1. Entonces José no pudo refrenarse -más- delante de todos los que permanecían a su lado, y clamó, Haced que todos los hombres se retiren. Y ningún hombre se quedó a su lado mientras José se hacía conocer delante de sus hermanos.
2. Y lloró en voz alta, y los Egipcios junto con la casa del Faraón escucharon.
3. Y José -le- dijo a sus hermanos, -Soy- José; ¿Aún vive mi padre? Y sus hermanos no podían responderle, pues estaban atribulados con su presencia.
4. Y José -le- dijo a sus hermanos, Acercaos, os ruego. Y ellos se acercaron. Y él dijo, -Soy- José vuestro hermano a quien vendisteis a Egipto.
5. Ahora pues no os entristezcáis, ni enojéis con vosotros mismos por haberme vendido -y hecho venir- acá, pues Dios me envió delante de vosotros para preservar vuestra vida.
6. Ya que -han pasado- estos dos años de hambruna en la tierra, y aún -quedan- cinco años en los cuales no -habrá- gavillas ni cosechas.
7. Y Dios me envió delante vuestro para preservaros posteridad en la tierra, y para salvar vuestras vidas con una gran liberación.
8. Ahora pues, no -fuisteis- vosotros los -que- me enviasteis hasta acá, sino Dios, y él me ha hecho -ser- un padre para el Faraón, y señor de toda su casa, además de gobernador de toda la tierra de Egipto.
9. Apuraos, y subid hasta donde mi padre, diciéndole, Esto dice tu hijo José, Dios me ha hecho señor de todo Egipto: bajad sin demora hasta donde mí,
10. Y habitaréis en la tierra de Gosén, estaréis cerca de mí, tú con tus hijos y los hijos de tus hijos, con tus rebaños, tu ganado y todo lo que tienes.
11. Y allí os sostendré, pues aún -quedan- cinco años de hambruna; no sea que tú, tu casa y todo lo que tienes se empobrezcan.
12. Y, he aquí que vuestros ojos ven y los ojos de mi hermano Benjamín, que -es- mi boca la que os habla.
13. Y le contaréis a mi padre de toda la gloria de Egipto, y de todo lo que habéis visto, y os apuraréis para traer a mi padre hasta acá.
14. Y se abrazó al cuello de su hermano Benjamín y lloró, y Benjamín lloró abrazado a él.
15. Además besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos, y después de eso sus hermanos hablaron con él.
16. + Y la noticia se hizo oír en la casa del Faraón así, Llegaron los hermanos de José. Y el Faraón se complació mucho de ello junto con sus criados.
17. Y el Faraón -le- dijo a José, Dile a tus hermanos, Haced lo siguiente, cargad vuestras bestias, y llegad hasta la tierra de Canaán;
18. Y tomad a vuestro padre con vuestro menaje, y venid hasta donde mí, que yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de las riquezas de la tierra.
19. Ahora os mando que hagáis lo siguiente: tomad carretas de la tierra de Egipto para vuestros pequeñitos y para vuestras esposas, traed a vuestro padre y venid.
20. Además no os preocupéis por vuestras pertenencias pues lo bueno de toda la tierra de Egipto -es- vuestro.
21. Y los hijos de Israel así lo hicieron: José les dio carretas, de acuerdo a la orden del Faraón, y les dio provisión para el camino.
22. A todos ellos les dio y a cada hombre mudas de ropa; pero a Benjamín le dio trescientas -monedas- de plata, y cinco mudas de ropa.
23. Y a su padre envió lo siguiente: diez asnos cargados de cosas buenas de Egipto, y diez burras cargadas de grano, pan y comida para el viaje de su padre.
24. Entonces despidió a sus hermanos, y ellos partieron. Él les dijo, Mirad que no os accidentéis en el camino.
25.+ Y subieron de Egipto, llegando a la tierra de Canaán hasta donde Jacob su padre,
26. Y le contaron, diciendo, José aún -está- vivo, él -es- el gobernador de toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob desfalleció, pues no les creyó.
27. Y le contaron todas las palabras que José les había dicho, y cuando vió las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió,
28. E Israel dijo, Suficiente. José mi hijo aún vive: Iré a verlo antes de morir.
Génesis 44
1. Y le mandó al mayordomo de su casa, diciéndole, Llena los sacos de los hombres de comida, tanto como puedan llevar, y pon las monedas de cada hombre en la boca de su saco.
2. Y pon mi copa, la copa de plata, en la boca del saco del menor, junto con sus monedas para el grano.
3. Tan pronto como amaneció, los hombres fueron despedidos junto con sus asnos.
4. Cuando se habían salido de la ciudad, no muy lejos, José le dijo a su mayordomo, Levántate, sigue a los hombres, y cuando los alcances, diles, ¿Por qué habéis devuelto mal por bien?
5. ¿No -es esta- en la que mi señor bebe, y por la cual por cierto el adivina? Habéis hecho mal al hacerlo así.
6. + Y él los alcanzó, y les habló estas mismas palabras.
7. Y ellos le dijeron, ¿Por qué dice mi señor estas palabras? Dios no permita que tus siervos vayan a hacer tal cosa.
8. Mira que las monedas que encontramos en las bocas de nuestros sacos, las trajimos de nuevo a ti desde la tierra de Canaán: ¿cómo entonces vamos a robar de la casa de tu señor plata u oro?
9. Con quien sea de tus siervos que se encuentre, que muera él y además también seremos esclavos de mi señor.
10. Y él dijo, Ahora pues, -que sea- también de acuerdo a tus palabras: al que se le encuentre será mi criado, y vosotros quedaréis inocentes.
11. Entonces rápidamente cada hombre bajó su saco al suelo, y lo abrió.
12. Y él buscó, comenzando con el mayor y terminando con el menor: y la copa se encontró en el saco de Benjamín.
13. Ellos entonces rasgaron sus vestiduras, cada hombre cargó su asno, y retornaron a la ciudad.
14. + Y Judá y sus hermanos llegaron a la casa de José, porque aún -estaba- allí, y se postraron en tierra delante de él.
15. Y José les dijo, ¿Qué cosa habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo puede adivinar con certeza?
16. Y Judá dijo, ¿Qué vamos a decirle a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿O cómo nos vamos a excusar? Dios ha hallado iniquidad en tus siervos, he aquí que -somos- los criados de mi señor, tanto nosotros como a quien se le halló la copa.
