Así dice el SEÑOR, el cielo -es- mi trono, y la tierra es el banquillo de mis pies, ¿Dónde -es- la casa que me construís? ¿Y dónde mi palacio de descanso?
2. Porque todas esas -cosas- las hicieron mis manos, y fueron -creadas-, dice el SEÑOR, más bien a éste miraré, al pobre y contrito de espíritu, y -que- tiemble ante mi palabra.
3. El que mata a un buey -es como si- matara a un hombre, el que sacrifica un cordero, -como si- le cortara el cuello a un perro; el que ofrece una oblación, -como si ofreciera- sangre de puerco; el que quema incienso, -como si- bendijera a un ídolo. Sí, escogieron sus propios caminos, y su alma se deleita en sus abominaciones.
4. Yo también escogeré sus engaños, y sus temores traeré sobre ellos, porque cuando llamé, nadie respondió, cuando hablé, no oyeron, sino que hicieron el mal ante mis ojos, y escogieron lo que no me deleitaba.
5. + Oíd la palabra del SEÑOR, vosotros los que tembláis ante su palabra: Vuestros hermanos que os odiaban, que os expulsaron por causa de mi nombre, dicen, Que el SEÑOR se glorifique, pero para vuestro gozo él aparecerá, y ellos serán avergonzados.
6. Una voz desde la ciudad, una voz desde el templo, una voz del SEÑOR entregándoles lo merecido a sus enemigos.
7. Antes de trabajar en parto ella dio a luz, antes de que le llegara el dolor, tuvo un niño hombre.
8. ¿Quién ha oído tal cosa? ¿Y quién ha visto semejantes cosas? Será hecha la tierra para dar a luz en un día? ¿Nacerá en un instante una nación? Porque tan pronto como Sión laboró en parto dio a luz sus hijos.
9. ¿Llevaré al nacimiento, y no haré dar a luz? Dice el SEÑOR, ¿Haré dar a luz, cerrando -el vientre-? Dice tu Dios.
10. Regocijaos con Jerusalén, y alegraos con ella, todos vosotros los que la amáis, regocijaos con júbilo con ella, todos vosotros los que os lamentáis por ella,
11. Para que podáis chupar y satisfaceros con los pechos de sus consolaciones, para que podáis tomar leche y deleitaros con su abundante gloria.
12. Porque esto dice el SEÑOR, He aquí que le extenderé a ella paz como un río, y la gloria de los Gentiles como un continuo arroyo, y entonces chuparéis, seréis cargados sobre -sus- costados, y jugueteados sobre -sus- rodillas.
13. Como a quien su madre conforta, así os confortaré, y en Jerusalén seréis consolados.
14. Y cuando veáis -esto- vuestro corazón se regocijará, y vuestros huesos como la hierba florecerán, y la mano del SEÑOR para con sus siervos se hará conocida, junto con -su- indignación para con sus enemigos.
15. Pues he aquí que el SEÑOR vendrá con fuego, y con sus carruajes como remolino, para entregar su enojo con furia, y su reprensión con llamas de fuego.
16. Ya que con fuego y con su espada e SEÑOR pleiteará con todos -los seres- de carne, y muchos serán los muertos por el SEÑOR.
17. Los que se santifican y se purifican en medio los jardines detrás de un -árbol-, comiendo carne de puerco, y la abominación y el ratón, serán consumidos juntos, dice el SEÑOR.
18. Pues -conozco- sus obras y sus pensamientos; va a suceder que voy a reunir a todas las naciones y lenguas, y se acercarán a ver mi gloria.
19. Y colocaré una insignia entre ellos, y enviaré a sus escapados hasta las naciones, -a- Tarsis, Pul y Lud que manejan el arco, a Tubal y a Javán, -hasta- las islas de muy lejos que no han oído de mi fama, ni han visto mi gloria, y declararán mi gloria entre los Gentiles.
20. Y traeré a todos vuestros hermanos -como- una ofrenda de todas las naciones para el SEÑOR en caballos, y en carrozas, en literas, en mulas y en bestias veloces, hasta mi montaña santa Jerusalén, dice el SEÑOR, como -cuando- los hijos de Israel traen una ofrenda en una vasija limpia para la casa del SEÑOR.
