Isaías 66

1. Así dice el SEÑOR, el cielo -es- mi trono, y la tierra el banquillo de mis pies, ¿dónde -está- la casa que me construís? ¿y dónde el palacio de mi descanso?
2. Porque todas esas -cosas- las hizo mi mano, y todas esas -cosas- han sido, dice el SEÑOR, más bien a este -hombre- miraré, -aún al que es- pobre y de un espíritu contrito, y tiemble ante mi palabra.
3. El que mata un buey -es como si- matara un hombre, el que sacrifica un cordero, -como si- le cortara el cuello a un perro; el que ofrece una oblación, -como si ofreciera- sangre de puerco; el que quema incienso, -como si- bendijera a un ídolo. Sí, escogieron sus propios caminos, y en sus abominaciones se deleita su alma.
4. Yo también escogeré sus engaños, y sus temores traeré sobre ellos, porque cuando llamé, nadie respondió, cuando hablé, no oyeron, sino que hicieron el mal ante mis ojos, y escogieron -aquello- en lo que no me deleitaba.
5. + Oíd la palabra del SEÑOR, vosotros los que tembláis ante su palabra: Vuestros hermanos que os odiaron, que por causa de mi nombre os expulsaron, dicen, Que el SEÑOR se glorifique, pero para vuestro gozo él aparecerá, y ellos se avergonzarán.
6. Una voz de ruido desde la ciudad, una voz desde el templo, una voz del SEÑOR -se oye- entregándoles el pago a sus enemigos.
7. Antes de que ella trabajara en parto, dio a luz, antes de que el dolor le viniera, parió un niño hombre.
8. ¿Quién ha oído tal cosa? ¿quién ha visto semejantes sucesos? Será hecha la tierra para en un día dar a luz? ¿-o- nacerá en un instante una nación? Porque tan pronto como Sion en parto laboró, a sus hijos dio a luz.
9. ¿Llevaré al nacimiento, y no haré dar a luz? Dice el SEÑOR, ¿Haré dar a luz, cerrando -el vientre-? Dice tu Dios.
10. Regocijaos con Jerusalén, y alegraos con ella, todos vosotros los que la amáis, regocijaos de júbilo con ella, todos vosotros los que os lamentáis por ella,
11. Para que podáis chupar y satisfaceros con los pechos de sus consolaciones, para que podáis tomar leche y deleitaros con la abundancia de su gloria.
12. Porque esto dice el SEÑOR, He aquí que le extenderé a ella paz como un río, y la gloria de los Gentiles como un continuo arroyo, entonces chuparéis, sobre -los- costados de ella seréis cargados, y sobre -sus- rodillas jugueteados.
13. Como a alguien a quien su madre consuela, así os consolaré, y en Jerusalén seréis consolados.
14. Y cuando -esto- veáis se regocijará vuestro corazón, y vuestros huesos como la hierba reverdecerán, y la mano del SEÑOR hacia sus siervos se conocerá, junto con -su- indignación hacia sus enemigos.
15. Pues he aquí que el SEÑOR vendrá con fuego, y con sus carruajes como un remolino, para entregar su enojo con furia, y su reprensión con llamas de fuego.
16. Ya que con fuego y con su espada el SEÑOR con toda carne pleiteará, y los muertos por el SEÑOR muchos serán.
17. Los que se santifican y se purifican en medio de los jardines detrás de un -árbol- en la mitad, comiendo carne de puerco, la abominación y ratón, a una serán consumidos, dice el SEÑOR.
18. Pues -conozco- sus obras y sus pensamientos; Acontecerá que reuniré a todas las naciones y lenguas, y vendrán y verán mi gloria.
19. Y entre ellos estableceré una señal, y enviaré a aquellos que de ellos escapen a las naciones, -a- Tarsis, Pul y Lud que manejan el arco, a Tubal y a Javán, -a- las islas de las lejanías que no hayan oído de mi fama, ni hayan visto mi gloria, y entre los Gentiles declararán mi gloria.
20. Y traerán a todos vuestros hermanos -como- una ofrenda para el SEÑOR de todas las naciones en caballos, en carruajes, en literas, en mulas y en veloces bestias, a Jerusalén mi montaña santa, dice el SEÑOR, como los hijos de Israel traen una ofrenda en una vasija limpia a la casa del SEÑOR.
21. Y además tomaré de ellos para sacerdotes -y- para Levitas, dice el SEÑOR.
22. Porque como los nuevos cielos y la nueva tierra que yo haré van a permanecer delante de mí, dice el SEÑOR, así vuestra simiente y vuestro nombre permanecerán.
23. Y acontecerá -que- de una luna nueva a la otra, y de un sabat al otro, toda carne ante mí vendrá a adorar, dice el SEÑOR.
24. Y saldrán y mirarán los cadáveres de los hombres que transgredieron en mi contra, pues su gusano no morirá, ni su fuego se calmará, y serán aborrecibles para toda carne.

