Bel se postra, Nebo se agacha, sus ídolos estaban sobre las bestias, y sobre el ganado; vuestros carruajes -estaban- sobrecargados; -son- un lastre para la agotada -bestia-.
2. Se agachan, -y- se doblegan al tiempo; no pudieron entregar la carga, sino que ellos mismos se fueron de cautiverio.
3. + Escuchadme, Oh casa de Jacob, y todo el remanente de la casa de Israel, los que sois llevados -por mí- desde el vientre, los que sois cargados desde la matriz,
4. Y -aun- hasta -vuestra- vejez yo -soy- él; y -aún- hasta las canas -os- cargaré; yo hice, y yo llevaré, yo aún cargaré y liberaré.
5. + ¿Con quien me compararéis, -me- igualaréis, y me relacionaréis para que podamos ser cotejados?
6. Ellos prodigan oro de la bolsa, pesan la plata en la balanza, -y- contratan a un orfebre; el hace un dios -de- éste, -y- ellos se postran -ante el-, sí, -y lo- adoran.
7. Lo soportan sobre el hombro, lo cargan, y lo colocan en su lugar, y él se yergue. De su lugar no se removerá; sí, -y alguien- le clamará, aunque no pueda responder, ni salvarlo de su problema.
8. Recordad esto, y manifestaos hombres, trayendo de nuevo -cosas- a la mente, Oh transgresores.
9. Recordad las cosas antiguas -y- anteriores, porque yo -soy- Dios, y nadie más -lo es-; -yo soy- Dios, y -no hay-nadie como yo,
10. Que declara el fin desde el comienzo, y desde tiempos antiguos -cosas aún- no hechas, diciendo, Mi consejo perdurará, y haré todo lo que me plazca.
11. Llamando al ave de rapiña del oriente, al hombre que ejecuta mi consejo de un país lejano; sí, -así lo- he hablado, -y- también lo haré pasar; -me lo- he propuesto, -y- también lo haré.
12. + Escuchadme, vosotros -los- testarudos alejados de la justicia,
13. Yo acerco mi justicia, -que- no estará lejos, y mi salvación -que- no se demorará, y colocaré mi salvación en Sion para Israel mi gloria.
Isaías 45
Así -le- dice el SEÑOR a su ungido, Ciro, cuya mano derecha he sostenido para que subyugue naciones delante de él, y voy a desatar las cinturas de los reyes, para abrir delante de él las dos puertas -adornadas- con hojas, y estas no se cerrarán;
2. Iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos, haré pedazos tanto puertas de bronce, como barrotes de hierro.
3. Y te daré los tesoros de la oscuridad, y riquezas ocultas en lugares secretos, para que puedas saber que yo, el SEÑOR, que -te- llama por tu nombre, -soy- el Dios de Israel.
4. Por amor a mi siervo Jacob y a Israel mi elegido, te he llamado por tu nombre, -y- te he apellidado, sin que me conocieras.
5. + Yo -soy- el SEÑOR, y ningún otro -hay-, no -hay otro- Dios además de mí, yo te vestí sin que me conocieras,
6. Para que puedan conocer desde la salida del sol y desde el oeste, que no -hay otro- además de mí. Yo -soy- el SEÑOR, y ninguno más.
7. Yo formo la luz, y creo la oscuridad, yo hago la paz, y creo la maldad, yo el SEÑOR hago todas estas -cosas-.
8. Verted, cielos, de arriba, y que las alturas derramen justicia, que la tierra -se- abra, y produzcan salvación, y la justicia brote juntamente. Yo el SEÑOR lo he creado.
9. ¡Ay del que briega con su hacedor! Que el tiesto -contienda- con los -otros- tiestos de la tierra. ¿Le dirá el barro al que lo modela, Qué haces? ¿O -te dirá- tu trabajo, Él no tiene manos?
10. ¡Ay del que -le- dice a -su- padre, ¿ Qué -es lo que- engendras? O a la mujer, ¿Qué -fue lo que- diste a luz?
11. Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel, y su Hacedor, Peguntadme acerca de los asuntos por venir relacionados con mis hijos, y en cuanto a la obra de mis manos mandadme.
12. Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella; yo estiré los cielos -con- mis manos, y a toda su hueste he mandado.
13. Lo he levantado en justicia, y dirigiré todos sus caminos, él construirá mi ciudad, y dejará ir a mis cautivos, -y- no a cambio de precio ni recompensa, dice el SEÑOR de las huestes.
