1. Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo desatinado -es- la pesadumbre de su madre.
2. Los tesoros de la maldad nada aprovechan, sin embargo la justicia libra de la muerte.
3. El SEÑOR no dejará al alma del justo pasar hambre, pero deshace las pertenencias del malvado.
4. Se empobrece el que trabaja -con- manos flojas, pero las manos del diligente enriquecen.
5. El que apila en el verano -es- un hijo sabio; -mas- el que se duerme en la cosecha -es- un hijo que avergüenza.
6. Sobre la cabeza del justo -caen- bendiciones, pero la boca del malvado se cubre de violencia.
7. La memoria del justo -es- bendita, mas el nombre del malvado se pudrirá.
8. El sabio de corazón recibirá los mandamientos, pero el tonto parlanchín se caerá.
9. El que camina rectamente anda con seguridad, mas el que pervierte sus caminos se hará conocido.
10. El que guiña el ojo causa dolor, aunque el hablador desatinado caerá.
11. La boca del -hombre- justo -es- un pozo de vida, pero la boca del malvado se cubre de violencia.
12. El odio provoca peleas, mas el amor cubre todos los pecados.
13. La sabiduría se encuentra en los labios del que posee entendimiento, pero la vara -es- para l espalda del que carece de él.
14. Los -hombres- sabios atesoran el conocimiento, mas la boca del tonto se acerca a la destrucción.
15. La abundancia del rico -es- su ciudad fuerte; la destrucción del pobre -es- su pobreza.
16. La labor del justo -lleva- a la vida; el fruto del malvado -lleva- al pecado.
17. El que guarda la instrucción -está en- el camino de la vida, pero el que rehúsa la reprensión yerra.
18. Tonto el que oculta el odio -con- labios mentirosos, y el que publica una calumnia.
19. En la multitud de palabras no falta pecado, pero el que refrena sus labios -es- sabio.
20. La lengua del justo -es como- plata escogida; el corazón del malvado vale poco.
21. Los labios del justo alimentan a muchos, mas los desatinados mueren por falta de sabiduría.
22. La bendición del SEÑOR enriquece, y con ella no añade congoja.
23. Para el tonto es una diversión hacer daño, pero el hombre con entendimiento tiene sabiduría.
24. Al malvado su temor le sobrevendrá, mas al justo su deseo se le otorgará.
25. Como el remolino que pasa, así el malvado no -se hallará más-, pero el justo -es- un fundamento perdurable.
26. Como vinagre para los dientes, y humo para los ojos, así es el perezoso para los que lo envían.
27. El temor del SEÑOR prolonga los días, mas los años de los malvados se acortarán.
28. La esperanza del justo -se tornará en- alegría; pero la expectativa del malvado perecerá.
29. El camino del SEÑOR es fuerza para los correctos, mas destrucción -habrá- para los que hacen iniquidades.
30. Los justos nunca serán removidos, pero los malvados en la tierra no habitarán.
31. La boca del justo trae sabiduría, pero la lengua perversa será cortada.
32. Los labios del justo conocen lo que es adecuado, pero la boca del malvado -habla- perversidades.
Proverbios 9
1. La sabiduría construyó su casa, esculpió sus siete pilares,
2. Mató sus bestias, mezcló su vino, -y- además arregló su mesa.
3. Envió sus criadas, -y- gritó en los lugares más altos de la ciudad,
4. Que el simple se voltee hacia acá; al que le falta entendimiento le dice,
5. Ven a comer de mi pan, y beber del vino -que- mezclé.
6. Abandona a los desatinados, y vive; y anda en el camino del entendimiento,
7. El que reprende al escarnecedor se acarrea vergüenza
8. No reprendas al escarnecedor, no sea que te odie; reprende al sabio, y te amará.
9. Entrega -instrucción- al sabio, y aún más sabio será; enseña al justo, y -su- aprendizaje se incrementará.
10. El temor del SEÑOR -es- el principio de la sabiduría, y el conocimiento del santo -es- el entendimiento.
11. Pues por mi tus días se multiplicarán, y tus años de vida se incrementarán.
12. Si te haces sabio, sabio serás para ti; mas -si- escarneces, sólo tú -lo- sufrirás.
13. + Ruidosa es la mujer desatinada; -es- simple y -no- sabe nada.