21. Y además tomaré de -entre- ellos para -que sean- sacerdotes -y- levitas, dice el SEÑOR.
22. Porque como los nuevos cielos y la nueva tierra que haré van a permanecer delante mío, dice el SEÑOR, de igual manera vuestra simiente y vuestro nombre permanecerán.
23. Y sucederá -que- desde una luna nueva a la siguiente, y desde un día de descanso hasta el otro, todo -ser de- carne vendrá a adorar ante mí, dice el SEÑOR.
24. Y saldrán y mirarán los cadáveres de los hombres que transgredieron contra mí, pues su gusano no va a morir, ni su fuego se va a calmar, y serán -considerados- una -cosa- aborrecible para todo -ser de- carne.
Isaías 65
Me buscan -los que- no -me- preguntaban, -y- me encuentran -los que- no me buscaban; le dije, Miradme, miradme, a una nación -que- no se llamaba por mi nombre.
2. Le extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde, el cual anda por un camino no bueno, tras sus propios pensamientos;
3. -Es- un pueblo que de continuo -y- de frente me provoca a ira, que hace sacrificios en jardines, y quema incienso en altares de ladrillo;
4. Que permanece entre los sepulcros, y se aloja en los monumentos, que come carne de cerdo, y -llenan- sus vasijas -con- caldos de -cosas- abominables.
5. Que dicen, Quédate ahí, -y- no te me acerques, porque soy más santo que tú. Éstos -son- humo para mis narices, -con- fuego ardiendo todo el día.
6. Mirad que -está- escrito delante mío, -que- no guardaré silencio, sino que daré su merecido, en su mismo seno -se lo- daré,
7. Vuestras -mismas- iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntas, dice el SEÑOR, los cuales quemaron incienso en las montañas, y blasfemaron contra mí en las colinas, por eso les devolveré en su seno su trabajo antiguo.
8. + Ésto dice el SEÑOR, Como el vino nuevo se encuentra en el racimo, y -alguien- dice, No lo destruyas, porque -hay- una bendición en él, por amor a mis siervos, así haré, para no destruirlos a todos.
9. Y sacaré una simiente de Jacob, y de Judá un heredero de mis montañas, y mis elegidos la heredarán, y mis siervos allí habitarán.
10. Y Sarón será un redil para rebaños, y el valle de Acor un un lugar para que las manadas se echen, -y- para mi pueblo que me ha buscado.
11. + Pero vosotros -sois- los que abandonan al SEÑOR, que se olvidan de mi montaña santa, que alistan una cena para esa tropa, y arreglan la ofrenda de bebidas para ese número -de gente-.
12. Por eso os enumeraré para -que paséis por- la espada, y todos os postraréis para la matanza, pues cuando llamé, no respondisteis, cuando hablé no oisteis, mas bien hicísteis el mal delante de mis ojos, y escogísteis -lo- que no me deleitaba.
13. Por eso así dice el Señor DIOS, Mirad que mis siervos van a comer, pero vosotros estaréis con hambre, que mis siervos van a beber, pero vosotros estaréis con sed, que mis siervos se van a regocijar, pero vosotros os vais a avergonzar.
14. Mirad que mis siervos cantarán del gozo en su corazón, pero vosotros lloraréis de la pena en el vuestro, y aullaréis del fastidio en -vuestro- espíritu.
15. Y dejaréis vuestro nombre como una maldición para mis escogidos, pues el Señor DIOS te matará, y a sus siervos llamarás por otro nombre;
16. Y así, el que se bendiga a sí mismo en la tierra se bendecirá en el Dios de la verdad, y el que jure en la tierra jurará por el Dios de la verdad, porque los anteriores problemas están olvidados y escondidos de mis ojos.
17. + Pues he aquí que yo creo nuevos cielos y una nueva tierra, y lo anterior no se recordará, ni a la mente vendrá -más-.
