1. Sed seguidores míos, así como yo también -lo soy- de Cristo.
2. Ahora pues os alabo hermanos, porque me recordáis en todas lass cosas, y guardáis las ordenanzas tal como os -las- entregué.
3. Pero quiero haceros saber que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer -es- el hombre, y la cabeza de Cristo -es- Dios.
4. Todo hombre que ore o profetice teniendo -su- cabeza cubierta, su cabeza deshonra.
5. Mas toda mujer que ore o profetice con su cabeza descubierta, su cabeza deshonra, porque es igual a como si estuviera rapada.
6. Ya que si la mujer no se cubre, que también se rasure; mas si es una vergüenza para la mujer rasurarse o raparse, que se cubra.
7. Porque en realidad el hombre no debe cubrir -su- cabeza, por cuanto él es la imagen y la gloria de Dios, aunque la mujer es la gloria del hombre.
8. Ya que el hombre no es de la mujer, sino la mujer del hombre.
9. Tampoco el hombre fue creado para la mujer, sino la mujer para el hombre.
10. Por esta razón debe la mujer tener dominio sobre -su- cabeza a causa de los ángeles.
11. Sin embargo ni el hombre es sin la mujer, tampoco la mujer sin el hombre, -esto- en el Señor.
12. Porque como la mujer -es- del hombre, igualmente el hombre también -es- por la mujer; sin embargo todas las cosas -son- de Dios.
13. Juzgad por vosotros mismos: ¿conviene que una mujer -le- ore a Dios descubierta?
14. ¿-Acaso- no os enseña la misma naturaleza que si un hombre tiene cabello largo, para él es una vergüenza?
15. Mas si una mujer tiene el cabello largo, para ella es una gloria, pues -su- cabello como cubrimiento -le- es dado.
16. Pero si algún hombre parece ser contencioso -al respecto-, tal costumbre no -la- tenemos nosotros ni las congregaciones de Dios.
17. Ahora pues en esto que declaro no -os- alabo, que os congreguéis no para lo mejor, sino para lo peor.
18. Oue primero que todo, cuando os juntáis en la congregación, oigo que hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo.
19. Pues también debe haber herejías entre vosotros, para que los que estén aprobados entre vosotros se puedan manifestar.
20. Por tanto cuando os congregáis en un lugar, no es para comer la cena del Señor.
21. Porque al comer cada uno toma antes su propia cena, y uno tiene hambre, y el otro se embriaga.
22. ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber en -ellas-? ¿o despreciáis la congregación de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré por esto? No -os- alabo.
23. Porque yo recibí del Señor aquello que también os compartí, Que el Señor Jesús la noche en la cual fue traicionado, tomó pan.
24. Y cuando hubo dado gracias, -lo- partió, y dijo, Tomad, comed, este es mi cuerpo, el cual es quebrado por vosotros; haced esto en memoria de mí.
25. Después de la misma manera también -tomó- la copa cuando hubo cenado, diciendo, esta copa es el nuevo testamento en mi sangre; haced esto, las veces que -la- bebáis, en memoria de mí.
26. Porque las veces que comáis este pan, y bebáis esta copa, dais a conocer la muerte del Señor hasta que él venga.
27. Por tanto quienquiera que coma de este pan, y beba -esta- copa indignamente, será culpable del cuerpo y la sangre del Señor.
28. Pero que el hombre se examine a sí mismo, y que así coma de -este- pan, y beba de -esta- copa.
29. Porque el que come y bebe indignamente, para él mismo come y bebe condenación, no discirniendo el cuerpo del Señor.
30. A causa de esto muchos -están- débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen.
31. Ya que si nos juzgáramos a nosotros mismos, no tendríamos que ser juzgados.
32. Pero cuando somos juzgados, somos castigados por el Señor, para no tener que ser condenados con el mundo.
33. Por lo tanto, hermanos míos, cuando os congreguéis para comer, esperaos entre vosotros.
34. Y si algún hombre tiene hambre, que coma en casa, para que no os congreguéis para condenación. Y el resto -de las cosas- al llegar las pondré en orden.