14. Así dice el SEÑOR, la labor de Egipto, la mercancía de Etiopía, y de los Sabeos, hombres de estatura, vendrá hasta ti, ellos serán tuyos, -y- vendrán en busca de ti; vendrán en cadenas, y se postrarán delante tuyo haciéndote súplicas, -y diciendo,- Con certeza Dios -está- en ti, y no -hay- nadie más, no -hay otro- Dios.
15. De verdad -eres- un Dios que te escondes, Oh Dios de Israel, el Salvador.
16. Se avergonzarán, y además se confundirán todos ellos, terminarán confundidos al tiempo los hacedores de ídolos.
17. -Pero- Israel se salvará en el SEÑOR con una salvación eterna, no os avergonzaréis ni os confundiréis, mundo sin fin.
18. Porque esto dice el SEÑOR que creó los cielos, el mismo Dios que formó la tierra y la hizo; él la estableció, -y- no la creó en vano, para que fuera habitada la formó: Yo -soy- el SEÑOR, y ninguno más -hay-.
19. No he hablado en secreto, no le dije a la simiente de Jacob en un lugar oculto de la tierra, En vano me buscáis; Yo el SEÑOR hablo justicia, -y- declaro cosas correctas.
20. + Congregaos y venid, acercaos al tiempo, vosotros -los- escapados de las naciones; no tienen conocimiento los que colocan la madera de su imagen esculpida, y -le- oran a un dios -que- no puede salvar.
21. -Id y- contad, y traed-los- cerca, sí, que tengan juntos consejo; ¿Quién declaró esto desde tiempos antiguos? ¿-Quién- lo ha dicho desde esa vez? ¿No -he sido- yo el SEÑOR? Y no -hay- más Dios además de mí, un Dios y Salvador justo; ninguno -hay- además de mi.
22. Miradme a mí, y sed salvos, todos los confines de la tierra, porque yo -soy- Dios, y ninguno más -hay-.
23. He jurado por cuenta propia, -con- justicia ha salido la palabra de mi boca, y no se devolverá, que ante mí toda rodilla se doblegará, -y- toda lengua tomará juramento,
24. Os aseguro que dirá, En el SEÑOR tengo justicia y fuerza; -sí,- a él vendrán -los hombres-; y se avergonzarán todos los que en contra de él reciben incienso.
25. En el SEÑOR toda la simiente de Israel se justificará y se gloriará.
Isaías 44
Oye ahora sin embargo, Oh Jacob siervo mío, e Israel, a quien he escogido:
2. Esto dice el SEÑOR que te hizo, que te formó desde el vientre, -y- que te va a ayudar: No temas, Oh Jacob, siervo mío, -ni- tú Jesurún a quien yo escogí.
3. Porque derramaré aguas sobre el que está sediento, e inundaciones sobre la tierra árida; derramaré mi espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tus retoños;
4. Y brotarán entre la hierba, como sauces al lado de los cursos de aguas.
5. Uno dirá, Yo -soy- del SEÑOR, otro -se- llamará Jacob, y otro -le- escribirá -con- su mano al SEÑOR, apellidándose Israel.
6. Esto dice el SEÑOR, el Rey de Israel, y su redentor el SEÑOR de las huestes: Yo -soy- el primero, y -soy- el último, y no -hay otro- Dios además de mí.
7. ¿Y quién, como yo, va a llamar, lo va a declarar, y me lo va a colocar en orden, desde -el tiempo en que- elegí a las gentes antiguas? Y que se les de a conocer las cosas que están por venir, y -que- vendrán.
8. No temáis, ni tengáis miedo, ¿No os lo he dicho y declarado desde aquel tiempo? Aún -sois- mis testigos. ¿Hay -algún- Dios además de mí? Sí -que- no -hay- Dios, no conozco a -ninguno-.
9. Los que hacen imágenes esculpidas, todos ellos -son- una vanidad, y sus deleites no les van a aprovechar; -son- sus propios testigos, -al- no ver, ni conocer, para vergüenza suya.
10. ¿Quién ha formado un dios, o fundido una imagen esculpida -que- sirva para algo?
11. Mirad que todos sus compañeros se van a avergonzar, y los trabajadores de los hombres, que se reúnan, congreguen, y se paren, -porque- van a temer, -y- juntos se van a avergonzar.