18. Pero alegraos y regocijaos para siempre -en- aquello que creo, porque he aquí que creo a Jerusalén -como- regocijo, y a su gente -como- alegría.
19. Y me regocijaré en Jerusalén, y me gozaré en mi pueblo, y en ella -ni- el sonido de llantos, ni el sonido de sollozos se oirán más.
20. No habrán allí más bebés, ni viejos que no hayan cumplido sus días, pues el niño morirá de cien años, aunque el pecador de cien años de edad maldecido será.
21. Y construirán casas, y -las- habitarán, plantarán viñedos, y de su fruto comerán.
22. No construirán, y otro habitará, no plantarán y otro comerá, porque como los días de un árbol -serán- los días de mi pueblo, y por largo -rato- mis electos disfrutarán del trabajo de sus manos.
23. Su labor no va a ser en vano, ni van a dar a luz para -ver- problemas, porque -son- la simiente de los bendecidos del SEÑOR, y sus renuevos con ellos.
24. Y sucederá que antes de que llamen voy a responder, y mientras aún estén hablando voy a oír.
25. El lobo y el cordero juntos pastarán, y el león como el buey paja comerá, y la comida de la serpiente polvo -será-. En toda mi montaña santa no van a destruir, ni daño -alguno- harán, dice el SEÑOR.
Isaías 64
¡Oh que rasgaras los cielos, que bajaras, -y- que las montañas se derritieran ante tu presencia,
2. Como -cuando- el ardiente fuego consumidor hace hervir las aguas, para que tu nombre sea conocido por tus adversarios, -y- las naciones puedan temblar ante tu presencia!
3. Cuando hiciste cosas temibles -que- no esperábamos, bajaste, -y- las montañas se fundieron ante tu presencia.
4. Porque desde el comienzo del mundo no se ha escuchado, ni oído -ha- percibido, ni ojos han visto, además de ti, Oh Dios, -las cosas que- él ha preparado para aquel que lo aguarda.
5. Sales al encuentro de aquel que se regocija obrando justicia, de -aquellos que- se acuerdan de ti en tus caminos; -mas- he aquí, que estás airado, porque hemos pecado, en esos -pecados- continuamos, y -un día- seremos salvados.
6. Pero todos somos como una suciedad, y todas nuestras justicias como trapos asquerosos, todos nosotros como hojas nos marchitamos, y nuestras iniquidades nos han llevado como el viento.
7. Y nadie -hay- que invoque tu nombre, que se conmueva para aferrarse a ti, pues escondiste tu rostro de nosotros, y nos consumiste a causa de nuestras iniquidades.
8. Pero ahora pues, Oh SEÑOR, tú -eres- nuestro padre, nosotros barro, y tú nuestro alfarero, y todos -somos- la obra de tus manos.
9. + No te aíres sobremanera, Oh SEÑOR, ni te acuerdes por siempre de las iniquidades, observa -y- mira, te imploramos todo tu pueblo.
10. Tus santas ciudades son un yermo, Sion lo es, -y- Jerusalén una desolación.
11. Nuestra santa y hermosa casa, en donde nuestros padres te alababan, ha sido quemada con fuego, y todas nuestras cosas preciosas yacen en ruina.
12. ¿Vas a refrenarte ante estas -cosas-, Oh SEÑOR? ¿ a guardar silencio, y a afligirnos sobremanera?
Isaías 63
¿Quién -es- éste que viene de Edom, -y- con vestiduras enrojecidas de Bosra? ¿Éste -que se ve- Glorioso en su atuendo viajando en la grandeza de su fuerza? -Soy- yo, -el- que hablo con justicia, -y- poderoso para salvar
2. ¿Por qué -tienes- rojo tu atuendo, y tus vestiduras -son- como las de -aquel- que pisa en la tina del lagar?
3. Solo yo pisé el lagar, y de la gente nadie -había- conmigo, pues con enojo los pisaré, y con furia los aplastaré, y su sangre salpicará mis vestiduras, manchando todo mi atavío.