14. Porque se sienta a la puerta de su casa, toma asiento en los lugares altos de la ciudad,
15. Para llamar a los transeúntes que andan en sus caminos,
16. Que el simple se voltee hacia acá; al que le falta entendimiento le dice,
17. Dulces son las aguas hurtadas, y plácido el pan a escondidas.
18. Mas él no sabe que la muerte -ronda- allí, -y que- sus invitados -terminan- en las profundidades del infierno.
Proverbios 8
1. ¿-Acaso- no grita la sabiduría? ¿Y -no- extiende su voz el entendimiento?
2. Ella se para en las cimas de los lugares altos, al lado del camino, en los sitios de los senderos.
3. Grita en los portones, a la entrada de la ciudad, en las puertas de acceso.
4. A vosotros, Oh hombres, -os- llamo, y mi voz -se dirige- a los hijos del hombre.
5. Oh vosotros los simples, entended sabiduría, y vosotros los desatinados, haceos de un corazón entendido.
6. Oíd, pues hablaré cosas importantes, y mis labios -entregarán- cosas rectas.
7. Pues la verdad hablará mi boca, y la maldad abominación -es- a mis labios.
8. Todas las palabras de mi boca -son- justas; nada de maligno ni perverso -hay- en ellas.
9. -Son- todas claras para el que entiende, y correctas para quienes encuentran el conocimiento.
10. Recibid mi instrucción, y no plata, y conocimiento en lugar de oro escogido.
11. Porque mejor que rubíes -es- la sabiduría, y todas las cosas que se puedan desear no se han de comparar con ella.
12. Yo, la sabiduría moro con la prudencia, y encuentro ingeniosos inventos.
13. El temor del SEÑOR -es- odiar el mal; odio el orgullo, la arrogancia, el camino malo y la boca perversa.
14. Míos -son- el consejo y la sana sabiduría. -Yo soy- el entendimiento, -y- Poseo fuerza.
15. Por mí reinan los reyes, y los príncipes decretan -la- justicia.
16. Por mí gobiernan los príncipes, los nobles, -y hasta- todos los jueces de la tierra.
17. Amo a los que me aman, y me encontrarán aquellos que temprano me buscan.
18. Conmigo -vienen- riqueza y honra, -sí,- riqueza y justicia perdurables.
19. Mejor que el oro -es- mi fruto, sí, que el oro fino, y mis ganancias -mejor- que plata escogida.
20. En medio de los senderos del juicio, y por el camino de la justicia yo dirijo.
21. Para hacer que aquellos que me amen hereden pertenencias, y yo llene sus tesoros.
22. El SEÑOR me poseyó, al comienzo de su camino, antes de sus antiguas obras.
23. Desde la eternidad fui puesta, desde el comienzo, o antes de -que- siquiera la tierra fuera.
24. Fui traída cuando no -existían las- profundidades, cuando no -había- fuentes redundantes de agua.
25. Antes de establecerse las montañas, y antes que -existieran- las colinas fui sacada;
26. En tanto aún no había hecho la tierra, ni los campos, ni la parte más alta del polvo del mundo.
27. Cuando preparaba los cielos -estuve- allí, cuando le fijaba un círculo a la faz de la profundidad;
28. Cuando establecía las nubes arriba, cuando fortalecía las fuentes de lo profundo;
29. Cuando al mar le daba su decreto, de que las aguas no debían pasar su mandamiento, cuando señalaba los fundamentos de la tierra,
30. Estaba entonces yo al lado de él, -como- una engendrada -con él-, y yo era diariamente -su- deleite, regocijándome en todo momento delante de él;
31. Regocijándome en la parte habitable de su tierra, y mis deleites – estaban- con los hijos de los hombres.
32. Por tanto escuchadme ahora, Oh vosotros hijos, pues benditos -son los que- guardan mis caminos.
33. Oíd la instrucción, y haceos sabios, y no la rehuséis.
34. Bendito el hombre que me oye, velando cada día a mis portones, y aguardando a las columnas de mis puertas.
35. Pues quien me encuentra halla la vida, y obtendrá -el- favor del SEÑOR.
36. Pero el que peca contra mi, agrede a su propia alma, -y- todos los que me odian aman la muerte.
Proverbios 7
1. Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora contigo mis mandamientos.
