vida.
20. Para que puedas andar en el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.
21. Porque los correctos morarán en la tierra, y los perfectos en ella permanecerán.
22. Pero los malvados serán retirados de la tierra, y los transgresores de ella se desarraigarán.
1. Los proverbios de Salomón el hijo de David, rey de Israel;
2. Para conocer sabiduría e instrucción, para percibir palabras de entendimiento.
3. Para recibir la instrucción de sabiduría, justicia, juicio y equidad;
4. Para dar sutileza al simple, -y- al joven conocimiento y discreción.
5. El sabio oirá, e incrementará el saber; y el hombre entendido se hará de sabios consejos;
6. Para entender el proverbio y la interpretación, las palabras de los sabios, y sus dichos ocultos.
7. + El temor del SEÑOR -es- el principio del conocimiento; pero los tontos desprecian la sabiduría y la instrucción.
8. Hijo mío, oye la instrucción de tu padre, y no abandones la ley de tu madre,
9. Porque -serán- un adorno de gracia para tu cabeza, y collares para tu cuello.
10. + Hijo mío, si los pecadores te atraen, no -lo- consientas.
11. Si -te- dicen, Ven con nosotros, agazapémonos en busca de sangre, acechemos sin razón -y- a escondidas al inocente;
12. Como el sepulcro traguémosnoslos vivos, y enteros, como -a- los que bajan al abismo.
13. Toda clase de preciosas pertenencias hallaremos, llenaremos de despojos nuestras casas;
14. Echa tu suerte entre nosotros, tengamos todos un bolso -común-;
15. Hijo mío, no andes en el camino con ellos; refrena tu pie de su sendero;
16. Porque sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar sangre.
17. Por cierto en vano se esparce la red a la vista de algún pájaro.
18. Y tras su -misma- sangre se agazapan; en secreto acechan sus -propias- vidas.
19. Así -son- los caminos de todo el que codicia ganancias, – las cuales- quitan la vida a sus poseedores.
20. + La sabiduría grita en las afueras; hace oír su voz en las calles;
21. Clama en el principal lugar de concurrencia, en las aperturas de los portones, en la ciudad pronuncia sus palabras, -así-,
22. ¿Hasta cuándo, vosotros los simples, amaréis la simpleza? ¿los escarnecedores se deleitarán en sus burlas, y los tontos odiarán el conocimiento?
23. Volveos a mi reprensión, mirad que derramaré mi espíritu sobre vosotros, -y- os haré conocer mis palabras.
24. + Como llamé y os rehusasteis, extendí mi mano, y a ningún hombre le importó,
25. Sino que todo mi consejo en nada tuvisteis, y ninguno de mis reproches quisisteis,
26. También en vuestra calamidad me reiré, me mofaré cuando os llegue vuestro temor;
27. Cuando os llegue vuestro temor como asolador, y como torbellino venga vuestra destrucción; cuando os lleguen la angustia y el estrés.
28. Entonces me llamarán, mas no responderé; temprano me buscarán, mas sin encontrarme,
29. Porque odiaron el conocimiento y el temor del Señor no escogieron.
30. Despreciaron todas mis reprensiones, ninguno de mis consejos quisieron.
31. Por ello comerán del fruto de sus propios caminos, y se saciarán de sus propias tretas.
32. Pues a los simples su alejamiento los matará, y a los necios su prosperidad los destruirá.
33. Pero quien me escucha morará con seguridad y estará tranquilo sin temor del mal.
1. Y en aquel tiempo Miguel se levantará, el gran príncipe que se pone de pie por los hijos de tu pueblo, y habrá un tiempo de tribulación tal, cual nunca lo hubo desde que existió una nación -incluso- hasta ese mismo momento; y en ese momento tu pueblo será liberado, cada uno de los que se encuentren inscritos en el libro.
2. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se depertarán, algunos a la vida eterna, y otros a la vergüenza y humillación perpetuas.