4. Pues el día de la venganza -está- en mi corazón, y ha llegado el año de mis redimidos.
5. Y miré y nadie -había- para ayudar, y me maravillé que nadie -estuviera allí- para apoyar; por eso mi propio brazo me trajo salvación, y mi furia me sostuvo.
6. Y con enojo aplastaré a la gente, y los emborracharé en mi furia, derribando su fuerza, -echándola- al piso.
7. + Mencionaré las dulces amabilidades del SEÑOR, -y- sus alabanzas, conforme a todo lo que el SEÑOR nos ha concedido, y su gran bondad hacia la casa de Israel, la cual le ha otorgado de acuerdo a sus misericordias y a la multitud de sus dulces amabilidades.
8. Pues él dijo, Seguro que -son- mi pueblo, hijos -que- no van a mentir, entonces fue su Salvador.
9. Se afligió en todas las aflicciones de ellos, y el ángel de su presencia los salvó; con amor y con lástima los redimió, los soportó, y los cargó todos los días de antaño.
10. + Pero ellos se rebelaron, y fastidiaron a su santo Espíritu, por eso el se volvió su enemigo, -y- peleó contra ellos.
11. Luego recordó los días de antaño, a Moisés, -y- su pueblo; -y alguien decía:- ¿Dónde -está- el que los sacó del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde -está el que puso su santo Espíritu dentro de él?
12. ¿-el- que -los- guió con la mano derecha de Moisés -y- con su brazo glorioso, dividiendo las aguas delante de ellos, para hacerse un nombre perpetuo?
13. ¿El que los guió por entre las profundidades, como -a un- caballo en el desierto -para que- no tropezaran?
14. Como -a- una bestia -que- baja hasta el valle, el Espíritu del Señor lo hizo descansar; así dirigiste a tu pueblo, para hacerte un nombre glorioso.
15. + Mira desde el cielo, y observa desde la habitación de tu santidad y de tu gloria, ¿Dónde -están- tus celos y tu fuerza, el sonido de tus entrañas y de tus misericordias para conmigo?¿Las has retenido?
16. Sin duda -eres- nuestro padre, así Abraham nos ignorara, e Israel no nos reconociera, tú Oh SEÑOR, -eres- nuestro padre, nuestro redentor, -y- tu nombre -es- desde la perpetuidad.
17. + Oh SEÑOR, ¿Por qué hiciste que erráramos tus caminos, -y- endureciste nuestro corazón -alejándolo- de tu temor? Por amor a tus siervos, -haz- volver -a- las tribus de tu heredad.
18. El pueblo de tu santidad poseyó -tu heredad- pero por un rato, -y- nuestros adversarios han pisoteado tu santuario.
19. Somos -tuyos, pero- tú nunca ejerciste gobierno sobre ellos, -ni- se llamaron con tu nombre.
Isaías 62
Por amor a Sion no guardaré silencio, y por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que su justicia salga como -un- esplendor, y arda la lámpara de su salvación.
2. Y los Gentiles verán tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo que la boca del SEÑOR asignará.
3. También serás una corona de gloria en las manos del SEÑOR, y una diadema real en las manos de tu Dios.
4. No te van a decir más Abandonada, ni a tu tierra Desolada, sino que te van a llamar Hefzibá, y a tu tierra Beula, porque el SEÑOR se deleita en ti, y tu tierra se desposará.
5. + Pues -como- un joven se desposa con una virgen, -también- tus hijos se desposarán contigo y -como- el novio se regocija sobre la novia, -de igual manera- tu Dios se regocijará sobre ti.
6. Puse vigías sobre tus muros, Oh Jerusalén, -los cuales- nunca estarán callados ni de día ni de noche, vosotros los que hacéis mención del SEÑOR, no os quedéis en silencio,
7. Y no lo dejéis descansar, hasta que él establezca a Jerusalén, y la haga una alabanza para toda la tierra.
8. El SEÑOR juró -así- por su mano derecha, y por el brazo de su fuerza, Te aseguro que no voy a dar tus granos -por- comida a los enemigos, y -que- los hijos de los extranjeros no van a beberse el vino, que tú trabajaste,
9. Sino que los que lo recogieron -serán los que- lo coman, y alaben al SEÑOR, y los que lo hayan reunido -serán los que- lo beban en las cortes de mi santidad.
