Un Salmo de Asaf.
1. El Dios poderoso, el -mismo- SEÑOR, ha hablado, y llamado a la tierra desde la salida del sol hasta su ocaso.
2. Desde Sion, la perfección de la belleza, Dios ha resplandecido.
3. Nuestro Dios vendrá, y no guardará silencio: el fuego abrasará delante de él, y muy tempestuoso a su alrededor será.
4. Desde arriba llamará a los Cielos y a la tierra, para a su pueblo poder juzgar.
5. Reunid a mis santos conmigo, a aquellos que han hecho conmigo un convenio por medio de -un- sacrificio.
6. Y los cielos declararán su justicia, porque Dios -es- el mismo juez. Selah.
7. Oíd-me-, Oh pueblo mío, y hablaré, Oh Israel, y testificaré en tu contra: Yo -soy- Dios, tu -mismo- Dios.
8. No te voy a reprobar por tus sacrificios u ofrendas quemadas que de continuo -están- delante de mí
9. De tu casa no quitaré bueyes, -ni- cabros de tus rediles.
10. Porque toda bestia del bosque -es- mía, -al igual que- el ganado de mil colinas.
11. A todas las aves de las montañas conozco, y las bestias salvajes del campo mías -son-.
12. Si me diera hambre, no te lo diría, pues el mundo y su plenitud míos -son-.
13. ¿Comeré carne de toros, o beberé sangre de cabras?
14. Ofrécele a Dios acción de gracias, y págale tus promesas al Altísimo;
15. E invócame en el día del apuro, yo te libraré y tú me glorificarás.
16. Pero al malvado Dios le dice, ¿Qué tienes que ver con que declarares mis estatutos o con -que- tengas que llevar mi convenio en tu boca?
17. Viendo que tú odias la instrucción y le das la espalda a mis palabras.
18. Cuando viste a un ladrón, con él tuviste consentimiento, y de los adúlteros has hecho parte.
19. Tu boca entregas al mal, y tu lengua formula engaños.
20. Te sientas a hablar en contra de tu hermano, -y- al mismo hijo de tu madre calumnias.
21. Hiciste estas -cosas- y yo guardé silencio; pensaste que yo también era -uno- igual a ti, -pero- te reprenderé y en orden delante de tus ojos -las- pondré.
22. Considerad esto ahora, vosotros los que os olvidáis de Dios, no sea que -os- desgarre a pedazos, y nadie -esté- para librar.
23. Quien -me- ofrece alabanzas me glorifica, y al que ordene su proceder -correctamente le- daré a conocer la salvación de Dios.
Y José cayó sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó.
2. Y José mandó que sus criados los doctores embalsamaran a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel.
3. Y se cumplieron cuarenta días por él, pues esos son los días que se cumplen por aquellos que se embalsaman; y los Egipcios lo lamentaron setenta dias.
4. Y cuando los días de su luto acabaron, José le habló a la casa del Faraón, diciendo, Si hoy hallo gracia a vuestros ojos, os ruego que habléis a oídos del Faraón diciendo,
5. Mi padre me hizo jurar, diciendo, He aquí que muero: en mi sepulcro que he cavado para mi en la tierra de Canaán, allí me enterrarás. Ahora pues, te ruego que me dejes subir y enterrar a mi padre, y vendré de nuevo.
6. Y el Faraón dijo, Sube, y entierra a tu padre, de acuerdo al juramento que te hizo hacer.
7. + Y José subió a enterrar a su padre, y con él subieron todos los criados del Faraón, los principales de su casa, y todos los principales de la tierra de Egipto.
8. Y toda la casa de José con sus hermanos, y la casa de su padre, quedándose solamente sus pequeñitos y sus rebaños en la tierra de Goshén.
9. Y subieron con él tanto carruajes como jinetes: fue una gran compañía.
10. Y vinieron a la era de Atad, más allá del Jordán, donde lloraron con profundos y grandes lamentos, y él hizo luto por su padre siete días.
11. Y cuando los habitantes de la tierra, los Canaanitas vieron los lamentos en la era de Atad, dijeron, Este -es- un gran luto para los Egipcios. Por eso este lugar que está más allá del Jordán fue llamado Abel-mizraim.
12. Y sus hijos hicieron con él de acuerdo a lo que les había mandado:
13. Pues sus hijos lo llevaron a la tierra de Canaán, y lo enterraron en la cueva del campo de Macpela, que Abraham compró a Efrón el Hitita -junto- con el campo, como posesión de lugar de entierro, antes de Mamre.
14. + Y José retornó a Egipto, él, sus hermanos y todos los que subieron con él a enterrar a su padre, después haberlo enterrado.
15. + Y cuando los hermanos de José vieron que su padre estaba muerto, -se- dijeron, Por ventura José nos va a odiar, y por seguro que se desquitará de todo el mal que le hicimos a él.
16. Y enviaron un mensajero a José, diciendo, Tu padre mandó antes de morir diciendo,
17. Así diréis a José, Te ruego que perdones ahora la transgresión de tus hermanos, y su pecado, pues ellos te hicieron mal; y ahora, te ruego que perdones la transgresión de los siervos del Dios de tu padre.Y José lloró cuando le hablaron.
18. Y sus hermanos también se postraron delante de él, y dijeron, He aquí que -somos- tus criados.
19. Y José les dijo, No temáis, ¿-estoy- para ocupar el lugar de Dios?
20. Pero en cuanto a vosotros que pensásteis mal contra mí, para bien lo propuso Dios, con el fin de salvar hoy la vida de mucha gente.