2. Guarda mis mandamientos, y vive; y mi ley como a la niña de tus ojos.
3. Átalas en tus dedos, escríbelas en la tabla de tu corazón.
4. Dile a la sabiduría, Tú -eres- mi hermana, y llama al entendimiento pariente -tuya-,
5. Para que te guarden de la mujer extraña, de la extraña -que- zalamea con sus palabras.
6. + Pues miré a través del marco de la ventana de mi casa,
7. Y observé entre los simples, discerní entre los jóvenes, a un hombre falto de entendimiento,
8. Pasando por entre la calle por la esquina de ella, iba camino a la casa de ella,
9. En el crepúsculo, al atardecer, en la negra y oscura noche,
10. Y, mirad que allí lo encontró una mujer -con- atavío de ramera, y de corazón sutil.
11. (-Es- terca y ruidosa; sus pies no permanecen en casa;
12. Ahora -se encuentra- afuera, en el momento está en la calle, y yace a la espera en cada esquina.)
13. Lo agarró entonces, Y lo besó, -y- con rostro impúdico le dijo,
14. -Tengo- ofrendas de paz conmigo; hoy acabo de pagar mis promesas,
15. Por tanto vine a encontrarte, a buscar diligentemente tu rostro, y acabo de hallarte.
16. He decorado mi lecho con cobijas de alfombra, con -trabajos- esculpidos, -y- con lino fino de Egipto.
17. Acabo de perfumar mi lecho con mirra, canela y áloe.
18. Ven, llenémonos de amor hasta la mañana, relajémonos con amores.
19. Pues el patrón no -está- en casa, salió en viaje largo;
20. Se ha llevado un bolso de monedas con él, -y- llegará a casa el día señalado.
21. Con su lindo hablar lo hizo entregarse, lo forzó con la zalamería de sus labios.
22. Va derecho tras ella, como buey al matadero, o como necio a la corrección en los troncos;
23. Hasta que un dardo atraviese su hígado; como pájaro que se apresura a la trampa, y no sabe que esta -busca- su vida.
24. + Por eso escuchadme ahora, Oh hijos, y atended a las palabras de mi boca.
25. Que tu corazón no siga sus caminos, no te descarríes en sus sendas.
26. Pues ella ha derribado -y- herido a muchos; sí, muchos -hombres- fuertes han sido muertos por ella.
27. Su casa -es- el camino al infierno, -que- desciende hasta los aposentos de la muerte.
Proverbios 6
1. Hijo mío, si quedas como fiador de tu amigo, -si- has chocado tu mano con -la- de un extraño,
2. Te enlazaste con las palabras de tu boca, con las palabras de tu boca te atrapaste.
3. Haz lo siguiente ahora, hijo mío, y libérate, cuando has caído en las manos de tu amigo; anda, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
4. No le des sueño a tus ojos, ni modorra a tus párpados.
5. Libérate cual ciervo de la mano -del cazador-, y cual pájaro de la mano del tirador,
6. + Vé hasta donde la hormiga, tú perezoso; fíjate en sus caminos, y sé sabio,
7. La cual sin tener guía, inspector, ni gobernante,
8. Se provee de comida en el verano, -y- reúne su alimento en la siega.
9. ¿Cuánto más vas a dormir, Oh perezoso? Cuándo te levantarás de tu sueño?