1 Corintios 10
1. Más aún hermanos, no quiero que seáis ignorantes, de cómo todos nuestros padres estuvieron debajo de la nube, y todos pasaron a través del mar;
2. Fueron todos bautizados para Moisés en la nube y en el mar.
3. Todos ingirieron la misma comida espiritual.
4. Y todos tomaron la misma bebida espiritual, porque bebieron de aquella Roca espiritual que los seguía, y esa Roca era Cristo.
5. Mas con muchos de ellos Dios no se complació, pues fueron derribados en el yermo.
6. Ahora bien, estas cosas fueron -para- ejemplo nuestro, con el propósito de que no ambicionemos cosas malas, como también ellos lo hicieron.
7. Ni seáis idólatras, como -lo fueron- algunos de ellos, tal como está escrito, El pueblo se sentaba a comer y a beber, y a jugar se levantaba.
8. Ni tampoco cometamos fornicación, como algunos de ellos la cometieron, y en un día cayeron tres mil.
9. Tampoco tentemos a Cristo, como algunos de ellos también -lo- tentaron, y fueron destruídos por la serpientes.
10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y acabados fueron por el destructor.
11. Ahora pues, estas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo, y fueron escritas para nuestra amonestación, a quienes han llegado los finales del mundo.
12. Por tanto, que el que piense que está de pie que preste atención, no vaya a ser que caiga.
13. No os ha asaltado tentación -alguna- que no sea común en el hombre; Sin embargo Dios -es- fiel, el cual no dejará que seáis tentados por encima de vuestra capacidad; más bien, con la tentación también abrirá un vía de escape, para que podáis ser capaces de soportarla.
14. Por tanto, mis queridos y -mis- amados, huid de la idolatría.
15. Os hablo como a hombres sabios; juzgad lo que os digo.
16. La copa de bendición que santificamos, ¿No es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿No es la comunión del cuerpo de Cristo?
17. Pues nosotros -siendo- muchos somos un pan, -y- un cuerpo, ya que todos somos partícipes de aquel pan.
18. Mirad a Israel según la carne, ¿los que comen de los sacrificios no son ellos participantes del altar?
19. ¿Qué voy a decir yo entonces? ¿que el ídolo es algo, o que aquello que se ofrece en sacrificio a los ídolos es algo?
20. Mas -digo-, que las cosas que los Gentiles sacrifican, -las- sacrifican a los diablos y no a Dios, y no quiero que tengáis fraternidad con diablos.
21. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los diablos; no podéis ser participantes de la mesa del Señor, y de la mesa de -los- diablos.
22. ¿Provocamos al Señor a celos? ¿somos más fuertes que él?
23. Aunque todas las cosas me sean legales, no todas convienen; aunque todas las cosas me sean lícitas, no todas edifican.
24. Que ninguno busque lo suyo, sino -la riqueza- de todos los demás.
25. Comed lo que se venda en la carnicería, sin hacer pregunta -alguna- a causa de la conciencia;
26. Porque la tierra -es- del Señor, junto con la plenitud de ella.
27. Si alguno de los que no creen os invita -a una fiesta-, y os disponéis a ir, comed lo que os pongan delante, sin hacer pregunta a causa de la conciencia.
28. Mas si algún hombre os dice, Esto se ofrece en sacrificio a los ídolos, no comáis por causa del que lo manifestó, y a causa de la conciencia; porque la tierra -es- del Señor, junto con la plenitud de ella.