12. El herrero con las tenazas trabajan juntos en los carbones, y lo modelan con martillos, lo trabajan con la fortaleza de sus brazos; sí, tiene hambre, y su fuerza falla, no bebe agua, y desfallece.
13. El carpintero estira -su- regla, lo marca con un cordel, lo encaja con los planos, marcándolo con el compás, y lo hace siguiendo la figura y la belleza de un hombre, con el fin de que quede en la casa.
14. Tala cedros, toma el ciprés y el roble los cuales los fortalece para él, -escogiéndolos de- entre los árboles del bosque; planta un fresno, y la lluvia -lo- nutre.
15. Luego será quemado por un hombre, pues tomará de aquel para darse calor, sí, -lo- enciende, y hornea pan, sí, hace un dios y -lo- adora, hace una imagen esculpida, y se postra ante ella.
16. Parte suya quema en el fuego, con parte de aquel come carne, se hace un asado y se satisface, sí, -se- calienta, y dice, Ahh, me calenté viendo el fuego;
17. Y de su residuo hace un dios, su -misma- imagen tallada, postrándose ante ella y adorándo-la-, orándole y diciéndole, Líbrame, porque -eres- mi dios.
18. No supieron ni entendieron, porque él cerró sus ojos para que no vieran, -y- sus corazones, para que no entendieran.
19. Y nadie considera en su corazón, ni -hay- conocimiento ni entendimiento para decir, Parte de aquel quemé en el fuego, sí, también he horneado pan sobre los carbones de aquel, he asado y comido carne; ¿Y -acaso- haré una abominación del residuo de aquel? ¿-Acaso- me voy a postrar ante el tronco de un árbol?
20. Se alimenta de cenizas, fue desviado por un corazón engañado, para no librar su alma ni decir, ¿No -es ésta- una mentira -la que tengo- en mi mano derecha?
21. + Recuerda estas -cosas-, Oh Jacob e Israel, pues -eres- mi siervo: Yo te formé, -y- tú eres mi siervo, Oh Israel, -y- de mí no serás olvidado.
22. He desvanecido cual nubarrón tus transgresiones, y, cual nube tus pecados; retorna a mí, pues yo te redimí.
23. Cantad, Oh vosotros los cielos, porque el SEÑOR -lo- hizo, gritad, vosotras las partes bajas de la tierra, irrumpid en cantos vosotras las montañas, Oh bosques, y todo árbol vuestro, porque el SEÑOR ha redimido a Jacob, y se ha glorificado en Israel.
24.Esto dice el SEÑOR, tu redentor, y el que te formó desde el vientre, Yo el SEÑOR -soy el- que -lo- hace todo, -el- que expande sólo los cielos, -el- que por su cuenta empareja la tierra.
25. -El- que frustra las señales de los mentirosos, y enloquece a los adivinos, -el- que hace retractar a los sabios volviendo tontos sus conocimientos.
26. -El- que confirma la palabra de su siervo, y realiza el consejo -dado por- sus mensajeros, que dice a Jerusalén, Serás habitada, y a las ciudades de Judá, Seréis construidas, y levantaré vuestros lugares derrumbados.
27. -El- que -le- dice a las profundidades, Secaos, -que- voy a secar tus ríos.
28. -El- que -le- dice a Ciro, -Él es- mi pastor, y va a realizar todo lo que me plazca, incluso decirle a Jerusalén, Serás construida, y al templo, Tus fundamentos serán puestos.
Isaías 43
Isaías 43
Pero ahora el SEÑOR que te creó dice así, Oh Jacob, y que te formó, Oh Israel, No temas, porque yo te redimí, -y te- llamé por tu nombre, -eres- mío.
2. Cuando pases a través de las aguas, yo -estaré- contigo, -cuando- atravieses los ríos, no te van a arrasar, cuando camines por entre el fuego no te vas a quemar, ni las llamas se encenderán en ti.
3. Pues yo -soy- el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; -para- rescatarte di a Egipto, a Etiopía y a Saba a cambio de ti.
4. Como fuiste preciosa ante mis ojos, y honorable, y te amé, por eso daré hombres a cambio de ti, y personas a cambio de tu vida.
5. No temas, porque yo -estoy- contigo, voy a traer tu simiente del oriente, y a reunirte del occidente;
6. Al norte le voy a decir, Entrega, y al sur, No retengas, trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los confines de la tierra,
7. -Aún- a cada uno de los que se llaman por mi nombre lo creé para mi gloria, lo formé, sí, -y- lo hice.
