1. Mirad que la mano del SEÑOR no se ha acortado para no poder salvar, ni su oído -se ha- espesado para no poder oír;
2. Más bien vuestras iniquidades -son las que- os han separado de vuestro Dios, y vuestros pecados han ocultado -su- rostro de vosotros, para no oír.
3. Pues vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios han hablado mentiras, -y- vuestra lengua murmurado perversidades.
4. Nadie invoca a la justicia, ni suplica a la verdad; confían en vanidades, y hablan mentiras; conciben estragos, y a luz dan iniquidad.
5. Huevos de cocatriz incuban, y tejen la telaraña; el que de sus huevos come muere, y a aquel que es aplastado irrumpe en víbora.
6. Sus telas en prendas no se convertirán, ni con sus trabajos se arroparán, sus obras -son- obras de iniquidad, y el acto de violencia en sus manos -está-.
7. Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos -son- pensamientos de iniquidad; en sus senderos ruina y destrucción hay.
8. No conocen el camino de la paz, y en sus andanzas no -hay- juicio; las han hecho sendas torcidas, quienquiera que en ellas ande la paz no conocerá.
9. Por eso el juicio se alejó de nosotros, y la justicia no nos alcanzó, aguardamos la luz, pero oscuridad contemplamos, aguardamos claridad, -mas- en tinieblas caminamos.
10. Como ciegos tanteamos la pared, como si no -tuviéramos- ojos palpamos, a mediodía tropezamos como si -fuera- de noche, cual -hombres- muertos en lugares desolados -estamos-.
11. Como osos rugimos todos, y como palomas dolorosamente nos lamentamos; buscamos juicio, pero ninguno -hay-, buscamos salvación, -pero- ella se aleja.
12. Pues nuestras transgresiones delante tuyo se multiplican, y nuestros pecados en contra nuestra testifican, porque nuestras transgresiones con nosotros -están-, y a nuestras iniquidades las conocemos;
13. Al transgredir, mintiendo contra el SEÑOR, apartándonos de nuestro Dios, hablando -sobre- opresión y revueltas, concibiendo y profiriendo de corazón palabras de falsedad.
14. Y el juicio retrocedió, la justicia se para lejos, porque ha caído en la calle la verdad, y la equidad no puede entrar.
15. Sí, fracasó la verdad, y el -que- se aleja del mal una presa se vuelve, y el SEÑOR -lo- vio, y le desagradó que no -hubiera- juicio.
16. + Y vio que no -había- hombre -alguno-, y se maravilló de que no -hubiera- intercesor; por eso su brazo le trajo salvación, y su justicia, ella lo sustentó.
17. Porque se puso la justicia como coraza, y en su cabeza un yelmo de salvación, -por- vestidura las prendas de la venganza, y de celo como capa se atavió.
18. De acuerdo con -sus- hechos, igualmente -les- devolverá, furia a sus adversarios, a sus enemigos lo merecido; a las islas su merecido les devolverá.
19. Y así temerán el nombre del SEÑOR desde el occidente, y desde la salida del sol su gloria. Cuando el enemigo entre como una inundación, el Espíritu del SEÑOR un estandarte levantará contra él.
20. Y el Redentor vendrá a Sion, y a los que se volvieron de la transgresión en Jacob, dice el SEÑOR.
21. En cuanto a mí, este -es- mi convenio con ellos, dice el SEÑOR; Mi espíritu que -está- sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se alejarán de tu boca, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice el SEÑOR, desde ahora y para siempre.
Isaías 58
1. Clama con fuerza, sin escatimar, como una trompeta levanta tu voz, y hazle saber a mi pueblo su transgresión, y sus pecados a la casa de Jacob.
2. Aunque cada día me busquen, y mis caminos se deleiten en conocer, como una nación que hizo justicia, y no abandonó las ordenanzas de su Dios; me pidan ordenanzas de la justicia, se deleiten aproximándose a Dios.