29. Conciencia, digo, no -la- tuya, sino -la- del otro; ¿pues por qué es juzgada mi libertad por la conciencia de otro?
30. Ya que si por gracia hago parte, ¿por qué se habla mal de mí, sobre aquello por lo que estoy agradecido?
31. Por tanto sea que comáis, o bebáis, o cualquier cosa que hagáis, hacedlo todo para la gloria de Dios.
32. No deis ofensa a nadie, ni a los Judíos, ni a los Gentiles, ni tampoco a la congregación de Dios.
33. Así como yo complazco a todos en todo, sin buscar mi propio provecho, sino el de muchos, para que puedan ser salvos.
1 Corintios 9
1. ¿No soy un apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto yo a Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
2. Si para otros no soy un apóstol, aún así sin duda para vosotros -lo- soy; porque vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor.
3. Mi respuesta a aquellos que me prueban es la siguiente:
4. ¿No tenemos potestad para comer y beber?
5. ¿No tenemos potestad para liderar a una hermana, a una esposa, como también otros apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas -lo hacen-?
6. ¿O sólo Bernabé y yo no tenemos potestad de dejar de trabajar?
7. ¿Quién alguna vez va a la batalla a expensas propias? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién alimenta al rebaño y no toma de su leche?
8. ¿-Acaso- digo estas cosas como hombre? ¿O no dice la ley también lo mismo?
9. Pues en la ley de Moisés está escrito, No abozalarás al buey que el grano trilla. ¿Cuida Dios a los bueyes?
10. ¿O -lo- dice conjuntamente por causa nuestra? Por causa nuestra sin duda está escrito, para que el que ara, are con esperanza, y para que el con esperanza trilla, sea participante de su esperanza.
11. Si hemos sembrado ente vosotros cosas espirituales, ¿-es- un gran evento si cosechamos vuestras cosas carnales?
12. Si otros son participantes de -este-derecho sobre vosotros, ¿no -lo somos- más bien nosotros? Sin embargo no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todas las cosas, no vaya a ser que obstaculicemos el evangelio de Cristo.
13. ¿No sabéis que los que ministran en las cosas sagradas viven del templo? ¿y los que sirven en el altar son partícipes del altar?
14. Así también el Señor ha ordenado que los que predican el evangelio vivan del evangelio.
15. Mas yo ninguna de estas cosas he usado, ni he escrito estas cosas para que se me hagan a mí; porque mejor me -sería- morir a que algún hombre hiciera vana mi jactancia.
16. Pues aunque predico el evangelio, de nada tengo que gloriarme, ya que la necesidad se me impone; sí, ¡Ay de mí, si no predico el evangelio!
17. Ya que si esto lo hago voluntariamente, recompensa tengo, mas si en contra de mi voluntad se me encomienda una dispensación -del evangelio- a mi,
18. ¿Cuál es mi paga entonces? -En realidad- que cuando yo predique el evangelio, pueda hacer el evangelio de Cristo sin cargo, para no abusar de mi derecho por el evangelio.
19. Porque aunque sea libre ante todos, aún así siervo me he hecho de todos, para poder ganar a más.
20. Para los Judíos me volví Judío, con el fin de ganarlos a ellos; para los que están bajo la ley, como -si yo estuviera- bajo la ley para poder ganarlos a ellos;
21. Para los que estám sin ley, como -si yo estuviera- sin ley, (estando no sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo.) para poder ganar a los que están sin ley.
22. Para los débiles me volví igual de débil, y así poderlos ganar; me he hecho de todo para todos, para poder por cualquier medio salvar a algunos.
23. Y esto -lo- hago por amor al evangelio, para poder ser con -vosotros- partícipe de él.
24. ¿No sabéis que -de- los que corren una carrera aunque todos lo hagan, sólo uno recibe el premio? Corred así para que podáis obtenerlo.
25. Y todo hombre que se esfuerza por la maestría, se modera en todas las cosas. Ahora pues ellos -lo hacen- para obtener una corona corruptible, pero nosotros -para obtener- una incorruptible.
26. Por eso corro así, no con incertidumbre; peleo así, no como alguien que golpea al aire,
27. Sino que mantengo sometido mi cuerpo, y -lo- llevo a la sujeción, no sea que de alguna manera, habiéndole predicado a otros, yo mismo sea eliminado.