21. Ahora pues, no temáis: Yo os daré de comer, a vosotros y a vuestros pequeñitos. Y él los comfortó y les habló con amabilidad.
22. + Y José habitó en Egipto, él y la casa de su padre; y José vivió ciento diez años.
23. Y José vió a los hijos de Efraín de la tercera -generación-; los hijos de Machir, el hijo de Manasés también fueron educados sobre el canto de José.
24. Y José -le- dijo a sus hermanos, Voy a morir, y Dios por cierto que os va a visitar, y a sacar de esta tierra a la tierra que él le juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.
25. Y José -le- hizo jurar a los hijos de Israel diciendo, Dios con certeza os visitará, y sacaréis mis huesos de aquí.
26. Entonces José murió de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.
Y Jacob llamó a sus hijos, y -les- dijo, Reuníos para que pueda contaros lo que os acontecerá en los postreros días.
2. Reuníos, y oíd, vosotros hijos de Jacob, y escuchad a Israel vuestro padre.
3. + Rubén, tu -eres- mi primogénito, mi poder, y el comienzo de mis fuerzas, la excelencia de la dignidad, y la excelencia del poder:
4. Inestable como el agua, no sobresaldrás, porque subiste a la cama de tu padre, y -la- ensuciaste: él subió a mi sofá.
5. Simeón y Leví -son- hermanos; instrumentos de crueldad sus habitaciones.
6. Oh alma mía, adéntrate a sus secretos, a su asamblea mi honor, no estaréis unidos, pues en su ira mataron a un hombre, y por voluntad propia excavaron un muro.
7. Maldita su furia, pues -fue- intensa, y su rabia, pues fue cruel: los dividiré en Jacob, y los esparciré en Israel.
8. + Judá, a quien tus hermanos alabarán; tus manos estarán sobre el cuello de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán delante tuyo.
9. Judá es un cachorro de león: de la presa, hijo mío, has subido: él se agachó, se echó como león, como viejo león; ¿quién lo levantará?
10. El cetro no se apartará de Judá, ni legislador de entre sus pies hasta que venga Shiloh; y alrededor de él se reunirán las gentes.
11. Tras amarrar su potro a la vid, y su asno joven a la vid escogida, lavó sus prendas en vino, y sus ropas en zumo de uva;
12. Sus ojos rojos por el vino, y sus dientes emblanquecidos por la leche.
13. Zabulón habitará en puertos del mar, y refugio de barcos -se volverá-, y sus límites hasta Sidón -serán-.
14. Isacar es un asno fuerte echado entre dos cargas.
15. Y él vió que el descanso -era- bueno, y a la tierra que -era- linda, y agachó sus hombros a la carga, y se volvió criado para dar tributo.
16. + Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel.
17. Dan será una serpiente al lado del camino, un áspid en el sendero que muerda los talones de los caballos para que sus jinetes se caigan de espaldas.
18. Yo esperé en tu salvación, Oh SEÑOR.
19. + Gad, una tropa lo vencerá, pero él saldrá vencedor al final.
20. + De Asher su pan -será- abundante, y él producirá delicias reales.
21. + Neftalí es un cervatillo libre que entrega palabras de bondad.
22. + José es una rama grande -y- fructífera, una gran rama fructífera al lado de un pozo, cuyas ramas corren por el muro;
23. Los arqueros lo afligieron gravemente, le dispararon con odio.
24. Pero su arco permaneció con fuerza, y las armas de sus manos fueron fortalecidas por las manos del Dios poderoso de Jacob; (desde entonces -es- el pastor, la piedra de Israel)
25. Por el Dios de tu padre, quien te ayudará, y por el Todopoderoso quien te bendecirá con bendiciones de arriba del cielo, con bendiciones que yacen abajo en las profundidades, y bendiciones de los pechos y del vientre.
26. Las bendiciones de tu padre han prevalecido por encima de las bendiciones de mis progenitores hasta los más lejanos límites de las colinas eternas: se posarán sobre la cabeza de José, y sobre la corona de su cabeza que fué separada de sus hermanos.
27. + Benjamín raptará como lobo; en la mañana devorará la presa, y por la noche dividirá los despojos.
28.+ Todos estos -son- las doce tribus de Israel, y esto es lo que su padre les -ha- hablado y -cómo- los -ha- bendecido; cada uno de acuerdo a la bendición que él les dió.
29. Y les encargó diciéndoles, Estoy a punto de ser reunido con mi gente: enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón el Hitita;
30. En la cueva del campo de Macpela, que -está- antes de Mamre, en la tierra de Canaán, la que Abraham compró con el campo de Efrón el Hitita como posesión para cementerio.
31. Allí enterraron a Abraham y a Sarah su esposa; allí enterraron a Isaac y a Rebeca su esposa, y allí enterré a Leah.
32. La compra del campo y de la cueva que -está- allí -fué hecha- a los hijos de Jet.
33. Y cuando Jacob había terminado de darle órdenes a sus hijos, juntó sus pies en la cama, entregó el espíritu, y fué reunido con su gente.
Y después de estas cosas sucedió que se le dijo a José, He aquí que tu padre está enfermo: y tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín,
2. Y se le dijo a Jacob, He aquí que tu hijo José viene hasta donde ti: e Israel se fortaleció y se sentó en la cama.
3. Y Jacob -le- dijo a José, Dios Todopoderoso se me apareció en -la región de-Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo,
4. Y me dijo, He aquí que te haré fructífero y te multiplicaré, y haré de ti una gran multitud de gentes; le daré esta tierra a tu simiente después de ti, como posesión eterna.