17. Y él dijo, No permita Dios que yo lo vaya a hacer: -más bien- el hombre en cuya mano se encuentre la copa, será mi criado, y acerca de vosotros, levantaos e id en paz hasta donde vuestro padre.
18. + Entonces Judá se le acercó, y dijo, Oh señor mío, te ruego dejes a tu siervo hablar unas palabras a oídos de mi señor, sin que tu ira se encienda contra tu siervo, ya que -eres- incluso como el Faraón.
19. Mi señor le preguntó a sus siervos diciendo, ¿Tenéis un padre o un hermano?
20. Y dijimos a mi señor, Tenemos un padre anciano, y un hijo de su vejez, un pequeñito, cuyo hermano está muerto, y sólo él le queda de su madre, y su padre lo ama.
21. Y dijiste a tus siervos, Traédmelo para que pueda verlo.
22. Y dijimos a mi señor, El muchacho no puede dejar a su padre, porque -si- lo fuera a dejar, -su padre- moriría.
23. Y tu dijiste a tus siervos, A menos que vuestro hermano menor venga con vosotros, no veréis más mi rostro.
24. Y sucedió que cuando llegamos hasta donde tu siervo mi padre, le contamos las palabras de mi señor,
25. Y nuestro padre dijo, Id de nuevo a comprarnos un poco de comida.
26. Y dijimos, no podemos ir; si nuestro hermano menor está con nosotros, bajaremos entonces, porque puede que no veamos el rostro del hombre, a menos que nuestro hermano menor -esté- con nosotros.
27. Y tu siervo mi padre nos dijo, Sabéis que mi esposa me dio a luz dos,
28. Y el uno se fue de mi, y yo dije, Por cierto que ha sido despedazado; y no lo veo desde entonces;
29. Y si también me arrebatáis a este, y una desgracia le acontece, con dolor bajaréis mis canas al sepulcro.
30. Ahora por tanto cuando yo llegue hasta donde tu siervo mi padre, y el muchacho no -esté- con nosotros viendo que su vida depende de la vida del muchacho,
31. Sucederá que cuando vea que el muchacho no -está-, morirá, y tus siervos llevarán las canas de tu siervo nuestro padre con dolor a la tumba.
32. Pues tu siervo se ofreció como garantía para el muchacho, diciendo, Si no te lo traigo, entonces llevaré la culpa delante de mi padre para siempre.
33. Ahora pues te ruego que dejes que tu siervo permanezca como esclavo delante de mi señor en lugar del muchacho, y dejes ir al muchacho con sus hermanos.
34. Porque ¿cómo subiré hasta donde mi padre sin el muchacho? No sea por ventura que vea el mal que le va a sobrevenir a mi padre.
Génesis 43
1. Y la hambruna azotó la tierra.
2. Y sucedió que cuando habían comido el grano que habian traído de Egipto, su padre les dijo, Id de nuevo, y compradnos un poco de comida.
3. Y Judá le habló diciendo, El hombre solemnemente nos protestó diciendo, No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano -esté- con vosotros.
4. Si envías nuestro hermano con nosotros, bajaremos y compraremos comida.
5. Pero si no -lo- envías, no bajaremos, porque el hombre nos dijo, No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano -esté- con vosotros.
6. E Israel dijo, ¿Por qué me tratáis mal al decirle al hombre que aún teníais un hermano?
7. Y ellos -le- dijeron, El hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestro estado y -de- nuestros familiares, diciendo, ¿Aún vive vuestro padre? Tenéis -otro- hermano? Y nosotros le respondimos de acuerdo al curso de estas palabras, ¿podríamos por cierto saber que el -nos- diría, Traed a vuestro hermano?
8. Y Judá -le- dijo a Israel su padre, Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para así vivir y no morir, tanto tú como nosotros, -y- también nuestros pequeños.
9. Yo seré la garantía de él; de mi mano lo demandarás si no te lo traigo, y lo coloco delante de ti, y así llevaré para siempre la culpa,
10. Pues si no fuera porque nos hemos demorado, por cierto que ahora hubiéramos retornado por segunda vez.
11. Y su padre les dijo, Si es así, hacedlo; tomad de los mejores frutos de la tierra en vuestras alforjas, y llevadle al hombre un presente, un poco de bálsamo y un poco de miel, especies, mirra, nueces y almendras,
12. Y tomad el doble de monedas en vuestras manos; las monedas que fueron devueltas en la boca de vuestros sacos, llevadlas de nuevo en vuestras manos, por si acaso fue un olvido.
13. Tomad también a vuestro hermano, y levantaos e id de nuevo a donde el hombre,
14. Y Dios Todopoderoso os otorgue misericordia delante del hombre, para que él pueda liberar a vuestro otro hermano y a Benjamín. Si se me despoja -de mis hijos, que- se me despoje.
15. + Y los hombres tomaron aquel presente, el doble de monedas en sus manos, y a Benjamín, y se levantaron y bajaron a Egipto, y se pararon delante de José.
16. Y cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo al encargado de su casa, Lleva a los hombres a casa, y mata -un animal- y alístalo, porque estos hombres van a comer conmigo al mediodía.
17. Y el hombre hizo como José le indicó y el hombre llevó a los hombres a la casa de José.
18. Y los hombres tuvieron miedo al ser llevados a la casa de José, y dijeron, Por las monedas que fueron devueltas en nuestros sacos la primera vez, somos traídos hasta aquí, y así él poder encontrar motivo contra nosotros, caer sobre nosotros, y tomarnos como prisioneros junto con nuestros asnos.
19 . Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y charlaron con él a la puerta de la casa,
20. Y -le- dijeron, Oh señor, en realidad vinimos la primera vez a comprar comida,
21. Y sucedió que cuando entramos al hostal, abrimos nuestros sacos, y hallamos las monedas de -cada- hombre en la boca de su saco, nuestras monedas con todo su peso, y lo hemos traído de nuevo en nuestra mano.
22. Y hemos traído otras monedas en nuestras manos para comprar comida: no podemos saber quién puso nuestras monedas en los sacos.
23. Y él dijo, Paz a vosotros, no temáis: vuestro Dios, y el Dios de vuestro padre, ha puesto -un- tesoro en vuestros sacos. Yo tuve vuestras monedas. Y trajo a Simeón hasta donde ellos.