10. Pasad, pasad por los portones, -y- preparad el camino al pueblo; echad, echad la carretera, reunid y sacad las piedras, enarbolad un estandarte para el pueblo.
11. He aquí -lo- que el SEÑOR ha proclamado hasta los confines del mundo, Decidle a la hija de Sion, Mira a tu salvación acercarse, observa su recompensa -viniendo- con él, y su obra antecediéndole.
12. Y los llamarán, La gente santa, Los redimidos del Señor, y a ti te van a llamar, La solicitada, La Ciudad amparada.
Isaías 61
El Espíritu del Señor DIOS -está- sobre mí, pues el SEÑOR me ha ungido para predicarle buenas nuevas a los sencillos; me ha enviado a vendar a los de corazón quebrantado, a proclamarle libertad a los cautivos, y abrirle la prisión a -los- reos.
2. A proclamar el año aceptado por el SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los afligidos,
3. A escoger a los que lloran en Sion, para darles belleza en lugar de cenizas, el aceite del gozo en lugar de lamentos, la vestidura de la alabanza en lugar del espíritu de pesadumbre, y así puedan llamarse árboles de justicia, el plantío del SEÑOR, para que él pueda ser glorificado.
4. + Y -re-construirán las antiguas ruinas, levantarán las anteriores desolaciones, y repararán las ciudades arruinadas, las desolaciones -causadas- por muchas generaciones.
5. Y los extranjeros se levantarán a alimentar tus rebaños, los hijos de los ajenos -serán- tus agricultores y tus viñadores.
6. Pero vosotros seréis nombrados Sacerdotes del SEÑOR, -y- os llamarán los Ministros de nuestro Dios; las riquezas de los Gentiles consumiréis, y de la gloria de ellos alardearéis.
7. + A cambio de vuestra verguenza -tendreís- el doble -de satisfacción, en lugar de- confusión, en la porción de ellos se van a regocijar, por eso en su tierra van a poseer el doble, -y- gozo eterno para ellos habrá.
8. Porque a mí el SEÑOR me encanta el juicio, detesto -que cambien- los robos por ofrendas quemadas, y voy a dirigir sus obras con la verdad, y haré un convenio perpetuo con ellos.
9. Su simiente será conocida entre los Gentiles, su descendencia entre los pueblos, -pues- todos los que los vean los reconocerán como la simiente bendecida por el SEÑOR.
10. Extremadamente me regocijaré en el SEÑOR, -y- mi alma estará gozosa en mi Dios, porque me vistió con prendas de salvación, me cubrió con el manto de la justicia, cual novio -que se- arregla con ornatos, o novia -que se- adorna con sus joyas.
11. Pues como la tierra produce sus capullos, y como el jardín hace que lo que se le siembre en él retoñe, así el Señor DIOS hará que la justicia y la alabanza broten en la presencia de todas las naciones.
Isaías 60
Álzate, -y- brilla, porque llegó tu luz, y la gloria del SEÑOR se ha levantado sobre ti.
2. Pues mira que las tinieblas cubrirán la tierra, y a las gentes espesas oscuridades, pero el SEÑOR se alzará sobre ti, y sobre ti será vista su gloria.
3. Y los Gentiles se acercarán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu salida.
4. Levanta tus ojos, y mira a tu alrededor, -que- todos ellos se reúnen -y- vienen hacia ti, tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán amamantadas al lado.
5. Entonces verás, y rebosarás, y tu corazón temerá, y se ensanchará, porque las riquezas del mar serán mudadas a ti, -y- los recursos de los Gentiles a ti vendrán.
6. Multitudes de camellos te cubrirán, -y- dromedarios de Madián y Efa, todos los de Saba vendrán trayendo oro e incienso, y proclamando alabanzas al SEÑOR.
7. Todos los rebaños de Kedar te serán reunidos, los carneros de Nebaiot te servirán, -y- subirán aceptados para mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
8. ¿Quiénes -son- estos -que- vuelan como una nube, y como las palomas hasta sus ventanas?