5. + Y ahora tus dos hijos, Efraín y Manasés que te nacieron en la tierra de Egipto antes de que yo viniera hasta donde ti en Egipto, -son- míos; como Rubén y Simeón, serán míos.
6. Y tus brotes, que tu engendres después de ellos serán tuyos, serán llamados por el nombre de sus hermanos en su herencia.
7. En cuanto a mi, cuando vine de Padán, Raquel murió a mi lado en la tierra de Canaán en el camino, quedando muy poco para llegar a Efrat, y la enterré allí en el camino a Efrat, la misma Belén.
8. E Israel contempló los hijos de José, y -le- dijo, ¿Quienes -son- éstos?
9. Y José -le- dijo a su padre, -son- mis hijos, los que Dios me ha dado en éste -lugar-. Y él -le- dijo, Tráemelos te lo ruego, para bendecirlos.
10. Ahora pues los ojos de Israel estaban empañados por la edad, -y- no podía ver. Y se los acercó, los besó los abrazó.
11. E Israel -le- dijo a José, No había pensado en ver tu rostro, y mira que Dios también me ha mostrado tu simiente.
12. Y José los quitó de entre sus piernas, y se inclinó rostro en tierra.
13. Y los tomó a ambos, a Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y a Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel, acercándolos a él.
14. E Israel estiró su mano derecha colocándola sobre la cabeza de Efraín el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, guiando sus manos a sabiendas de que Manasés -era- el primogénito.
15. + Y bendijo a José, diciendo, Dios, delante de quien mis padres Abraham e Isaac anduvieron, el Dios que me -ha- sustentado durante toda la vida hasta el día de hoy,
16. El Ángel que me -ha- redimido de todo mal, bendiga a los muchachos, y que mi nombre sea nombrado por ellos, junto con el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y que crezcan y se vuelvan una multitud en medio de la tierra.
17. Y al ver José que su padre -había- puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le desagradó, y tomó la mano de su padre para retirarla de la cabeza de Efraín a la de Manasés,
18. Y José -le- dijo a su padre, Así no, padre mío, porque éste -es- el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19. Y su padre se negó, y -le- dijo, Yo -lo- sé, hijo mío, yo -lo- sé: él también se convertirá en un pueblo, y él también será grande, pero con certeza su hermano menor será más grande, y su simiente se convertirá en una multitud de naciones.
20. Y los bendijo ese día, diciendo, En tí Israel bendecirá, diciendo, Que Dios te haga como a Efraín y a Manasés, y coloque a Efraín delante de Manasés,
21. E Israel -le- dijo a José, He aqui que voy a morir, pero Dios quedará contigo, y te traerá de nuevo a la tierra de tus padres.
22. Además te he dado una porción de más que a tus hermanos, la que le quité al Amorreo de sus manos con mi espada y con mi arco.
Entonces José vino y le contó al Faraón diciendo, Mi padre y mis hermanos, junto con sus rebaños, sus manadas y todo lo que tienen, han salido de la tierra de Canaán, y he aquí que -están- en la tierra de Goshen.
2. Y tomó algunos de sus hermanos, -esto es- cinco hombres, y se los presentó al Faraón.
3. Y el Faraón -le- dijo a sus hermanos, ¿Cuál es vuestra ocupación? Y le dijeron al Faraón, Tus siervos -son- pastores, tanto nosotros como nuestros padres.
4. Ellos dijeron además al Faraón, Pues hemos venido a residir en la tierra, ya que vuestros siervos no tienen pastos para sus rebaños; la hambruna se agudizó en la tierra de Canaán: ahora por tanto, te rogamos que dejes habitar a tus siervos en la tierra de Goshen.
5. Y el Faraón le habló a Jose diciendo, Tu padre y tus hermanos han venido a tí.
6. La tierra de Egipto -está- delante tuyo; haz habitar a tu padre y a tus hermanos en lo mejor de ella; en la tierra de Goshen déjalos habitar: y si conoces hombres activos entre ellos, haz entonces de estos pastores de mi ganado.
7. Y José trajo a Jacob su padre, y lo puso delante del Faraón, y Jacob bendijo al Faraón.
8. Y el Faraón le dijo a Jacob, ¿Cuántos años tienes?
9. Y Jacob -le- dijo al Faraón, Los días de los años de mi peregrinaje -son- ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinaje.
10. Y Jacob bendijo al Faraón, y salió de delante del Faraón.
11. + Y José colocó a su padre y a sus hermanos, y les dió como posesión lo mejor de la tierra de Egipto, la tierra de Rameses, como el Faraón -lo- había mandado.
12. Y José proveyó para su padre, para sus hermanos y para toda la casa de su padre de pan de acuerdo a -sus- familias.
13. + Y no había pan en toda la tierra, pues la hambruna era muy intensa, tanto que la tierra de Egipto y toda la tierra de Canaán desfallecían a causa de la hambruna.
14. Y José reunió todas las monedas que se hallaban en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán a cambio del grano que ellos compraban, y José llevó las monedas a la casa del Faraón.
15. Y cuando la moneda escaseó en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, todos los Egipcios vinieron hasta donde José y -le- dijeron, Danos pan, ¿ya que por qué hemos de morir en tu presencia? Pues la moneda escaseaba.