24. Y el hombre llevó a los hombres hasta la casa de José, -les- dio agua, y se lavaron los pies, y le dio forraje a sus asnos.
25. Y arreglaron el presente para cuando José llegara al mediodía, pues escucharon que iban a comer allí.
26. + Y cuando José llegó a casa, ellos le llevaron el presente en sus manos, y se le inclinaron a tierra.
27. Y los saludó, y dijo, ¿-Está- bien vuestro padre, el anciano de quien hablasteis? ¿Está aún vivo?
28. Y ellos respondieron, Tu siervo nuestro padre está con buena salud, y aun está vivo. E inclinaron sus cabezas e hicieron venia.
29. Y él levantó sus ojos y vio a su hermano Benjamín, el hijo de su madre, y dijo, ¿Es este vuestro hermano menor de quien me hablasteis? Y dijo, Que Dios muestre su gracia para contigo hijo mío.
30. Y José -salió- apresurado, porque extrañaba entrañablemente a su hermano, y buscó llorar, y entró a la recámara, y lloró allí.
31. Y lavó su rostro, salió, se controló, y dijo, Poned la comida.
32. Y la pusieron para que se sirviera, y a ellos para que se sirvieran, y a los Egipcios que comían con él para que se sirvieran, porque los Egipcios no podían comer con los Hebreos, ya que -era- una abominación para los Egipcios.
33. Y se sentaron delante de él, el mayor de acuerdo a su primogenitura, y el menor de acuerdo a su juventud, y los hombres se maravillaban entre sí.
34. Y tomó viandas para ellos de las de él, pero la vianda de Benjamín era cinco veces la de cualquiera de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.
Génesis 42
1. Ahora pues, cuando Jacob vio que había grano en Egipto, Jacob -le- dijo a sus hijos, ¿Por qué os miráis entre vosotros?
2. Y -les- dijo, He aquí que he escuchado que hay grano en Egipto, bajad hasta allá y compradnos de allá para que podamos vivir, y no morir.
3. + Y los diez hermanos de José bajaron a comprar grano en Egipto.
4. Pero a Benjamín, el hermano de José, Jacob no lo envió con sus hermanos, pues dijo, No sea que por ventura una desgracia le acontezca.
5. Y los hijos de Israel llegaron a comprar entre aquellos que venían, ya que había hambruna en la tierra de Canaán.
6. Y José el gobernador de la tierra -le- vendía a toda la gente de la tierra: y los hermanos de José vinieron y se inclinaron delante de él rostro en tierra.
7. Y José vio a sus hermanos y los reconoció, pero se hizo el extraño ante ellos, y les habló rudamente, diciéndoles, ¿De dónde venis? Y ellos -le- dijeron, De la tierra de Canaán a comprar comida.
8. Y José reconoció a sus hermanos, mas ellos no.
9. Y José recordó los sueños que tuvo con ellos, y les dijo, Sois espías; para ver la desnudez de la tierra habéis venido.
10. Y ellos le dijeron, No, mi señor, sólo a comprar comida han venido tus siervos.
11. -Somos- todos hijos de un hombre; -somos hombres- honestos, tus siervos no son espías.
12. Y les dijo, No, sólo para ver la desnudez de la tierra habéis venido.
13. Y ellos -le- dijeron, Tus siervos -somos- doce hermanos, los hijos de un hombre en la tierra de Canaán, y, he aquí que el más joven -está- hoy con nuestro padre, y uno no -está-.
14. Y José le dijo a ellos, Por eso es que os dije que -sois- espías:
15. Por esto seréis probados: Por la vida del Faraón no saldréis de aquí, a menos que vuestro hermano menor venga hasta acá.
16. Enviad uno de vosotros, y que traiga a vuestro hermano, y seréis puestos en prisión para que vuestras palabras puedan ser probadas, si es que -hay- verdad en vosotros: de otra manera, por la vida del Faraón por seguro que -sois- espías.
17. Y los puso a todos juntos en la cárcel por tres días.
18. Y al tercer día José les dijo, Haced lo siguiente y viviréis, -pues- yo temo a Dios:
19. Si sois -hombres- honrados, que uno de vuestros hermanos se quede en prisión: id, llevad el grano para la hambruna de vuestras casas,
20. Pero traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas y no muráis. Y así lo hicieron.
21. + Y se decían entre sí, -Somos- bien culpables por lo de nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma, cuando nos rogaba y no lo escuchamos; es por esto que esta angustia nos ha sobrevenido.
22. Y Rubén les respondió diciendo, ¿No os hablé yo diciendo, No pequéis contra el niño, y no quisísteis escuchar? Por tanto he aquí que su sangre también se solicita.
23. Y ellos no sabían que José entendía; pues les hablaba por un intérprete.
24. Y el se volteó -retirándose- de ellos, y lloró; y volvió de nuevo a ellos, charló con ellos, tomó de ellos a Simeón y lo apresó a la vista de ellos.
25.+ Entonces José mandó que llenaran sus sacos de grano, y que pusieran de vuelta las monedas de cada hombre en sus saco, junto con provisiones para el camino; y así les hizo a ellos.
26. Y cargaron sus asnos con el grano y partieron de allí.
27. Y cuando uno de ellos abrió su saco para darle de comer a su asno en el hostal, vio sus monedas, pues he aquí que estaban en la boca del saco.
28. Y le dijo a sus hermanos, Me devolvieron las monedas; y mirad, -están- incluso en mi saco: y sus corazones desfallecían, y tenían miedo diciéndose entre sí, ¿Qué nos -está- haciendo Dios?
29. + Y llegaron a donde Jacob su padre a la tierra de Canaán, y le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo,
30. El hombre, el señor de la tierra, nos habló rudamente, y nos tomó por espías en el país.
31. Y nosotros le dijimos, -somos hombres- honestos, y no espias;
32. -somos- doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no -está-, y el menor -está- hoy día con nuestro padre en la tierra de Canaán.
33. Y el hombre, el señor de país, nos dijo, Por esto sabré que -sois- honestos: dejad uno de vuestros hermanos conmigo, y tomad -comida para- la hambruna de vuestras casas, e idos.