8. Traed al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos,
9. Que todas las naciones juntas se reúnan, y las gentes se congreguen, ¿Quién entre ellos puede revelar esto, y dar a conocer las cosas antiguas? Que traigan sus testigos, para que se puedan justificar, o que oigan, y digan, -Es- cierto.
10. Vosotros -sois- mis testigos, dice el SEÑOR, y mi siervo a quien escogí, para que sepáis de mí y creáis en mí, y entendáis que yo -soy- él; antes de mí no se formó Dios -alguno- ni -lo- habrá después de mí.
11. Yo, yo -aún- soy el SEÑOR, y además de mí no -hay- salvador.
12. He declarado y he salvado, y -lo- demostré cuando no -había dios- extraño entre vosotros, por esto -mismo sois-mis testigos, dice el SEÑOR, -de- que yo -soy- Dios.
13. Sí, yo -he sido- él, antes de que el día -fuera-, y nadie -hay- que pueda librar de mis manos, yo obraré, ¿y quién lo va a autorizar?
14. + Así dice el SEÑOR, tu redentor, el Santo de Israel, Por amor a vosotros envié hasta Babilonia, traje a todos sus nobles y a los Caldeos, cuyo grito -está- en las naves.
15. Yo -soy- el SEÑOR, vuestro Santo, el creador de Israel, vuestro Rey.
16. Esto dice el SEÑOR, -aquel- que abre camino en el mar, y sendero en las fuertes aguas;
17. -Aquel- que produce el carruaje y el caballo, el ejército y el poder; -todos- juntos yacerán -en el piso-, -y- no se van a levantar, se extinguen y se apagan como una estopa.
18. + No recordéis las cosas antiguas, ni consideréis las cosas anteriores.
19. Mirad que voy a hacer algo nuevo, -y- ahora -mismo- brotará; ¿Lo sabréis? Haré incluso un camino en el yermo, -y- ríos en el desierto.
20. La bestia del campo me va a honrar, los dragones y las lechuzas, porque doy aguas en el yermo, -y- ríos en el desierto, para darle bebida a mi pueblo, -y a- mis escogidos.
21. Éste pueblo -que- he formado para mí, proclamará mis alabanzas.
22. + Pero tú no me has invocado, Oh Jacob, te has cansado de mí, Oh Israel.
23. No me has traído el ganado pequeño como ofrenda quemada, ni me has honrado con tus sacrificios. No hice que -me- sirvieras con ofrendas, ni te cansé -pidiéndote- inciensos.
24. No me compraste con -tu- dinero cálamo aromático, ni me llenaste de la grasa de tus sacrificios, sino que me has hecho servir-te- con tus pecados, -y me cansaste con tus iniquidades.
25. Yo, yo -todavía soy- el que borra tus transgresiones por honor propio, y no voy a recordar tus pecados.
26. Ponme a recordar, pleiteemos juntos, -y- declara para poder justificarte.
27. Tu primer padre pecó, y tus maestros transgredieron en mi contra.
28. Por eso profané los príncipes del santuario, entregué a Jacob para maldición, y a Israel a -recibir- vergüenza.
Isaías 42
Contemplad a mi siervo, a quien sostengo en alto, mi elegido, -en quien- se delita mi alma; mi espíritu he puesto sobre él, -y- él traerá juicio a los Gentiles.
2. No gritará, ni levantará -la voz-, ni hará oír su voz en la calle.
3. No va a quebrar la caña magullada, y el pábilo humeante no va a sofocar, -y- sacará a la luz el juicio -con- verdad.
4. No desfallecerá ni se desanimará, hasta que haya establecido el juicio en la tierra, y las islas aguardarán su ley.
5. Esto dice Dios el SEÑOR, el que creó los cielos, y los estiró, el que esparció la tierra, y lo que sale de ella, el que le da aliento a la gente -que anda- sobre ella, y espíritu a los que andan en ella;
6. Yo el SEÑOR te llamé en justicia, te sostendré -de- la mano, te guardaré, y te daré como convenio del pueblo, como luz -para- los Gentiles,
7. Para abrir los ojos cegados, sacar los prisioneros de la cárcel, -y- del presidio a los que están sentados en la oscuridad.
8. -Soy – el SEÑOR, ése -es- mi nombre, y a otro no -le- daré mi gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas.