1 Corintios 8
1. Ahora bien, en lo tocante a las cosas ofrecidas a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el verdadero amor edifica.
2. Y si algún hombre piensa que sabe algo, nada sabe aún en cuanto a lo que debe saber.
3. Pero si algún hombre ama a Dios, este mismo es conocido por él.
4. Por tanto en cuanto a lo concerniente a comer estas cosas ofrecidas a los ídolos, sabemos que un ídolo -no es- nada en el mundo, y que no -hay- ningún otro Dios sino uno.
5. Porque aunque existan los llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, (pues dioses hay muchos, y señores muchos,)
6. Pero para nosotros -sólo hay- un Dios, el Padre, de quien -son- todas las cosas, nosotros -somos- en él; y un Señor Jesucristo, por quien -son- todas las cosas, y nosotros -somos- por él
7. Sin embargo ese conocimiento no -está- en todos los hombres; algunos conscientes hasta esta hora del ídolo, comen -aquello- como una cosa ofrecida a un ídolo, y su conciencia al ser débil se contamina.
8. Pero la comida no nos engrandece ante Dios; pues no porque comamos somos los mejores, ni porque no comamos somos los peores.
9. Pero prestad atención no sea que de alguna manera esta libertad vuestra se convierta en una piedra de tropiezo para los que están débiles.
10. Porque si algún hombre a ti que tienes conocimiento te ve sentado a la mesa en el templo del ídolo, ¿no se animará la conciencia de aquel que es más débil a comer esas cosas ofrecidas a los ídolos,
11. Y por tu conocimiento el hermano débil, por quien Cristo murió perezca?
12. Mas cuando pecáis así contra los hermanos, hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
13. Por tanto, si la comida hace que mi hermano se ofenda, no voy a comer carne mientras el mundo perdure, no sea que a mi hermano yo ofenda.
1 Corintios 7
1. Ahora bien, concerniente a las cosas que me escribísteis, -Es- bueno que el hombre no toque a la mujer.
2. Sin embargo, -para evitar- la fornicación, que cada hombre tenga su propia esposa, y que cada mujer tenga su propio marido.
3. Que el esposo le rinda a la esposa la debida benevolencia; y de igual manera también la esposa al esposo.
4. La esposa no tiene poder sobre su propio cuerpo, sino más bien el esposo, y de igual manera también el esposo no tiene poder sobre su propio cuerpo, sino más bien la esposa.
5. No os defraudéis el uno al otro, excepto con consentimiento por un tiempo, para poder daros al ayuno y a la oración, y juntaos de nuevo, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia.
6.. Pero hablo esto con permiso, -y- no como mandamiento.
7. Porque quisiera que todos los hombres fueran incluso como yo. Pero cada hombre tiene su propio don de Dios, uno en cierta manera, y otro en otra.
8. Por tanto a los no casados y a las viudas les digo, Es bueno que permanezcan incluso así como yo.
9. Pero si no se pueden contener, que se casen; porque es mejor casarse que arder.
10. Y a los casados -les- mando, no yo, sino el Señor, Que la esposa no se aparte de -su- marido;
11. Mas si se aparta, que permanezca sin casarse, o se reconcilie con -su- marido; y que el esposo no deseche a -su- esposa.
12. Pero al resto -les- hablo yo y no el Señor, Si algún hombre tiene una esposa que no cree, y a ella le place morar con él, que no la deseche.
13. Y a la mujer que tenga un marido que no crea, y si a él le place morar con ella, que no lo deje,
14. Porque el marido incrédulo se santifica por la mujer, y la mujer incrédula se santifica por el marido; de otro modo serían impuros vuestros hijos, pero ahora son santos.
15. Pero si el incrédulo se aparta, déjalo apartarse. Un hermano o hermana en tales -casos- no está bajo servidumbre, sino que Dios nos ha llamado a la paz.