10. -Aún- un sueñito, una modorrita, una dobladita de manos para dormir;
11. Así llegará tu pobreza como alguien que viaja, y tu escasez cual hombre armado.
12. + Una persona pícara, un hombre malvado, anda con una boca perversa.
13. Guiña los ojos, habla con sus pies, enseña con sus dedos;
14. La perversidad -está- en su corazón, idea de continuo maldades; siembra discordias.
15. Por tanto su calamidad llegará de repente; de pronto será quebrantado -y- sin remedio.
16. + Estas seis -cosas- detesta el SEÑOR: sí, siete -son- para él una abominación:
17. Una mirada arrogante, una lengua mentirosa, y las manos que derramen sangre inocente,
18. Un corazón que urda imaginaciones malvadas, los pies que se apresuren a correr para -hacer- daño,
19. Un falso testigo -que- hable mentiras, y el que siembre discordia entre hermanos.
20. + Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre;
21. Átalas de continuo a tu corazón, amárralas a tu cuello.
22. Cuando andes, te guiará; cuando duermas, te guardará; y -cuando- te despiertes, hablará contigo.
23. Pues el mandamiento -es- una lámpara, y la ley -es- luz; y las reprensiones de la instrucción -son- el camino de la vida;
24. Para guardarte de la mujer malvada, de la zalamería de la lengua de una mujer extraña.
25. No ansíes su belleza en tu corazón, ni te dejes atrapar por sus párpados.
26. Porque por medio de una mujer ramera -un hombre termina- con un pedazo de pan; y la adúltera cazará la preciosa vida.
27. ¿Puede un hombre atrapar fuego en su seno, sin que se quemen sus ropas?
28. ¿Puede uno andar sobre brasas calientes, sin que sus pies se quemen?
29. Igualmente el que se adentra a la esposa de su vecino; quienquiera que la toque no quedará inocente.
30. -Los hombres- no menosprecian a un ladrón, si roba para satizfacer su alma cuando tiene hambre;
31. Pero -si- es hallado -en ello-, restaurará siete veces más, dará toda las pertenencias de su casa.
32. -Pero- quien comete adulterio con una mujer es falto de entendimiento; el -que- lo haga destruye su propia alma.
33. Obtendrá una herida además de deshonra, y su reproche no será limpiado.
34. Pues los celos -son- la furia de un hombre; por eso él no escatimará en el día de la venganza.
35. El no se interesará en rescate alguno, ni descansará contento, así -le- des muchos regalos.
Proverbios 5
1. Hijo mío, atiende a mi sabiduría, -e- inclina tu oído a mi entendimiento;
2. Para que puedas considerar la discreción, y tus labios puedan guardar conocimiento.
3. + Pues los labios de la mujer extraña gotean como panal de miel, y su boca -es- más suave que el aceite;
4. Pero su final es más amargo que el ajenjo, -y- cortante como espada con doble filo.
5. Sus pies descienden a la muerte; sus pasos se aferran al infierno.
6. No sea que debas revisar el sendero de la vida; sus caminos son inestables, -y- no -los- puedes conocer.
7. Oidme ahora por tanto, Oh hijos, y no os aparteis de las palabras de mi boca.
8. Aleja tu camino de ella, y no te acerques a la puerta de su casa;
9. No sea que le des tu honor a otros, y tus años a los crueles.
10. No sea que los extraños se colmen de tu riqueza, y tu labores -se queden- en la casa de un extraño;
11. Y al final lamentes, cuando tu carne y tu cuerpo se consuman,
12. Y digas, ¡Cómo detesté la instrucción, y mi corazón despreció la reprensión;
13. Y no obedecí la voz de mis tutores, ni le incliné mi oído a los que me instruían!
14. Casi en todo mal estuve en medio de la congregación y de la asamblea.
15. + Bebe las aguas de tu propia cisterna, y los cursos de agua de tu propio pozo.
16. Que tus fuentes salgan y se dispersen, -y formen- ríos de agua en las calles.
17. Que sean sólo las tuyas, y no de los extraños contigo.
18. Que sea bendita tu fuente, y regocíjate con la esposa de tu juventud.
19. -Que sea como- la cariñosa cierva y el agradable corzo; que sus pechos te satizfagan a todo momento, y te embeleses siempre con su amor.