3. Los sabios resplandecerán como el esplendor del firmamento, y los que convierten a muchos a la justicia como las estrellas por siempre jamás.
4. Pero tú, Oh Daniel, cierra las palabras, y sella el libro, hasta el -mismo- tiempo del fin; muchos -entonces- correrán de aquí para allá, y el conocimiento se incrementará.
5. + Entonces yo Daniel miré, y he aquí que otros dos se pararon, el uno a este lado, y el otro al otro lado de la ribera del río.
6. Y -uno- le dijo al hombre vestido de lino, que -estaba- sobre las aguas del río, ¿Cuánto tiempo -pasará hasta- el fin de estas maravillas?
7. Y oí al hombre vestido de lino, que -estaba- sobre las aguas del río, cuando sostuvo su mano derecha y su izquierda levantadas al cielo, jurando por el que vive para siempre, que -será- por un tiempo, tiempos, y una mitad -de tiempo-; y cuando él haya logrado esparcir el poder del pueblo santo, todas estas -cosas- se terminarán.
8. Y oí, pero no entendí, entonces dije, Oh señor mío, ¿Cuál -será- el fin de estas -cosas-?
9. Y él dijo, Sigue adelante, Daniel, pues las palabras -están- cerradas hasta el tiempo del fin.
10. Muchos serán purificados, emblanquecidos y probados; sin embargo los malvados procederán con crueldad, y ninguno de los malvados entenderá, aunque los sabios lo harán.
11. Y desde el momento -en el que- sea quitado el -sacrificio- diario, e instalada la abominación que asola, -habrá- mil doscientos noventa días.
12. Bendito el que aguarde, y llegue a los mil trescientos cinco más treinta días.
13. Pero tú sigue adelante hasta el fin, pues descansarás, y te pararás en tu porción en el fin de los días.
1. También yo, en el primer año de Darío el Meda, -sí,- yo, me quedé para confirmar-lo- y fortalecerlo.
2. Y ahora -pues- te haré saber la verdad. He aquí que se levantarán aún tres reyes -más- en Persia; y el cuarto será bastante más rico que todos -los anteriores-, y por medio de su fuerza con sus riquezas incitará a todos en contra del reino de Grecia.
3. Y -de Grecia- se levantará un rey poderoso, que gobernará con gran dominio, y hará según su voluntad.
4. Y cuando se alce, su reino será quebrantado, y dividido hacia los cuatro vientos del cielo, y no a su posteridad, ni de acuerdo al dominio con el que gobernó, pues su reino será arrancado, sí, -será- para otros fuera de -de su posteridad-.
5. + Y el rey del sur se fortalecerá, junto con -uno- de sus príncipes; y se fortalecerá por encima de él, y dominará; grande -será- su dominio.
6. Y al final de los años se unirán y aunarán, pues la hija del rey del sur vendrá hasta donde el rey del norte para hacer un acuerdo; mas ella no retendrá el poder de -su- ejército, tampoco él ni su ejército se levantarán, sino que ella será entregada, junto con aquellos que la llevaron, el que la engendró, y -también- el que la fortaleció en -esos- momentos.
7. Pero de una rama de las raíces de ella se levantará -uno- en su propiedad, el cual vendrá con un ejército, y entrará en la fortaleza del rey del norte, pactará en detrimento de ellos, y prevalecerá;
8. Y también llevará cautivos a los dioses de ellos a Egipto, junto con sus príncipes, -y- sus vasijas preciosas de plata y oro; y él continuará – gobernando por más- años que el rey del norte.
9. De manera que el rey del sur llegará a -su- reino, y volverá a su propia tierra.
10. Pero sus hijos serán incitados, y reunirán una multitud de grandes fuerzas, y con certeza vendrá -uno-, que arrasará, y atravesará, entonces se volverá, y será provocado, -para volver- a su fortaleza.
11. Y el rey del sur se moverá con cólera, y vendrá a pelear con él, -sí,- con el rey del norte; -quien-organizará un gran multitud, pero la multitud será puesta en -las- manos -del rey del sur-.