16. Y José dijo, Dad vuestro ganado, y si la moneda escasea, yo os daré a cambio de vuestro ganado.
17. Y traían su ganado a José, y José les daba pan a cambio de caballos, de rebaños, de ganado, y de asnos, y les proveyó de pan a cambio de todo su ganado durante ese año.
18. Cuando ese año terminó ellos llegaron hasta donde él el siguiente año, y le dijeron, No le ocultaremos a mi señor que nuestras monedas se gastaron; mi señor tiene también nuestro ganado; no queda nada ante los ojos de mi señor salvo nuestros cuerpos y nuestras tierras:
19. ¿Por qué moriremos delante de tus ojos tanto nosotros como nuestra tierra? Cómpranos -a nosotros- y a nuestra tierra a cambio de pan, y nosotros y nuestra tierra seremos criados del Faraón, y danos grano para que podamos vivir y no morir , y la tierra no quede desolada.
20. Y José le compró toda la tierra de Egipto al Faraón, pues los Egipcios vendieron cada hombre su campo, ya que la hambruna los había vencido, y así la tierra se volvió del Faraón.
21. Y en cuanto a las gentes, él las mudó a las ciudades de -un- extremo de las fronteras de Egipto hasta el -otro- extremo del país.
22. Sólo la tierra de los sacerdotes él no compró, pues los sacerdotes tenían una porción -asignada a ellos- por el Faraón, y comían de la porción que el Faraón les daba; por ello no vendieron sus tierras.
23. Entonces José le decía a las gentes, Mirad que hoy os he comprado -a vosotros- y a vuestra tierra para el Faraón, tomad semilla para vosotros y sembrad la tierra.
24. Y acontecerá que en la cosecha le daréis la quinta parte al Faraón, y cuatro partes serán vuestras, para semilla del campo y para comida vuestra, de los de vuestras casas y de vuestros pequeños.
25. Y dijeron, has salvado nuestras vidas, déjanos hallar gracia ante de los ojos de mi señor, y seremos criados del Faraón.
26. Y José puso por ley en la tierra de Egipto hasta el dia de hoy -que- el Faraón debía tener la quinta -parte-; sólo la tierra de los sacerdotes no se volvió del Faraón.
27. + E Israel habitó en la tierra de Egipto, en el país de Goshen, y tuvieron posesiones allí, crecieron y se multiplicaron excesivamente.
28. Y Jacob vivió en la tierra de Egipto diecisiete años, de manera que la edad completa de Jacob fue ciento cuarenta y siete años.
29. Y se acercaba el momento en el que Israel debia morir, y llamó a su hijo José, y le dijo, Si ahora he hallado gracia a tu vista, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y hagas un trato honesta y bondadosamente conmigo: te ruego que no me entierres en Egipto;
30. Más bien yaceré con mis padres, y tu me sacarás de Egipto y me enterrarás en su cementerio. Y él dijo, Haré lo que has dicho.
31. Y él -le- dijo, Júramelo, y él juró ante él. E Israel se reclinó sobre la cabecera de la cama.
E Israel hizo el viaje con todo lo que tenía, llegando a Ber-shiba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
2. Y Dios -le- habló a Israel en visiones de la noche, diciéndo-le-, Jacob, Jacob. Y él -le- dijo, Aquí estoy.
3. Y él -le- dijo, -Soy- Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, pues allí haré de ti una gran nación:
4. Bajaré contigo a Egipto, y por cierto que te traeré y te subiré; y José pondrá sus manos sobre tus ojos.
5. Y Jacob se levantó de Ber-shiba, y los hijos de Israel llevaron a Jacob su padre, a sus pequeñitos y a sus esposas en las carretas que el Faraón había enviado para llevarlo.
6. Y tomaron su ganado y los bienes que habían conseguido en la tierra de Canaán, y llegaron a Egipto Jacob y toda su simiente con él:
7. Sus hijos, los hijos de sus hijos con él, sus hijas, los hijos de sus hijas, y toda su simiente trajo junto con él a Egipto.
8. + Y éstos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto, Jacob y sus hijos, Rubén, el primogénito de Jacob,
9. Y los hijos de Rubén: Janoc, Falu, Jezron y Carmi.
10. + Y los hijos de Simeón: Yemiel, Yeimin, Ojad, Yachin, Zojar y Shol el hijo de una mujer Cananita.
11. + Y los hijos de Leví: Gershon, Kojat y Merari.
12. + Y los hijos de Judá, Er, Onán, Shela, Farez y Zera. Pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Farez fueron Jezron y Jamul.
13. + Y los hijos de Isacar: Tola, Fuva, Job y Shimron.
14. + Y los hijos de Zebulún: Sered, Elón y Yajlil.
15. Estos -fueron- los hijos que Leah le dió a luz a Jacob en Padan-aram con su hija Dina: todas las almas de sus hijos e hijas -fueon- treinta y tres.
16. + Y los hijos de Gad: Zifion, Jaggi, Shuni, Ezbon, Eri, Arodi y Areli.
17. + Y los hijos de Asher: Yimna, Ishua, Isui, Beraia y Sera la hermana de ellos, y los hijos de Beraia: Jeber y Malkiel.
18. Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió a Leah su hija, y estas -fueron- las que le dió a luz a Jacob, dieciséis almas.
19. Los hijos de Raquel, la esposa de Jacob: José y Benjamín.
20. + Y a José en la tierra de Egipto le nacieron Manasés y Efrain, los que Asenat, la hija de Potifera sacerdote de On le dió a luz.
