1 Corintios 16

1. Ahora pues, acerca de la colecta para los santos, como di orden a las congregaciones de Galacia, así también haced vosotros.
2. Para el primer -día- de la semana que cada uno de vosotros ponga a un lado en reserva, según como -Dios- lo haya prosperado, para que cuando yo llegue no haya recogidas.
3. Y cuando venga, a quien aprobéis por cartas, a ellos enviaré a llevar vuestra liberalidad a Jerusalén.
4. Y si conviene que también yo vaya, conmigo irán.
5. Ahora bien yo vendré a vosotros cuando pase por Macedonia, porque por Macedonia paso.
6. Y puede que permanezca, sí, y con vosotros hibernaré, para que me llevéis de viaje a donde sea que yo vaya.
7. Pues no os veré ahora en el camino, aunque confío demorarme un rato con vosotros, si el Señor -lo- permite.
8. Pero en Éfeso me demoraré hasta el Pentecostés.
9. Pues una puerta grande y eficaz se ha abierto ante mí, y -hay- muchos adversarios.
10. Ahora si Timoteo llega, mirad que él pueda estar sin temor con vosotros, ya que él hace la obra del Señor, al igual que yo.
11. Que ningún hombre por tanto lo desprecie, sino conducidlo en paz, para que pueda llegar a mí, pues lo aguardo con los hermanos.
12. En lo tocante a -nuestro- hermano Apolos, grandemente deseé que llegara con los hermanos a vosotros, pero su voluntad no era en absoluto venir en este momento, aunque vendrá cuando tenga el tiempo conveniente.
13. Vigilad, permaneced firmes en la fe, comportaos como hombres, sed fuertes.
14. Que todas vuestras cosas sean hechas con caridad.
15. Os ruego hermanos, (vosotros conocéis la casa de Estéfanas, que son los primeros frutos de Acaya, y -que- son adictos al servicio de los santos,)
16. Que os sometáis a tales, y a todo el que ayuda y labora con -nosotros-.
17. Me alegra la llegada de Estéfanas, Fortunato y de Acaico, ya que aquello que os faltaba ellos -lo- han suplido.
18. Pues han refrescado mi espíritu y el vuestro, por tanto reconocedlos como tales.
19. Las congregaciones de Asia os saludan. Aquila y Priscila os saludan mucho en el Señor, -junto- con la iglesia que está en su casa.
20. Todos los hermanos os saludan. Saludaos unos a otros con un beso santo.
21. El saludo -mío- de Pablo con mi propia mano.
22. Si algún hombre no ama al Señor Jesucristo, Anatema sea él. Maranatha -(El Señor viene)-.
23. La gracia de nuestro Señor Jesucristo -esté- con vosotros todos. Amén.
24. Mi amor con vosotros todos en Cristo Jesús. Amén.

+ La primera -epístola- a los Corintios fue escrita desde Filipo por Estéfanas, Fortunato, Acaico y Timoteo.