20. ¿Y por qué, hijo mío, embelesarte con una mujer extraña, y abrazar el seno de una extraña?
21. Pues los caminos del hombre están ante la vista del SEÑOR, y él revisa todo su caminar.
22. + Las propias inquidades atraparán al mismo malvado, y será retenido por las cuerdas de sus pecados.
23. Morirá sin instrucción, y se descarriará en lo ancho de su desatino.
Proverbios 4
1. Oíd, vosotros hijos, la instrucción de un padre, y atended para que conozcáis -y obtengáis- entendimiento.
2. Ya que os doy doctrina buena; no abandonís mi ley.
3. Porque yo fui -un- hijo -querido- por mi padre, tierno y único a la vista de mi madre.
4. Él también me enseñó, y me dijo, Que tu corazón retenga mis palabras: guarda mis mandamientos, y vivirás.
5. Consigue sabiduría, obtén -su- entendimiento, -y- no -la- olvides, ni declines las palabras de mi boca.
6. No la olvides, y te preservará, ámala, y ella te guardará.
7. La sabiduría -es- el asunto principal, -por tanto- obtén sabiduría, y con todo lo que tienes obtén entendimiento.
8. Exáltala, y ella te promoverá, cuando la abraces te llevará a la honra.
9. A tu cabeza ella le dará un adorno de gracia, -y- te entregará una corona de gloria.
10. Oye, hijo mío, y recibe mis dichos, y serán muchos tus años de vida.
11. Te he enseñado el camino de la sabiduría, te he guiado por sendas rectas.
12. Cuando andes, tus pasos no se restringirán, y cuando corras, no tropezarás.
13. Agárrate con firmeza a la instrucción, no -la- dejes ir, guárdala, porque ella -es- tu vida.
14. + No entres en el sendero de los malvados, y no andes por el camino de los -hombres- malos.
15. Evítalo, no pases por él, hazte a un lado de él, y pasa de largo.
16. Porque ellos no duermen a no ser que hayan hecho daños, y pierden el sueño, a menos que hagan caer -a alguien-.
17. Ya que consumen el pan de la maldad, y se beben el vino de la violencia.
18. Pero el sendero del justo -es- como la luz que esclarece, brillando más y más hasta el día perfecto.
19. El camino del malvado como la oscuridad -se extiende-; no saben con qué tropiezan.
20. + Hijo mío, atiende a mis palabras, inclina tu oído a mis dichos.
21. Que no se aparten de tus ojos, guárdalos en medio de tu corazón.
22. Porque ellos -son- vida para aquellos que los hallan, y salud para toda su carne.
23. + Guarda tu corazón con toda diligencia, pues de él -proceden- los asuntos referentes a la vida.
24. Retira de ti la boca pendenciera, y los labios perversos aleja de ti.
25. Que tus ojos miren derecho hacia adelante, y tus párpados se dirijan rectos hacia -lo que- ves.
26. Revisa el sendero de tus pies, y que se afirmen todos tus caminos.
27. No voltees a mano derecha ni a la izquierda, remueve tu pie del mal.
Proverbios 3
1. Hijo mío, no olvides mi ley, al contrario, que tu corazón guarde mis mandamientos;
2. Pues muchos días, larga vida y paz se te añadirán.
3. No dejes que la misericordia ni la verdad te abandonen, átalas alrededor de tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.
4. Así encontrarás favor y aceptación a los ojos de Dios y de los hombres.
5. Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
6. En todos tus caminos reconócelo, y él dirigirá tus sendas.
7. No seas sabio a tu parecer, teme al SEÑOR, y apártate del mal.
8. Será salud para tu vientre, y tuétano para tus huesos.
9. Honra al SEÑOR con tus riquezas, y con los primeros frutos de todas tus ganancias.
10. Así tus graneros se llenarán de abundancia, y tus lagares rebosarán con vino nuevo.
11. + Hijo mío, no desprecies el castigo del SEÑOR, ni te canses de sus correcciones,
12. Porque a quien el SEÑOR ama corrige, así como -hace- un padre con el hijo -en quien- se deleita.
13. +Feliz -es- el hombre -que- encuentra la sabiduría, y el hombre -que- obtiene entendimiento.