16. ¿Pero qué sabes tú, Oh mujer, si vas a salvar a -tu- marido? ¿o cómo sabes tú Oh hombre, si vas a salvar a -tu- mujer?
17. Pero tal como Dios ha distribuído a cada hombre, tal como Dios ha llanado a cada cual, así él ande. Y así ordeno yo en todas las congregaciones.
18. ¿Ha sido algún hombre llamado siendo circuncidado? Que no se vuelva incircunciso. ¿Alguien en la incircuncisión es llamado? Que no se haga circunciso.
19 La circuncisión no es nada, la incircuncisión nada es, pero el guardar los mandamientos de Dios -lo es-.
20. Que todo hombre permanezca en la misma vocación en la que fue llamado.
21. ¿Eres llamado -siendo- criado? No te preocupes por ello, pero si puedes hacerte libre, mejor -haz- uso -de ello-.
22. Porque el que es llamado en el Señor -siendo- criado, es hombre libre del Señor; de igual menera también el que es llamado -siendo- libre, es un criado de Cristo.
23. Sois comprados con un precio, no os hagáis criados de los hombres.
24. Hermanos, que todo hombre, en donde es llamado, permanezca ahí con Dios.
25. Ahora bien, concerniente a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; sin embargo doy mi juicio como uno que ha obtenido la misericordia del Señor para ser fiel.
26. Supongo por tanto que esto es bueno para la angustia presente, -digo yo-, que -es- bueno que un hombre sea así.
27. ¿Estás atado a una esposa? No busques desatarte. ¿Estás libre de mujer? No busques esposa.
28. Pero si te casas, no pecaste; y si una virgen se casa, no peca. Sin embargo tales -personas- tendrán problemas en la carne; pero yo os evito -esto-.
29. Mas digo esto, hermanos, -que- el tiempo -es- corto; queda -entonces-, que los que tienen mujeres hagan como si no tuvieran ninguna,
30. Además los que lloran, como si no lloraran, los que se regocijan, como si no se regocijaran, los que compran, como si no poseyeran,
31. Y los que usan este mundo, como sin abusar -de él-, porque el modelo de este mundo se desvanece.
32. Mas quisiera teneros sin preocupación. El que esté sin casarse cuide de las cosas que pertenezcan al Señor, de cómo poder complacer al Señor;
33. Pero el que esté casado cuide de las cosas que son del mundo, de cómo complacer a -su- esposa.
34. -Además- hay diferencia entre -ser- una esposa y una virgen. La mujer sin casarse cuida de las cosas del Señor, para poder ser santa tanto en cuerpo como en espíritu; pero aquella que está casada cuida de las cosas del mundo, de cómo complacer a -su- esposo.
35. Y hablo esto para vuestro propio provecho, no para lanzaros un lazo, sino para lo que es conveniente, y para que sin distracción podáis atender al Señor.
36. Pero si algún hombre piensa que se comporta de forma inapropiada con su virgen si ella pasa la flor de edad, y necesita ser requerida, que él haga lo que desee, no peca; déjelos casarse.
37. No obstante el que permanezca firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que tiene poder de voluntad, así ha decretado en su corazón que guardará a su virgen, bien hace.
38. Así que entonces el que -la- entrega en matrimonio hace bien, pero el que no -la- da en matrimonio mejor hace.
39. La esposa está atada por la ley en tanto viva su esposo; pero si muere su marido, queda en libertad para casarse con quien desee, solamente en el Señor.
40. Pero más feliz es si permanece así, de acuerdo a mi juicio; y también pienso que tengo el Espíritu de Dios.
1 Corintios 6
1. ¿ Se atreve alguno de vosotros a tener un asunto en contra de otro, a ir a la ley ante los injustos, y no ante los santos?
2. ¿No sabéis que los santos van a juzgar al mundo? ¿Y si el mundo por vosotros va a ser juzgado, no merecéis juzgar los asuntos más pequeños?
3. ¿No sabéis que vais a juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas que pertenecen a esta vida?
