1. Si -hay- por tanto alguna consolación en Cristo, algún consuelo de amor, alguna comunión del Espíritu, algunas entrañas y de misericordia,
2. Completad mi gozo, que seáis de una misma mente, teniendo el mismo amor, un -común- acuerdo, -y- un -mismo- pensamiento.
3. -Que- nada -se haga por contienda o vanagloria, sino que con mente humilde cada uno estime a los demás como mejor que él.
4. Ningún hombre mire -sólo- por sus cosas, sino también por las de los demás.
5. Que este pensamiento esté en vosotros, el cual también estuvo en Cristo Jesús;
6. Quien estando en la forma de Dios, no pensó en el robo de igualarse a Dios,
7. Sino que se hizo a sí mismo sin reputación, tomó sobre él la forma de un siervo, y fue hecho a semejanza de los hombres,
8. Y al ser hallado en el modelo de un hombre, a sí mismo se humilló, y se volvió obediente hasta la muerte, -hasta- la misma muerte de cruz.
9. Por tanto Dios también en gran manera lo ha exaltado, y un nombre le -ha- dado, por encima de todo nombre.
10. Para que ante el nombre de Jesús toda rodilla se doblegue en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra,
11. Y toda lengua confiese que Jesucristo -es- Señor para la gloria de Dios el Padre.
12. Por ello, mis amados, como siempre habéis obedecido, no solo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ejercitad vuestra salvación con temor y temblor.
13. Pues es Dios quien en -su- beneplácito obra en vosotros tanto el querer como el hacer.
14. Haced todas las cosas sin disputas ni murmuraciones,
15. Para que podáis ser impecables e inofensivos, los hijos de Dios sin reproche, en medio de una torcida y perversa nación, entre la cual resplandecéis como luces en el mundo,
16. Sosteniendo la palabra de vida, para que yo me pueda regocijar en el día de Cristo, que no he corrido ni laborado en vano.
17. Sí, y si soy ofrecido en el sacrificio y servicio a vuestra fe, con todos vosotros me gozo y me regocijo.
18. Por esta misma causa también os gozáis y regocijáis conmigo.
19. Pero confío en el Señor Jesús enviaros en corto tiempo a Timoteo, para poder también ser bien confortado cuando sepa de vuestro estado.
20. Pues no tengo hombres con el mismo pensar, que cuiden por vuestro estado de una manera natural.
21. Ya que todos buscan lo suyo, no las cosas que son de Jesucristo.
22. Mas conocéis su prueba que como hijo con el padre, ha servido conmigo en el evangelio.
23. A él por tanto espero enviar al momento, tan pronto yo vea cómo me va.
24. Pero confío en el Señor que yo mismo también en corto tiempo llegaré.
25. Aún así supuse necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y compañero de labor, soldado compañero, pero vuestro mensajero y el que atendió a mis necesidades.
26. Pues él os anhelaba a todos, y se llenó de pesadumbre, porque habíais oído que había estado enfermo.
27. Ya que en verdad estuvo enfermo a punto de morir, pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino de mí también, no fuera que yo fuera a tener pena sobre pena.
28. Lo envié por ello con más cuidado, para que cuando de nuevo lo veáis, os podáis regocijar, y para que pueda ser yo el que menos pena -tenga-.
29. Recibidlo por tanto en el Señor con toda alegría, y mantened al tal en reputación,
30. Porque por la obra de Cristo estuvo a punto de morir, sin importarle su vida, para suplir vuestra falta de servicio hacia mí.
Filipenses 1
1. Pablo y Timoteo, los siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipo, con los obispos y diáconos.
2. Gracia -sea- a vosotros, y paz, de parte de Dios nuestro Padre, y -del- Señor Jesucristo.
3. Le agradezco a mi Dios por cada recuerdo de vosotros,
4. Siempre en toda oración mía por todos vosotros, haciendo peticiones con gozo,
5. Por vuestra comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora,
6. Estando confiado en esto mismo, que el que ha comenzado la buena obra en vosotros, hasta el -mismo- día de Jesucristo -la- realizará,
7. Así como me conviene pensar esto de todos vosotros, porque os tengo en mi corazón, de tal manera que tanto en mis cadenas como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois partícipes de mi gracia.