Tomado de la SANTA BIBLIA King James
Vertida al Español (KJVE)
Por Héctor Darío Medina

Isaías


Enero de 2025

Isaías 65

1. Me buscan -los que- no -me- preguntaban, -y- me encuentran -los que- no me buscaban; le dije, Miradme, miradme, a una nación -que- por mi nombre no se llamaba.
2. He extendido mis manos todo el día a un pueblo rebelde, el cual anda en un camino no bueno, detrás de sus pensamientos;
3. Un pueblo que delante de mi rostro me provoca a enojo de continuo, que hace sacrificios en jardines, y quema incienso en altares de ladrillo;
4. Que permanece entre los sepulcros, y se aloja en los monumentos, que come carne de cerdo, y -en- sus vasijas -hay- caldos de abominables -cosas-.
5. Que dicen, Quédate solo, no te me acerques, pues soy más santo que tú. -Son- un humo para mis narices, un fuego que arde todo el día.
6. Mirad que delante mío -está- escrito, No guardaré silencio, sino que pagaré, sí, en su seno les pagaré,
7. Vuestras iniquidades, junto con las iniquidades de vuestros padres, dice el SEÑOR, los cuales quemaron incienso en las montañas, y me blasfemaron en las colinas, por tanto con medida les devolveré en su seno su trabajo antiguo.
8. + Esto dice el SEÑOR, Como el vino nuevo se encuentra en el racimo, y -alguien- dice, No lo destruyas, porque en él -hay- una bendición, así haré por amor a mis siervos, para así no destruirlos a todos.
9. Y sacaré una simiente de Jacob, y de Judá un heredero de mis montañas, mis elegidos la heredarán, y mis siervos allí habitarán.
10. Y Sarón un redil para rebaños será, y el valle de Acor un un lugar donde se echen las manadas, para el pueblo mío que me ha buscado.
11. + Pero vosotros -sois- los que abandonan al SEÑOR, que se olvidan de mi montaña santa, que alistan una mesa para aquella tropa, y arreglan la ofrenda de bebidas para ese número -de personas-.
12. Por tanto os enumeraré a -pasar por- la espada, y todos os postraréis para la matanza, pues cuando llamé, no respondisteis, cuando hablé no oisteis, mas bien hicisteis el mal delante de mis ojos, y escogisteis -lo- que no me deleitaba.
13. Por eso así dice el Señor DIOS, Mirad que mis siervos comerán, pero vosotros con hambre estaréis, mirad que mis siervos beberán, pero vosotros con sed quedaréis, mirad que mis siervos se regocijarán, pero vosotros avergonzados seréis.
14. Mirad que mis siervos cantarán con gozo en el corazón, mas con pena en el corazón vosotros lloraréis, y del fastidio en el espíritu aullaréis.
15. Y dejaréis vuestro nombre como una maldición para mis escogidos, pues el Señor DIOS te matará, y a sus siervos por otro nombre llamará;
16. Para que en la tierra el que se bendiga a sí mismo en el Dios de la verdad se va a bendecir, y el que en la tierra jure, por el Dios de la verdad va a jurar, porque los anteriores problemas se olvidaron y de mis ojos se escondieron.
17. + Pues he aquí que yo creo nuevos cielos y una nueva tierra, y lo anterior no se recordará -más-, ni a la mente vendrá.
18. Pero alegraos y regocijaos para siempre -en aquello- que yo creo, porque he aquí que yo creo a Jerusalén -haciendo de ella- un regocijo, y -de- su gente un gozo.
19. Y en Jerusalén me regocijaré, y en mi pueblo me gozaré, y en ella no se oirá más la voz del llanto, ni la voz del clamor.
20. No habrá allí más infante de días, ni hombre viejo que no hayan llenado sus días, pues con cien años el niño morirá, aunque el pecador de cien años de edad maldecido será.
21. Y edificarán casas, y -las- habitarán, plantarán viñedos, y de su fruto comerán.
22. No construirán -para que- otro habite, -para que- otro coma no plantarán, porque como los días de un árbol, los días de mi pueblo -serán-, y mis elegidos por largo -rato- la obra de sus manos disfrutarán.
23. En vano no laborarán, ni darán a luz para turbación, pues -son- la simiente de los benditos del SEÑOR, y sus renuevos con ellos.
24. Y sucederá que antes de que llamen responderé, y mientras aún estén hablando oiré.
25. El lobo y el cordero juntos pastarán, y el león como el buey paja comerá, y la comida de la serpiente polvo -será-. En toda mi montaña santa no van a destruir, ni daño -alguno- harán, dice el SEÑOR.