12. -Y- cuando se haya deshecho de la multitud, su corazón se enaltecerá, y derribará a -muchas- decenas de miles, pero -con ello- no se fortalecerá.
13. Porque el rey del norte retornará, y organizará una multitud mayor que la primera, y con certeza vendrá depués de ciertos años con un gran ejército y con muchas riquezas.
14. Y en aquellos tiempos se levantarán muchos en contra del rey del sur; también los ladrones de tu pueblo se exaltarán para establecer la visión, pero fallarán.
15. De manera que el rey del norte vendrá, sitiará y tomará las ciudades más amuralladas; y los ejércitos del sur no resistirán, tampoco su pueblo escogido, ni -habrá- fuerza -alguna- que resista.
16. Aunque el que viene en su contra realizará su voluntad, y ninguno se parará delante de él; y permanecerá en la tierra gloriosa, la cual será consumida por su mano.
17. También se propondrá entrar con la fuerza de todo su reino, y -de los- justos con él; de esta manera hará: y le dará a él la hija de -entre- las mujeres, corrompiéndola; sin embargo ella no permanecerá -a su lado-, ni estará a favor de él.
18. Después de esto volverá su rostro hacia las islas, y tomará muchas; pero un príncipe hará por cuenta propia que cese la humillación ofrecida por él; -estando- sin humillación él hará que esta se vuelva hacia él.
19. Luego volverá su rostro hacia el fuerte de su propia tierra, pero tropezará y caerá, y no lo encontrarán.
20. Entonces -en- la gloria del reino se levantará en su propiedad un creador de impuestos, pero en pocos días será destruido, sin furia y sin batalla.
21. Y en su propiedad se levantará una persona vil, a quien no entregarán el honor del reino, sin embargo pacíficamente vendrá, y con halagos el reino obtendrá.
22. Y delante de él serán arrasados por una inundación de ejércitos, y serán quebrantados; sí, también el príncipe del convenio.
23. Y después del vínculo -hecho- con él, obrará con engaños, pues subirá y con un pueblo pequeño fuerte se volverá.
24. Entrará pacíficamente, incluso a los lugares más ricos de la provincia, y hará lo que sus padres no han hecho, ni tampoco los padres de sus padres; distribuirá entre ellos el botín, los despojos y las riquezas, y urdirá sus artimañas contra las fortalezas todavía por un tiempo.
25. Y espoleará sus fuerzas y su coraje con un gran ejército en contra del rey del sur, y el rey del sur será incitado a batallar con un ejército muy grande y poderoso, pero no permanecerá, pues urdirán artimañas en su contra.
26. Sí, lo destruirán los que se alimentan de la porción de su comida, y su ejército arrasará, y muchos caerán muertos.
27. Los corazones de ambos reyes -querrán- hacer daño, y hablarán mentiras en una mesa, pero esta no prosperará, ya que aún el fin -está- para el momento señalado.
28. Con grandes riquezas retornará entonces a su tierra, y su corazón -estará- en contra del convenio santo; hará -hazañas- y a su propia tierra retornará.
29. En el momento señalado retornará y vendrá hacia el sur, pero no será como la anterior, o la posterior -llegada-.
30. + Porque los barcos de Quitím vendrán contra él, -y- por eso se contrariará, retornará, y tendrá indignación en contra del convenio santo, y así hará, incluso retornará y hará acuerdos con los que abandonen el convenio santo.
31. Y ejércitos se levantarán de su parte, y contaminarán el santuario de la fortaleza, retirarán el -sacrificio- diario, y colocarán la abominación asoladora.
32. Y a los que procedan con maldad en contra del convenio con sobornos corromperá, pero el pueblo que conoce a su Dios será fuerte, y -hazañas- hará.
33. Y los que de entre el pueblo entienden instruirán a muchos, mas sin embargo caerán ante la espada, en la llama, en cautiverio y en despojos -por muchos- días.