3. + ¿Por qué ayunamos, -dicen ellos- y no -lo- ves? ¿-Por qué- afligimos nuestra alma, y no -lo- tomas en cuenta? Fijaos cómo en el día de vuestro ayuno os complacéis, y cobráis todas vuestras labores.
4. Fijaos cómo ayunáis para pelear y debatir, y para herir con el puño de la maldad; no ayunaréis como -lo hacéis hoy-, para que en lo alto se oiga vuestra voz.
5. ¿Es este el ayuno que he escogido? ¿Un día para que el hombre aflija su alma? ¿para que doblegue su cabeza como un junco, y esparza cilicio y cenizas -debajo de él-? ¿A esto llamaréis ayuno y día aceptable para el SEÑOR?
6. ¿No -es- este el ayuno que he escogido? ¿Desatar las bandas de maldad, las cargas pesadas deshacer, dejar libres a los oprimidos, y que quebréis todo yugo?
7. ¿No -es- entregarle tu pan al hambriento, y que al pobre y a los que desechados están traigas a tu casa? ¿Que cuando veas al desnudo lo cubras, y que de tu propia carne no te escondas?
8. + Entonces tu luz irrumpirá como la mañana, rápidamente tu salud brotará, tu justicia andará delante tuyo, -y- la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
9. Entonces llamarás, y el SEÑOR responderá, clamarás, y él dirá, Aquí -estoy-. Si de en medio de ti quitas el yugo, el señalar con el dedo, y el hablar vanidad;
10. Y -si- extiendes tu alma al hambriento, y satisfaces al alma afligida, tu luz entonces se alzará en la oscuridad, y como el mediodía -serán- tus tinieblas;
11. El SEÑOR te guiará continuamente, en la sequía satisfará tu alma, y fortalecerá tus huesos, serás como un jardín regado, y como un manantial acuífero, cuyas aguas no faltan.
12. Y -los- tuyos -re-construirán las viejas ruinas, tú levantarás los cimientos de muchas generaciones, y serás llamado, El reparador de la brecha, El restaurador de senderos para habitar.
13. + Si retiras tu pie del sabat, -de- hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al sabat una delicia, al santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no haciendo tus propios caminos, ni buscando tu propio placer, ni hablando -tus propias- palabras.
14. Entonces te deleitarás en el SEÑOR,y yo te haré cabalgar en los lugares altos de la tierra, y te alimentaré con la herencia de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR -lo- ha hablado.
Isaías 57
1. El justo perece, y ningún hombre -lo- medita, y los hombres misericordiosos -se- retiran, nadie considera que el justo se retira del mal -que se avecina-.
2. Entrará en la paz, descansarán en sus camas, -los que- andan -en- la rectitud de él.
3. + Pero acercaos, vosotros los hijos de la encantadora, simiente de la adúltera y la ramera.
4. ¿A costa de quién os divertís? ¿Contra quién abrís bien la boca, sacando la lengua? ¿No -sois- hijos de transgresión, simiente de falsedad,
5. Encendiéndoos con ídolos debajo de cualquier árbol verde, matando a los niños en los valles bajo las hendiduras de las rocas?
6. Tu porción está entre las -piedras- lisas del arroyo, ellas son tu suerte, incluso a ellas les has derramado ofrendas de bebidas, -y les- has hecho ofrendas de comida. ¿Me debo consolar ante estas -cosas-?
7. Sobre una montaña alta y sublime organizaste tu cama, hasta allá subiste para ofrecer sacrificio.
8. Detrás de las puertas también y de los postes has colocado tu recuerdo, pues -te- descubriste -ante otro- diferente de mí, y subiste; agrandaste tu cama, hiciste -un convenio- con ellos; amaste su cama donde -los- viste.
9. Y fuiste hasta donde el rey con ungüentos, aumentaste tus perfumes, enviaste lejos tus mensajeros, rebajándo-te- hasta el -mismo- infierno.
10. Estás cansada de la grandeza de tus caminos; -aún así- no dijiste, No hay esperanza, encontraste la vida de tu mano, -y- por eso no te acongojaste.