Isaías 64

1. ¡Oh que rasgaras los cielos, que descendieras, que las montañas se derritieran ante tu presencia,
2. Como -cuando- arde el fuego consumidor, el fuego hace hervir las aguas, para hacer conocer tu nombre a tus adversarios, -para que- las naciones puedan temblar ante tu presencia!
3. Cuando hiciste cosas temibles -que- no esperábamos, descendiste, las montañas se fundieron ante tu presencia.
4. Porque desde el comienzo del mundo -los hombres- no han escuchado, ni oído -ha- percibido, ni ojo ha visto, además de ti, Oh Dios, -lo que- él ha preparado para el que lo aguarda.
5. Sales al encuentro de aquel que se regocija y obra justicia, de -aquellos que- te recuerdan en tus caminos; he aquí, que airado estás, porque pecamos, -mas- hay continuidad en aquellos -caminos-, y salvados seremos.
6. Pero todos somos como una suciedad, y todas nuestras justicias -son- como trapos asquerosos, todos nosotros como hojas nos marchitamos, y nuestras iniquidades nos han llevado como el viento.
7. Y nadie -hay- que invoque tu nombre, que se conmueva para aferrarse a ti, pues escondiste tu rostro de nosotros, y nos consumiste a causa de nuestras iniquidades.
8. Pero ahora pues, Oh SEÑOR, tú -eres- nuestro padre, nosotros -somos- el barro, y tú nuestro alfarero, y todos -somos- la obra de tu mano.
9. + No te aíres sobremanera, Oh SEÑOR, ni te acuerdes por siempre de la iniquidad, observa -y- mira te imploramos, -somos- todos tu pueblo..
10. Tus santas ciudades son un yermo, Sion es un yermo, Jerusalén una desolación.
11. Nuestra santa y hermosa casa, en donde nuestros padres te alababan, ha sido quemada con fuego, y todas nuestras cosas preciosas yacen en escombros.
12. ¿Vas a refrenarte ante estas -cosas-, Oh SEÑOR? ¿ a guardar silencio, y a afligirnos sobremanera?