9. Por seguro que las islas me servirán, y los barcos de Tarsis -serán los- primeros, en traer tus hijos desde lejos, -junto con- su plata y su oro con ellos, para el nombre del SEÑOR tu Dios, y para el Santo de Israel, ya que él te ha glorificado.
10. Y los hijos de los extranjeros construirán tus muros, y sus reyes te servirán, porque con mi ira te herí, pero con mi favor he tenido misericordia de ti.
11. Por eso tus portones estarán de continuo abiertos, -y- no se van a cerrar de día ni de noche, para que puedan traerte los recursos de los Gentiles, y sus reyes -puedan ser- traídos.
12. Ya que la nación y el reino que no te sirva va a perecer; sí, -esas- naciones serán totalmente arruinadas.
13. La gloria del Líbano llegará a ti, -y- los higos -y- los pinos, junto con los bojes, para hermosear el lugar de mi santuario, y al lugar de mis pies lo haré glorioso.
14. También los hijos de los que te afligieron llegarán inclinados a ti, y todos los que te despreciaron se postrarán ante tus pies, y te van a llamar, La ciudad del SEÑOR, La Sion del Santo de Israel.
15. En vista de que has sido desamparada y odiada, tanto que ningún hombre pasó por -ti-, haré de ti una excelencia eterna, -y- un gozo para muchas generaciones.
16. Chuparás además la leche de los Gentiles, y los pechos de los reyes, y sabrás que yo el SEÑOR -soy- tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
17. A cambio de bronce daré oro, a cambio de hierro daré plata, a cambio de madera bronce, y a cambio de piedras hierro; además haré -que- tus administradores -sean- la paz, y tus supervisores la justicia.
18. No se oirá más de violencia en tu tierra, -ni- de ruinas o de destrucción dentro de tus fronteras, sino que a tus muros los llamarás Salvación, y a tus portones Alabanza.
19. El sol no hará de luz más en el día para ti, ni tampoco la luna te dará el resplandor de su luz, sino que el SEÑOR hará de luz perpetua para ti, y tu Dios -será- tu gloria.
20. Tu sol no se ocultará más, tu luna tampoco se retirará, pues el SEÑOR será tu eterna luz, y los días de tu aflicción habrán terminado.
21. Tu pueblo, -ellos- también -serán- todos justos, -y- van a heredar la tierra para siempre, -son- la rama de mi plantío, el trabajo de mis manos, para que yo pueda ser glorificado.
22. Un pequeño se convertirá en mil -de ellos-, y un insignificante en una fuerte nación; yo el SEÑOR en su momento lo apresuraré.
Isaías 59
Mirad que la mano del SEÑOR no se ha acortado para no poder salvar, ni su oído -se ha- tapado para no poder oír;
2. Más bien vuestras iniquidades -son las que- os han separado de vuestro Dios, y vuestros pecados han ocultado -su- rostro de vosotros, para no oír.
3. Pues vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios han hablado mentiras, -y- vuestra lengua murmurado perversidades.
4. Nadie invoca a la justicia, ni suplica a la verdad; confían en vanidades, y hablan mentiras; conciben estragos, y dan a luz iniquidad.
5. Incuban huevos de cocatriz, y tejen telarañas; el que come de sus huevos muere, y a aquel que se aplasta le sale una víbora.
6. Sus tejidos no se volverán prendas, ni se arroparán ellos con sus trabajos, -pues- sus hechos -son- obras de iniquidad, y sus manos -obran- actos de violencia.
7. Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos -son- pensamientos de iniquidad; ruina y destrucción hay en sus senderos.
8. No conocen camino de paz, y no -hay- juicio en sus caminos; han hecho de ellos senderos torcidos, y quienquiera que los ande no conocerá la paz.
9. Por eso el juicio se alejó de nosotros, y la justicia no nos alcanzó, aguardamos luz, pero contemplamos oscuridad, resplandor, -pero- andamos en tinieblas.