11. ¿Y de quién tuviste miedo y temiste, que mentiste y no te acordaste de mí, ni -lo- meditaste? ¿No he guardado silencio aún desde la antigüedad, y tú no me has temido?
12. Declararé tu justicia y tus obras, pues ellas no son para tu provecho.
13. + Cuando clames, que tus compañías te libren, pero el viento a todas se las llevará; la vanidad -se las- llevará, mas el que pone su confianza en mí poseerá la tierra, y heredará mi montaña santa.
14. Y dirá, Arrumad, arrumad, preparad camino, tomad la piedra de tropiezo y quitadla del camino de mi gente.
15. Porque así dice el Alto y el Sublime que habita en la eternidad, -y- cuyo nombre -es- Santo, Yo habito en el -lugar- santo y excelso, -y- también con el de espíritu contrito y humilde, para revivir el corazón de los arrepentidos.
16. Pues no contenderé para siempre, ni me airaré a perpetuidad, ya que el espíritu podría desfallecer delante mío, y las almas -que- yo he hecho.
17. Me airé por la iniquidad de su codicia, y lo herí; en mi ira me escondí, y él siguió obstinadamente en el camino de su corazón.
18. He visto sus caminos, y lo sanaré; lo guiaré también, y de nuevo lo consolaré a él y a sus dolientes.
19. Yo creo el fruto de los labios; paz, paz para -el que está- lejos, y para -el que está- cerca, dice el SEÑOR, y yo lo sanaré.
20. Pero los malvados -son- como el turbulento mar, cuando no puede descansar, cuyas aguas arrojan barro y suciedad.
21. No -hay- paz, dice mi Dios, para los malvados.
Isaías 56
1. Esto dice el SEÑOR, Mantened el juicio, y haced justicia, porque mi salvación se acerca, y mi ecuanimidad viene a ser revelada.
2. Bendito -es- el hombre -que- hace esto, y el hijo del hombre -que- se aferra a esto, de guardarse de contaminar el sabat, y su mano guarda de hacer mal alguno.
3. + Ni dejes que el hijo del extranjero, que se ha unido al SEÑOR, hable diciendo, El SEÑOR me ha separado totalmente de su pueblo; ni dejes que el eunuco diga, Mira, -soy- un árbol seco.
4. Porque así -le- dice el SEÑOR a los eunucos que guardan mis días de descanso, y escogen -las cosas- que me placen, aferrándose a mi convenio,
5. Incluso a ellos -les- daré en mi casa y dentro de mis muros un lugar y un mejor nombre que el de hijos e hijas; un nombre eterno les daré que no será suprimido.
6. También los hijos del extranjero, que se unan al SEÑOR para servirle, amar el nombre del SEÑOR, y ser sus siervos, todo aquel que se guarde de contaminar el sabat, y se aferre a mi convenio,
7. Sí, a ellos los traeré a mi montaña santa, y los haré gozosos en mi casa de oración; sus holocaustos y sacrificios -serán- aceptados en mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes.
8. El Señor DIOS que reúne a los desechados de Israel dice, Aún voy a reunirle -otros- a él, fuera de aquellos que se le han reunido.
9. + Todas vosotras bestias del campo, venid a devorar, -sí-, todas vosotras bestias del bosque.
10. Sus vigías -son- ciegos, todos ignorantes, todos -son- perros mudos, -que- no pueden ladrar, -se la pasan- durmiendo acostados, les encanta dormitar.
11. Si, perros codiciosos, nunca pueden tener suficiente, pastores -que- no pueden entender, todos mirando por su propio camino, cada uno -buscando- su ganancia -y- la de su región.
12. Venid, -dicen ellos-, iré por vino, y de bebidas fuertes nos saciaremos, y como hoy mucho más abundante será mañana.
Isaías 55
1. ¡Ey! Todos los sedientos, acercaos a las aguas, y los que no tengáis dinero, acercaos, comprad y comed, sí, venid, sin dinero y sin precio comprad vino y leche.