34. Y traedme a vuestro hermano menor: entonces sabré que no -sois- espías, sino -hombres-honestos, os entregaré a vuestro hermano, y traficaréis en la tierra.
35. + Y sucedió que mientras vaciaban sus sacos, he aquí el paquete de monedas de cada hombre -estaba- en su saco: y cuando tanto ellos como su padre vieron los paquetes de monedas, tuvieron miedo.
36. Y Jacob su padre les dijo a ellos, Me habéis privado -de mis hijos-: José no -está-, Simeón no -está- y os llevaréis a Benjamín: todo esto está en mi contra.
37. Y Rubén -le- habló a su padre diciendo, Mata a mis dos hijos, si no te lo traigo a ti: entrégamelo en mis manos y yo te lo traeré de nuevo.
38. Y él dijo, Mi hijo no bajará con vosotros, porque su hermano está muerto, y él se ha quedado solo: y si en el camino que toméis le sobreviene una desgracia, con dolor entonces llevaréis mis canas al sepulcro.
Génesis 41
1. Y aconteció que al final de dos años enteros el Faraón soñó: y he aquí que se paraba junto al rio.
2. Y, he aquí que del río salían siete vacas gordas y bien favorecidas que se alimentaban en una pradera.
3. Y he aquí, otras siete vacas salían del río después de ellas, flacas y mal favorecidas; y se quedaban al lado de las -otras- vacas al borde del río.
4. Y las vacas flacas y mal favorecidas se comían a las siete vacas gordas y bien favorecidas. De forma tal que el Faraón se despertó.
5. Y se durmió y soñó la segunda vez: y he aquí que siete mazorcas de maíz gruesas y buenas salían de una caña.
6. Y, he aquí, que siete mazorcas delgadas y golpeadas por el viento del este, brotaron después de ellas.
7. Y las siete mazorcas delgadas devoraron a las siete mazorcas gruesas y llenas. Y el Faraón se despertó, y mirad -que era- un sueño.
8. Y sucedió que en la mañana su espíritu se atribuló; y envió y llamó a todos los magos de Egipto, y a todos los hombres sabios también, y el Faraón les contó su sueño; pero -no había- nadie que pudiera interpretárselos al Faraón.
9. + Entonces el mayordomo jefe le habló al Faraón diciendo, Recuerdo mis faltas este día:
10. El Faraón estaba airado con sus criados, y me puso en el pabellón de la casa del capitán de la guardia, tanto a mi como al panadero jefe:
11. Y una noche tuvimos un sueño -tanto- él -como- yo; soñamos -y- cada uno -se preguntaba acerca de- la interpretación de su sueño.
12. Y -estaba- con nosotros un joven Hebreo, criado del capitán de la guardia; le contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, a cada hombre de acuerdo con su sueño, él -se lo- interpretó.
13. Y aconteció que como él nos -los- interpretó así fue. A mí él me restauró a mi oficio, y a él él lo colgó.
14. + Entonces el Faraón llamó y envió por José, y lo trajeron prontamente del calabozo: y él -se- afeitó, se cambió de vestidos, y vino hasta donde el Faraón.
15. Y el Faraón -le- dijo a José, tuve un sueño y no -hay- nadie que lo pueda interpretar, y he escuchado -lo que- dicen de ti, -que- puedes entender un sueño e interpretarlo.
16. Y José -le- respondió al Faraón diciendo, No -está- en mí -el intepretar-. Dios le dará al Faraón una respuesta de paz.
17. Y el Faraón -le- dijo a José, En mi sueño, he aquí que yo me paraba a la orilla del río:
18. Y mira que salían del río siete vacas gruesas y bien favorecidas, que se alimentaban en una pradera.
19. Y he aquí que otras siete vacas salieron después de ellas, pobres, flacas y mal favorecidas, cual nunca vi en toda la tierra de Egipto en tal mal estado:
20. Y las vacas flacas y mal favorecidas se comían a las primeras siete vacas gordas.
21. Y cuando se las hubieron comido, no se podía saber que se las habían comido, sino que aún -seguían- mal favorecidas como al principio. Entonces me desperté.
22. Y veía en mi sueño, y he aquí que siete mazorcas salían de un tallo, llenas y buenas.
23. Y mira que siete mazorcas secas, delgadas y golpeadas por el viento del este brotaron después de estas.
24. Y las mazorcas delgadas devoraban a las siete buenas; y le conté a los magos pero ninguno pudo declarármelo a mí.
25. + Y José -le- dijo al Faraón, El sueño del Faraón es uno: Dios le ha mostrado al Faraón lo que -está- a punto de hacer.
26. Las siete vacas buenas -son- siete años, y las siete mazorcas buenas -son- siete años. El sueño es uno.
27. Y las siete vacas delgadas y mal favorecidas que salieron después de ellas -son- siete años; y las siete mazorcas vacías y golpeadas por el viento del este serán siete años de hambruna.
28. El siguiente es el asunto que le he hablado al Faraón: Lo que Dios -está- a punto de hacer se lo dió a conocer al Faraón.
29. He aquí que vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.
30. Y se levantarán después de ellos siete años de hambruna; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto; y la hambruna consumirá la tierra.
31. Y la abundancia no se conocerá en la tierra por causa de esa siguiente hambruna, pues -será- grave.
32. Y porque el sueño le fue dado al Faraón dos veces, -es- porque el asunto está establecido por Dios, y Dios pronto lo hará ocurrir.
33. Ahora pues que el Faraón busque un hombre discreto y sabio, y colóquelo sobre la tierra de Egipto.
34. Que el Faraón haga -aquello-, nombre oficiales a cargo de la tierra, y tome posesión de la quinta parte de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia.
35. Que reúnan toda la comida que venga de esos buenos años, acumulen grano bajo la mano del Faraón, y guarden comida en las ciudades.
36. Y esa comida se volverá almacén para la tierra, para cuando vengan los siete años de hambruna que va a haber en la tierra de Egipto, y así la región no perezca debido al hambre.
37. + Y el asunto se vio bien a los ojos del Faraón, y a los ojos de todos sus siervos.
38. Y el Faraón le dijo a sus siervos, ¿Podemos encontrar un hombre como este en quien el Espíritu de Dios -esté-?
39. Y el Faraón -le- dijo a José, Y así como Dios te ha mostrado todo esto, tampoco -hay- nadie tan discreto ni tan sabio como tú.