Isaías 63

1. ¿Quién -es- este que viene de Edom, con prendas teñidas de Bosra? ¿este glorioso en su atuendo que viaja en la grandeza de su fuerza? Yo, que hablo en justicia, poderoso para salvar.
2. ¿Por qué -está- rojo tu atuendo, y tus vestidos como -del- que pisa el lagar?
3. He pisado sólo el lagar, y conmigo nadie del pueblo -estaba-, pues en mi enojo los pisaré, y los aplastaré en mi furia, y su sangre salpicará mis vestiduras, y mancharé todo mi atavío.
4. Pues el día de la venganza -está- en mi corazón, y ha llegado el año de mis redimidos.
5. Y miré y -no había- nadie que ayudara, y me maravillé que -no hubiera- nadie que apoyara; por ello mi propio brazo me trajo salvación, y mi furia, esta me sostuvo.
6. Y en mi enojo aplastaré a la gente, y en mi furia los emborracharé, y su fuerza a tierra la abatiré.
7. + Las dulces amabilidades del SEÑOR mencionaré, -y- del SEÑOR sus alabanzas, conforme a todo lo que el SEÑOR nos ha concedido, y la gran bondad para con la casa de Israel, la cual ha derramado sobre ellos de acuerdo a sus misericordias y de acuerdo a la multitud de sus dulces amabilidades.
8. Pues él dijo, Seguro que -son- mi pueblo, hijos -que- no van a mentir, fue entonces su Salvador.
9. En todas sus aflicciones se dolió, y el ángel de su presencia los salvó; con amor y con lástima los redimió, los soportó, y los cargó todos los días de antaño.
10. + Pero se rebelaron, y afligieron su santo Espíritu, por eso él se volvió su enemigo, -y- contra ellos peleó.
11. Luego recordó los días de antaño, a Moisés, -y- a su pueblo; -diciendo,- ¿Dónde -está- el que los sacó del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde -está el que dentro de él puso su santo Espíritu?
12. ¿-el- que -los- guió con la mano derecha de Moisés -y- con su glorioso brazo, al dividir las aguas ante ellos, para hacerse un nombre perpetuo?
13. ¿Que los guió por entre las profundidades, como -un- caballo en el desierto -para que- no tropezaran?
14. Como una bestia al descender al valle, el Espíritu del Señor lo hizo reposar; así dirigiste a tu pueblo, para hacerte un glorioso nombre.
15. + Mira desde el cielo, y observa desde la habitación de tu gloria y de tu santidad, ¿Tu celo y tu fuerza dónde -están-, el sonido de tus entrañas y de tus misericordias para conmigo?¿Retenidas están?
16. Sin duda -eres- nuestro padre, así Abraham nos ignore, e Israel no nos reconozca, tú Oh SEÑOR, nuestro padre -eres-, nuestro redentor, tu nombre desde siempre -es-.
17. + Oh SEÑOR, ¿Por qué hiciste que tus caminos erráramos, -y- endureciste nuestro corazón -alejándolo- de tu temor? Por amor a tus siervos, retorna -a- las tribus de tu herencia.
18. El pueblo de tu santidad -la- poseyó pero por un rato, nuestros adversarios tu santuario han pisoteado.
19. -Tuyos- somos, nunca gobernaste sobre ellos, por tu nombre no se llamaron.

Isaías 62

1. Por amor a Sion no callaré, y por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que su justicia salga cual resplandor, y arda como una lámpara su salvación.
2. Y los Gentiles verán tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nuevo nombre por la boca del SEÑOR asignado.
3. También serás en las manos del SEÑOR una corona de gloria, y una diadema real en la mano de tu Dios.
4. No te dirán más Abandonada, ni a tu tierra Desolada, sino que te llamarán Hefzibá, y a tu tierra Beula, porque el SEÑOR en ti se deleita, y se desposará tu tierra.
5. + Pues -como- un joven se desposa con una virgen, -también- tus hijos se desposarán contigo y -como- el novio se regocija sobre la novia, -de igual manera- tu Dios se regocijará sobre ti.
6. Puse vigías sobre tus muros, Oh Jerusalén, -los cuales- nunca callarán ni de día ni de noche, vosotros los que hacéis mención del SEÑOR, no os quedéis en silencio,
7. Ni reposo a él le deis, hasta que establezca a Jerusalén, y la haga una alabanza en la tierra.
8. El SEÑOR ha hurado por su mano derecha, y por el brazo de su fuerza, Por seguro no voy a dar tu grano -por- comida a tus enemigos, y los hijos del extranjero no se beberán tu vino, por el cual laboraste,
9. Sino que -los que- lo consuman serán los que lo recogieron, y alaben al SEÑOR, y los que lo hayan traído y aunado, en las cortes de mi santidad lo beberán.
10. Pasad, por los portones pasad, -y- el camino al pueblo preparad; echad la carretera, echad, sacad y reunid las piedras, un estandarte para el pueblo enarbolad.
11. He aquí que hasta el confín del mundo el SEÑOR ha proclamado, Decidle a la hija de Sion, Mira que tu salvación viene, observa cómo su recompensa -está- con él, y su obra lo antecede.
12. Y los llamarán, La gente santa, Los redimidos del Señor, y a ti te llamarán, Solicitada, Ciudad no desamparada.