2. ¿Por qué gastáis dinero en -lo que- no -es- pan? ¿Y entregáis vuestra labor por -algo que- no satisface? Escuchadme diligentemente, comed -lo que es- bueno y que vuestra alma en ricuras se deleite.
3. Inclinad vuestro oído, y venid a mí, oíd, y vivirá vuestra alma, y haré un convenio eterno con vosotros, -sí,- las misericordias aseguradas a David.
4. Mirad que lo he dado -por- testigo a las gentes, -por- líder y comandante para el pueblo.
5. Mira que llamarás a una nación -que- no conoces, y naciones -que- no te conocían correrán a ti por causa del SEÑOR tu Dios, y por el Santo de Israel, porque él te ha glorificado.
6. + Buscad al SEÑOR mientras se pueda encontrar, invocadlo mientras cerca está,
7. Que el malvado abandone su camino, y el hombre injusto sus pensamientos, y retorne al SEÑOR, y él tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, ya
que él abundantemente perdonará.
8. + Pues mis pensamientos no -son- vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice el SEÑOR.
9. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los vuestros, y mis pensamientos que vuestros pensamientos.
10. Pues como la lluvia -que- al igual que la nieve cae del cielo, y no retorna allí, sino que riega la tierra, y la hace retoñar y producir, para poder dar semilla al sembrador, y pan al consumidor,
11. Así será la palabra que sale de mi boca, no retornará a mí vacía, sino que logrará lo que me place, y prosperará donde yo la envié.
12. Porque con gozo saldréis, y con paz seréis guiados, las montañas y las colinas prorrumpirán delante de vosotros con cantos, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplausos.
13. En lugar del espino saldrá la higuera, y en lugar de la zarza el mirto saldrá, esto será para el SEÑOR como un nombre, como una eterna señal -que- no será suprimida.
Isaías 54
1. Oh estéril, canta, -la que- no diste a luz, prorrumpe en cantos, y clama en voz alta, -la que- no pariste niños, porque más -son- los hijos de la desolada que los de la mujer casada, dice el SEÑOR.
2. Amplía el lugar de tu tienda, y que se expandan las telas de tus habitaciones, no escatimes, alarga tus cuerdas y fortalece tus estacas;
3. Porque a diestra y a siniestra irrumpirás, tu simiente a los Gentiles heredará, y hará que se habiten las ciudades desoladas.
4. No temas, porque no te avergonzarás, tampoco te confundirás, ya que apocada no serás, pues el bochorno de tu juventud olvidarás, y no recordarás ya más la humillación de tu viudez.
5. Porque tu Hacedor -es- tu esposo; el SEÑOR de las huestes -es- su nombre, y tu Redentor el Santo de Israel, El Dios de toda la tierra será llamado.
6. Pues el SEÑOR te llamó como a una mujer desamparada y agobiada en espíritu, y como a una esposa rehusada en su juventud, dice tu Dios.
7. Por un breve momento te abandoné, pero te reuniré con grandes misericordias.
8. Con poquita ira -y- por un momento escondí mi rostro de ti, pero con eterna bondad de vos tendré misericordia, dice el SEÑOR tu Redentor.
9. Pues esto -es como- las aguas de Noé para mi, ya que -como- juré que las aguas de Noé a la tierra no iban a rebasar más, así he jurado que no quiero contigo airarme, ni reprenderte -ya más-.
10. Porque las montañas se alejarán, y las colinas se retirarán, pero mi bondad no se apartará de ti, ni el convenio de mi paz se removerá, dice el SEÑOR que de ti tiene misericordia.
11. + Oh tú afligida, zarandeada por la tempestad, -y- sin consuelo, mira que tus piedras las colocaré de hermosos colores y tus fundamentos de zafiro los pondré.