40. Tú estarás a cargo de mi casa, y de acuerdo a tu palabra todo mi pueblo será gobernado; en el trono sólo yo seré mayor que tú.
41. Y el Faraón dijo a José, Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
42. Y el Faraón se quitó el anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo vistió con vestiduras de lino fino, y le colocó una cadena de oro sobre su cuello.
43. Y le hizo utilizar el segundo carruaje que él tenía; y exclamaban delante de él, Inclinad la rodilla, y lo hizo a él -gobernante- sobre toda la tierra de Egipto.
44. Y el Faraón -le- dijo a José, Yo soy el Faraón, y sin tu -permiso- ningún hombre moverá un dedo o un pie en toda la tierra de Egipto.
45. Y el Faraón llamó a José por nombre Zafnat-panea, y le dio por esposa a Asenat, la hija de Potifera, el sacerdote de On. Y José viajaba por la tierra de Egipto.
46. Y José era de treinta años de edad cuando permaneció de pie delante del Faraón rey de Egipto. Y José salía de la presencia del Faraón, y andaba por toda la tierra de Egipto.
47. Y en los siete años prósperos la tierra produjo a borbotones.
48. Y él reunió toda la comida de los siete años que hubo en la tierra de Egipto, y acumuló la comida en las ciudades: la comida del campo que rodeaba cada ciudad la acumulaba en la misma.
49. Y José reunió grano como la arena del mar, por cantidades, hasta que dejó de contar, pues era incontable.
50. Y a José le nacieron dos hijos antes de que llegaran los años de hambruna, los cuales Asenat la hija de Potifera sacerdote de On, le dio a luz a él.
51. Y José llamó al primogénito por nombre Manasés: Pues Dios me ha hecho olvidar de todos mis trabajos y de toda la casa de mi padre.
52. Y al segundo lo llamó Efraín: Pues Dios ha hecho que yo sea productivo en la tierra de mi aflicción.
53. + Y los siete años de prosperidad que hubo en la tierra de Egipto se acabaron.
54. Y los siete años de escasez empezaron a llegar, de acuerdo a lo que José había dicho: y la escasez ocurrió en todas las tierras, pero en la tierra de Egipto había pan.
55. Y cuando toda la tierra de Egipto se debilitó, la gente le clamó al Faraón por pan, y el Faraón le dijo a todos los Egipcios, Vayan donde José, -y- hagan lo que él diga.
56. Y la hambruna se halló en toda la faz de la tierra: Y José abrió todos los depósitos, y le vendió a los Egipcios, y la hambruna empeoraba en la tierra de Egipto.
57. Y todos los países vinieron a Egipto a donde José a comprar; porque la hambruna fue aguda en todas las tierras.
Génesis 40
1. Y sucedió que después de estas cosas, el copero del rey de Egipto y -su- panadero ofendieron a su señor el rey de Egipto.
2. Y el Faraón se airó con dos -de- sus oficiales, con el jefe de los mayordomos y con el jefe de los panaderos.
3. Y los puso en el pabellón en la casa del capitán de la guardia, en la prisión donde José -estaba- encerrado.
4. Y el capitán de la guardia se los encargó a José, y él les servía, y ellos continuaron por una temporada en el pabellón.
5. + Y ambos tuvieron un sueño cada uno, una noche, -y- cada hombre -se preguntaba por- la interpretación de su sueño, el mayordomo y el panadero del rey de Egipto encerrados en la prisión.
6. Y José vino a ellos en la mañana, y los observó y he aquí que -estaban- tristes.
7. Y él le preguntó a los oficiales del Faraón que -estaban- con él en el pabellón de la casa de su señor, diciendo, ¿Por qué os veis -tan- tristes hoy?
8. Y ellos le dijeron, Tuvimos un sueño sin intérprete. Y José les dijo, ¿No le -pertenecen- las interpretaciones a Dios? Contádmelos, os ruego.
9. Y el mayordomo jefe le contó sus sueño a José, y le dijo, En mi sueño, he aquí una viña delante mío.
10. Y en la viña tres ramas, y como si retoñara, sus retoños salieron, y los racimos entonces produjeron uvas maduras,
11. Y la copa del Faraón en mi mano, y Yo tomé las uvas, y las apreté en la copa del Faraón, y entregué la copa en la mano del Faraón.
12. Y José le dijo, Esta es la interpretación: Las tres ramas, tres días:
13. Sin embargo en tres días el Faraón levantará tu cabeza, y te restaurará a tu lugar: y tú le servirás la copa al Faraón en su mano, de la manera anterior, -como- cuando eras su mayordomo.
14. Pero piensa en mí cuando te esté yendo bien, te ruego que me muestres bondad, y hagas mención de mí al Faraón para que me saque de esta casa:
15. Pues en verdad fui arrebatado de la tierra de los Hebreos, y aquí tampoco he hecho nada para que me deban poner en el calabozo.
16. Cuando el panadero jefe vio que la interpretación era buena, le dijo a José, Yo también -estaba- en mi sueño, y he aquí tres canastas blancas en mi cabeza:
17. Y en la canasta superior toda clase de bizcochos para el Faraón, y los pájaros se los comieron de la canasta sobre mi cabeza.
18. Y José respondió y dijo, Esta es por tanto la interpretación: Las tres canastas, tres días:
19. Aun en tres dias el Faraón levantará tu cabeza te la retirará, y te colgará en un árbol, y los pájaros se comerán tu carne.
20. + Y sucedió que al tercer día, -el cual era- el cumpleaños del Faraón, él hizo una fiesta para todos sus criados, y levantó la cabeza del copero jefe y del panadero jefe de entre sus siervos.
21. Y restauró al copero jefe a su mayordomía otra vez; y él puso la copa en la mano del Faraón.
22. Pero colgó al panadero jefe, como José les había interpretado.
23. Aun así el mayordomo jefe no se acordó de José, sino que lo olvidó.
Génesis 39
1. Y José fue traído a Egipto; y Potifar, un oficial capitán de la guardia, Egipcio, lo compró de manos de los Ismaelitas que lo habían llevado hasta allí.