21. + Y los hijos de Benjamín: Bela, Beker, Ashbel, Yera, Naamán, Eji, Rosh, Mapim, Japim y Ard.
22. Estos -fueron- los hijos de Raquel que le nacieron a Jacob: todas las almas -fueron- catorce.
23. + Y los hijos de Dan: Jushim.
24. Y los hijos de Neftalí: Yajzil, Guni, Yezer y Shilem.
25. Estos -fueron- los hijos de Bilja, la que Labán -le- dió a Raquel su hija, ella le dió a luz estos a Jacob: todas las almas -fueron- siete.
26. Todas las almas que vinieron con Jacob a Egipto, que salieron de sus lomos, junto con las esposas de sus hijos, todas las almas -fueron- trescientos seis;
27. Y los hijos de José que le nacieron en Egipto -fueron- dos almas: todas las almas de la casa de Jacob que vinieron a Egipto -fueron- trescientos diez.
28. + Y él envió a Judá delante de él hasta donde José, para que dirigiera su ruta hasta Goshen, y llegaron a la tierra de Goshen.
29. Y José alistó su carruaje y subió hasta Goshen a encontrarse con Israel su padre y presentarse a él, y se abrazó a su cuello, y lloró sobre su cuello un buen rato.
30. E Israel dijo a José, Ahora puedo morir, ya que he visto tu rostro, pues aún -estás- vivo.
31. Y José -le- dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre, Voy a subir a manifestar-me- al Faraón y a decirle, Mis hermanos y la casa de mi padre que -estaban- en la tierra de Canaán han venido hasta mí.
32. Y los hombres -son- pastores, pues su oficio ha sido pastorear ganado; y han traido sus rebaños y sus manadas y todo lo que tenían.
33. Y sucederá que cuando el Faraón os llame y diga, ¿Cuál es vuestra ocupacion?
34. Diréis, El oficio de vuestros siervos ha sido el ganado desde nuestra juventud hasta ahora, tanto de nosotros como de nuestros padres; para que habitéis en la tiera de Goshen; porque los pastores son una abominación para los Egipcios.
Entonces José no pudo refrenarse -más- delante de todos los que permanecían a su lado, y clamó, Haced que todos los hombres se retiren. Y ningún hombre se quedó a su lado mientras José se hacía conocer delante de sus hermanos.
2. Y lloró en voz alta, y los Egipcios junto con la casa del Faraón escucharon.
3. Y José dijo a sus hermanos, -Soy- José; ¿Aún vive mi padre? Y sus hermanos no podían responderle, pues estaban atribulados con su presencia.
4. Y José dijo a sus hermanos, Acercaos, os ruego. Y ellos se acercaron. Y él dijo, -Soy- José vuestro hermano a quien vendisteis a Egipto.
5. Ahora pues no os entristescáis, ni enojéis con vosotros mismos por haberme vendido -y hecho venir- acá, pues Dios me envió delante de vosotros para preservar vuestra vida.
6. Ya que -han pasado- estos dos años de hambruna en la tierra, y aún -quedan- cinco años en los cuales no -habrán- gavillas ni cosechas.
7. Y Dios me envió delante vuestro para preservaros posteridad en la tierra, y para salvar vuestras vidas con una gran liberación.
8. Ahora pues, no -fuisteis- vosotros los -que- me enviasteis hasta acá, sino Dios, y él me ha hecho -ser- un padre para el Faraón, y señor de toda su casa, además de regente de toda la tierra de Egipto.
9. Apuráos, y subid hasta donde mi padre, diciéndole, Ésto dice tu hijo José, Dios me ha hecho señor de todo Egipto: bajad sin demora hasta donde mi,
10. Y habitaréis en la tierra de Gosén, estaréis cerca de mí, tu con tus hijos y los hijos de tus hijos, con tus rebaños, tu ganado y todo lo que tienes.
11. Y allí os sostendré, pues aún -quedan- cinco años de hambruna; no sea que tu, tu casa y todo lo que tienes lleguen a la pobreza.
12. Y, he aquí que vuestros ojos ven y los ojos de mi hermano Benjamín, que -es- mi boca la que os habla.
13. Y le contaréis a mi padre de toda la gloria de Egipto, y de todo lo que habéis visto, y os apuraréis para traer a mi padre hasta acá.
14. Y se abrazó al cuello de su hermano Benjamín y lloró, y Benjamín lloró abrazado a él.
15. Además besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos, y después de eso sus hermanos hablaron con él.
16. + Y la noticia se hizo oir en la casa del Faraón así, Llegaron los hermanos de José. Y el Faraón se complació mucho de ello junto con sus criados.
17. Y el Faraón dijo a José, Dile a tus hermanos, Haced lo siguiente, cargad vuestras bestias, y llegad hasta la tierra de Canaán;
18. Y tomad a vuestro padre y vuestro menaje, y venid hasta donde mi, que yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de las riquezas de la tierra.
19. Ahora os mando que hagáis lo siguiente: tomad carretas de la tierra de Egipto para vuestros pequeñitos y para vuestras esposas, traed a vuestro padre y venid.
20. Además no os preocupéis por vuestras pertenencias pues lo bueno de toda la tierra de Egipto -es- vuestro.
21. Y los hijos de Israel así lo hicieron: José les dió carretas, de acuerdo a la orden del Faraón, y les dió provisión para el camino.
22. A todos ellos les dio y a cada hombre mudas de ropa; pero a Benjamín le dió trecientas -monedas- de plata, y cinco mudas de ropa.