10. Tanteamos la pared como ciegos, tanteamos como sin ojos, tropezamos al mediodía como si -fuera- noche, -y habitamos- en lugares desolados como muertos.
11. Como osos rugimos todos, y como palomas con dolor nos lamentamos; buscamos juicio, pero ninguno -se acerca-, salvación, -pero ésta- se aleja.
12. Pues nuestras transgresiones se han multiplicado delante tuyo, y nuestros pecados testifican en contra nuestra, ya que nuestras transgresiones nos acompañan, y nuestras iniquidades las conocemos;
13. Por transgredir, mentir contra el SEÑOR, alejarnos de nuestro Dios, hablar opresión y revueltas, -y- concebir y proferir desde el corazón palabras de falsedad.
14. Y el juicio ha retrocedido, la justicia se para lejos, pues la verdad ha caído en la calle, y la equidad no puede entrar.
15. Sí, la verdad fracasó, y el que se aleja del mal se vuelve vulnerable, y el SEÑOR -lo- vio, y le desagradó que no -hubiera- juicio.
16. + Y no vio hombre -alguno-, y se maravilló de que no -hubiera- intercesor; por eso su brazo le trajo salvación, y su -misma- justicia, ella lo sustentó.
17. Ya que se puso la justicia como coraza, y un yelmo de salvación sobre su cabeza, las prendas de la venganza -por- vestidura, y se atavió de los celos como una capa.
18. De acuerdo con -sus- hechos, proporcionalmente -les- devolverá, furia para sus adversarios, -y- su merecido a sus enemigos; a las islas él les devolverá su merecido.
19. Y así temerán el nombre del SEÑOR desde el occidente, y su gloria desde la salida del sol. Cuando el enemigo entre como una inundación, el Espíritu del SEÑOR un estandarte levantará contra él.
20. Y el Redentor vendrá a Sion, y a los que se volvieron de la transgresión en Jacob, dice el SEÑOR.
21. En cuanto a mí, este -es- mi convenio con ellos, dice el SEÑOR; Mi espíritu que -está- sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se alejarán de tu boca, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice el SEÑOR, desde ahora y para siempre.
Isaías 58
Clama con fuerza, -y- no -la- guardes, levanta tu voz como de trompeta, y dale a conocer a mi gente su transgresión, y a la casa de Jacob sus pecados.
2. Aunque cada día me buscan, y se deleitan en conocer mis caminos, como una nación que ha hecho justicia, y no ha renunciado las ordenanzas de su Dios; me piden ordenanzas de justicia, se deleitan aproximándose a Dios.
3. + ¿Por qué ayunamos, -dicen ellos- y tú no lo ves? ¿Afligimos nuestra alma, y tú no lo tomas en cuenta? Fijaos cómo en el día de vuestro ayuno os complacéis en cobrar todas vuestras labores.
4. Fijaos cómo ayunáis por -motivos- de peleas y -de- debates, y para herir con puños de maldad; no ayunaréis como este- día, para hacer oír vuestra voz en las alturas.
5. ¿Es ése el ayuno el que yo escogí? ¿Un día para que el hombre aflija su alma? ¿doblegue su cabeza como un junco, y esparza cilicio y cenizas -debajo de él-? ¿A esto vais a llamar ayuno y día aceptable al SEÑOR?
6. ¿No -es- lo siguiente el ayuno que yo escogí? ¿Desatar los nudos de maldad, deshacer las cargas pesadas, dejar libres a los oprimidos, y que quebréis cualquier yugo?
7. ¿No -es- entregarle tu pan al hambriento, y traer a tu casa al pobre y al desechado? ¿-Que- cuando veas al desnudo lo cubras, y que no te escondas de los tuyos?
8. + Entonces tu luz irrumpirá como la mañana, tu salud brotará rápidamente, tu justicia andará delante tuyo, -y- la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
9. Entonces llamarás, y el SEÑOR responderá, clamarás, y él dirá, Aquí -estoy-. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo, y el hablar vanidades;
10. Y -si- extiendes tu alma al hambriento, y satisfaces al alma afligida, tu luz entonces se alzará en la oscuridad, y tus tinieblas -serán- como el mediodía;
11. El SEÑOR te guiará continuamente, satisfará tu alma en la sequía, fortalecerá tus huesos, serás como un jardín regado, y como un manantial, cuyas aguas no le faltan.