2. Y el SEÑOR estaba con José, y fue un hombre próspero, y estuvo en la casa de su amo el Egipcio.
3. Y su amo vio que el SEÑOR -estaba- con él, y que el SEÑOR hacía que todo lo que él hiciera prosperara en sus manos.
4. Y José halló gracia ante sus ojos, y le sirvió, y lo hizo supervisor de su casa, y puso todo lo -que-tenía en sus manos.
5. Y aconteció que desde el momento en el -que- él lo hizo supervisor de su casa y de todo lo que tenía, el SEÑOR bendijo la casa del Egipcio por causa de José, y la bendición del SEÑOR estaba sobre todo lo que tenía en la casa y en el campo.
6. Y él dejaba todo lo que tenía en manos de José; y no conocía nada de lo que tenía, salvo del pan que comía. Y José era bueno y bien favorecido.
7. + Y Sucedió que después de estas cosas, la esposa de su amo puso sus ojos en José, y le dijo, Acuéstate conmigo.
8. Pero él rehusó, y le dijo a la esposa de su amo, Mira que mi amo no sabe qué -hay- conmigo en la casa, y ha puesto todo lo que tiene en mis manos.
9. No hay nadie más grande en esta casa que yo, tampoco me ha retenido nada salvo a ti, pues -eres- su esposa; ¿cómo entonces podré realizar esta gran maldad y pecado en contra de Dios?
10. Y sucedió que cuando ella le hablaba a José día tras día, él no le hacía caso de acostarse a su lado -o- estar con ella.
11. Y aconteció que por este tiempo -José- entró a la casa a realizar sus negocios, y ninguno de los hombres de la casa -estaba- adentro.
12. Y ella lo cogió de su manto, diciéndo-le-, Acuéstate conmigo: y él dejó el manto en sus manos, y salió huyendo.
13. Y sucedio que cuando ella vio que había dejado el manto en su mano y huído,
14. Llamó a los hombres de su casa, y les habló diciendo, Mirad que él nos trajo un hebreo para que se burlara de nosotros; él vino hasta mí para acostarse conmigo, y yo grité a viva voz,
15. Y sucedió que cuando escuchó que yo levantaba la voz y gritaba, dejó su manto conmigo y salió huyendo.
16. Y ella puso el manto a su lado, hasta que el amo de él llegó a casa.
17. Y ella le habló con estas palabras diciendo, El criado Hebreo que nos trajiste vino a mí para burlarse de mí.
18. Y sucedió que cuando yo levanté mi voz y grité, él dejó su manto conmigo y huyó.
19. Y aconteció que cuando el amo de él oyó las palabras de su esposa que le hablaba diciendo, De esta manera tu criado me trató, se encendió en ira.
20. Y el amo de José lo tomó y lo puso en prisión, en un lugar donde -se- encerraban a los prisioneros del rey.
21. + Pero el SEÑOR estuvo con José, y le mostró misericordia, dándole gracia a los ojos del guarda de la prisión.
22. Y el guarda de la prisión puso en manos de José todos los reos de la cárcel; y él era el encargado de todo lo que ellos hacían allí.
23. El guarda de la prisión no se percataba de nada de lo -que estaba a- su cargo, porque el SEÑOR estaba con él, y -lo que fuera- que él hiciera el SEÑOR lo hacía prosperar.
Génesis 38
1. Y sucedió en ese tiempo, que Judá bajó de donde sus hermanos, y se quedó donde cierto Adulamita, de nombre Hira.
2. Y Judá vió allí a una hija de cierto Cananeo, de nombre Súa, y la tomó, y se allegó a ella.
3. Y ella concibió, y dió a luz a un hijo, y él le puso por nombre Er.
4. Y ella concibió de nuevo, y dió a luz a un hijo, y ella le puso por nombre Onán.
5. Y aún concibió una vez más, y dio a luz a un hijo, y le puso por nombre Sela, y él estaba en Quezib cuando ella lo dio a luz.
6. Y Judá tomó una esposa para Er su primogénito, cuyo nombre -era- Tamar.
7. Y Er, el primogénito de Judá, fué malvado ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR lo mató.
8. Y Judá -le- dijo a Onán, Allégate a la esposa de tu hermano, y cásate con ella, y levanta simiente para tu hermano.
9. Y Onán sabía que la simiente no iba a ser de él, y sucedió que cuando él se allegaba a la esposa de su hermano, que él derramaba en el suelo, no fuera que le fuera a dar -de su- simiente a su hermano.
10. Y aquello que hizo le desagradó al SEÑOR: por tanto también lo mató.
11. Entonces Judá le dijo a Tamar su nuera, Quédate viuda en la casa de tu padre, hasta que Sela mi hijo haya crecido: porque dijo, no sea que por ventura él también muera como sus hermanos. Y Tamar fue y habitó en la casa de su padre.
12. + Y con el transcurrir del tiempo la hija de Súa, esposa de Judá murió; y Judá fué consolado y subió hasta donde sus trasquiladores a Timnat, él y su amigo Hira el Adulamita.
13. Y a Tamar se le dijo, He aquí que tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas.
14. Y ella se quitó sus prendas de viuda, se cubrió con un velo, se vistió y se sentó en un lugar abierto camino a Timnat; pues veía que Sela había crecido y ella no había sido dada a él como esposa.
15. Cuando Judá la vio, pensó -que era- una ramera, pues se había cubierto el rostro.
16. Y él se volvió a ella en el camino, y -le- dijo, Vamos, te ruego, déjame allegarme a ti; (pues no sabía que -era- su nuera.) Y ella dijo, ¿Qué me darás para poder allegarte a mí?
17. Y él -le- dijo, -Te- daré un cabrito del rebaño. Y ella -le- dijo, ¿-Me- darás una prenda hasta que -me lo- envíes?
18. Y él -le- dijo, ¿Qué prenda te voy a dar? Y ella -le- dijo, Tu anillo de sello, tus brazaletes y el cayado de tu mano. Y él se -los- dio, y se allegó a ella, y ella concibió de él.
19. Y ella se levantó, y partió, hizo a un lado su velo, y se colocó las prendas de su viudez.
20. Y Judá envió el cabrito por medio de su amigo el Adulamita, para recibir -su- prenda de la mano de la mujer, pero él no la encontró.
21. Entonces preguntó a los hombres de ese lugar, diciendo, ¿Dónde -está- la ramera que -estaba- en público a la vera del camino? Y ellos le dijeron, No había ramera en este -lugar-.