14. Porque la mercancía de ésta, -es- mejor que la mercancía de plata, y su grano -mejor- que el oro fino.
15. -Es- más preciosa que los rubíes, y toda cosa que puedas desear, no es de compararse con ella.
16. En su mano derecha -hay- cantidad de días, -y- riquezas y honor en su mano izquierda.
17. Sus caminos son caminos placenteros, y todas sus sendas paz.
18. Ella -es- un árbol de vida para los que a ella se aferran, y -todo- el que la retiene -es- feliz.
19. El SEÑOR con sabiduría fundó la tierra, -y- estableció los cielos con entendimiento.
20. Con su conocimiento las profundidades irrumpen, y Las nubes vierten el rocío.
21. + Hijo mío, mantén discreción y sana sabiduría, que no se aparten de tus ojos;
22. Así serán vida para tu alma, y gracia para tu cuello.
23. Entonces andarás seguro en tu camino, y tu pie no tropezará.
24. Cuando te acuestes no tendrás miedo, sí, te acostarás y tendrás dulces sueños.
25. Del temor repentino no tendrás miedo, ni del asolamiento de los malvados cuando venga.
26. Porque el SEÑOR será tu confianza, y guardará tu pie de ser tomado -preso-.
27. + No le retengas el bien a quien se le debe, cuando esté al alcance de tu mano hacér-selo-.
28. No le digas a tu vecino, Anda, y ven una vez más, que mañana te daré; cuando aquello tienes a tu lado.
29. No maquines el mal contra tu vecino, al ver que mora con seguridad a tu lado.
30. + No contiendas sin causa con hombre alguno, si no te ha hecho daño.
31. + No envidies al opresor, y no escojas ninguno de sus caminos.
32. Porque el perverso -es- un abominación para el SEÑOR; pero su confidencia -es- con los ecuánimes.
33. + La maldición del SEÑOR -está- en la casa del malvado, mas él bendice la habitación del justo.
34. Él con seguridad se burla de los escarnecedores, mas otorga gracias a los sencillos.
35. Los sabios heredarán gloria, pero la vergüenza será la promoción de los tontos.
Proverbios 2
1. Hijo mío, si recibes mis palabras, y escondes mis mandamientos en ti,
2. De forma que inclines tu oído a la sabiduría -y- apliques tu corazón al entendimiento,
3. Así es, si buscas a gritos el conocimiento, -y- levantas la voz en aras del entendimiento,
4. Si la buscas como a plata, e indagas por ella como -por- tesoros escondidos,
5. Entonces entenderás el temor del SEÑOR, y encontrarás el conocimiento de Dios.
6. Porque el SEÑOR otorga la sabiduría, de su boca -proviene- el conocimiento y el entendimiento.
7. Él atesora la sana sabiduría para el justo; -él es- una rodela para aquellos que andan con rectitud.
8. Él guarda los senderos del juicio, y preserva el camino de sus santos.
9. Entonces entenderás la justicia, el juicio y la equidad; -sí,- todo sendero bueno.
10. + Cuando la sabiduría entre a tu corazón, y el conocimiento sea un placer para tu alma,