8. Porque Dios es mi testigo de cuán grandemente os extraño a todos vosotros en las entrañas de Jesucristo.
9. Y oro esto, que vuestro amor pueda abundar aún más y más en conocimiento y -en- todo juicio,
10. Para que podáis probar cosas excelentes, de forma que estéis limpios y sin tropiezo hasta el día de Cristo;
11. Llenándoos con los frutos de justicia, los cuales son por Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
12. Pero quisiera que entendiérais, hermanos, que las cosas -que me ocurrieron- a mí, más bien han sobrevenido para el avance del evangelio;
13. De manera que mis cadenas en Cristo son notorias en todo el palacio, y en todos los demás -lugares-,
14. Y muchos de los hermanos en el Señor, ganando confianza por causa de mis cadenas, son mucho más atrevidos para hablar sin temor la palabra.
15. Algunos en realidad predican a Cristo hasta por envidia y pelea, y también otros de buena voluntad;
16. Los unos predican a Cristo por contención, no sinceramente, suponiendo añadir aflicción a mis cadenas;
17. Mas los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.
18. ¿Qué entonces? No obstante lo anterior, de cualquier manera, ya sea por pretensión o en verdad, se predica a Cristo, y en esto sí que me regocijo y me regocijaré.
19. Pues se que esto se tornará para mi salvación a través de vuestras oraciones, y el sustento del Espíritu de Jesucristo,
20. De acuerdo a mi fervorosa expectativa y -a mi- esperanza de que en nada seré avergonzado, sino -que- con todo atrevimiento como siempre, Cristo ahora también será magnificado en mi cuerpo, sea con la vida o con la muerte.
21. Porque para mí vivir -es- Cristo, y morir -es- ganancia.
22. Mas si vivo en la carne, este -es- el fruto de mi labor, aún así no sé qué escoger.
23. Pues estoy en un estrecho dilema, teniendo un deseo de partir, y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor,
24. Sin embargo permanecer en la carne -es- más necesario para vosotros.
25. Y teniendo esta confianza, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para vuestro progreso y el gozo de la fe;
26. Para que vuestro regocijo pueda ser más abundante para mí en Jesucristo por mi llegada a vosotros de nuevo.
27. Sólo dejad que vuestro proceder sea como conviene al evangelio de Cristo, para que sea que llegue a veros, o esté ausente, pueda oír de vuestros asuntos, que os mantenéis firmes en un espíritu, con una mente contendiendo juntos por la fe del evangelio;
28. Y en nada aterrorizados por vuestros adversarios, lo cual para ellos es una evidente muestra de perdición, pero para vosotros de salvación y esta de Dios.
29. Ya que a vosotros os es dado a favor de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que sufráis por amor a él;
30. Teniendo este mismo conflicto el cual visteis en mí, y ahora oís -que está- en mí.
Efesios 6
1. Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, pues esto es lo correcto.
2. Honra a tu padre y a -tu- madre; (el cual es el primer mandamiento con promesa;)
3. Para que te pueda ir bien, y puedas vivir largo -tiempo- en la tierra.
4. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos con la nutrición y las admonición del Señor.
5. Criados, sed obedientes para con los que son -vuestros- amos de acuerdo a la carne, con temor y temblor, con sencillez de corazón, como para Cristo;
6. No sirviendo al ojo, como complacientes a los hombres, sino como los criados de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios;
7. Prestando servicio con buena voluntad, como para el Señor, y no para los hombres;
8. Sabiendo que cualquier cosa buena que un hombre haga, esto mismo recibirá él del Señor, sea esclavo o libre.
9. Y, vosotros amos, haced estas mismas cosas con ellos, evitando amenazar, sabiendo que vuestro Amo también está en el cielo, y que no hay preferencia de personas con él.
10. Finalmente, hermanos mios, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su grandeza.
11. Vestíos con la armadura completa de Dios, para que podáis ser capaces de enfrentar los engaños del diablo.
12. Pues no luchamos contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los regentes de la oscuridad de este mundo, contra maldades espirituales en las alturas.