4. Si entonces tenéis juicios de cosas pertenecientes a esta vida, ponéis para juzgar a quienes son los menos estimados en la congregación.
5. Hablo para vuestra vergüenza. ¿Es así que no hay hombre sabio entre vosotros? ¿no? ¿ni uno que sea capaz de juzgar entre sus hermanos?
6. Mas el hermano va a la ley con el hermano, y eso delante de los incrédulos.
7. Ahora bien por tanto hay una falta total entre vosotros, porque vais a la ley el uno con el otro. ¿Por qué no más bien recibís el mal? ¿Por qué no mejor -soportáis el- ser defraudados?
8. No, hacéis equivocadamente y defraudáis, y esto a -vuestros- hermanos.
9. ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No seáis engañados, ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los abusadores de ellos mismos con los hombres,
10. Ni los ladrones, ni los codiciosos, ni los borrachos, ni los injuriosos, ni tampoco los extorsionadores heredarán el reino de Dios.
11. Y algunos de vosotros fuisteis tales; mas estáis lavados, mas estáis santificados, mas estáis justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios.
12. Todas las cosas me son legales, pero no todas son convenientes. Todas las cosas me son legales, mas no caeré bajo el poder de ninguna.
13. Las comidas para el vientre, y el vientre para las comidas, pero Dios destruirá tanto al uno como a las otras. Ahora bien el cuerpo no -es- para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
14. Y Dios que ha levantado al Señor, de igual forma por su poder nos levantará.
15. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré entonces los miembros de Cristo y -los- haré miembros de una ramera? No lo permita Dios.
16. ¿Qué? No sabéis que el que se une a una ramera se hace un cuerpo -con ella-? porque -los- dos, dice él, serán una carne.
17. Pero el que se une al Señor un espíritu se hace -con él-.
18. Huíd de la fornicación. Todo pecado que cometa un hombre queda fuera del cuerpo, pero el que comete fornicación contra su propio cuerpo peca.
19. ¿Qué? ¿No sabéis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo -el cual- está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y -que- no sois vuestros?
20. Porque sois comprados por un precio; por tanto glorificad a Dios en vuestro cuerpo, y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 5
1. Se reporta comunmente -que hay- fornicación entre vosotros, y fornicación tal que ni siquiera -de esta- se nombra mucho entre los Gentiles, que alguien tenga la esposa de su padre.
2. Y os habéis envanecido, y no habéis más bien lamentado que el haya hecho esta acción pudiera ser retirado de entre vosotros.
3. Porque en verdad, como ausente- en cuerpo, pero presente en espíritu, ya he juzgado, como si estuviera presente, -concerniente- al que ha hecho tal obra,
4. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, cuando os reunáis, junto a mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
5. Para destinar al tal a Satanás para la destrucción de la carne, para que el espíritu se pueda salvar en el día del Señor Jesús.
6. No -es- bueno que os ufanéis. ¿No sabéis que un poquito de levadura leuda la masa entera?
7. Purgaos por tanto de la vieja levadura, para que podáis ser una nueva masa, pues sois sin levadura. Ya que el mismo Cristo nuestra pascua por nosotros se ha sacrificado;
8. Por tanto guardemos la fiesta, no con vieja levadura, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con -el pan- sin levadura de la sinceridad y la verdad.
9. Os escribí en una epístola -que- no os acompañárais de fornicarios;
10. Sin embargo no por completo con los fornicarios de este mundo, los codiciosos, los extorsionadores o los idólatras; porque entonces precisaríais salir del mundo.
11. Pero ahora os he escrito que no mantengáis compañía con cualquier hombre que se llame hermano, si él es fornicario, o codicioso, o idólatra, o injuriador, o borracho, o extorsionador; con tal persona no, ni -siquiera- comer.
12. ¿Porque qué tengo que ver con juzgar a los de afuera? ¿-Acaso- no juzgáis vosotros a los que están adentro?