1 Corintios 15

1. Es más, hermanos, os declaro el evangelio que os prediqué, el cual también habéis recibido, y en el os paráis;
2. Por el cual también estáis salvos, si guardáis en la memoria lo que os prediqué, a menos que hayáis creído en vano.
3. Pues os entregué primero que nada lo que también recibí, cómo Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo con las escrituras;
4. Y que fue enterrado, y de nuevo se levantó al tercer día de acuerdo con las escrituras;
5. Y que por Cefas fue visto, luego por los doce;
6. Después de esto, fue visto por más de quinientos hermanos a la vez; quienes la mayor parte hasta el presente permanecen, pero algunos se han ido a dormir.
7. Después de esto fue visto por Santiago; luego por todos los apóstoles.
8. Y por último de todo fue visto también por mí, como por uno nacido fuera de tiempo.
9. Pues soy el más pequeño de los apóstoles que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la congregación de Dios.
10. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia, -concedida- a mí no fue en vano, sino que laboré más abundantemente que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios que estaba en mí.
11. Por tanto, sea que -fueran- ellos o yo, predicamos así, y vosotros creísteis así.
12. Ahora bien, si se predica que Cristo se levantó de los muertos, ¿cómo -es que- entre algunos de vosotros -se- dice que no hay resurrección de muertos?
13. Pero si no hay resurrección de muertos, entonces Cristo no -se- ha levantado;
14. Y si Cristo no se ha levantado, vana entonces -es- nuestra prédica , y vana también -es- vuestra fe .
15. Sí, y somos hallados falsos testigos de Dios, porque hemos atestiguado de Dios que él ha levantado a Cristo, a quien no levantó, si es así que los muertos no se levantan,
16. Ya que si los muertos no se levantan, entonces Cristo no -se- ha levantado;
17. Y si Cristo no se ha levantado, vana -es- vuestra fe ; aún en vuestros pecados estáis.
18. Entonces los que también en Cristo se han ido a dormir, percecidos están.
19. Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.
20. Mas ahora Cristo -se- ha levantado de los muertos, y convertido en los primeros frutos de aquellos que durmieron.
21. Pues desde que por el hombre -vino- la muerte, por el hombre también -vino- de los muertos la resurrección.
22. Porque -tal- como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán hechos vivos.
23. Pero cada hombre en su propio orden: Cristo las primicias; después los que son de Cristo en su venida.
24. Luego -vendrá- el fin, cuando él le haya entregado el reino a Dios, al mismo Padre, cuando haya suprimido todo régimen, autoridad y poder.
25. Pues él debe reinar, hasta que haya puesto a todos -sus- enemigos debajo de sus pies.
26. El último enemigo en ser destruido -será- la muerte.
27. Ya que ha puesto todas las cosas bajo sus pies. Mas cuando dice, todas las cosas son puestas debajo -de él-, manifiesto -es- que se exceptúa aquel que puso todas las cosas debajo de él.
28. Y cuando todas las cosas a él se subyuguen, entonces el mismo Hijo se someterá también a aquel que puso todas las cosas debajo de él, para que Dios pueda ser todo en todos.
29. Si no ¿qué van a hacer los que se bautizan por los muertos, si los muertos en absoluto se levantan? ¿por qué entonces se bautizan ellos por los muertos?
30. ¿Y por qué permanecemos en peligro a toda hora?
31. Os proclamo por -el- regocijo que de vosotros tengo en Cristo Jesús nuestro Señor, -que- diariamente muero.
32. Si de acuerdo a la costumbre de los hombres he peleado con bestias en Éfeso, ¿qué me aventaja, si los muertos no se levantan? Comamos y bebamos que mañana moriremos.
33. No seáis engañados, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
34. Despertaos a la justicia y no pequéis, porque algunos no tienen el conocimiento de Dios; para vuestra vergüenza hablo.
35. Pero algunos dirán, ¿Cómo se levantan los muertos? ¿y con qué cuerpo vienen?
36. Tonto, lo que siembras no se vivifica a menos que muera.
37. Y -de- aquello que siembras, no siembras el cuerpo que será, sino el mero grano, puede que tenga el chance de -que sea- de trigo, o algún otro -grano-.
38. Mas Dios le da el cuerpo que le ha placido, y a cada semilla su propio cuerpo.
39. No toda carne -es- la misma carne, sino que -hay- una -clase de- carne de hombres, otra de bestias, otra de peces, -y- otra de aves.
40. -Hay- también cuerpos celestes, y cuerpos terrestres, pero la gloria del celeste -es- una, y la -gloria- del terrestre -es- otra.
41. Para el sol -hay- una gloria, otra para la luna, y otra para las estrellas, ya que -cada- estrella difiere -la una de la otra- en gloria.
42. Así también -es en- la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, -y- se levanta en incorrupción;
43. Se siembra en deshonra, -y- se levanta en honra; se siembra en debilidad, -y- se levanta en poder;
44. Se siembra un cuerpo natural, -y- se levanta un cuerpo espiritual. Hay un cuerpo natural, y hay un cuerpo espiritual.
45. Y así está escrito, El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente, el último Adán un espíritu vivificador.
46. Sin embargo lo primero no -fue- lo espiritual, sino lo natural, y después lo espiritual.
47. El primer hombre -es- de la tierra, terrestre, -y- el segundo hombre -es- el Señor del cielo.
48. Como el terrestre, así -son- los terrestres , y como el celestial, así -son- los celestiales.
49. Y así como hemos portado la imagen del terrestre, también portaremos la imagen del celestial.
50. Ahora pues digo lo siguiente, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción.
51. Mirad que os doy a conocer un misterio: No todos vamos a dormir, pero todos vamos a ser cambiados,
52. En un momento, en un titilar de ojos, ante la última trompeta; porque la trompeta sonará, los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros habremos de cambiar.
53. Porque esto corruptible debe vestirse de incorrupción, y esto mortal debe vestirse de inmortalidad,
54. Así que cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces vendrá a cabo el dicho que está escrito, La muerte en victoria devorada está.
55. Oh muerte, ¿dónde -está- tu punzada? Oh tumba, ¿dónde tu victoria -está-?
56. La punzada de la muerte -es- el pecado, y la fuerza del pecado -está- en la ley.
57. Pero gracias -sean dadas- a Dios el cual nos da la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo.
58. Por tanto mis amados hermanos, estad firmes e inconmovibles, abundando siempre en la obra del Señor, ya que también sabéis que vuestra labor en el Señor no es en vano.