13. Por eso colocaos la armadura entera de Dios, para que podáis ser capaces de resistir en el día malo, y habiendo hecho todo, seguir en pie.
14. Por tanto seguid en pie, teniendo vuestra cintura ajustada con la verdad, teniendo puesta la coraza de la justicia,
15. Y vuestros pies calzados con la preparación del evangelio de la paz.
16. Por encima de todo, tomando el escudo de la fe, con el cual seréis capaces de apagar todos los candentes dardos del maligno.
17. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios;
18. Orando siempre con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos,
19. Y por mí, para que me puedan ser dadas las palabras, para que con atrevimimento pueda abrir la boca, con el fin de dar a conocer el misterio del evangelio,
20. Por el cual soy un embajador encadenado, para que allí pueda hablar con arrojo, tal como debo hablar.
21. Mas para que también podáis conocer mis asuntos, -y- cómo lo hago, Tíquico, un amado hermano y fiel ministro en el Señor, os hará saber todas las cosas.
22. A quien os he enviado por el mismo propósito, para que podáis conocer nuestros asuntos, y pueda confortar vuestros corazones.
23. Paz para los hermanos, y amor con fe, de -parte de- Dios el Padre y del Señor Jesucristo.
24. -Que la- gracia -esté- con todos los que con sinceridad aman a nuestro Señor Jesucristo. Amén.
+ Escrita desde Roma a los Efesios por Tíquico.
Efesios 5
1. Sed por tanto como hijos queridos, seguidores de Dios;
2. Y andad en amor, como Cristo también nos ha amado, y se ha dado por nosotros como ofrenda y sacrificio para Dios, con olor fragante.
3. Pero fornicación y toda impureza, o codicia, que ni una vez se nombren entren vosotros, como conviene a los santos,
4. Tampoco las inmundicias, ni el hablar tonterías, ni el bromear, los cuales no son convenientes, sino más bien el dar las gracias.
5. Pues vosotros sabéis esto, que ningún rufián, ni persona impura, u hombre avaro el cual es un idólatra, tiene herencia alguna en el reino de Cristo y de Dios.
6. Que ningún hombre os engañe con vanas palabras, ya que por estas cosas la ira de Dios llega a los hijos de la desobediencia.
7. No os hagáis por tanto partícipes con ellos.
8. Porque algunas veces fuisteis oscuridad, mas ahora -sois- luz en el Señor; andad como hijos de la luz,
9. (Porque el fruto del Espíritu –es- con toda bondad, justicia y verdad)
10. Probando lo que es aceptable para el Señor.
11. Y no tengáis parte con las obras infructuosos de la oscuridad, sino más bien reprendedlas.
12. Pues es una vergüenza incluso hablar de las cosas hechas por ellos en secreto.
13. Mas todas las cosas que son reprobadas, por la luz se hacen manifiestas, porque lo que se hace manifiesto es luz.
14. Por lo cual él dice, Despiértate tú que duermes, y álzate de los muertos, y Cristo te dará luz.
15. Cuidáos entonces en andar con cautela, no como tontos, sino como sabios,
16. Redimiendo el tiempo, porque los días son malos.
17. Por tanto no seáis imprudentes, sino entendidos en la voluntad del Señor.
18. Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay exceso, sino llenaos del Espíritu;
19. Hablando entre vosotros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y haciéndole melodías en vuestro corazón al Señor;
20. Dándole siempre gracias por todas las cosas a Dios y al Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo;
21. Sometiéndoos unos a otros en el temor de Dios.
22. Esposas, someteos a vuestros maridos, como al Señor.
23 Pues el esposo es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, y él es el salvador del cuerpo.
24. Por tanto así como la iglesia está sujeta a Cristo, -que- las esposas también -estén sujetas- en cada cosa a sus maridos.
25. Maridos, amad a vuestras esposas, así como también Cristo amó a la iglesia, y se dio a sí mismo por ella.
26. Para poderla santificar y limpiar con el baño de agua por la palabra,
27. Para poder presentársela a sí mismo -como- una iglesia gloriosa, sin mancha, ni arruga, ni cosa parecida, sino para que sea santa y sin defecto.