34. Ahora bien cuando caigan, serán socorridos con una pequeña ayuda, pero muchos con adulaciones se les adherirán.
35. Y -algunos- de aquellos con entendimiento caerán, para que se les trate, se les purgue, y se emblanquezcan incluso hasta el tiempo del fin, porque todavía -es- para un determinado tiempo.
36. Y el rey obrará a su voluntad, a sí mismo se exaltará y él se enaltecerá por encima de todo Dios, hablará ideas prodigiosas en contra del Dios de los dioses, y prosperará hasta que la indignación se complete, pues eso que está determinado se hará.
37. Tampoco mirará al Dios de sus padres, ni al deseo de las mujeres, ni mirará dios alguno, pues él mismo se enaltecerá por encima de todo.
38. Aunque en su propiedad él honrará al Dios de las fuerzas, y honrará a un dios a quien sus padres no conocieron, con oro, con plata, con piedras preciosas y con lindos objetos.
39. Esto hará él en la fortalezas mayores con un dios extraño, a quien él reconocerá -e- incrementará de gloria; hará que gobiernen sobre muchos, y como pago dividirá la tierra.
40. Y en la época final el rey del sur lo empujará, y el rey del norte vendrá en su contra cual remolino, con carruajes, con jinetes y con muchos barcos; entrará en los países, arrasará y pasará.
41. También entrará en la tierra gloriosa, y muchos -países- serán derribados, pero estos escaparán de su mano, -el mismo- Edom, Moab, y el jefe de los hijos de Amón .
42. También extenderá su mano sobre los -otros- países, y la tierra de Egipto no escapará.
43. Aunque tendrá el poder sobre los tesoros de oro, de plata, y sobre todas las cosas preciosas de Egipto; y los Libios y los Etíopes -le seguirán- sus pasos.
44. Pero nuevas del oriente y del norte lo atribularán, por ello saldrá con gran furia para destruir, y deshacerse por completo de muchos.
45. Y plantará los tabernáculos de su palacio entre los mares, en la montaña gloriosa y santa; sin embargo llegará a su fin, y nadie le ayudará.
1.En el tercer año de Ciro el rey de Persia, a Daniel, cuyo nombre era Beltesasar se le reveló un asunto, un asunto cierto, pero el tiempo escogido se alargó, y él entendió el asunto, y comprendió la visión.
2.Yo Daniel en aquellos días estuve de luto durante tres semanas completas.
3.No comí panes apetitosos, ni pasó por mi boca carne o vino, tampoco me ungí en manera alguna, hasta que se cumplieron -las- tres semanas.
4.Y en el vigésimo cuarto día del primer mes, mientras estaba al lado del gran río Hidekel,
5.Levanté entonces mis ojos, y miré, y he aquí cierto hombre vestido de lino, y su cintura ajustada con oro fino de Ufaz;
6.Su cuerpo también -era- como de berilo, y su rostro se parecía a un rayo, sus ojos a lámparas ardiendo, sus brazos y sus pies parecidos al color de bronce brillado, la voz de sus palabras como la de una multitud.
7.Y sólo yo Daniel tuve la visión, porque los hombres que estaban conmigo no la vieron, sin embargo a ellos les sobrevino un gran temblor, tanto que huyeron hasta esconderse.
8.Por tanto quedé sólo, y vi esta magnífica visión, y me quedé sin fuerzas, ya que mi belleza se tornó en corrupción, y no retuve mis fuerzas.
9.Sin embargo oí la voz de sus palabras, entonces me postré y tuve un sueño profundo, con mi rostro en el suelo.
10.+ Y he aquí que una mano al tocarme me puso sobre mis rodillas y -sobre- las palmas de mis manos.
11.Y, me dijo, Oh Daniel, hombre grandemente amado por Dios, entiende las palabras que te hablo, y párate erguido, ya que ahora he sido enviado hasta tí. Y cuando me hubo hablado estas palabras me paré temblando.
12.Entonces me dijo, No temas Daniel, pues desde el primer día en el que te propusiste entender en tu corazón, y en afligirte delante de Dios, se escucharon tus palabras, y por tus palabras he venido.