1 Corintios 14

1. Seguid en pos de la caridad, y desead -los dones- espirituales, pero mejor que podáis profetizar.
2. Porque el que habla en una lengua -desconocida-, a los hombres no habla, sino a Dios, pues ningún hombre -lo- entiende, aunque en el espíritu hable misterios.
3. Pero el que profetiza, a los hombres habla -en- edificación, exhortación y consuelo.
4. El que habla en un idioma -desconocido- a sí mismo se edifica, mas el que profetiza edifica a la iglesia.
5. Quisiera que todos habláseis en lenguas, pero mejor que profeticéis, porque mayor -es- el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que interprete, para que la iglesia pueda recibir edificación.
6. Ahora bien hermanos, si yo llego a vosotros hablando en lenguas, ¿de qué provecho seré, a no ser que os hable ya sea con revelación, conocimiento, profecía o doctrina?
7. E incluso las cosas sin vida que dan sonido, como la flauta o el arpa, a no ser que -haya- una distinción en los sonidos que dan, ¿cómo se conocerá lo que se toca en la flauta o en el arpa?
8. Pues si la trompeta da un sonido incierto, ¿para la batalla quién se preparará?
9. Igualmente también vosotros, a menos que con la lengua emitáis palabras fáciles de entender, ¿cómo se conocerá lo que se ha hablado? ya que al aire le hablaréis.
10. Puede haber muchísimas clases de voces en el mundo, y ninguna de ellas -se queda- sin significado.
11. Por tanto si no conozco el significado de la voz, un bárbaro seré para el que habla, y para mí un bárbaro el que habla -será-.
12. Así como estáis celosos por -obtener dones- espirituales, igualmente buscad poder sobresalir en la edificación de la congregación.
13. Por tanto que el que hable en una lengua -desconocida- ore para poder interpretar.
14. Pues si oro en una lengua -desconocida-, mi espíritu ora, así mi entendimiento sea infructuoso.
15. ¿Qué entonces? Oraré con el espíritu y además con el entendimiento; cantaré con el espíritu, y además con el entendimiento.
16. Si no cuando tú bendigas con el espíritu, ¿el que ocupa el lugar de los indoctos cómo va a decir Amén ante tu acción de gracias, viendo que no entiende lo que dices?
17. Pues en verdad bien das las gracias, mas el otro no se edifica.
18. A mi Dios doy gracias, -que- hablo en lenguas más que todos vosotros;
19. Aunque en la congregación prefiriría hablar con mi entendimiento cinco palabras, para poder enseñarle también a otros, que diez mil palabras en una lengua -desconocida-.
20. Hermanos, no seáis niños en entendimiento, sin embargo sed niños en malicia, pero hombres en entendimiento.
21. Está escrito en la ley, En otras lenguas y otros labios a este pueblo -le- hablaré, y aún con todo esto no me oirán, dice el Señor.
22. Por tanto las lenguas son como una señal, no para los que creen, sino para los que no creen; pero profetizar no -le sirve- a los que no creen, sino a los que creen.
23. Si por tanto la iglesia entera se congrega en un lugar, y todos hablan en lenguas, y allí entra -gente- indocta, o incrédula, ¿no van a decir que estáis locos?
24. Mas si todos profetizan, y entra alguien indocto o que no crea, de todo se convence, -y- es juzgado por todo.
25. Y así se hacen manifiestos todos los secretos de su corazón, y cayendo entonces sobre -su- rostro a Dios adorará, y reportará que de verdad Dios en vosotros está.
26. ¿Cómo es entonces, hermanos? Cuando os congregáis, cada uno tiene un salmo, una -porción de- doctrina, unas lenguas, una revelación, -y- una interpretación. Que todas las cosas se hagan para edificar.
27. Si algún hombre habla en una lengua -desconocida-, -que sea- por turnos de a dos, o al máximo tres, y que uno interprete.
28. Pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia, y se lo hable para él y para Dios.
29. Que los profetas hablen dos o tres, y que otro juzgue.
30. Si alguna cosa es revelada a otro que al lado se sienta, que guarde silencio el primero.
31. Porque todos uno a uno podéis profetizar, para que todos puedan aprender, y todos se puedan confortar.
32. Y los espíritus de los profetas a los profetas se sujetan.
33. Porque Dios no es -autor- de confusión, sino de paz, como -sucede- en todas las congregaciones de los santos.
34. Que vuestras mujeres guarden silencio en las congregaciones, pues no se les permite hablar, sino que -se les manda que- estén bajo obediencia, como también -lo- dice la ley.
35. Y si quieren aprender alguna cosa, que pregunten a sus maridos en casa, pues es una vergüenza para las mujeres hablar en la congregación.
36. ¿Qué? ¿de vosotras vino la palabra de Dios? ¿o vino sólo para vosotras?
37. Si algún hombre piensa que es un profeta, o -que es- espiritual, que reconozca que las cosas que os escribo a vosotros son los mandamientos del Señor.
38. Pero si agún hombre es ignorante -de esto-, dejadlo ser ignorante.
39. Por tanto hermanos, codiciad el profetizar, y no prohibáis hablar en lenguas.
40. Que todas las cosas se hagan con decencia y orden.