12. Y haré tus ventanas de ágata, tus portones de carbunclo, y todos tus límites con piedras preciosas.
13. Y todos tus hijos por el SEÑOR -serán- enseñados, y grande -será- la paz de tus hijos.
14. En justicia serás establecida, estarás lejos de la opresión, pues no temerás, y del terror, porque no se te acercará.
15. Mira que con seguridad se reunirán, -pero- no por mi; cualquiera que se reúna en tu contra, a causa de ti caerá.
16. Mira que al herrero que avienta las ascuas en el fuego he creado, y que produce un instrumento para su trabajo; y yo he creado al asolador para destruir.
17. + Ningún arma formada en tu contra prosperará, y condenarás toda lengua -que- se levante contra ti en juicio. Esta -es- la herencia de los siervos del SEÑOR, y su justicia -proviene- de mí, el SEÑOR dice.
Isaías 53
1. ¿Quién a nuestro reporte creyó? ¿Y el brazo del SEÑOR, A quién se le reveló?
2. Pues delante de él crecerá como tierna planta, y como raíz que sale de suelo desecado; forma no tiene ni atractivo; y cuando lo veamos, no -habrá- belleza para desearlo.
3. Es despreciado y rechazado por los hombres, un hombre de penas, y en tristeza experimentado, y como que escondimos -nuestros- rostros de él; fue despreciado, y no lo estimamos.
4. + Por seguro nuestras tristezas se ha llevado, y nuestras penas -ha- cargado, sin embargo lo estimamos por Dios golpeado, afligido y agobiado.
5. Aunque -fue- herido por nuestras transgresiones, magullado por nuestras iniquidades, el castigo por nuestra paz -fue- sobre él, y con sus azotes somos sanamos
6. Todos como ovejas nos hemos descarriado, cada uno su propio camino ha tomado, y el SEÑOR la iniquidad de todos nosotros sobre él ha colocado.
7. Fue oprimido y afligido, aún así no abrió su boca; como cordero es llevado a la matanza, y como una oveja enmudece ante sus trasquiladores, él tampoco abre su boca.
8. De la prisión y del juicio fue llevado, ¿Y su generación quién -la- declarará? Pues de tajo fue cortado de la tierra de los vivos, por la transgresión de mi pueblo fue golpeado.
9. E hizo su sepulcro con los malvados, y con los ricos en su muerte -acompañado-, pues no había hecho violencia, ni engaño -alguno hubo- en su boca.
10. + Aún así le plació al SEÑOR magullarlo, -lo- puso en congoja; cuando de su alma hagas una ofrenda por el pecado, -su- simiente verá, prolongará -sus- días y el beneplácito del SEÑOR prosperará en su mano.
11. Verá -el fruto- de la labor de su alma, -y- quedará satizfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, ya que cargará las iniquidades de ellos.
12. Por eso le dividiré -una porción- con los grandes, y con los fuertes repartirá los despojos, por haber derramado su alma hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores; cargó además el pecado de muchos, e hizo intercesión por los pecadores.
Isaías 52
1. Despierta, despierta; vístete de fuerza, Oh Sion, ponte tus hermosos vestidos, Oh Jerusalén, la ciudad santa, porque de aquí en adelante los impuros y los incircuncisos no entrarán más en ti.
2. Sacúdete del polvo, levántate, -y- siéntate, Oh Jerusalén, desátate de las bandas del cuello, Oh hija cautiva de Sion.
3. Porque así dice el SEÑOR, Por nada os vendisteis, y sin dinero redimidos seréis.
4. Porque así dice el Señor DIOS, Mi pueblo de antaño bajó a Egipto a residir allí, y sin causa el Asirio los oprimió.
5. Por tanto ahora, ¿qué tengo acá, dice el SEÑOR, que mi pueblo es llevado a cambio de nada? Los que los gobiernan los hacen aullar, dice el SEÑOR, y mi nombre de continuo -es- blasfemado todos los días.
6. Por tanto mi pueblo conocerá mi nombre, por ello en ese día -conocerán- que el que habla -soy- yo, mirad que soy- yo.
7. + ¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que buenas nuevas lleva, que publica paz, que lleva buenas nuevas del bien, que publica salvación, que a Sion le dice, ¡Tu Dios reina!