13.Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, sin embargo, he aquí que Miguel, uno de los mayores príncipes, llegó a ayudarme, y allí permanecí con los reyes de Persia.
14.Ahora he llegado para hacerte entender lo que le acontecerá a tu pueblo en los últimos días, porque todavía la visión -es- para -después de muchos- días.
15.Y cuando me hubo hablado tales palabras, puse mis rostros en el piso, y me volví mudo.
16.Y he aquí que -alguien- con los rasgos de un hijo del hombre me tocó los labios, entonces abrí mi boca, y hablé, y le dije al que se paraba delante mío, Oh señor mío, me he turbado por la visión, y no he -podido- retener las fuerzas,
17.¿Pues, cómo puede el siervo de este señor mío hablar con este señor mío? Ya que en cuanto a mí, de inmediato me quedé sin fuerzas, y tampoco tengo aliento.
18.Entonces vino de nuevo y me tocó -alguien- como con la apariencia de un hombre, y me fortaleció.
19.Y dijo, Oh hombre grandemente amado por Dios, paz para ti, sé fuerte, sí, sé fuerte. Y cuando me hubo hablado, me fortalecí, y dije, Que hable mi señor, porque me fortaleciste.
20.Entonces él dijo, ¿Sabes por qué vengo hasta ti? Y ahora pues retornaré a pelear contra el príncipe de Persia, y cuando haya avanzado, he aquí que el príncipe de Grecia llegará.
21.Pero te voy a dar a conocer aquello que está anotado en la escritura de la verdad; no -hay- nadie que se sostenga conmigo en estos asuntos, sino Miguel vuestro príncipe.
1. En el primer año de Darío el hijo de Asuero, de la simiente de los Medas, el cual fue hecho rey del dominio de los Caldeos,
2. En el primer año de su reino yo Daniel entendí por los libros el número de los años, de donde la palabra del SEÑOR le llegó a Jeremías el profeta, que él cumpliría setenta años de desolaciones en Jerusalén.
3. + Y fijé mi rostro en el Señor Dios, para buscarlo en oración y súplicas, con ayuno, tela de saco y cenizas;
4. Y le oré al SEÑOR mi Dios, le hice mi confesión, y le dije, Oh Señor, el grande y pavoroso Dios, que guardas el convenio y la misericordia con los que lo aman, y con los que guardan sus mandamientos;
5. Nosotros pecamos, y cometimos iniquidad, hemos obrado con maldad y nos hemos rebelado, incluso apartándonos de tus preceptos y de tus juicios;
6. Ni hemos escuchado a tus siervos los profetas, que le hablaron a nuestros reyes, príncipes y padres, y a toda la gente de la tierra en tu nombre.
7. Oh Señor, la justicia -es- para ti, pero para nosotros la confusión de rostro, como en este día, -al igual que- para los hombres de Judá, para los habitantes de Jerusalén, y para todo Israel, -que está- cerca, y -también- lejos, en medio de todos los países a donde los echaste debido a sus faltas con la que infringieron en tu contra.
8. Oh Señor, para nosotros -es- la confusión de rostro, para nuestros reyes, para nuestros príncipes, y para nuestros padres, por haber pecado contra ti.
9. Para el Señor nuestro Dios -son- las misericordias y el perdón, a pesar de habernos rebelado contra él.
10. Tampoco obedecimos a la voz del SEÑOR nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales él fijó delante nuestro por sus siervos los profetas.
11. Sí, todo Israel ha trangredido tu ley, incluso apartándose, para así no obedecer tu voz; por tanto la maldición se ha derramado sobre nosotros, y el juramento que -está- escrito en la ley de Moisés el siervo de Dios, por haber nosotros pecado contra él.
12. Y él ha confirmado sus palabras, las cuales habló contra nosotros, y contra nuestros jueces que nos juzgaban, al traer un gran mal sobre nosotros, pues debajo de todo el cielo no se ha hecho lo que se ha obrado en Jerusalén.