1 Corintios 13

1. Aunque lenguas de hombres y ángeles hablara, si no tengo verdadero amor, -como un- bronce ruidoso, o un címbalo bullicioso me he de volver.
2. Y aunque tuviera-el don de- profecía, y entendiera todo misterio y conocimiento, y tuviera toda -la- fe, para las montañas poder remover, si no tengo verdadero amor, nada seré.
3. Y aunque brindara todos mis bienes para alimentar -a los pobres-, y entregara mi cuerpo para ser quemado, si no tengo verdadero amor, de nada me aprovechará.
4. El verdadero amor sufre -por- mucho -tiempo, -y- es amable; la caridad no envidia, no se envanece, no se crece,
5. No se conduce inapropiadadamente, no busca lo suyo, no se provoca con facilidad, no piensa mal;
6. No se regocija con la iniquidad, mas se regocija con la verdad;
7. Soporta todo, cree -ante- todo, espera -ante- todo, lo resiste todo.
8. El verdadero amor nunca falla; pero si -hay- profecías, faltarán, si -hay- lenguas, cesarán; si -hay- conocimiento, se desvanecerá.
9. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.
10. Pero cuando aquello que es perfecto haya venido, entonces eso que es en parte se deshará.
11. Cuando fui niño, como niño hablé, como niño entendí, -y- como niño pensé; mas cuando me volví hombre, las cosas infantiles deseché.
12. Porque ahora por un vidrio de manera oscura vemos, mas entonces -será- cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré tan igual a como se me conoce.
13. Y ahora habitan estos tres, la fe, la esperanza, -y- el verdadero amor; pero el mayor de ellos -es- la caridad.

1 Corintios 12

1. Ahora bien, concerniente a los -dones- espirituales, hermanos, no deseo teneros ignorantes.
2. Sabéis que fuisteis Gentiles, desviados a estos ídolos mudos, tal como os guiaron.
3. Por tanto os doy a entender, que ningún hombre hablando por el Espíritu de Dios llama a Jesús maldito, y -que- ningún hombre puede decir que Jesús es el Señor, salvo por el Espíritu Santo.
4. Ahora pues hay diversidad de dones, pero el mismo Espíritu.
5. Y hay diferencias de servicios, pero el mismo Señor.
6. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos.
7. Pero la manifestación del Espíritu se da a cada hombre para provecho de todos.
8. Pues a uno le es dado por el Espíritu la palabra de sabiduría, a otro la palabra de conocimiento por el mismo Espíritu;
9. A otro fe por el mismo Espíritu, a otro los dones de sanación por el mismo Espíritu;
10. A otro el obrar milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus, a otro -diversas- clases de lenguas, a otro la interpretación de lenguas;
11. Pero todos estos -los- obra aquel mismo Espíritu, dividiendo de forma separada a cada hombre como él quiere.
12. Ya que como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, y todos los miembros de aquel único cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo; así también -es- Cristo.
13. Pues por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, -seamos- Judíos o Gentiles, -seamos- esclavos o libres; y hemos sido todos hechos para beber de un Espíritu.
14. Porque el cuerpo no es un miembro, sino muchos.
15. Si el pie dijera, Como no soy la mano, no soy del cuerpo; ¿por eso no es del cuerpo?
16. Y si el oído dijera, Como no soy el ojo, no soy del cuerpo; ¿por eso no es del cuerpo?
17. Y si el cuerpo entero -fuera- un ojo, ¿dónde -estaría- la audición? ¿si el todo fuera la audición, ¿dónde estaría el olfato?
18. Pero ahora Dios ha establecido los miembros, cada uno de ellos en el cuerpo, como le ha placido.
19. ¿Y si fueran todos un miembro, dónde -estaría- el cuerpo?
20. Mas ahora -son- muchos miembros, pero aún así un cuerpo.
21. Y el ojo no le puede decir a la mano, De ti no tengo necesidad; ni de nuevo la cabeza a los pies, De vosotros no tengo necesidad.
22. No, mucho más aquellos miembros del cuerpo, los cuales parecen ser más débiles, son necesarios;
23. Y aquellos -miembros- del cuerpo, los cuales pensamos que son menos honorables, a estos les conferimos más abundante honor, y nuestras -partes- no atractivas tienen más abundante simpatía.
24. Ya que nuestras -partes- atractivas -de ello- no tienen necesidad, pero Dios ha moderado el cuerpo a una habiéndole dado más abundante honor a aquella -parte- que -le- falta.
25. Para que no haya cisma en el cuerpo, sino -que- los miembros tengan el mismo cuidado el uno por el otro.
26. Y si un miembro sufre, todos los miembros con él sufren, o -si- un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan.
27. Ahora pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros -cada uno- en particular.
28. Y Dios ha establecido a algunos en la congregación, primeramente -a los- apóstoles, en segundo lugar -a los- profetas, en tercer lugar -a los- que enseñan, después de esto -los que obran- milagros, luego -los que tienen- dones de sanaciones, -de- ayuda, -de- gobernar, -y de- diversidades de lenguas.
29. ¿-Son- todos apóstoles? ¿-Son- todos profetas? ¿-Son- todos tutores? ¿-Son- todos obradores de milagros?
30. ¿Tienen todos los dones de la sanación? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Interpretan todos?
31. Pero codiciad ávidamente los mejores dones y aún os indico un camino más excelente.