28. Así también deben los hombres amar a sus esposas, como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa a sí mismo se ama.
29. Porque ningún hombre -ha- detestado alguna vez su propia carne, sino que la nutre y la aprecia, así como el Señor a la congregación;
30. Pues nosotros somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos.
31. Por esta causa dejará el hombre a su padre y -a su- madre, se unirá a su mujer, y los dos se harán una carne.
32. Este es un gran misterio, mas hablo concerniente a Cristo y la iglesia.
33. Sin embargo que cada uno de vosotros en particular ame así a su mujer, tanto como a él mismo, y la esposa que reverencie a -su- marido.
Efesios 4
1. Yo pues, el prisionero del Señor, os imploro que andéis dignos de la vocación a la que sois llamados,
2. Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos entre sí con longanimidad, con amor,
3. Empeñándoos en mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
4. Un cuerpo, y un Espíritu, así como sois llamados en una -única- esperanza de vuestra vocación.
5. Un Señor, una fe, un bautismo,
6. -Un Dios y Padre de todos, quien -está- por encima de todos, en medio de todos, y en vosotros todos.
7. Pero a cada uno de nosotros nos es dada la gracia de acuerdo a la medida del don de Cristo.
8. Por ello él dice, Cuando ascendió a lo alto, a la cautividad dirigió cautiva, y dio dones a los hombres.
9. (Ahora pues, que ascendió, ¿qué es sino que también descendió primero a las partes más bajas de la tierra?
10. El que descendió es el mismo que ascendió muy por encima de todos los cielos, para poder llenar todas las cosas.)
11. Y dio a algunos -ser- apóstoles, a otros -ser- profetas, a otros -ser- evangelistas, y a otros -ser- pastores e instructores;
12. Para el perfeccionamiento de los santos, para la obra del ministerio -y- para la edificación del cuerpo de Cristo.
13. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo,
14. Para que -de aquí en adelante- no seamos más niños, arrastrados por aquí y por allá, y llevados por doquier por todo viento de doctrina, por artimañas de hombres -y por- sagaces artilugios, con los que ellos yacen a la espera para engañar;
15. Sino que hablando la verdad en amor, podamos crecer hasta él en todas las cosas, aquel que es la cabeza, -sí,- Cristo.
16. Desde donde todo el cuerpo adecuadamente cohesionado y compactado por el sustento dado por cada una de las articulaciones, de acuerdo al trabajo eficiente y a la medida de cada parte, le da crercimiento al cuerpo para su propia edificación en el amor.
17. Por tanto esto digo, y testifico en el Señor, que de aquí en adelante no andéis como andan otros Gentiles, en la vanidad de su mente,
18. Teniendo el entendimiento oscurecido, estando alienados de la vida de Dios a través de la ignorancia que hay en ellos, por causa de la ceguera de su corazón,
19. Quienes sin ya más sentir se han dado ellos mismos a la lascivia, para obrar toda inmundicia con codicia.
20. Pero vosotros así no habéis aprendido de Cristo;
21. Si es que lo habéis oído, y por él habéis sido enseñados, pues la verdad está en Jesús,
22. Que concerniente al proceder anterior, os desvistáis del viejo hombre, el cual es corrupto -y anda- de acuerdo a los desmedidos deseos engañosos;
23. Y os renovéis en el espíritu de vuestra mente,
24. Y que os vistáis del nuevo hombre, el cual según Dios está creado en justicia y -en- verdadera santidad.
25. Por tanto, desechando el mentir -que- cada hombre hable la verdad con su vecino, porque somos miembros los unos de los otros.
26. Enojaos, y no pequéis; que no se ponga el sol sobre vuestra ira;
27. Ni deis lugar al diablo.
28. Que el que robó no lo haga más, sino más bien labore, trabajando con -sus- manos toda cosa buena, y así pueda tener para dar al que necesita.
29. Que ninguna comunicación corrupta proceda de vuestra boca, sino la que sea buena a fin de edificar, para poder administrar gracia a los oyentes.