8. Tus vigías levantarán la voz, con las voces a una cantarán, pues con sus ojos verán, cuando el SEÑOR traiga de nuevo a Sion.
9. + Prorrumpid en gozo, a una cantad, vosotras ruinas de Jerusalén, porque el SEÑOR a su pueblo ha confortado, ha redimido a Jerusalén.
10. El SEÑOR desnudó su santo brazo delante de los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.
11. Apartaos, apartaos, salid de allí, -cosa- impura no toquéis, de en medio de ella salid, sed limpios los que cargáis las vasijas del SEÑOR.
12. Porque no saldréis con prisa, ni huyendo os iréis, ya que el SEÑOR irá delante de vosotros, y el Dios de Israel vuestra retaguardia -será-.
13. + Mirad que mi siervo prudentemente se comportará, lo exaltarán, lo ensalzarán, y mucho lo enaltecerán.
14. Como muchos ante ti se asombraron; muy estropeada fue su expresión, más que -la de- cualquier hombre, y su forma, más que -la de- los hijos de los hombres;
15. También salpicará a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él su boca, pues -lo- que no les habían contado verán, y -lo- que no habían oído considerarán.
Isaías 51
1. Escuchadme vosotros los que seguís la justicia, vosotros los que buscáis al SEÑOR, mirad a la roca -de donde- os cortaron, y al hueco del foso -de donde- os excavaron.
2. Mirad a Abraham vuestro padre, también a Sara -quien- os dio a luz, pues yo lo llamé a solas, lo bendije, y lo multipliqué.
3. Porque el SEÑOR consolará a Sion, -sí-, comfortará todas sus ruinas, y volverá su yermo como el Edén, y su desierto como el jardín del SEÑOR; allí se encontrarán el gozo, la alegría, las voces melodiosas y la acción de gracias.
4. + Escuchadme, pueblo mío, y prestadme oído, Oh nación mía, pues la ley procederá de mi, y haré que mi juicio se pose como una luz para el pueblo.
5. Se acerca mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a las gentes, las islas aguardarán en mí, y en mi brazo confiarán.
6. Levantad vuestros ojos a los cielos, y mirad abajo a la tierra, porque los cielos como humo se desvanecerán, y la tierra como vestidura se envejecerá, y los que en ella moran de igual manera morirán, pero mi salvación para siempre estará, y mi justicia abolida no será.
7. + Escuchadme vosotros los que conocéis la justicia, el pueblo en cuyo corazón mi ley -está-, no temáis la humillación de los hombres, ni de sus insultos tengáis miedo.
8. Porque la polilla como a una vestidura los devorará, y el gusano como a lana -se- los comerá, pero mi justicia para siempre estará, y mi salvación de generación en generación.
9. + Despierta, despierta, vístete de fuerza, Oh brazo del SEÑOR, despierta, como en los días de antaño, de las antiguas generaciones. ¿No -eres- tú el que cortó a Rahab -e- hirió al dragón?
10. ¿No -eres- tú el que secó el mar, -y- las aguas de las grandes profundidades, que has hecho de la profundidad del mar un camino para que los rescatados por -él- pasen?
11. Por tanto los redimidos del SEÑOR retornarán, y cantando llegarán a Sion; y gozo eterno sobre sus cabezas -habrá-, alegría y gozo obtendrán, -y- huirán el luto y el pesar.
12. Yo, -todavía- el que os conforta yo -soy-, ¿quién eres tú para tenerle miedo a un hombre -que- muere, y al hijo del hombre -que como- hierba se vuelve;
13. Y te olvidas del SEÑOR tu hacedor, que ha expandido los cielos, y puesto los fundamentos de la tierra, y has temido continuamente cada día por la furia del opresor, como si se alistara para destruir? ¿Y dónde -está- la furia del opresor?