Isaías 61

1. El Espíritu del Señor DIOS -está- sobre mí, pues el SEÑOR me ha ungido para predicarle buenas nuevas a los sencillos; me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón, a los cautivos proclamar libertad, y a -los- reos abrir la prisión.
2. A proclamar el año aceptado por el SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los afligidos,
3. A escoger a los que lloran en Sion, para darles belleza en lugar de cenizas, el aceite del gozo en lugar de lamentos, la vestidura de la alabanza en lugar del espíritu de pesadumbre, y así árboles de justicia se puedan llamar, el plantío del SEÑOR, para que él pueda ser glorificado.
4. + Y los antiguos desechos edificarán, levantarán las anteriores desolaciones, y las ciudades en escombros repararán, a las desolaciones de muchas generaciones.
5. Y los extranjeros se levantarán y alimentarán a tus rebaños, y los hijos de los ajenos tus agricultores y viñadores -serán-.
6. Pero a vosotros os nombrarán los Sacerdotes del SEÑOR, os llamarán -los hombres-, los Ministros de nuestro Dios; las riquezas de los Gentiles consumiréis, y en la gloria de ellos os alardearéis.
7. + A cambio de vuestra vergüenza el doble -tendreís-, y -en lugar de- confusión, en su porción se regocijarán, por tanto el doble en su tierra poseerán, gozo eterno para ellos habrá.
8. Porque a mí el SEÑOR me encanta el juicio, detesto que cambien por ofrendas quemadas el robo; su trabajo en la verdad dirigiré, y un convenio perpetuo con ellos haré.
9. Su simiente entre los Gentiles, conocida será, y entre los pueblos su descendencia, -pues- todos los que los vean los reconocerán como la simiente bendecida por el SEÑOR.
10. Extremadamente me regocijaré en el SEÑOR, mi alma se gozará en mi Dios, porque con prendas de salvación me vistió, con el manto de la justicia me cubrió, cual novio -que se- arregla con ornatos, o novia -que se- adorna con sus joyas.
11. Pues como la tierra produce sus capullos, y como el jardín hace que lo que se le siembre en él retoñe, así el Señor DIOS hará que la justicia y la alabanza broten en la presencia de todas las naciones.