9. He aquí que lo antiguo pasó, y yo declaro cosas nuevas; antes de que salgan os cuento de ellas.
10. Cantadle al SEÑOR una nueva canción, -y entonadle- alabanzas desde los confines de la tierra, vosotros los que bajáis al mar, y todo lo que hay en él, las islas, y sus habitantes.
11. Que el yermo y sus ciudades levanten -su voz-, los pueblos -donde- Kedar habita, que los habitantes de la roca canten, -y- griten desde la cima de las montañas,
12. Que le den la gloria al SEÑOR, y en las islas declaren sus alabanzas.
13. El SEÑOR saldrá como guerrero, despertará celos como hombre de guerra, gritará, sí, rugirá, -y- prevalecerá en contra de sus enemigos.
14. Por mucho tiempo he guardado silencio, me he quedado quieto, -y- me he refrenado, -ahora- gritaré como mujer en parto, -y- destruiré y devoraré de una.
15. Haré escombros de montañas y colinas, y secaré todas sus plantas; haré islas -en- los ríos, y secaré los estanques.
16. Y llevaré a los ciegos por un camino -que- no conocieron, los guiaré por senderos desconocidos para ellos, -pues- a la oscuridad la volveré luz delante de ellos, y -les- enderezaré las cosas torcidas. Les haré estas cosas, y no los desampararé.
17. + Retrocederán, -y- se avergonzarán en gran manera los que confían en imágenes esculpidas, -y- le dicen a las imágenes derretidas, -Sois- nuestros dioses.
18. Oíd, vosotros sordos, y mirad y ved vosotros ciegos,
19. ¿Quién -es- ciego, sino mi siervo? ¿O sordo como el mensajero enviado por mí? ¿Quién -es- ciego como -el- perfecto, ciego como el siervo del SEÑOR?
20. Ves muchas cosas, pero no observas, abre los oídos, pero él no oye.
21. El SEÑOR por amor a su justicia está muy complacido, pues engrandecerá la ley, y -la- hará honorable.
22. Pero este, -es- un pueblo -que ha sido- robado y despojado; -están- todos atrapados en huecos, y escondidos en presidios, son presas -de destructores-, y nadie -hay quien- libre; -son- objeto de despojo, y nadie -hay quien-diga, Restaurad.
23. ¿Quién entre vosotros le va a prestar oído a esto? -Y- va a escuchar y a oír para los tiempos venideros?
24. ¿Quién dió a Jacob como despojo, y a Israel a los ladrones? ¿No fue el SEÑOR, aquel contra quien hemos pecado? Pues no quisieron andar en sus caminos, ni fueron obedientes a su ley.
25. Por eso él derramó sobre él la furia de su enojo, y la fuerza de la contienda, y lo rodeó todo de fuego, mas sin embargo él no se dió cuenta, lo quemó, mas sin embargo él no se conmovió.
Isaías 41
Guardad silencio delante de mí, Oh islas, y dejad que las gentes renueven -sus- fuerzas, que se acerquen, -y- luego hablen, reunámonos para -hacer un- juico.
2. ¿Quién alzó al justo del oriente, lo llamó a -ponerse- en pie, puso las naciones delante de él, y -lo- hizo gobernar sobre reyes? -Los- dio como polvo para su espada, -y- como rastrojo conducido hasta su arco.
3. Él los persiguió -y- pasó con seguridad, -aún- por el camino -por el que- no habían andado sus pies.
4. ¿Quién lo produjo y -lo- hizo, de llamar a las generaciones desde el comienzo? Yo el SEÑOR, -estoy con- la primera, y con la última, yo soy aquel.
5. Las islas -lo- vieron y temieron; los confines de la tierra tuvieron miedo, se acercaron y vinieron.
6. Cada uno ayudó a su vecino, y le dijo a su hermano, Ánimo.
7. Entonces el carpintero animó al orfebre, -y- el que ablanda con el martillo dijo al que golpea el yunque, -Está- listo para la soldadura, y lo fijó con clavos, -para que- no se pudiera mover.
8. Pero tú, Israel, -eres- mi siervo, Jacob a quien escogí, la simiente de Abraham mi amigo.
9. -Tú- a quien tomé de los confines de la tierra, te llamé de -entre- sus líderes, y te dije, -Eres- mi siervo; yo te he elegido, y no te he desechado.