11. La discreción te preservará, el entendimiento te guardará.
12. Para liberarte del camino del -hombre- malvado, del hombre que habla cosas perversas,
13. Quienes dejan los senderos de la rectitud, para andar en el camino de las tinieblas;
14. Quienes se regocijan en hacer el mal, -y- se deleitan en la perversidad de los malvados;
15. Cuyos caminos -son- torcidos, y se obstinan en sus senderos.
16. Para liberarte de la mujer extraña, -sí,- de la extraña -que- adula con sus palabras,
17. La cual abandona la guía de su juventud, y olvida el convenio de su Dios.
18. Porque su casa se inclina hacia la muerte, y sus senderos -se dirigen- hacia los muertos.
19. Ninguno de los que van hacia donde ella retornan de nuevo, ni se aferran a los senderos de la vida.
20. Para que puedas andar en el camino de los -hombres- buenos, y guardes los senderos de los justos.
21. Porque los correctos morarán en la tierra, y los perfectos permanecerán en ella.
22. Pero los malvados serán retirados de la tierra, y los transgresores serán desarraigados de ella.
Proverbios 1
1. Los proverbios de Salomón el hijo de David, rey de Israel;
2. Para que la sabiduría y la instrucción se conozcan, para que las palabras que dan entendimiento -sean- percibi-das-;
3. Para que la instrucción -acerca- de la sabiduría, la justicia, el juicio y la equidad -sea- recibi-da-;
4. Para dar-le- sutileza al sencillo, conocimiento y discreción al joven.
5. El sabio oirá, e incrementará su saber; y el hombre entendido se hará de sabios consejos;
6. Para -poder- entender el proverbio y la interpretación, las palabras de los sabios, y sus dichos ocultos.
7. + El temor del SEÑOR -es- el comienzo del conocimiento; pero los desatinados desprecian la sabiduría y la instrucción.
8. Hijo mío, oye la instrucción de tu padre, y no abandones la ley de tu madre,
9. Proque -serán- un adorno de gracia para tu cabeza, y collares para tu cuello.
10. + Hijo mío, si los pecadores te atraen, no -lo- consientas.
11. Si -te- dicen, Ven con nosotros, agazapémonos en busca de sangre, acechemos sin razón -y- a escondidas al inocente;
12. Traguémosnoslos vivos como el sepulcro -lo hace-, y enteros, como -a- los que bajan y entran al abismo.
13. Encontraremos toda clase de preciosas pertenencias, llenaremos de despojos nuestras casas;
14. Echa tus suertes entre nosotros, tengamos todos un bolso -común-;
15. Hijo mío, no andes en el camino con ellos; refrena tu pie de -entrar en- su sendero;
16. Porque sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar sangre.
17. Con seguridad que en vano se esparce la red a la vista de algún pájaro.
18. Y los que se agazapan en busca de su -propia- sangre -lo hacen-; acechan en secreto a sus -propias- vidas.
19. Así también -son- los caminos de todo el que es codicioso por ganancias, -las cuales- le quitan la vida a sus poseedores.
20. + La sabiduría grita en las afueras; hace oír su voz en las calles;
21. Grita en el lugar de concurrencia principal, en las aperturas de los portones, en la ciudad ella hace oír sus palabras, -así-,
22. ¿Hasta cuándo, vosotros los simples, vais a amar la simpleza? ¿Y los escarnecedores se deleitarán en sus burlas, y los desatinados odiarán el conocimiento?
23. Volveos a mi reprensión, mirad que derramaré mi espíritu sobre vosotros, -y- os haré conocer mis palabras.
24. + Como llamé y os rehusasteis, extendí mi mano, y a ningún hombre le importó,
25. Sino que habéis despreciado todo mi consejo, y ninguno de mis reproches quisisteis,
26. También me reiré en vuestra calamidad, me mofaré cuando vuestro temor os llegue;
27. Cuando vuestro temor os llegue como un asolador, y como un torbellino venga vuestra destrucción; cuando la angustia y el estrés os lleguen.
28. Me llamarán entonces, pero no responderé; me buscarán temprano, pero no me hallarán,
29. Porque odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor del Señor;
30. No quisieron ninguno de mis consejos, despreciaron todos mis reproches.
31. Por ello comerán del fruto de sus propios caminos, y se llenarán de sus propias tretas.
32. Pues a los simples los matará su alejamiento, y a los desatinados su prosperidad los destruirá.
33. Pero quien me escucha morará con seguridad y estará tranquilo sin temor del mal.