13. Como -está- escrito en la ley de Moisés, nos sobrevino todo este mal; sin embargo no hicimos nuestra oración delante del SEÑOR nuestro Dios, para poder volvernos de nuestras iniquidades, y entender tu verdad.
14. Por eso el SEÑOR supervisó el mal, y lo trajo sobre nosotros, pues el SEÑOR nuestro Dios -es- justo en todas las obras que realiza, ya que no obedecimos su voz,
15. Y ahora pues, Oh Señor Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te has ganado renombre, como en este día; hemos pecado, hemos obrado con maldad.
16. Oh Señor, te suplico de acuerdo con toda tu justicia, que tu ira y furia se alejen de tu ciudad Jerusalén, tu montaña santa, porque por nuestros pecados y por las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo -son- una vergüenza para todos -los que están- en nuestros alrededores.
17. Ahora pues, Oh Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus súplicas, y haz brillar tu rostro sobre tu santuario que se encuentra asolado, por amor al Señor.
18. Oh Dios mío, inclina tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones y a la ciudad que es llamada por tu nombre. Porque no presentamos nuestras súplicas ante ti por nuestras justicias, sino por tus grandes misericordias.
19. Oh Señor, oye, Oh Señor, perdona, Oh Señor, escucha y actúa; no postergues -tu cumpliento-, por amor a ti mismo, Oh Dios mío, porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre.
20. + Y mientras -estaba- hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, presentando mi súplica delante del SEÑOR mi Dios por la montaña santa de mi Dios,
21. Sí, mientras yo -estaba- hablando en oración, el mismo hombre Gabriel, quien había visto al principio en la visión, -le- hicieron volar rápidamente, -y él- me tocó como a la hora de la oblación del atardecer.
22. -Me- informó, y habló conmigo, diciendo, Oh Daniel, he venido ahora para darte destreza y entendimiento.
23. Al comienzo de tus súplicas vino el mandamiento, y he llegado para darte a conocer -un asunto-; pues tú -eres- bien amado; por ello entiende el asunto, y considera la visión.
24. Setenta semanas se han determinado sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa, para terminar la transgresión, finalizar los pecados, reconciliar la iniquidad, traer la justicia eterna, sellar -y cumplir- la visión y la profecía, y ungir al Santísimo.
25. Conoce por tanto y entiende, -que- desde la salida del mandamiento para restaurar y construir a Jerusalén hasta el Mesías príncipe -habrá- siete semanas, más sesenta y dos semanas; se construirá de nuevo la calle, y el muro, aún en tiempos turbulentos.
26. Y después de sesenta y dos semanas el Mesías será retirado, pero no por causa de él; y el pueblo del príncipe que vendrá destruirá la ciudad y el santuario; su fin -será- por una inundación, y hasta el final de la guerra las desolaciones están determinadas -a pasar-.
Y confirmará el convenio con muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la oblación, y asolará con la extensión de las abominaciones hasta la misma consumación, y aquello determinado se derramará sobre el asolador.
1. En el tercer año del gobierno del rey Belsasar una visión apareció ante mí, -sí, ante- mí Daniel, después de aquella que primero -había- aparecido ante mí.
2. Y vi la visión; y sucedió que cuando -la- vi, yo -me encontraba- en el palacio de Susa, el cual -está- en la provincia de Elam; tuve la visión, y me encontraba al lado del río de Ulai.
3. Entonces levanté mis ojos, y vi, y he aquí que se paró delante del río un carnero que tenía -dos- cuernos, y los -dos- cuernos -eran- altos, pero uno -era- más alto que el otro, y el más alto salió de último.
4. Vi al carnero empujando hacia el occidente, hacia el norte, y hacia el sur, de forma que ninguna bestia podía pararse delante de él, ni -nadie había- que pudiera librar de su mano; sino que hacía conforme a su voluntad, y se volvió grande.