13. Pero a los de afuera los juzga Dios. Por tanto descartad de entre vosotros a esta maligna persona.
1 Corintios 4
1. Que el hombre entonces nos tome en cuenta como los ministros de Cristo y los mayordomos de los misterios de Dios.
2. Es más, se requiere que un administrador sea hallado fiel.
3. Mas me es insignificante que por vosotros o por el juicio de un hombre sea juzgado; sí, a mí yo no me juzgo.
4. Pues de mi parte nada sé; sin embargo por esto no soy justificado, más bien el que me juzga es el Señor.
5. Por tanto no juzguéis nada de antemano, hasta que llegue el Señor, quien traerá de la oscuridad a la luz las cosas ocultas, como también hará manifiestos los consejos de los corazones, y entonces todo hombre tendrá la alabanza de Dios.
6. Y estas cosas, hermanos, figurativamente las he transferido -a- Apolos y a mí por causa vuestra, para que en nosotros podáis aprender a no pensar -de los hombres- más allá de lo que está escrito, para que ninguno de vosotros se envanezca en contra del otro.
7. Porque ¿quién te hace diferente del otro? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Ahora y si -lo- recibiste, ¿Por qué te glorías, como si no -lo- hubieras recibido?
8. Ahora estáis llenos, ahora sois ricos, habéis reinado como reyes sin nosotros; y ante Dios deseé que reinárais, para también reinar con vosotros.
9. Porque pienso que a nosotros los apóstoles Dios ha colocado de últimos, como a sentenciados a muerte, ya que somos hechos un espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.
10. Nosotros tontos por amor a Cristo, pero vosotros en Cristo sabios; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.
11. Hasta la presente hora aún -andamos con- hambre y con sed, al igual que desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada cierta;
12. Y laboramos trabajando con nuestras manos, siendo vilipendiados bendecimos, siendo perseguidos lo sufrimos;
13. Siendo difamados, -por ellos- rogamos; somos hechos la inmundicia del mundo, -y- hasta este día le escoria de todas las cosas.
14. No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino que como a mis amados hijos -os- advierto.
15. Porque aunque tengáis diez mil instructores en Cristo, sin embargo no -tenéis- muchos padres; porque yo os engendré en Cristo Jesús por medio del evangelio.
16. Por tanto os ruego que seáis seguidores míos.
17. A causa de esto os he enviado a Timoteo, quien es mi amado y fiel hijo en el Señor, el cual os traerá al recuerdo mis caminos los cuales están en Cristo, tal como enseño a toda congregación en todo lugar.
18. Ahora bien algunos están envanecidos como si yo no fuera a venir a vosotros.
19. Pero en corto tiempo vendré a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no el discurso sino el poder de los que se han envanecido.
20. Porque el reino de Dios no -es- de palabra, sino de poder.
21. ¿Qué queréis? ¿Llegaré a vosotros con una vara, o con amor y espírtu de mansedumbre?
1 Corintios 3
1. Y yo hermanos, no os pude hablar como a espirituales, sino como a carnales, -incluso- como a bebés en Cristo.
2. Os he alimentado con leche, y no con carne, pues hasta el momento no érais capaces de -soportarlo-, ni tampoco ahora lo sois.
3. Pues aún sois carnales, ya que ¿En tanto -haya- entre vosotros envidias, peleas y divisiones, no sois carnales y estáis andando como hombres?
4. Ya que mientras uno dice, Yo soy de Pablo, y otro, Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
5. ¿Quién entonces es Pablo, y quién entonces -es- Apolos, sino servidores por quienes vosotros creísteis, tanto como el Señor a cada hombre dio?
6. Yo planté, Apolos regó, pero Dios dio el crecimiento.
7. Así que ni el que planta, ni el que riega son algo, sino más bien Dios -quien- da el crecimiento.
8. Ahora pues el que planta como el que riega se hacen uno -en su trabajo-, y cada hombre recibirá su recompensa de acuerdo a su propia labor.