30. Y no acongojéis al santo Espíritu de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
31. Que toda amargura, ira, furia, gritos y malas palabras, se retiren de vosotros, junto con toda malicia;
32. Y sed amables entre vosotros, tiernos de corazón, perdonándoos los unos a los otros, así como Dios por amor a Cristo os ha perdonado.
Efesios 3
1. Por esta causa yo Pablo, prisionero de Jesucristo por vosotros los Gentiles,
2. Si -es que- habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros,
3. Cómo por revelación él me dio a conocer el misterio; (tal como escribí en cortas palabras,
4. Para que, cuando leáis, podáis compartir conmigo el conocimiento del misterio de Cristo)
5. El cual no fue dado a conocer en otras edades a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu,
6. Que los Gentiles han de ser coherederos, y del mismo cuerpo, y particícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,
7. Del cual fui hecho ministro, de acuerdo al don de la gracia de Dios -que- me -fue- dado por la eficiente obra de su poder.
8. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me es dada esta gracia, de predicar entre los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo,
9. Y de hacer ver a todos -los hombres- cuál -es- la comunión del misterio, que desde el comienzo del mundo ha estado escondido en Dios, quien creó todas las cosas por Jesucristo,
10. Con la intención de que ahora a los principados y potestades en los -parajes- celestiales se les pueda dar a conocer por la iglesia la multiforme sabiduría de Dios,
11. De acuerdo al plan eterno que él se propuso en Cristo Jesús nuestro Señor,
12. En quien tenemos autoridad y acceso con confianza por la fe en él.
13. Por eso deseo que no desfallezcáis ante mi tribulación por vosotros, la cual es vuestra gloria.
14. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15. De quien la familia entera del cielo y -de la- tierra recibe nombre,
16. Para que él os conceda, de acuerdo a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu,
17. Para que Cristo pueda morar en vuestros corazones por fe; de forma que estando arraigados y cimentados en el amor,
18. Podáis ser capaces de comprender y conocer con todos los santos la anchura, la longitud, la profundidad y la altura
19. Del amor de Cristo, el cual sobrepasa el conocimiento, para que podáis ser llenos de toda la plenitud de Dios.
20. Ahora pues a aquel que es capaz de hacer excesiva y abundantemente por encima de todo lo que pidamos o pensemos, de acuerdo al poder que obra en nosotros,
21. A él -sea- la gloria en la congregación por Cristo Jesús a través de todas las edades, mundo sin fin. Amén.
Efesios 2
1. Y a vosotros -os ha vivificado-, quienes estabais muertos en transgresiones y pecados;
2. En los que anduvisteis en tiempos pasados de acuerdo al curso de este mundo, de acuerdo al príncipe de la potestad del aire, al espíritu que obra ahora en los hijos de la desobediencia,
3. Entre quienes también todos tuvimos nuestro proceder en tiempos pasados en los caprichos de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza los hijos de la ira, al igual que otros.
4. Pero Dios, quien es rico en misericordia, por su gran amor con el que nos amó,
5. Aún cuando estábamos muertos en pecado, juntos nos ha vivificado con Cristo, (por gracia estáis salvados;)
6. Y juntos -nos- ha levantado haciéndo-nos- sentar juntos en -los parajes- celestiales en Cristo Jesús,
7. Para que en las eras por venir él pueda dar a conocer las excelsas riquezas de su gracia, en -su- bondad hacia nosotros a través de Cristo Jesús.
8. Porque por gracia estáis salvados a través de la fe, y eso no de vosotros, -es- el regalo de Dios,
9. No de las obras, no sea que algún hombre se jacte.
10. Ya que somos producto suyo, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios con anterioridad ha ordenado para que anduviéramos en ellas.
11. Por tanto recordad, que en tiempos pasados vosotros-siendo- Gentiles en la carne, llamados La Incircuncisión por la llamada Circuncisión en la carne, hecha por manos -humanas-;
12. Que en aquel tiempo estábais sin Cristo, siendo ajenos a la comunidad de Israel, y extraños a los convenios de promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo;
13. Pero ahora en Cristo Jesús vosotros que algunas veces estuvisteis alejados sois hechos cercanos por la sangre de Cristo.