Isaías 60

1. Álzate, -y- brilla, porque llegó tu luz, y la gloria del SEÑOR se ha levantado sobre ti.
2. Pues mira que las tinieblas cubrirán la tierra, y a las gentes espesas oscuridades, pero el SEÑOR se alzará sobre ti, y sobre ti sera vista su gloria.
3. Y los Gentiles se acercarán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu salida.
4. Levanta tus ojos, y mira a tu alrededor, -que- todos ellos se reúnen -y- vienen a ti, tus hijos de lejos vendrán, y tus hijas a -tu- lado amamantadas serán.
5. Entonces verás, y a una fluirás, y tu corazón temerá, y se ensanchará, porque la abundancia del mar a ti se volverá, las fuerzas de los Gentiles a ti vendrán.
6. Multitudes de camellos te cubrirán, los dromedarios de Madián y Efa, todos los de Saba vendrán, oro e incienso traerán, y las alabanzas del SEÑOR proclamarán.
7. Todos los rebaños de Kedar para ti se reunirán, los carneros de Nebaiot te servirán, con aceptación subirán a mi altar, y la casa de mi gloria voy a glorificar.
8. ¿Quiénes -son- estos -que- vuelan cual nube, y cual palomas a sus ventanas?
9. Por seguro que las islas en mí aguardarán, y los barcos de Tarsis -serán los- primeros en traer tus hijos desde lejos, su plata y su oro con ellos, para el nombre del SEÑOR tu Dios, y para el Santo de Israel, porque él te ha glorificado.
10. Y los hijos de los extranjeros tus muros edificarán, y sus reyes te servirán, porque por mi ira te herí, pero por mi favor he tenido misericordia de ti.
11. Por eso tus portones estarán de continuo abiertos, ni de día ni de noche se cerrarán, para que las fuerzas de los Gentiles -los hombres- te puedan traer, y sus reyes -se puedan- acercar.
12. Ya que la nación y el reino que no te sirva perecerá; sí, -esas- naciones totalmente desechadas serán.
13. La gloria del Líbano a ti llegará, el higo y el pino, junto con el boje, para el lugar de mi santuario hermosear, y al lugar de mis pies glorioso haré.
14. También los hijos de los que te afligieron inclinados llegarán a ti, y todos los que te despreciaron se postrarán ante las plantas de tus pies, La ciudad del SEÑOR, La Sion del Santo de Israel, te llamarán.
15. Así como desamparada y odiada fuiste, tanto que ningún hombre pasaba por en medio de -ti-, una excelencia eterna de ti haré, el gozo para muchas generaciones.
16. Chuparás también la leche de los Gentiles, y los pechos de los reyes chuparás, y sabrás que yo el SEÑOR -soy- tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
17. A cambio de bronce oro traeré, a cambio de hierro plata llevaré, bronce a cambio de madera, y a cambio de piedras hierro; además haré -que- tus administradores -sean- la paz, y tus supervisores la justicia.
18. No se oirá más de violencia en tu tierra, ni daño o destrucción dentro de tus fronteras, sino que a tus muros llamarás Salvación, y Alabanza a tus puertas.
19. El sol no hará más de luz para ti en el día, tampoco te alumbrará el brillo de la luna, sino que el SEÑOR te será de luz perpetua, y tu Dios tu gloria.
20. Tu sol no se ocultará más, ni se retirará tu luna, porque el SEÑOR será tu eterna luz, y los días de tu aflicción habrán terminado.
21. Tu pueblo, -ellos- todos también -serán- justos, para siempre la tierra heredarán, la rama de mi plantío, la obra de mis manos, para que yo pueda ser glorificado.
22. Un pequeño en mil se convertirá, y un chiquillo en una fuerte nación; en su momento yo el SEÑOR lo apresuraré.