1 Corintios 11

1. Sed seguidores míos, así como yo también -lo soy- de Cristo.
2. Ahora pues os alabo hermanos, porque me recordáis en todas lass cosas, y guardáis las ordenanzas tal como os -las- entregué.
3. Pero quiero haceros saber que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer -es- el hombre, y la cabeza de Cristo -es- Dios.
4. Todo hombre que ore o profetice teniendo -su- cabeza cubierta, su cabeza deshonra.
5. Mas toda mujer que ore o profetice con su cabeza descubierta, su cabeza deshonra, porque es igual a como si estuviera rapada.
6. Ya que si la mujer no se cubre, que también se rasure; mas si es una vergüenza para la mujer rasurarse o raparse, que se cubra.
7. Porque en realidad el hombre no debe cubrir -su- cabeza, por cuanto él es la imagen y la gloria de Dios, aunque la mujer es la gloria del hombre.
8. Ya que el hombre no es de la mujer, sino la mujer del hombre.
9. Tampoco el hombre fue creado para la mujer, sino la mujer para el hombre.
10. Por esta razón debe la mujer tener dominio sobre -su- cabeza a causa de los ángeles.
11. Sin embargo ni el hombre es sin la mujer, tampoco la mujer sin el hombre, -esto- en el Señor.
12. Porque como la mujer -es- del hombre, igualmente el hombre también -es- por la mujer; sin embargo todas las cosas -son- de Dios.
13. Juzgad por vosotros mismos: ¿conviene que una mujer -le- ore a Dios descubierta?
14. ¿-Acaso- no os enseña la misma naturaleza que si un hombre tiene cabello largo, para él es una vergüenza?
15. Mas si una mujer tiene el cabello largo, para ella es una gloria, pues -su- cabello como cubrimiento -le- es dado.
16. Pero si algún hombre parece ser contencioso -al respecto-, tal costumbre no -la- tenemos nosotros ni las congregaciones de Dios.
17. Ahora pues en esto que declaro no -os- alabo, que os congreguéis no para lo mejor, sino para lo peor.
18. Oue primero que todo, cuando os juntáis en la congregación, oigo que hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo.
19. Pues también debe haber herejías entre vosotros, para que los que estén aprobados entre vosotros se puedan manifestar.
20. Por tanto cuando os congregáis en un lugar, no es para comer la cena del Señor.
21. Porque al comer cada uno toma antes su propia cena, y uno tiene hambre, y el otro se embriaga.
22. ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber en -ellas-? ¿o despreciáis la congregación de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré por esto? No -os- alabo.
23. Porque yo recibí del Señor aquello que también os compartí, Que el Señor Jesús la noche en la cual fue traicionado, tomó pan.
24. Y cuando hubo dado gracias, -lo- partió, y dijo, Tomad, comed, este es mi cuerpo, el cual es quebrado por vosotros; haced esto en memoria de mí.
25. Después de la misma manera también -tomó- la copa cuando hubo cenado, diciendo, esta copa es el nuevo testamento en mi sangre; haced esto, las veces que -la- bebáis, en memoria de mí.
26. Porque las veces que comáis este pan, y bebáis esta copa, dais a conocer la muerte del Señor hasta que él venga.
27. Por tanto quienquiera que coma de este pan, y beba -esta- copa indignamente, será culpable del cuerpo y la sangre del Señor.
28. Pero que el hombre se examine a sí mismo, y que así coma de -este- pan, y beba de -esta- copa.
29. Porque el que come y bebe indignamente, para él mismo come y bebe condenación, no discirniendo el cuerpo del Señor.
30. A causa de esto muchos -están- débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen.
31. Ya que si nos juzgáramos a nosotros mismos, no tendríamos que ser juzgados.
32. Pero cuando somos juzgados, somos castigados por el Señor, para no tener que ser condenados con el mundo.
33. Por lo tanto, hermanos míos, cuando os congreguéis para comer, esperaos entre vosotros.
34. Y si algún hombre tiene hambre, que coma en casa, para que no os congreguéis para condenación. Y el resto -de las cosas- al llegar las pondré en orden.