12. Y -los- tuyos -re-construirán las viejas ruinas, levantarás los cimientos de muchas generaciones, y serás llamado, El reparador de la brecha, El restaurador de senderos en dónde habitar.
13. + Si retiras tu pie del día de reposo, -dejas de- hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo una delicia, al santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no -andando en- tus propios caminos, buscando lo que te plazca, ni hablando palabras -tuyas-,
14. Entonces te deleitarás en el SEÑOR, haré que pasees sobre los lugares altos de la tierra, y te alimentes con la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR -lo- ha hablado.
Isaías 57
El justo perece, y ningún hombre lo medita, y los hombres misericordiosos -son- retirados, -sin que- nadie considere que el justo está -siendo- preservado del mal.
2. Entrará en la paz, descansarán en sus camas, -los que- andan -en- la rectitud de él.
3. + Pero acercaos, vosotros los hijos de la encantadora, simiente de la adúltera y la ramera.
4. ¿A costa de quién os divertís? ¿Contra quién abrís bien la boca, sacando la lengua? ¿No -sois- hijos de transgresión, simiente de falsedad,
5. Encendiéndoos con ídolos debajo de cualquier árbol verde, matando a los niños en los valles bajo las hendiduras de las rocas?
6. Tu porción está entre las -piedras- lisas del arroyo, ellas son tu suerte, incluso a ellas les has derramado ofrendas de bebidas, -y les- has hecho ofrendas de comida. ¿Me debo consolar ante estas -cosas-?
7. Sobre una montaña alta y sublime organizaste tu cama, hasta allá subiste para ofrecer sacrificio.
8. Detrás de las puertas también y de los postes has colocado tu recuerdo, pues -te- descubriste -ante otro- diferente de mí, y subiste; agrandaste tu cama, hiciste -un convenio- con ellos; amaste su cama donde -los- viste.
9. Y fuiste hasta donde el rey con ungüentos, aumentaste tus perfumes, enviaste lejos tus mensajeros, rebajándo-te- hasta el -mismo- infierno.
10. Estás cansada de la grandeza de tus caminos; -aún así- no dijiste, No hay esperanza, encontraste la vida de tu mano, -y- por eso no te acongojaste.
11. ¿Y de quién tuviste miedo y temiste, que mentiste y no te acordaste de mí, ni -lo- meditaste? ¿No he guardado silencio aún desde la antigüedad, y tú no me has temido?
12. Declararé tu justicia, y tus obras pues ellas no son para tu provecho.
13. + Cuando clames, que tus compañías te libren, pero el viento a todas se las llevará; la vanidad -se las- llevará, mas el que pone su confianza en mí poseerá la tierra, y heredará mi montaña santa.
14. Y dirá, Arrumad, arrumad, preparad camino, tomad la piedra de tropiezo y quitadla del camino de mi gente.
15. Porque así dice el Alto y el Sublime que habita en la eternidad, -y- cuyo nombre -es- Santo, Yo habito en el -lugar- santo y excelso, -y- también con el de espíritu contrito y humilde, para revivir el corazón de los arrepentidos.
16. Pues no contenderé para siempre, ni me airaré a perpetuidad, ya que el espíritu podría desfallecer delante mío, y las almas -que- yo he hecho.
17. Me airé por la iniquidad de su codicia, y lo herí; en mi ira me escondí, y él siguió obstinadamente en el camino de su corazón.
18. He visto sus caminos, y lo sanaré; lo guiaré también, y de nuevo lo consolaré a él y a sus dolientes.
19. Yo creo el fruto de los labios; paz, paz para -el que está- lejos, y para -el que está- cerca, dice el SEÑOR, y yo lo sanaré.
20. Pero los malvados -son- como el turbulento mar, cuando no puede descansar, cuyas aguas arrojan barro y suciedad.
21. No -hay- paz, dice mi Dios, para los malvados.