14. El cautivo -en- exilio se apresura para poder librarse, y no morir en el foso, ni que su pan falte.
15. Pero yo -soy- el SEÑOR tu Dios, que dividió al mar cuyas olas rugían, el SEÑOR de las huestes -es- su nombre.
16. Y he puesto mis palabras en tu boca, te he cubierto con la sombra de mi mano, para poder plantar los cielos, y poner los fundamentos de la tierra, y decirle a Sion, Mi pueblo -eres-.
17. + Despierta, despierta, levántate, Oh Jerusalén, que has bebido de la mano del SEÑOR la copa de su furia; te has bebido los sedimentos escurridos de la copa del tremor.
18. Nadie -hay- que la guíe de entre los hijos -que- dio a luz, ni que la tome de la mano de todos los hijos -que- parió.
19. Estas dos -cosas- te han sobrevenido, ¿Quién sentirá por ti pena? Desolación, destrucción, hambruna y espada, ¿Por -medio- de quién te he de confortar?
20. Desfallecieron tus hijos, yacen en la cabecera de toda calle, como toro salvaje en una red, inundados de la furia del SEÑOR, -de- la reprensión de tu Dios.
21. + Por tanto oye esto ahora, tú afligida, y embriagada, mas no de vino,
22. Así dice tu Señor el -mismo- SEÑOR, y tu Dios -el que- pleitea por la causa de su pueblo, Mira que he quitado de tu mano la copa del tremor, los -mismos- sedimentos de la copa de mi furia; de nuevo no la beberás.
23. Sino que en la mano de los que te afligen la pondré, los que a tu alma le han dicho, Inclínate para por encima poder andar, y pusiste tu cuerpo como suelo y como calle, para los que sobre él pasaran.
Isaías 50
1. Así dice el SEÑOR, ¿Dónde -está- el anuncio del divorcio con vuestra madre, desechada por mí? ¿O a cuál de mis acreedores -es- a quien os he vendido? Mirad que por vuestras iniquidades vosotros mismos os habéis vendido, y por vuestras -mismas- transgresiones vuestra madre ha sido desechada.
2.¿Por qué cuando vine no -apareció -hombre -alguno-? ¿-y por qué- cuando llamé nadie respondió? ¿Se ha acortado mi mano en algún momento, para no poder redimir? ¿O -acaso- no tengo poder para librar? Mirad que ante mi reprensión el mar se seca, yo convierto los ríos en un yermo, -y- sus peces hieden a falta de agua, y mueren de sed.
3. Yo visto los cielos de oscuridad, y de cilicio hago su cubierta.
4. El Señor DIOS me ha dado el idioma del entendido, para saber darle al cansado una palabra en su momento; de mañana en mañana él despierta, -sí,- despierta mi oído para oír como el entendido.
5. + El Señor DIOS ha abierto mi oído, y no fui rebelde, ni me volví atrás.
6. Le di mi espalda a los que -me- golpeaban, y mis mejillas a lo que arrancaban el pelo; no escondí mi rostro de la vergüenza y los escupitajos.
7. + Porque el Señor DIOS me ayudará, por tanto no me confundiré, -y- por eso mi rostro fijé como un pedernal, y sé que no seré avergonado.
8. El que me justifica -está- cerca, ¿Quién contenderá conmigo? Parémonos a una; ¿Quién -es- mi adversario? Que se me acerque.
9. He aquí que el Señor DIOS me ayudará, ¿Quién -es- el que- me va a condenar? He aquí que todos cual prenda se envejecerán, la polilla los devorará.
10. + ¿Quién -hay- entre vosotros que tema al SEÑOR, que obedezca a la voz de su siervo, -así- ande -en- oscuridad, y no tenga luz? Que confíe en el nombre del SEÑOR, y se quede en su Dios.
11. Mirad todos vosotros los que encendéis la fogata, que -os- hacéis alrededor de las chispas, andad a la luz de vuestro fuego y de las chispas -que- habéis encendido. De mi mano tendréis esto, con pesar os acostaréis.