1 Corintios 10

1. Más aún hermanos, no quiero que seáis ignorantes, de cómo todos nuestros padres estuvieron debajo de la nube, y todos pasaron a través del mar;
2. Fueron todos bautizados para Moisés en la nube y en el mar.
3. Todos ingirieron la misma comida espiritual.
4. Y todos tomaron la misma bebida espiritual, porque bebieron de aquella Roca espiritual que los seguía, y esa Roca era Cristo.
5. Mas con muchos de ellos Dios no se complació, pues fueron derribados en el yermo.
6. Ahora bien, estas cosas fueron -para- ejemplo nuestro, con el propósito de que no ambicionemos cosas malas, como también ellos lo hicieron.
7. Ni seáis idólatras, como -lo fueron- algunos de ellos, tal como está escrito, El pueblo se sentaba a comer y a beber, y a jugar se levantaba.
8. Ni tampoco cometamos fornicación, como algunos de ellos la cometieron, y en un día cayeron tres mil.
9. Tampoco tentemos a Cristo, como algunos de ellos también -lo- tentaron, y fueron destruídos por la serpientes.
10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y acabados fueron por el destructor.
11. Ahora pues, estas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo, y fueron escritas para nuestra amonestación, a quienes han llegado los finales del mundo.
12. Por tanto, que el que piense que está de pie que preste atención, no vaya a ser que caiga.
13. No os ha asaltado tentación -alguna- que no sea común en el hombre; Sin embargo Dios -es- fiel, el cual no dejará que seáis tentados por encima de vuestra capacidad; más bien, con la tentación también abrirá un vía de escape, para que podáis ser capaces de soportarla.
14. Por tanto, mis queridos y -mis- amados, huid de la idolatría.
15. Os hablo como a hombres sabios; juzgad lo que os digo.
16. La copa de bendición que santificamos, ¿No es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿No es la comunión del cuerpo de Cristo?
17. Pues nosotros -siendo- muchos somos un pan, -y- un cuerpo, ya que todos somos partícipes de aquel pan.
18. Mirad a Israel según la carne, ¿los que comen de los sacrificios no son ellos participantes del altar?
19. ¿Qué voy a decir yo entonces? ¿que el ídolo es algo, o que aquello que se ofrece en sacrificio a los ídolos es algo?
20. Mas -digo-, que las cosas que los Gentiles sacrifican, -las- sacrifican a los diablos y no a Dios, y no quiero que tengáis fraternidad con diablos.
21. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los diablos; no podéis ser participantes de la mesa del Señor, y de la mesa de -los- diablos.
22. ¿Provocamos al Señor a celos? ¿somos más fuertes que él?
23. Aunque todas las cosas me sean legales, no todas convienen; aunque todas las cosas me sean lícitas, no todas edifican.
24. Que ninguno busque lo suyo, sino -la riqueza- de todos los demás.
25. Comed lo que se venda en la carnicería, sin hacer pregunta -alguna- a causa de la conciencia;
26. Porque la tierra -es- del Señor, junto con la plenitud de ella.
27. Si alguno de los que no creen os invita -a una fiesta-, y os disponéis a ir, comed lo que os pongan delante, sin hacer pregunta a causa de la conciencia.
28. Mas si algún hombre os dice, Esto se ofrece en sacrificio a los ídolos, no comáis por causa del que lo manifestó, y a causa de la conciencia; porque la tierra -es- del Señor, junto con la plenitud de ella.
29. Conciencia, digo, no -la- tuya, sino -la- del otro; ¿pues por qué es juzgada mi libertad por la conciencia de otro?
30. Ya que si por gracia hago parte, ¿por qué se habla mal de mí, sobre aquello por lo que estoy agradecido?
31. Por tanto sea que comáis, o bebáis, o cualquier cosa que hagáis, hacedlo todo para la gloria de Dios.
32. No deis ofensa a nadie, ni a los Judíos, ni a los Gentiles, ni tampoco a la congregación de Dios.
33. Así como yo complazco a todos en todo, sin buscar mi propio provecho, sino el de muchos, para que puedan ser salvos.