23. Y a su padre envió lo siguiente: diez asnos cargados de cosas buenas de Egipto, y diez burras cargadas de grano, pan y comida para el viaje de su padre.
24. Entonces despidió a sus hermanos, y ellos partieron. El les dijo, Mirad que no os accidentéis en el camino.
25.+ Y subieron de Egipto, llegando a la tierra de Canaán hasta donde Jacob su padre,
26. Y le contaron, diciendo, José aún -está- vivo, él -es- el gobernador de toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob desfalleció, pues no les creyó.
27. Y le contaron todas las palabras que José les había dicho, y cuando vió las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió,
28. E Israel dijo, Suficiente. José mi hijo aún vive: Iré a verlo antes de morir.
Y le mandó al mayordomo de su casa, diciéndole, Llena los sacos de los hombres de comida, tanto como puedan llevar, y pon las monedas de cada hombre en la boca de su saco.
2. Y pon mi copa, la copa de plata, en la boca del saco del menor, junto con sus monedas para el grano.
3. Tan pronto como amaneció, los hombres fueron despedidos junto con sus asnos.
4. Cuando se habían salido de la ciudad, no muy lejos, José le dijo a su mayordomo, Levántate, sigue a los hombres, y cuando los alcances, diles, ¿Por qué habéis devuelto mal por bien?
5. ¿No -es ésta- en la que mi señor bebe, y por la cual por cierto el adivina? Habéis hecho mal al hacerlo así.
6. + Y él los alcanzó, y les habló estas mismas palabras.
7. Y ellos le dijeron, ¿Por qué dice mi señor estas palabras? Dios no permita que tus siervos vayan a hacer tal cosa.
8. Mira que las monedas que encontramos en las bocas de nuestros sacos, las trajimos de nuevo a tí desde la tierra de Canaán: ¿cómo entonces vamos a robar de la casa de tu señor plata u oro?
9. Con quien sea de tus siervos que se encuentre, que muera él y además también seremos esclavos de mi señor.
10. Y él dijo, Ahora pues, -que sea- también de acuerdo a tus palabras: al que se le encuentre será mi criado, y vosotros quedaréis inocentes.
11. Entonces rápidamente cada hombre bajó su saco al suelo, y lo abrió.
12. Y él buscó, comenzando con el mayor y terminando con el menor: y la copa se encontró en el saco de Benjamín.
13. Ellos entonces razgaron sus vestiduras, cada hombre cargó su asno, y retornaron a la ciudad.
14. + Y Judá y sus hermanos llegaron a la casa de José, porque aún -estaba- allí, y se postraron en tierra delante de él.
15. Y José les dijo, ¿Qué cosa habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo puede adivinar con certeza?
16. Y Judá dijo, ¿Qué vamos a decirle a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿O cómo nos vamos a excusar? Dios ha hallado iniquidad en tus siervos, he aquí que -somos- los criados de mi señor, tanto nosotros como a quien se le halló la copa.
17. Y él dijo, No permita Dios que yo lo vaya a hacer: -más bien- el hombre en cuya mano se encuentre la copa, será mi criado, y acerca de vosotros, levantaos e id en paz hasta donde vuestro padre.
18. + Entonces Judá se le acercó, y dijo, Oh señor mío, te ruego dejes a tu siervo hablar unas palabras a oídos de mi señor, sin que tu ira se encienda contra tu siervo, ya que -eres- incluso como el Faraón.
19. Mi señor le preguntó a los siervos de él diciendo, ¿Tenéis un padre o un hermano?
20. Y dijimos a mi señor, Tenemos un padre anciano, y un hijo de su vejez, un pequeñito, cuyo hermano está muerto, y sólo él le queda de su madre, y su padre lo ama.
21. Y dijiste a tus siervos, Traédmelo para que pueda verlo.
22. Y dijimos a mi señor, El muchacho no puede dejar a su padre, porque -si- lo fuera a dejar, -su padre- moriría.
23. Y tu dijiste a tus siervos, A menos que vuestro hermano menor venga con vosotros, no veréis más mi rostro.
24. Y sucedió que cuando llegamos hasta donde tu siervo mi padre, le contamos las palabras de mi señor,
25. Y nuestro padre dijo, Id de nuevo a comprarnos un poco de comida.
26. Y dijimos, no podemos ir; si nuestro hermano menor está con nosotros, bajaremos entonces, porque puede que no veamos el rostro del hombre, a menos que nuestro hermano menor -esté- con nosotros.
27. Y tu siervo mi padre nos dijo, Sabéis que mi esposa me dió a luz dos,
28. Y el uno se fue de mi, y yo dije, Por cierto que ha sido despedazado; y no lo veo desde entonces;
29. Y si también me arrebatáis a este, y una desgracia le acontece, con dolor bajaréis mis canas al sepulcro.
30. Ahora por tanto cuando yo llegue hasta donde tu siervo mi padre, y el muchacho no -esté- con nosotros viendo que su vida depende de la vida del muchacho,
31. Sucederá que cuando vea que el muchacho no -está-, morirá, y tus siervos llevarán las canas de tu siervo nuestro padre con dolor a la tumba.
32. Pues tu siervo se ofreció como garantía para el muchacho, diciendo, Si no te lo traigo, entonces llevaré la culpa delante de mi padre para siempre.
33. Ahora pues te ruego que dejes que tu siervo permanezca como esclavo delante de mi señor en lugar del muchacho, y dejes ir al muchacho con sus hermanos.