14. Porque él es nuestra paz, quien de ambos ha hecho uno, y ha derribado el muro de la mitad que -nos- dividía;
15. Habiendo abolido en su carne la enemistad, la -misma- ley de los mandamientos -contenida- en ordenanzas, para hacer en él mismo de dos, un nuevo hombre, haciendo -así- la paz,
16. Y para poder reconciliar a ambos para Dios en un cuerpo por la cruz, habiendo matado así la enemistad;
17. Y llegó y predicó paz a vosotros que estabais bien lejos y a los que estaban cerca.
18. Porque a través de él ambos tenemos acceso por un Espíritu al Padre.
19. Ahora por tanto no sois más extraños y extranjeros, sino conciudadanos de los santos y de la familia de Dios,
20. Y estáis edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Jesucristo mismo la principal -piedra- angular;
21. En quien todo el edificio en conjunto adecuadamente armado, crece para -ser- un santo templo en el Señor,
22. En quien también vosotros en conjunto sois edificados para -ser- una habitación de Dios por medio del Espíritu.
Efesios 1
1. PABLO, un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos que están en Éfeso, y a los fieles en Cristo Jesús:
2. Gracia a vosotros, y paz -de parte- de Dios nuestro Padre, y -del- Señor Jesucristo.
3. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha favorecido con toda bendición espiritual en -los parajes- celestiales en Cristo,
4. Según nos ha escogido en él antes de la fundación del mundo, para que seamos santos y sin culpa en amor delante de él,
5. Habiéndonos predestinado a la adopción como hijos por Jesucristo para él mismo, de acuerdo al beneplácito de su voluntad,
6. Para la alabanza de la gloria de su gracia, en la cual ha hecho que -seamos- aceptados en el amado.
7. En quien tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de pecados, de acuerdo a las riquezas de su gracia,
8. En la que él ha abundado para con nosotros en toda prudencia y sabiduría;
9. Habiéndonos dado a conocer el misterio de su voluntad, de acuerdo a su beneplácito, el cual se ha propuesto en él mismo,
10. De que en la dispensación de la plenitud de los tiempos él pueda congregar en uno a todas las cosas en Cristo, tanto las que están en el cielo, como las que están en la tierra, -sí,- en él;
11. En quien también hemos obtenido una herencia, siendo predestinados de acuerdo al propósito del que obra todas las cosas según el consejo de su misma voluntad;
12. Para que seamos para la alabanza de su gloria quienes primero confiamos en Cristo.
13. En quien vosotros también -confiasteis-, después de que oísteis la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, en quien también después de que creísteis, fuisteis sellados con aquel santo Espíritu de la promesa,
14. El cual es la prenda de nuestra herencia hasta la redención de la posesión comprada, para la alabanza de su gloria.
15. Por eso yo también, después de oír de vuestra fe en el Señor Jesús, y -de vuestro- amor hacia todos los santos,
16. No ceso de dar gracias por vosotros, mencionándoos en mis oraciones;
17. -Para- que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os pueda dar un espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.
18. Se alumbren los ojos de vuestro entendimiento, para que podáis conocer cuál es la esperanza de su llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19. Y cuál -es- la excelsa grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, de acuerdo al trabajo de su magnífico poder,
20. El cual obró en Cristo, cuando lo levantó de los muertos, y -lo- colocó a su mano derecha en los -parajes- celestiales.
21. Muy por encima de todo principado, poder, fuerza y dominio, y de cualquier nombre que se nombre, no sólo en este mundo, sino también en aquel que está por venir,
22. Y ha puesto todas -las cosas- debajo de sus pies, dándolo -por- cabeza de todo para la iglesia,
23. La cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Gálatas 6
1. Hermanos, si un hombre es sorprendido en una falta, vosotros los que sois espirituales, restaurad al tal en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
2. Soportad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
3. Porque si un hombre piensa que es algo, cuando no es nada, se engaña a sí mismo.
4. Pero que cada hombre pruebe su propio trabajo, y entonces tendrá regocijo sólo en él mismo, y no en otro.
5. Porque cada hombre llevará su propia carga.
6. Que el que es enseñado en la palabra le comparta toda cosa buena al que -le- enseña.
7. No seáis engañados, Dios no -puede- ser burlado, pues lo que sea que el hombre siembre, eso también segará.
8. Porque el que siembra para su carne de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu del Espíritu segará vida eterna.