22. Y él volvió a donde Judá, y -le- dijo, No la pude encontrar; y además los hombres del lugar dijeron, Aquí no hay ramera.
23. Y Judá dijo, Que se quede con ello, no sea que nos avergüence; mira que -le- envié este cabrito, y no la encontraste.
24. + Y sucedió que tres meses después se le dijo así a Judá, Tamar tu nuera se hizo pasar por una ramera, y además, mira que -está- preñada por la prostitución. Y Judá dijo, Traedla, y que sea quemada.
25. Cuando fue traída -a él-, le envió -unos objetos- a su suegro, diciendo, Por el hombre de quien -son- estos -objetos, estoy- preñada; y ella dijo, Discierne, te ruego, de quién -son-, el anillo de sello, los brazaletes y el cayado.
26. Y Judá reconoció y dijo, Ella ha sido más justa que yo; pues no se la di a Sela mi hijo. Y él no la conoció más de nuevo.
27. + Y aconteció que en el momento de su parto, he aquí -había- gemelos en su vientre.
28. Y sucedió que cuando paría, salió una mano, y la partera tomó y ató a su mano un hilo escarlata, diciendo, Este salió primero.
29. Y aconteció que mientras metía su mano, he aquí su hermano salió: y ella dijo, ¿Cómo irrumpiste? Sobre ti -está esta- brecha: por eso su nombre fue Fares.
30. Y más tarde salió su hermano, el que tenía el hilo escarlata sobre su mano, y su nombre fue Zara.
Génesis 37
1. Y Jacob habitó en la tierra donde su padre fue extranjero, en la tierra de Canaán.
2. Estas son las generaciones de Jacob. José, de diecisiete años de edad, estaba dándole de comer al rebaño con sus hermanos, y el muchacho -estaba- con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, las esposas de su padre, y José le llevó a su padre un mal reporte de ellos.
3. Ahora pues Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque él -era- el hijo de su vejez, y le hizo un abrigo de colores.
4. Y cuando sus hermanos vieron que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, lo odiaron, y no podían hablarle de manera pacífica.
5. + Y José tuvo un sueño, y -se lo- contó a sus hermanos, -mas- ellos lo odiaron aún más -por esto.
6. Y él les dijo, Escuchad, os ruego este sueño que he tenido:
7. Porque he aquí que -estábamos- amarrando gavillas en el campo, y mirad que mi gavilla se levantó, y además se mantuvo derecha, y he aquí que vuestras gavillas se pararon alrededor, y le hicieron reverencia a mi gavilla.
8. Y sus hermanos le dijeron, ¿De veras vas a reinar sobre nosotros? O ¿de veras vas a gobernarnos? Y lo odiaron aún más por sus sueños y por sus palabras.
9. + Y él tuvo aún otro sueño, y se lo contó a sus hermanos, diciendo, He aquí que tuve un sueño más, y mirad que el sol y la luna y las once estrellas me hacían reverencia.
10. Y se -lo-contó a su padre, y a sus hermanos, y su padre lo reprendió, le dijo, ¿Qué -fue- ese sueño que tuviste? ¿Será que yo, tu madre y tus hermanos de veras llegaremos a postrarnos en tierra delante tuyo?
11. Y sus hermanos lo envidiaron, pero su padre guardó lo dicho.
12. + Y sus hermanos fueron a apacentar al rebaño de su padre en Siquem.
13. E Israel le dijo a José, ¿No apacientan tus hermanos -al rebaño- en Siquem? Ven que te enviaré a donde ellos. Y él le dijo, Aquí estoy.
14. Y él le dijo, Vé, te ruego, y mira si a tus hermanos y al rebaño les va bien, y tráeme de nuevo noticias. Entonces lo envió desde el valle de Hebrón, y llegó a Siquem.
15. + Y cierto hombre lo encontró, y he aquí que -estaba- deambulando por el campo, y el hombre le preguntó diciendo, ¿Qué buscas?
16. Y él -le- dijo, busco a mis hermanos: Te ruego que me digas dónde apacientan -sus rebaños-.
17. Y el hombre -le- dijo, Partieron de aquí, porque les escuché decir, Vayamos a Dotán. Y José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
18. Y cuando lo vieron -desde- lejos, aún antes de que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo.
19. Y se dijeron entre ellos, Mirad, que viene el soñador.
20. Venid por tanto ahora, y matémoslo, y lancémoslo a algún pozo, y digamos, Una bestia salvaje lo devoró, y veremos en qué se convertirán sus sueños.
21. Y Rubén escuchó, y lo libró de las manos de ellos, diciendo, No lo matemos.
22. Y Rubén les dijo, No derramemos sangre, -sino- echémoslo dentro de este pozo que -está- en el yermo, y no pongamos -nuestra- mano sobre él. Así intentó librarlo de las manos de ellos, para -así- entregarlo a su padre otra vez.
23. + Y aconteció que cuando José estaba acercándose a sus hermanos, ellos lo despojaron de su abrigo de colores que tenía puesto.
24. + Y tomaron a José y lo echaron dentro de un pozo, y el pozo -estaba- vacío, -y- no -había- agua en él.
25. Y cuando se sentaron a comer pan, levantaron sus ojos y miraron y contemplaron una compañía de Ismaelitas que venía de Gilead con sus camellos cargando especies, bálsamos y mirra, bajando con su encargo a Egipto.
26. Y Judá -le- dijo a sus hermanos, ¿Qué provecho -hay- con matar a nuestro hermano y esconder su sangre?
27. Venid y vendámoslo a los Ismaelitas, y no le pongamos la mano; porque él -es- nuestro hermano y nuestra carne. Y sus hermanos quedaron contentos.
28. Pasaban entonces cerca mercaderes Madianitas, y ellos sacaron y alzaron a José del pozo, y lo vendieron a los Ismaelitas por veinte -piezas- de plata: y trajeron a José a Egipto.
29. + Y Rubén retornó al pozo, y he aquí que José no -estaba- en él. Y se rasgó sus vestidos.
30. Y retornó a sus hermanos y dijo, El niño no -está-; ¿y yo, a dónde iré?
31. Y tomaron el abrigo de José, mataron un cabrito de las cabras, y mojaron el abrigo en la sangre.
32. Y enviaron el abrigo de colores y -lo- trajeron a su padre, diciendo, Encontramos esto: -re-conoce ahora si -es- el abrigo de tu hijo o no.