1 Corintios 9

1. ¿No soy un apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto yo a Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
2. Si para otros no soy un apóstol, aún así sin duda para vosotros -lo- soy; porque vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor.
3. Mi respuesta a aquellos que me prueban es la siguiente:
4. ¿No tenemos potestad para comer y beber?
5. ¿No tenemos potestad para liderar a una hermana, a una esposa, como también otros apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas -lo hacen-?
6. ¿O sólo Bernabé y yo no tenemos potestad de dejar de trabajar?
7. ¿Quién alguna vez va a la batalla a expensas propias? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién alimenta al rebaño y no toma de su leche?
8. ¿-Acaso- digo estas cosas como hombre? ¿O no dice la ley también lo mismo?
9. Pues en la ley de Moisés está escrito, No abozalarás al buey que el grano trilla. ¿Cuida Dios a los bueyes?
10. ¿O -lo- dice conjuntamente por causa nuestra? Por causa nuestra sin duda está escrito, para que el que ara, are con esperanza, y para que el con esperanza trilla, sea participante de su esperanza.
11. Si hemos sembrado ente vosotros cosas espirituales, ¿-es- un gran evento si cosechamos vuestras cosas carnales?
12. Si otros son participantes de -este-derecho sobre vosotros, ¿no -lo somos- más bien nosotros? Sin embargo no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todas las cosas, no vaya a ser que obstaculicemos el evangelio de Cristo.
13. ¿No sabéis que los que ministran en las cosas sagradas viven del templo? ¿y los que sirven en el altar son partícipes del altar?
14. Así también el Señor ha ordenado que los que predican el evangelio vivan del evangelio.
15. Mas yo ninguna de estas cosas he usado, ni he escrito estas cosas para que se me hagan a mí; porque mejor me -sería- morir a que algún hombre hiciera vana mi jactancia.
16. Pues aunque predico el evangelio, de nada tengo que gloriarme, ya que la necesidad se me impone; sí, ¡Ay de mí, si no predico el evangelio!
17. Ya que si esto lo hago voluntariamente, recompensa tengo, mas si en contra de mi voluntad se me encomienda una dispensación -del evangelio- a mi,
18. ¿Cuál es mi paga entonces? -En realidad- que cuando yo predique el evangelio, pueda hacer el evangelio de Cristo sin cargo, para no abusar de mi derecho por el evangelio.
19. Porque aunque sea libre ante todos, aún así siervo me he hecho de todos, para poder ganar a más.
20. Para los Judíos me volví Judío, con el fin de ganarlos a ellos; para los que están bajo la ley, como -si yo estuviera- bajo la ley para poder ganarlos a ellos;
21. Para los que estám sin ley, como -si yo estuviera- sin ley, (estando no sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo.) para poder ganar a los que están sin ley.
22. Para los débiles me volví igual de débil, y así poderlos ganar; me he hecho de todo para todos, para poder por cualquier medio salvar a algunos.
23. Y esto -lo- hago por amor al evangelio, para poder ser con -vosotros- partícipe de él.
24. ¿No sabéis que -de- los que corren una carrera aunque todos lo hagan, sólo uno recibe el premio? Corred así para que podáis obtenerlo.
25. Y todo hombre que se esfuerza por la maestría, se modera en todas las cosas. Ahora pues ellos -lo hacen- para obtener una corona corruptible, pero nosotros -para obtener- una incorruptible.
26. Por eso corro así, no con incertidumbre; peleo así, no como alguien que golpea al aire,
27. Sino que mantengo sometido mi cuerpo, y -lo- llevo a la sujeción, no sea que de alguna manera, habiéndole predicado a otros, yo mismo sea eliminado.

1 Corintios 8

1. Ahora bien, en lo tocante a las cosas ofrecidas a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el verdadero amor edifica.
2. Y si algún hombre piensa que sabe algo, nada sabe aún en cuanto a lo que debe saber.
3. Pero si algún hombre ama a Dios, este mismo es conocido por él.
4. Por tanto en cuanto a lo concerniente a comer estas cosas ofrecidas a los ídolos, sabemos que un ídolo -no es- nada en el mundo, y que no -hay- ningún otro Dios sino uno.
5. Porque aunque existan los llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, (pues dioses hay muchos, y señores muchos,)
6. Pero para nosotros -sólo hay- un Dios, el Padre, de quien -son- todas las cosas, nosotros -somos- en él; y un Señor Jesucristo, por quien -son- todas las cosas, y nosotros -somos- por él
7. Sin embargo ese conocimiento no -está- en todos los hombres; algunos conscientes hasta esta hora del ídolo, comen -aquello- como una cosa ofrecida a un ídolo, y su conciencia al ser débil se contamina.
8. Pero la comida no nos engrandece ante Dios; pues no porque comamos somos los mejores, ni porque no comamos somos los peores.
9. Pero prestad atención no sea que de alguna manera esta libertad vuestra se convierta en una piedra de tropiezo para los que están débiles.
10. Porque si algún hombre a ti que tienes conocimiento te ve sentado a la mesa en el templo del ídolo, ¿no se animará la conciencia de aquel que es más débil a comer esas cosas ofrecidas a los ídolos,
11. Y por tu conocimiento el hermano débil, por quien Cristo murió perezca?
12. Mas cuando pecáis así contra los hermanos, hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
13. Por tanto, si la comida hace que mi hermano se ofenda, no voy a comer carne mientras el mundo perdure, no sea que a mi hermano yo ofenda.