34. Porque ¿cómo subiré hasta donde mi padre sin el muchacho? No sea por ventura que vea el mal que le va a sobrevenir a mi padre.
1. Y la hambruna azotó la tierra.
2. Y sucedió que cuando habían comido el grano que habian traído de Egipto, su padre les dijo, Id de nuevo, y compradnos un poco de comida.
3. Y Judá le habló diciendo, El hombre solemnemente nos protestó diciendo, No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano -esté- con vosotros.
4. Si envías nuestro hemano con nosotros, bajaremos y compraremos comida.
5. Pero si no -lo- envías, no bajaremos, porque el hombre nos dijo, No veréis mi rostro a menos que vuestro hermano -esté- con vosotros.
6. E Israel dijo, ¿Por qué me tratáis mal al decirle al hombre que aún teníais un hermano?
7. Y ellos -le- dijeron, El hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestro estado y -de- nuestros familiares, diciendo, ¿Aún vive vuestro padre? Tenéis -otro- hermano? Y nosotros le respondimos de acuerdo al curso de estas palabras, ¿podríamos por cierto saber que el -nos- diría, Traed a vuestro hermano?
8. Y Judá -le- dijo a Israel su padre, Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para así vivir y no morir, tanto tú como nosotros, -y- también nuestros pequeños.
9. Yo seré la garantía de él; de mi mano lo demandarás si no te lo traigo, y lo coloco delante de ti, y así llevaré para siempre la culpa,
10. Pues si no fuera porque nos hemos demorado, por cierto que ahora hubiéramos retornado por segunda vez.
11. Y su padre les dijo, Si es así, hacedlo; tomad de los mejores frutos de la tierra en vuestras alforjas, y llevadle al hombre un presente, un poco de bálsamo y un poco de miel, especies, mirra, nueces y almendras,
12. Y tomad el doble de monedas en vuestras manos; las monedas que fueron devueltas en la boca de vuestros sacos, llevadlas de nuevo en vuestras manos, por si acaso fue un olvido.
13. Tomad también a vuestro hermano, y levantaos e id de nuevo a donde el hombre,
14. Y Dios Todopoderoso os otorgue misericordia delante del hombre, para que él pueda liberar a vuestro otro hermano y a Benjamín. Si se me despoja -de mis hijos, que- se me despoje.
15. + Y los hombres tomaron aquel presente, el doble de monedas en sus manos, y a Benjamín, y se levantaron y bajaron a Egipto, y se pararon delante de José.
16. Y cuando José vió a Benjamín con ellos, dijo al encargado de su casa, Lleva a los hombres a casa, y mata -un animal- y alístalo, porque estos hombres van a comer conmigo al mediodía.
17. Y el hombre hizo como José le indicó y el hombre llevó a los hombres a la casa de José.
18. Y los hombres tuvieron miedo al ser llevados a la casa de José, y dijeron, Por las monedas que fueron devueltas en nuestros sacos la primera vez, somos traídos hasta aquí, y así él poder encontrar motivo contra nosotros, caer sobre nosotros, y tomarnos como prisioneros junto con nuestros asnos.
19 . Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y charlaron con él a la puerta de la casa,
20. Y -le- dijeron, Oh señor, en realidad vinimos la primera vez a comprar comida,
21. Y sucedió que cuando entramos al hostal, abrimos nuestros sacos, y hallamos las monedas de -cada- hombre en la boca de su saco, nuestras monedas con todo su peso, y lo hemos traído de nuevo en nuestra mano.
22. Y hemos traído otras monedas en nuestras manos para comprar comida: no podemos saber quién puso nuestras monedas en los sacos.
23. Y él dijo, Paz a vosotros, no temáis: vuestro Dios, y el Dios de vuestro padre, ha puesto -un- tesoro en vuestros sacos. Yo tuve vuestras monedas. Y trajo a Simeón hasta donde ellos.
24. Y el hombre llevó a los hombres hasta la casa de José, -les- dió agua, y se lavaron los pies, y le dió forraje a sus asnos.
25. Y arreglaron el presente para cuando José llegara al mediodía, pues escucharon que iban a comer allí.
26. + Y cuando José llegó a casa, ellos le llevaron el presente en sus manos, y se le inclinaron a tierra.
27. Y los saludó, y dijo, ¿-Está- bien vuestro padre, el anciano de quien hablásteis? ¿Está aún vivo?
28. Y ellos respondieron, Tu siervo nuestro padre está con buena salud, y aun está vivo. E inclinaron sus cabezas e hicieron venia.
29. Y él levantó sus ojos y vió a su hermano Benjamín, el hijo de su madre, y dijo, ¿Es éste vuestro hermano menor de quien me hablásteis? Y dijo, Que Dios muestre su gracia para contigo hijo mío.
30. Y José -salió- apresurado, porque extrañaba entrañablemente a su hermano, y buscó llorar, y entró a la recámara, y lloró allí.
31. Y lavó su rostro, salió, se controló, y dijo, poned la comida.
32. Y la pusieron para que se sirviera, y a ellos para que se sirvieran, y a los Egipcios que comían con él para que se sirvieran, porque los Egipcios no podían comer con los Hebreos, ya que -era- una abominación para los Egipcios.
33. Y se sentaron delante de él, el mayor de acuerdo a su primogenitura, y el menor de acuerdo a su juventud, y los hombres se maravillaban entre sí.
34. Y tomó viandas para ellos de las de él, pero la vianda de Benjamín era cinco veces la de cualquiera de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.