Isaías 59

1. Mirad que la mano del SEÑOR no se ha acortado para no poder salvar, ni su oído -se ha- espesado para no poder oír;
2. Más bien vuestras iniquidades -son las que- os han separado de vuestro Dios, y vuestros pecados han ocultado -su- rostro de vosotros, para no oír.
3. Pues vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios han hablado mentiras, -y- vuestra lengua murmurado perversidades.
4. Nadie invoca a la justicia, ni suplica a la verdad; confían en vanidades, y hablan mentiras; conciben estragos, y a luz dan iniquidad.
5. Huevos de cocatriz incuban, y tejen la telaraña; el que de sus huevos come muere, y a aquel que es aplastado irrumpe en víbora.
6. Sus telas en prendas no se convertirán, ni con sus trabajos se arroparán, sus obras -son- obras de iniquidad, y el acto de violencia en sus manos -está-.
7. Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos -son- pensamientos de iniquidad; en sus senderos ruina y destrucción hay.
8. No conocen el camino de la paz, y en sus andanzas no -hay- juicio; las han hecho sendas torcidas, quienquiera que en ellas ande la paz no conocerá.
9. Por eso el juicio se alejó de nosotros, y la justicia no nos alcanzó, aguardamos la luz, pero oscuridad contemplamos, aguardamos claridad, -mas- en tinieblas caminamos.
10. Como ciegos tanteamos la pared, como si no -tuviéramos- ojos palpamos, a mediodía tropezamos como si -fuera- de noche, cual -hombres- muertos en lugares desolados -estamos-.
11. Como osos rugimos todos, y como palomas dolorosamente nos lamentamos; buscamos juicio, pero ninguno -hay-, buscamos salvación, -pero- ella se aleja.
12. Pues nuestras transgresiones delante tuyo se multiplican, y nuestros pecados en contra nuestra testifican, porque nuestras transgresiones con nosotros -están-, y a nuestras iniquidades las conocemos;
13. Al transgredir, mintiendo contra el SEÑOR, apartándonos de nuestro Dios, hablando -sobre- opresión y revueltas, concibiendo y profiriendo de corazón palabras de falsedad.
14. Y el juicio retrocedió, la justicia se para lejos, porque ha caído en la calle la verdad, y la equidad no puede entrar.
15. Sí, fracasó la verdad, y el -que- se aleja del mal una presa se vuelve, y el SEÑOR -lo- vio, y le desagradó que no -hubiera- juicio.
16. + Y vio que no -había- hombre -alguno-, y se maravilló de que no -hubiera- intercesor; por eso su brazo le trajo salvación, y su justicia, ella lo sustentó.
17. Porque se puso la justicia como coraza, y en su cabeza un yelmo de salvación, -por- vestidura las prendas de la venganza, y de celo como capa se atavió.
18. De acuerdo con -sus- hechos, igualmente -les- devolverá, furia a sus adversarios, a sus enemigos lo merecido; a las islas su merecido les devolverá.
19. Y así temerán el nombre del SEÑOR desde el occidente, y desde la salida del sol su gloria. Cuando el enemigo entre como una inundación, el Espíritu del SEÑOR un estandarte levantará contra él.
20. Y el Redentor vendrá a Sion, y a los que se volvieron de la transgresión en Jacob, dice el SEÑOR.
21. En cuanto a mí, este -es- mi convenio con ellos, dice el SEÑOR; Mi espíritu que -está- sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se alejarán de tu boca, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice el SEÑOR, desde ahora y para siempre.

Isaías 58

1. Clama con fuerza, sin escatimar, como una trompeta levanta tu voz, y hazle saber a mi pueblo su transgresión, y sus pecados a la casa de Jacob.
2. Aunque cada día me busquen, y mis caminos se deleiten en conocer, como una nación que hizo justicia, y no abandonó las ordenanzas de su Dios; me pidan ordenanzas de la justicia, se deleiten aproximándose a Dios.
3. + ¿Por qué ayunamos, -dicen ellos- y no -lo- ves? ¿-Por qué- afligimos nuestra alma, y no -lo- tomas en cuenta? Fijaos cómo en el día de vuestro ayuno os complacéis, y cobráis todas vuestras labores.
4. Fijaos cómo ayunáis para pelear y debatir, y para herir con el puño de la maldad; no ayunaréis como -lo hacéis hoy-, para que en lo alto se oiga vuestra voz.
5. ¿Es este el ayuno que he escogido? ¿Un día para que el hombre aflija su alma? ¿para que doblegue su cabeza como un junco, y esparza cilicio y cenizas -debajo de él-? ¿A esto llamaréis ayuno y día aceptable para el SEÑOR?
6. ¿No -es- este el ayuno que he escogido? ¿Desatar las bandas de maldad, las cargas pesadas deshacer, dejar libres a los oprimidos, y que quebréis todo yugo?
7. ¿No -es- entregarle tu pan al hambriento, y que al pobre y a los que desechados están traigas a tu casa? ¿Que cuando veas al desnudo lo cubras, y que de tu propia carne no te escondas?
8. + Entonces tu luz irrumpirá como la mañana, rápidamente tu salud brotará, tu justicia andará delante tuyo, -y- la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
9. Entonces llamarás, y el SEÑOR responderá, clamarás, y él dirá, Aquí -estoy-. Si de en medio de ti quitas el yugo, el señalar con el dedo, y el hablar vanidad;
10. Y -si- extiendes tu alma al hambriento, y satisfaces al alma afligida, tu luz entonces se alzará en la oscuridad, y como el mediodía -serán- tus tinieblas;
11. El SEÑOR te guiará continuamente, en la sequía satisfará tu alma, y fortalecerá tus huesos, serás como un jardín regado, y como un manantial acuífero, cuyas aguas no faltan.
12. Y -los- tuyos -re-construirán las viejas ruinas, tú levantarás los cimientos de muchas generaciones, y serás llamado, El reparador de la brecha, El restaurador de senderos para habitar.
13. + Si retiras tu pie del sabat, -de- hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al sabat una delicia, al santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no haciendo tus propios caminos, ni buscando tu propio placer, ni hablando -tus propias- palabras.
14. Entonces te deleitarás en el SEÑOR,y yo te haré cabalgar en los lugares altos de la tierra, y te alimentaré con la herencia de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR -lo- ha hablado.