1 Corintios 7

1. Ahora bien, concerniente a las cosas que me escribísteis, -Es- bueno que el hombre no toque a la mujer.
2. Sin embargo, -para evitar- la fornicación, que cada hombre tenga su propia esposa, y que cada mujer tenga su propio marido.
3. Que el esposo le rinda a la esposa la debida benevolencia; y de igual manera también la esposa al esposo.
4. La esposa no tiene poder sobre su propio cuerpo, sino más bien el esposo, y de igual manera también el esposo no tiene poder sobre su propio cuerpo, sino más bien la esposa.
5. No os defraudéis el uno al otro, excepto con consentimiento por un tiempo, para poder daros al ayuno y a la oración, y juntaos de nuevo, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia.
6.. Pero hablo esto con permiso, -y- no como mandamiento.
7. Porque quisiera que todos los hombres fueran incluso como yo. Pero cada hombre tiene su propio don de Dios, uno en cierta manera, y otro en otra.
8. Por tanto a los no casados y a las viudas les digo, Es bueno que permanezcan incluso así como yo.
9. Pero si no se pueden contener, que se casen; porque es mejor casarse que arder.
10. Y a los casados -les- mando, no yo, sino el Señor, Que la esposa no se aparte de -su- marido;
11. Mas si se aparta, que permanezca sin casarse, o se reconcilie con -su- marido; y que el esposo no deseche a -su- esposa.
12. Pero al resto -les- hablo yo y no el Señor, Si algún hombre tiene una esposa que no cree, y a ella le place morar con él, que no la deseche.
13. Y a la mujer que tenga un marido que no crea, y si a él le place morar con ella, que no lo deje,
14. Porque el marido incrédulo se santifica por la mujer, y la mujer incrédula se santifica por el marido; de otro modo serían impuros vuestros hijos, pero ahora son santos.
15. Pero si el incrédulo se aparta, déjalo apartarse. Un hermano o hermana en tales -casos- no está bajo servidumbre, sino que Dios nos ha llamado a la paz.
16. ¿Pero qué sabes tú, Oh mujer, si vas a salvar a -tu- marido? ¿o cómo sabes tú Oh hombre, si vas a salvar a -tu- mujer?
17. Pero tal como Dios ha distribuído a cada hombre, tal como Dios ha llanado a cada cual, así él ande. Y así ordeno yo en todas las congregaciones.
18. ¿Ha sido algún hombre llamado siendo circuncidado? Que no se vuelva incircunciso. ¿Alguien en la incircuncisión es llamado? Que no se haga circunciso.
19 La circuncisión no es nada, la incircuncisión nada es, pero el guardar los mandamientos de Dios -lo es-.
20. Que todo hombre permanezca en la misma vocación en la que fue llamado.
21. ¿Eres llamado -siendo- criado? No te preocupes por ello, pero si puedes hacerte libre, mejor -haz- uso -de ello-.
22. Porque el que es llamado en el Señor -siendo- criado, es hombre libre del Señor; de igual menera también el que es llamado -siendo- libre, es un criado de Cristo.
23. Sois comprados con un precio, no os hagáis criados de los hombres.
24. Hermanos, que todo hombre, en donde es llamado, permanezca ahí con Dios.
25. Ahora bien, concerniente a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; sin embargo doy mi juicio como uno que ha obtenido la misericordia del Señor para ser fiel.
26. Supongo por tanto que esto es bueno para la angustia presente, -digo yo-, que -es- bueno que un hombre sea así.
27. ¿Estás atado a una esposa? No busques desatarte. ¿Estás libre de mujer? No busques esposa.
28. Pero si te casas, no pecaste; y si una virgen se casa, no peca. Sin embargo tales -personas- tendrán problemas en la carne; pero yo os evito -esto-.
29. Mas digo esto, hermanos, -que- el tiempo -es- corto; queda -entonces-, que los que tienen mujeres hagan como si no tuvieran ninguna,
30. Además los que lloran, como si no lloraran, los que se regocijan, como si no se regocijaran, los que compran, como si no poseyeran,
31. Y los que usan este mundo, como sin abusar -de él-, porque el modelo de este mundo se desvanece.
32. Mas quisiera teneros sin preocupación. El que esté sin casarse cuide de las cosas que pertenezcan al Señor, de cómo poder complacer al Señor;
33. Pero el que esté casado cuide de las cosas que son del mundo, de cómo complacer a -su- esposa.
34. -Además- hay diferencia entre -ser- una esposa y una virgen. La mujer sin casarse cuida de las cosas del Señor, para poder ser santa tanto en cuerpo como en espíritu; pero aquella que está casada cuida de las cosas del mundo, de cómo complacer a -su- esposo.
35. Y hablo esto para vuestro propio provecho, no para lanzaros un lazo, sino para lo que es conveniente, y para que sin distracción podáis atender al Señor.
36. Pero si algún hombre piensa que se comporta de forma inapropiada con su virgen si ella pasa la flor de edad, y necesita ser requerida, que él haga lo que desee, no peca; déjelos casarse.
37. No obstante el que permanezca firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que tiene poder de voluntad, así ha decretado en su corazón que guardará a su virgen, bien hace.
38. Así que entonces el que -la- entrega en matrimonio hace bien, pero el que no -la- da en matrimonio mejor hace.
39. La esposa está atada por la ley en tanto viva su esposo; pero si muere su marido, queda en libertad para casarse con quien desee, solamente en el Señor.
40. Pero más feliz es si permanece así, de acuerdo a mi juicio; y también pienso que tengo el Espíritu de Dios.