5. Y mientras estaba observando, he aquí que un macho cabrío llegó del occidente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar el suelo, y el cabro -tenía- un cuerno notable entre sus ojos.
6. Y llegó hasta donde el carnero que tenía -dos- cuernos, el cual yo había visto parado delante del río, y corrió con la furia de su poder hasta donde él.
7. Y lo vi acercarse hasta donde el carnero, y movido en cólera contra él, golpeó al carnero y le quebró sus dos cuernos; y no hubo poder en el carnero para pararse delante de él, sino que el -cabro- lo arrojó al piso, y lo pisoteó, lo aplastó, y no hubo nadie que pudiera librar al carnero de su mano.
8. Por eso el macho cabrío se engrandeció mucho, y cuando estaba fuerte, el gran cuerno se quebró, y a cambio de él salieron cuatro -cuernos- notables hacia los cuatro vientos del cielo.
9. Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que se engrandeció sobremanera, -dirigiéndose- hacia el sur, hacia el oriente, y hacia la -tierra- preciosa.
10. Se engrandeció hasta la -misma- hueste del cielo, y arrojó al piso -parte- del ejército y de las estrellas, aplastándolas.
11. Sí, -se- enalteció -igualándose- al mismo príncipe del ejército, y fue quitado por él el -sacrificio- diario, y derribó el lugar de sus santuario.
12. Y se -le- dio una hueste -para que actuara- en contra del -sacrificio- diario a causa de la transgresión, y arrojó al piso la verdad, y avanzó y prosperó.
13. + Luego oi a un santo hablar, y otro santo le dijo a aquel que hablaba, ¿Cuánto tiempo -durará- la visión -del sacrificio- diario, y la transgresión de la desolación, con el fin de entregar para ser pisoteados tanto el santuario como el ejército?
14. Y él me dijo, Hasta dos mil trecientos días, -y- entonces se limpiará el santuario.
15. + Y aconteció que cuando yo, -sí,- yo Daniel acababa de ver la visión, e indagaba el significado, entonces, he aquí que se paró delante mío -alguien- parecido a un hombre.
16. Y oí la voz de un hombre entre las riberas del Ulai, que llamaba, y decía, Gabriel, haz que este -hombre- entienda la visión.
17. Así que él se acercó a donde yo -estaba- parado, y cuando vino, me dio miedo, y caí de frente, pero él me dijo, Entiende, oh hijo de hombre, porque la visión -ocurrirá- en el tiempo del fin.
18. Ahora pues, estando él hablando conmigo, me quedé en sueño profundo con el rostro en el piso, pero él me tocó, y me puso derecho.
19. Y dijo, Mira que te haré saber lo que ocurrirá al puro final de la indignación, porque el final -ocurrirá- en el momento señalado.
20. El carnero que viste que tenía -dos- cuernos -son- los reyes de Media y de Persia.
21. Y el cabro rudo -es- el rey de Grecia; el gran cuerno que -está- en medio de sus ojos -es- el primer rey.
22. Luego de que sea quebrado, así como cuatro -cuernos- se levantaron en su lugar, cuatro reinos saldrán y se levantarán de la nación, pero no con su poder.
23. Y en la postrera etapa del reino de ellos, cuando los transgresores se desborden, se levantará un rey con un semblante feroz y entendido en sentencias ocultas.
24. Su poder será grandioso, aunque no suyo, destruirá inimaginablemente, prosperará, avanzará, y destrozará a los fuertes y al pueblo santo.
25. Por medio de sus políticas también hará que el engaño prospere en su mano; y -se- enaltecerá en su corazón, y con la paz destruirá a muchos. Se levantará además contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado -y- sin mano -alguna-.
26. Y la visión que se contó del atardecer y de la mañana -es- cierta, por eso encierra tú la visión, porque -será- para -de aquí a- muchos días.
27. Y yo Daniel me desmayé, y me enfermé -unos- días; después me levanté e hice los negocios del rey; y estaba atónito por la visión, pero nadie -lo- entendía.