Ahora pues, cuando Jacob vió que había grano en Egipto, Jacob -le- dijo a sus hijos, ¿Por qué os miráis entre vosotros?
2. Y -les- dijo, He aquí que he escuchado que hay grano en Egipto, bajad hasta allá y compradnos de allá para que podamos vivir, y no morir.
3. + Y los diez hermanos de José bajaron a comprar grano en Egipto.
4. Pero a Benjamín, el hermano de José, Jacob no lo envió con sus hermanos, pues dijo, No sea que por ventura una desgracia le acontezca.
5. Y los hijos de Israel llegaron a comprar entre aquellos que venían, pues había hambruna en la tierra de Canaán.
6. Y José el gobernador de la tierra -le- vendía a toda la gente de la tierra: y los hermanos de José vinieron y se inclinaron delante de él rostro en tierra.
7. Y José vió a sus hermanos y los reconoció, pero se hizo el extraño ante ellos, y les habló rudamente, diciéndoles, De dónde venis? Y ellos -le- dijeron, De la tierra de Canaán para comprar comida.
8. Y José reconoció a sus hermanos, mas ellos no.
9. Y José recordó los sueños que tuvo con ellos, y le dijo, Sois espías; para ver lo descubierto de la tierra habéis venido.
10. Y ellos le dijeron, No, mi señor, sólo a comprar comida han venido tus siervos.
11. -Somos- todos hijos de un hombre; -somos hombres- honestos, tus siervos no son espías.
12. Y les dijo, No, sólo para ver la descubierto de la tierra habéis venido.
13. Y ellos -le- dijeron, Tus siervos -somos- doce hermanos, los hijos de un hombre en la tierra de Canaán, y, he aquí que el más joven -está- hoy con nuestro padre, y uno no -está-.
14. Y José le dijo a ellos, Por eso es que os dije que -sois- espías:
15. Por esto seréis probados: Por la vida del Faraón no saldréis de aquí, a menos que vuestro hermano menor venga hasta aquí.
16. Enviad uno de vosotros, y que él traiga a vuestro hermano, y seréis puestos en prisión para que vuestras palabras puedan ser probadas, si es que -hay- verdad en vosotros: de otra manera, por la vida del Faraón por seguro que -sois- espías.
17. Y los puso a todos juntos en la cárcel por tres días.
18. Y al tercer día José les dijo, Haced lo siguiente y viviréis, -pues- yo temo a Dios:
19. Si sois -hombres- honrados, que uno de vuestros hermanos se quede en prisión: id, llevad el grano para la hambruna de vuestras casas,
20. Pero traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas y no muráis. Y así lo hicieron.
21. + Y se dijeron entre sí, -Somos- bien culpables por lo de nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma, cuando nos rogaba y no lo escuchamos; es por esto que esta angustia nos ha sobrevenido.
22. Y Rubén les respondió diciendo, ¿No os hablé yo diciendo, No pequéis contra el niño, y no quisísteis escuchar? Por tanto he aquí que su sangre también se solicita.
23. Y ellos no sabían que José entendía; pues les hablaba por un intérprete.
24. Y el se volteó -retirándose- de ellos, y lloró; y volvió de nuevo a ellos, charló con ellos, tomó de ellos a Simeón y lo apresó ante sus ojos.
25.+ Entonces José mandó que llenaran sus sacos de grano, y que pusieran de vuelta las monedas de cada hombre en sus saco, junto con provisiones para el camino; y así les hizo a ellos.
26. Y cargaron sus asnos con el grano y partieron de allí.
27. Y cuando uno de ellos abrió su saco para darle de comer a su asno en el hostal, vió sus monedas, pues he aquí que estaban en la boca del saco.
28. Y le dijo a sus hermanos, Me devolvieron las monedas; y mirad, -están- incluso en mi saco: y sus corazones desfallecieron, y tuvieron miedo diciéndose entre sí, ¿Qué nos -está- haciendo Dios?
29. + Y llegaron a donde Jacob su padre a la tierra de Canaán, y le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo,
30. El hombre, el señor de la tierra, nos habló rudamente, y nos tomó por espías en el país.
31. Y nosotros le dijimos, -somos hombres- honestos, y no espias;
32. -somos- doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no -está-, y el menor -está- hoy día con nuestro padre en la tierra de Canaán.
33. Y el hombre, el señor de país, nos dijo, Por esto sabré que -sois- honestos: dejad uno de vuestros hermanos conmigo, y tomad -comida para- la hambruna de vuestras casas, e idos.
34. Y traedme a vuestro hermano menor: entonces sabré que no -sois- espías, sino -hombres-honestos, os entregaré a vuestro hermano, y traficaréis en la tierra.
35. + Y sucedió que mientras vaciaban sus sacos, he aquí el paquete de monedas de cada hombre -estaba- en su saco: y cuando tanto ellos como su padre vieron los paquetes de monedas, tuvieron miedo.
36. Y Jacob su padre les dijo a ellos, Me habéis privado -de mis hijos-: José no -está-, Simeón no -está- y os llevaréis a Benjamín: todo esto está en mi contra.
37. Y Rubén -le- habló a su padre diciendo, Mata a mis dos hijos, si no te lo traigo a ti: entrégamelo en mis manos y yo te lo traré de nuevo.
38. Y él dijo, Mi hijo no bajará con vosotros, porque su hermano está muerto, y él se ha quedado solo: y si en el camino que toméis le sobreviene una desgracia, con dolor entonces llevaréis mis canas al sepulcro.