9. Y no nos cansemos de hacer el bien, pues en la debida ocasión segaremos si no desmayamos.
10. Por tanto mientras tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, especialmente a quienes son de la familia de la fe.
11. Veis qué carta tan grande con mi mano os he escrito.
12. Cuantos desean dar una bonita apariencia en la carne, os apremian a que os circuncidéis, sólo -porque- no sea que sufran persecución por la cruz de Cristo.
13. Porque tampoco los mismos que están circuncidados guardan la ley, sino que desean haceros circuncidar para en vuestra carne poderse gloriar.
14. Pero no permita Dios que yo me vaya a gloriar, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo para mí está crucificado, y yo para el mundo.
15. Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión aventajan para nada, sino -el ser- una nueva criatura.
16. Y a cuantos andan de acuerdo a esta regla, la paz y la misericordia sobre ellos, y sobre el Israel de Dios.
17. De aquí en adelante que ningún hombre me atribule, porque yo cargo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
18. Hermanos, -que- la gracia de nuestro Señor Jesucristo -esté- con vuestro espíritu. Amén.
Gálatas 5
1. Permaneced por tanto firmes en la libertad con la cual Cristo nos hizo libres, y no os enredéis de nuevo con el yugo de la esclavitud.
2. Mirad que yo, Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
3. Porque yo de nuevo testifico a todo hombre que está circuncidado, que él es deudor de cumplir la ley entera.
4. Cristo ha dejado de tener efecto en vosotros, quienes quiera de vosotros que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
5. Pues nosotros por medio del Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia por la fe.
6. Ya que en Jesucristo tanto la circuncisión, como la incircuncisión para nada aprovechan, sino la fe que obra por amor.
7. Corríais bien, ¿quién os obstaculizó para que no obedeciérais la verdad?
8. Esta persuasión no -proviene- del que os llamó.
9. Un poco de levadura leuda toda la masa.
10. Por medio del Señor tengo confianza en vosotros que de ninguna otra manera seréis mentalizados, sino que el que os turba lleve su juicio, quienquiera que sea.
11. Y yo, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué sufro persecución? Ha cesado entonces la ofensa de la cruz.
12. Quisiera que fueran incluso apartados de un tajo aquellos que os turban.
13. Pues, hermanos, vosotros a la libertad fuisteis llamados; sólo que no -uséis- la libertad como una ocasión para la carne, más bien por amor servíos los unos a otros.
14. Ya que toda la ley en una palabra se cumple, -es decir- en esta: A tu vecino amarás como a ti mismo.
15. Mas si entre vosotros os mordéis y os devoráis, tened cuidado de no consumiros los unos a los otros.
16. Digo entonces -esto-, Andad en el Espíritu, y no satisfaréis el capricho de la carne.
17. Porque la carne ambiciona contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne, y estos son contrarios entre sí, tanto así que vosotros no podéis hacer las cosas que queráis.
18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19. Ahora pues, las obras de la carne manifiestas son, las cuales son, El adulterio, la fornicación, la impureza, la lascivia,
20. La idolatría, la hechicería, el odio, los desacuerdos, las rivalidades, las iras, las contiendas, las sediciones, las herejías,
21. Las envidias, los asesinatos, las borracheras, las parrandas, y cosas parecidas, de las cuales de antemano os digo, como también -os- he dicho en tiempos pasados, que los que realizan tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22. Mas el fruto del Espíritu es el amor, el gozo, la paz, la benignidad, la amabilidad, la bondad, la fe,
23. La sencillez, y la moderación; en contra de tales no hay ley.
24. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con afectos y ambiciones.
25. Si -decimos que- vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
26. No seamos deseosos de la vana gloria, provocándonos unos a otros, envidiándonos entre sí.