Isaías 57

1. El justo perece, y ningún hombre -lo- medita, y los hombres misericordiosos -se- retiran, nadie considera que el justo se retira del mal -que se avecina-.
2. Entrará en la paz, descansarán en sus camas, -los que- andan -en- la rectitud de él.
3. + Pero acercaos, vosotros los hijos de la encantadora, simiente de la adúltera y la ramera.
4. ¿A costa de quién os divertís? ¿Contra quién abrís bien la boca, sacando la lengua? ¿No -sois- hijos de transgresión, simiente de falsedad,
5. Encendiéndoos con ídolos debajo de cualquier árbol verde, matando a los niños en los valles bajo las hendiduras de las rocas?
6. Tu porción está entre las -piedras- lisas del arroyo, ellas son tu suerte, incluso a ellas les has derramado ofrendas de bebidas, -y les- has hecho ofrendas de comida. ¿Me debo consolar ante estas -cosas-?
7. Sobre una montaña alta y sublime organizaste tu cama, hasta allá subiste para ofrecer sacrificio.
8. Detrás de las puertas también y de los postes has colocado tu recuerdo, pues -te- descubriste -ante otro- diferente de mí, y subiste; agrandaste tu cama, hiciste -un convenio- con ellos; amaste su cama donde -los- viste.
9. Y fuiste hasta donde el rey con ungüentos, aumentaste tus perfumes, enviaste lejos tus mensajeros, rebajándo-te- hasta el -mismo- infierno.
10. Estás cansada de la grandeza de tus caminos; -aún así- no dijiste, No hay esperanza, encontraste la vida de tu mano, -y- por eso no te acongojaste.
11. ¿Y de quién tuviste miedo y temiste, que mentiste y no te acordaste de mí, ni -lo- meditaste? ¿No he guardado silencio aún desde la antigüedad, y tú no me has temido?
12. Declararé tu justicia y tus obras, pues ellas no son para tu provecho.
13. + Cuando clames, que tus compañías te libren, pero el viento a todas se las llevará; la vanidad -se las- llevará, mas el que pone su confianza en mí poseerá la tierra, y heredará mi montaña santa.
14. Y dirá, Arrumad, arrumad, preparad camino, tomad la piedra de tropiezo y quitadla del camino de mi gente.
15. Porque así dice el Alto y el Sublime que habita en la eternidad, -y- cuyo nombre -es- Santo, Yo habito en el -lugar- santo y excelso, -y- también con el de espíritu contrito y humilde, para revivir el corazón de los arrepentidos.
16. Pues no contenderé para siempre, ni me airaré a perpetuidad, ya que el espíritu podría desfallecer delante mío, y las almas -que- yo he hecho.
17. Me airé por la iniquidad de su codicia, y lo herí; en mi ira me escondí, y él siguió obstinadamente en el camino de su corazón.
18. He visto sus caminos, y lo sanaré; lo guiaré también, y de nuevo lo consolaré a él y a sus dolientes.
19. Yo creo el fruto de los labios; paz, paz para -el que está- lejos, y para -el que está- cerca, dice el SEÑOR, y yo lo sanaré.
20. Pero los malvados -son- como el turbulento mar, cuando no puede descansar, cuyas aguas arrojan barro y suciedad.
21. No -hay- paz, dice mi Dios, para los malvados.