9. Ya que con Dios somos labradores, -y- vosotros sois la labranza de Dios, -sois- la construcción de Dios.
10. Según la gracia de Dios que me ha sido dada como sabio maestro constructor, he puesto la fundación, y otro construye en ella. Pero que cada hombre preste atención a cómo construye encima.
11. Ya que ningún hombre puede poner fundación diferente a la que está puesta, la cual es Jesucristo.
12. Ahora pues, si algún hombre edifica sobre esta fundación -lo hará con- oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, -o- rastrojo;
13. El trabajo de todo hombre se hará manifiesto, pues el día lo proclamará, ya que será revelado por el fuego, y el fuego probará de qué clase la obra de cada hombre es.
14. Si la obra construida después por algún hombre permanece, él recibirá -su- recompensa.
15. Si la obra de este se quema, él sufrirá pérdida, pero él mismo se salvará, aunque como -pasado- por fuego.
16. ¿No sabéis que sois el templo de Dios, y -que-el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17. Si algún hombre profana el templo de Dios, a él Dios lo destruirá, porque el templo de Dios es santo, el cual vosotros sois.
18. Que ningún hombre se engañe. Si algún hombre entre vosotros parece der sabio en este mundo, que se vuelva tonto para poder ser sabio.
19. Porque la sabiduría de este mundo es un desatino para Dios. Ya que está escrito, Él atrapa a los sabios en sus propios artilugios.
20. Y de nuevo, El Señor conoce lo vanos que son los pensamientos de los sabios.
21. Por tanto que ningún hombre se gloríe en los hombres, porque vuestras son todas las cosas;
22. Ya sea Pablo, Apolos, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, las cosas presentes, o las por venir, todo es vuestro;
23. Y vosotros sois de Cristo, y Cristo de Dios.
1 Corintios 2
1. Y yo, hermanos, cuando vine a vosotros, no llegué con excelencia de discirsos o de sabiduría, al declararos el testimonio de Dios.
2. Pues me determiné a no conocer nada entre vosotros, salvo a Jesucristo, y a él crucificado.
3. Y estuve con vosotros con debilidad, temor y mucho temblor.
4. Y mi discurso y mi prédica no -fue- con atractivas palabras de sabiduría humana, sino una demostración del Espíritu y de poder,
5. Para que vuestra fe no vaya a sostenerse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
6. No obstante hablamos sabiduría entre los que son perfectos; sin embargo no la sabiduría de este mundo, ni la de los príncipes de este mundo que se desvanecen;
7. Sino que hablamos la sabiduría de Dios en misterio, -sí-, la -sabiduría- escondida, que antes del mundo Dios ordenó para nuestra gloria;
8. La cual ninguno de los príncipes de este mundo conoció, pues -si la- hubieran conocido, no hubieran crucificado al Señor de la gloria.
9. Pero como está escrito, Ojo no ha visto, ni oído -ha- oído, tampoco ha entrado en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.
10. Pero Dios nos -las- ha revelado por su Espíritu; ya que el Espíritu indaga todas las cosas, sí, las cosas profundas de Dios.
11. Pues ¿Qué hombre conoce las cosas de -otro- hombre, salvo el espíritu del hombre que está en él? Así también ningún hombre conoce las cosas de Dios, salvo el Espíritu de Dios.
12. Ahora pues, nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que es de Dios, para que conozcamos las cosas que gratuitamente nos han sido dadas por Dios.
13. Tales cosas también hablamos, no en palabras que la sabiduría del hombre enseña, sino el -mismo- Espíritu Santo enseña, comparando -unas- cosas espirituales con otras.
14. Pero el hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son tontería, tampoco -las- puede conocer, porque se disciernen espiritualmente.
15. Pero el que es espiritual juzga todas las cosas, mas sin embargo -no- es juzgado por ningún hombre.
16. ¿Porque quién ha conocido la mente del Señor, para poderlo a él instruir? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.