33. Y él lo -re-conoció y dijo, -Es- el abrigo de mi hijo; una bestia malvada lo devoró; sin duda José fué destrozado.
34. Y Jacob rasgó sus vestidos, se puso cilicio sobre sus lomos, y lamentó a su hijo por muchos días.
35. Y todos sus hijos e hijas se levantaban para consolarlo; pero él rehusaba ser consolado, y decía, Porque bajaré lamentándome hasta el sepulcro, hasta donde mi hijo. Así su padre lo lloró.
36. Y los Madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, un oficial y capitán de la guardia del Faraón.
Génesis 36
1. Ahora pues, estas son las generaciones de Esaú, quien es Edom.
2. Esaú tomó sus esposas de las hijas de Canaán; Ada, hija de Elón el Heteo, y Aholibama hija de Aná hija de Zibeón el Heveo.
3. Y Basemat hija de Ismael, -y- hermana de Nebaiot.
4. Y Ada le dió a luz a Esaú a Elifaz; y Basemat dió a luz a Reuel.
5. Y Aholibama dio a luz a Jeús, Jaalam y Coré. Estos son los hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán.
6. Y Esaú tomó a sus esposas, a sus hijos e hijas y a todas las personas de su casa con su ganado y todas sus bestias y todas las pertenencias que tenía en la tierra de Canaán, y entró al país -saliendo- de la faz de su hermano Jacob.
7. Pues las riquezas de ellos eran más de lo que podían -tener- para habitar juntos; y la tierra donde ellos eran extranjeros no los podía tener debido a su ganado.
8. Así habitó Esaú en el monte de Seir: Esaú es Edom.
9. Y estas -son- las generaciones de Esaú el padre de los Edomitas en el monte Seir:
10. Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz el hijo de Ada la esposa de Esaú, Reuel el hijo de Basemat la esposa de Esaú.
11. Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz.
12. Y Timna fue concubina de Elifaz el hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Elifaz a Amalec; estos fueron los hijos de Ada la esposa de Esaú.
13. Y estos -son- los hijos de Reuel: Nahat, Zera, Sama y Miza; estos fueron los hijos de Basemat la esposa de Esaú.
14. + Y estos fueron los hijos de Aholibama la hija de Aná, la hija de Zibeón, esposa de Esaú. Y ella le dió a luz a Esaú, Jeú, Jaalam y Coré.
15. + De los hijos de Esaú estos -fueron- duques: los hijos de Elifaz el primogénito de Esaú: el duque Temán, el duque Omar, el duque Zefo, el duque Cenaz.
16. El duque Coré, el duque Gatam y el duque Amalec; estos -son- los duques -que salieron- de Elifaz en la tierra de Edom; estos -fueron- los hijos de Ada.
17. + Y estos -son- los hijos de Reuel el hijo de Esaú: el duque Nahat, el duque Zerah, el duque Sama, y el duque Miza: estos -son- los duques -que vinieron- de Reuel en la tierra de Edom; estos -son- los hijos de Basemat la esposa de Esaú.
18. + Y estos -son- los hijos de Aholibama la esposa de Esaú: el duque Jeús, el duque Jaalám, el duque Coré; estos fueron los duques -que vinieron- de Aholibama la hija de Aná, la esposa de Esaú.
19. Estos -son- los hijos de Esaú, que es Edom, y estos -son- sus duques.
20. + Estos -son- los hijos de Seir el Horeo, que habitó la tierra: Lotán, Sobal, Sibeón, Aná.
21. Disón, Ezer y Disán; estos son los duques de los Horeos, los hijos de Seir en la tierra de Edom.
22. Y los hijos de Lotán fueron Hori y Hemám, y la hermana de Lotán -fue- Timna.
23. Y los hijos de Sobal -fueron- estos: Alván, Manahat, Ebal, Sefo y Onám.
24. Y estos -son- los hijos de Zibeón: tanto Aja como Aná, este -fue aquel- Aná que encontró las mulas en el desierto mientras alimentaba a los asnos de Zibeón su padre.
25. Y los hijos de Aná -fueron- estos; Disón y Aholibama la hija de Aná.
26. Y estos -son- los hijos de Disón; Hemdán, Esbán, Itrán y Querán.
27. Los hijos de Ezer -son- estos: Bilhán, Zaaván y Acán.
28. Los hijos de Disán -son- estos: Uz y Arán.
29. Estos -son- los duques -que vinieron- de los Horeos: el duque Lotán, le duque Sobal, el duque Zibeón y el duque Aná.
30. El duque Disón, el duque Ezer, y el duque Disán: estos -son- los duques -que vinieron- de Hori, entre los duques de ellos en la tierra de Seir.
31. + Y estos-son- los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes de que reinara algún rey sobre los hijos de Israel.
32. Y Bela, el hijo de Beor reinó en Edom: y el nombre de su ciudad -fue- Dinaba.
33. Y Bela murió, Jobab el hijo de Zera de Bosra reinó en su lugar.
34. Y Jobab murió, y Husam de la tierra de Temán reinó en su lugar.
35. Y Husam murió, y Hadad el hijo de Bedad, el que mató a Madián en el campo de Moab, reinó en su lugar: y el nombre de su ciudad -fue- Avit.
37. Y Samlam murió, y Saúl de Rehobot al lado del río reinó en su lugar.
38.Y Saúl murió, y Baal-hanán el hijo de Acbor reinó en su lugar.
39.Y Baal-hanán el hijo de Acbor murió, y Hadar reinó en su lugar: y el nombre de su ciudad -fue- Pau; y su esposa se llamó Mehetabel, la hija de Matred, la hija de Mezaab.
40. Y estos -son- los nombres de los duques -que vinieron- de Esaú, de acuerdo a sus familias y según sus lugares por sus nombres: duque Timna, duque Alva, duque Jeted,.
41. Duque Aholibama, duque Ela, duque Pinón.
42. Duque Cenaz, duque Temán, duque Mibzar.
43. Duque Magdiel y duque Iram. Estos -son- los duques de Edom, de acuerdo a sus habitaciones en la tierra de su posesión: él -es- Esaú, el padre de los Edomitas.