10. + No temas, porque yo -estoy- contigo, no desmayes, porque yo -soy- tu Dios; yo te fortaleceré, sí, te ayudaré, sí, -y- con la mano derecha de mi justicia te sostendré.
11. He aquí que los que se indignaron contra ti se van a avergonzar y a confundir, -y- se tornarán en nada; los que peleen contigo perecerán.
12. Los buscarás, y no los encontrarás, a los que contendieron contigo; los que te hacen la guerra se tornarán en nada, -y- desaparecerán.
13. Porque yo el SEÑOR tu Dios -de- tu mano derecha -te- sostendré, diciéndote, No temas, te ayudaré.
14. No temas, -mi- gusano Jacob, -y- vosotros los hombres de Israel, -que- yo te ayudaré, dice el SEÑOR, tu redentor, el Santo de Israel.
15. Mira que voy a hacer de ti una nueva y filuda trilladora de dientes; vas a trillar las montañas, haciéndo-las- pequeñas, y a las colinas las volverás como bagazo.
16. Las aventarás, y el viento se las llevará, el torbellino las esparcirá, y tú te regocijarás en el SEÑOR, -y- te gloriarás en el Santo de Israel.
17. Los pobres y necesitados buscan agua, y nada -encuentran, y- su lengua desfallece de sed, yo el SEÑOR los oiré, -yo- el Dios de Israel no los desampararé.
18. Abriré ríos en los lugares altos, y fuentes en medio de los valles, haré del yermo un estanque de agua, y manantiales de agua -de- la tierra árida.
19. Plantaré cedros en el yermo, espinas de invierno, mirtos y olivos; colocaré en el desierto higos y pinos, junto con bojes,
20. Para que reunidos puedan ver, saber, considerar y entender que la mano del SEÑOR lo ha hecho, y -que- el Santo de Israel lo ha creado.
21. Armad -y exponed- vuestra causa, dice el SEÑOR; exponed vuestras fuertes -razones-, dice el Rey de Jacob.
22. Dejad que -las- saquen -a la luz-, y nos manifiesten -lo- que va a pasar; que muestren -también- los asuntos antiguos, -y- lo que -son ahora-, para que podamos considerarlos, y conocer el final de éstos, o declaradnos los asuntos que están por venir.
23. Dad a conocer las cosas que están por venir de aquí en adelante, para que podamos saber que vosotros -sois- dioses; sí, haced bien, o haced mal, para que podamos asustarnos contemplándo-lo- juntos.
24. Mirad que vosotros -sois traídos- de la nada, vuestra obra es inútil, -y quien- os escoge -comete- una abominación.
25. He erigido a -uno- del norte, y él vendrá; desde el nacimiento del sol invocará mi nombre, y vendrá sobre los príncipes como -pisando- argamasa, y como el alfarero pisando el barro.
26. ¿Quién -lo- declaró desde el comienzo, para que -lo- podamos conocer? ¿y -lo declaró- de antemano, para que podamos decir, -Él es- justo? Sí, nadie -hay- que muestre, sí, nadie -hay- que declare, sí, nadie -hay- que oiga vuestras palabras.
27. El primero -le dirá- a Sion, Mira -y- obsérvalos, y le daré a Jerusalén uno que traiga buenas nuevas.
28. Pues observé, y no -había- hombre -alguno-; aún entre ellos, y no -había- consejero que cuando yo les preguntara, pudiera responder palabra alguna.
29. Mirad que -son- todos -una- vanidad; sus obras -son- nada, y sus imágenes derretidas -son- viento y confusión.
Isaías 40
Isaías 40
Consolaos, consolaos pueblo mío, dice vuestro Dios.
2. Habladle consoladoramente a Jerusalén, y clamadle que su batalla ha terminado, que su iniquidad está perdonada, porque -ya- ha recibido de la mano del SEÑOR el doble a cambio de todos sus pecados.
3. + La voz del que grita en el desierto, preparad el camino del SEÑOR, haced una carretera recta en el desierto para nuestro Dios.
4. Todos valle será exaltado, y toda montaña y colina serán bajadas, lo torcido será enderezado, y los lugares ásperos aplanados,
5. Y la gloria del SEÑOR será revelada, y todos -los seres- de carne juntos -la- verán, porque la boca del SEÑOR -lo- ha hablado.
6. La voz dijo, Grita. Y él dijo, ¿Que voy a gritar?
-Que- todo -ser de- carne -es- hierba, y toda hermosura suya -es- como la flor del campo;
7. La hierba se marchita, -y- la flor se esfuma porque el espíritu del SEÑOR sopla sobre ella; por cierto que la gente -es como- hierba.
8. La hierba se marchita, -y- la flor se esfuma, pero la palabra de nuestro Dios permanecerá para siempre.
9. + Oh Sion, que traes buenas nuevas, ve -y- sube a la alta montaña; Oh Jerusalén, que traes buenas nuevas, levanta tu voz con fuerza, levánta-la-, no tengas miedo, -y- dile a las ciudades de Judá, ¡Mirad a vuestro Dios!
10. Mirad, que el Señor DIOS vendrá con fuerte -mano-, y su brazo gobernará a favor de él; mirad que su recompensa -está- con él, y su obra -viene- delante de él.
11. Como un pastor le dará de comer a su rebaño, reunirá a los corderos en sus brazos, -y los- cargará en su seno, -y- con gentileza guiará a aquellas que están con crías.
12 + ¿Quién ha medido las aguas en la cavidad de su mano, marcó el cielo con su palmo, encerró el polvo de la tierra en una medida, pesó las montañas en básculas y las colinas en una balanza?
13. ¿Quién ha dirigido al Espíritu del SEÑOR, o -como- consejero suyo le ha enseñado -algo-?
14. ¿Con quién él hizo consejo, -quién- lo instruyó y le enseñó la senda del juicio, le reveló conocimiento, y le mostró el camino del entendimiento?
15. He aquí que las naciones -delante de él son- como la gota de un balde, y se cuentan como el polvillo de una balanza; he aquí que él cuenta las islas como algo muy pequeño.
16. Y el Líbano no -sería- suficiente para quemar -ante él-, ni las bestias de él suficiente holocausto.
17. Todas las naciones delante de él -son- como nada, y para él se cuentan como menos que nada, y -como mera- vanidad.
18. + ¿Con quién entonces igualaréis a Dios? ¿O a qué semejanza lo compararéis?
19. El obrero derrite una imagen tallada, y el orfebre esparce oro sobre ella, y le arroja cadenas de plata.
20. El que -está- tan empobrecido que no tiene ofrenda -para dar- escoge un árbol -que- no se vaya a podrir, y se busca un hábil trabajador que prepare una imagen tallada -que- no se vaya a mover.
21. ¿No habéis sabido? -y- ¿No habéis oído? ¿No se os ha dicho desde el comienzo? ¿No habéis entendido -lo qué pasó- desde -que se hicieron- los fundamentos de la tierra?
22. Él -es el- que se sienta sobre el círculo de la tierra, y sus habitantes -ante él son- como saltamontes; -el es el- que estira los cielos como una tela, y los esparce como -si fueran- una tienda dónde -poder- morar,
23. -El- que vuelve nada a los príncipes, -y- hace que los jueces de la tierra -sean una mera- vanidad.
24. Sí, no serán plantados; sí, no serán sembrados; sí, su estirpe no echará raíces en tierra, y él también soplará sobre ellos y se marchitarán, y el remolino se los llevará lejos como rastrojo.
25. ¿A quién entonces me compararéis, o -a quién- seré igual? Dice el Santo.
26. Levantad vuestros ojos a lo alto, y contemplad al que ha creado estas -cosas-, que saca su hueste llamándolas a todas por nombre y por número por medio de la grandeza de su capacidad, por ello -él es- fuerte en poder; ni una -de ellas- falla.
27. ¿Por qué dices tú, Oh Jacob, y hablas Oh Israel -diciendo-, Mi camino le es oculto al SEÑOR, y mi juicio pasó por encima de mi Dios?
28. + ¿No has sabido? ¿No has oído, -que- el Dios eterno, el SEÑOR, el Creador de los confines de la tierra, no desfallece, ni se cansa? -Y- su entendimiento es inescrutable.
29. A los que desfallecen poder les da, y a -quienes- no -tienen- capacidad les incrementa la fuerza.
30. Hasta las juventudes desfallecerán y se cansarán, y los jóvenes por completo caerán,
31. Pero los que aguardan al SEÑOR renovarán -sus- fuerzas, se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán, y no desfallecerán.
Isaías 39
En ese tiempo Nerodac-baladán, el hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que había estado enfermo y se había recuperado.
2. Y Ezequías se alegró con ellos, y les mostró la casa con sus objetos preciosos, la plata, el oro, las especies, los valiosos ungüentos, toda la casa de sus armaduras, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo nada de su casa, o de todo su dominio que Ezequías no les -hubiera- mostrado.
3. + Entonces vino Isaías el profeta hasta el rey Ezequías, y le dijo, ¿Qué dijeron éstos hombres? ¿Y de dónde vinieron hasta ti?
Y Ezequías dijo, han venido de un país lejano hasta mí, de la misma Babilonia.
4. Dijo entonces él, ¿Qué vieron en tu casa? Y Ezequías respondió, Todo lo que -está- en mi casa vieron. No hay nada de mis tesoros que no les haya mostrado.
5. Entonces dijo Isaías a Ezequías, Oye la palabra del SEÑOR de las huestes:
6. Mira que vienen los días en los que todo lo que -está- en tu casa, y -aquello- que tus padres han atesorado hasta este día, será llevado a Babilonia, -y- nada quedará, dice el SEÑOR.
7. Y a tus hijos que broten de tí, que vayas a engendrar, los van a llevar lejos, y van a ser eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
8. Entonces le dijo Ezequías a Isaías, Buena -es- la palabra que has hablado. Además dijo, Porque habrá paz y verdad en mis días.
Isaías 38
En esos días Ezequías estuvo enfermo a punto de morir, e Isaías el profeta, el hijo de Amós vino hasta -donde- él, y le dijo, Esto dice el SEÑOR, pon tu casa en orden, pues vas a morir, y no vivirás.
2. Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared, y le oró al SEÑOR,
3. Y dijo, Recuerda ahora, Oh SEÑOR, te imploro, cómo he andado delante de ti en verdad y con un corazón completo, y he hecho -lo- bueno a tu vista. Y Ezequías lloró adolorido.
4. + Entonces vino la palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo,
5. Ve, y dile a Ezequías, Esto dice el SEÑOR, el Dios de David tu padre, He oído tu oración, he visto tus lágrimas, mira que voy a añadir a tus días quince años.
6. Y te libraré a ti y a esta ciudad de las manos del rey de Asiria; voy a defender esta ciudad.
7. Y ésta -será- una señal para ti del SEÑOR, que el hará esto que ha hablado,
8. Mira que traeré de nuevo la sombra de los grados que ha bajado en el reloj solar de Ajás, diez grados hacia atrás. Entonces el sol se devolvió diez grados, los -mismos- grados -que- había bajado.
9. + El escrito de Ezequías rey de Judá, cuando había estado enfermo, y se recuperó de su enfermedad:
10. Dije, No veré al SEÑOR, -sí- al SEÑOR, en la tierra de los vivientes, no contemplaré -ya- más al hombre con los habitantes del mundo.
12. Mi edad se alejó y se retiró de mí como la tienda de un pastor, como un tejedor se me ha acortado mi vida, él me separará con una enfermedad consumidora, del día a la noche terminarás conmigo.
13. Hice cuentas hasta la mañana, -que- como león, así él quebrará todos mis huesos; del día a la noche terminarás conmigo.
14. Como cigüeña -y- golondrina parloteé, como paloma me lamenté, mis ojos desfallecen -mirando- hacia arriba: Oh SEÑOR, estoy oprimido, soporta por mí.
15. ¿Qué diré? Él me habló, y él mismo -lo- hizo, Andaré con suavidad todos los años -que- me -toque vivir- en la amargura de mi alma.
16. Oh SEÑOR, por estas -cosas- vivo, y en todas estas -cosas está- la vida de mi espíritu: -porque- me recuperarás, y me harás vivir.
17. Mira que a cambio de paz tengo -una- gran amargura, pero por amor a mi alma -la- has -librado- del pozo de la corrupción, porque echaste todos mis pecados -sobre- tus espaldas.
18. Pues el sepulcro no te puede alabar, -ni- la muerte te puede celebrar; los que bajan hasta el pozo no pueden esperar en tu verdad.
19. El que vive, el que vive te alabará, como -lo hago- hoy, -y- el padre le hará conocer a los hijos tu verdad.
20. El SEÑOR -estuvo dispuesto- a salvarme, por tanto cantaremos mis canciones en instrumentos de diez cuerdas todos los días de nuestra vida en la casa de SEÑOR.
21. Pues Isaías había dicho, Que tomen una masa de higos, y -la- coloquen como plasta sobre el forúnculo y se recuperará.
22. Ezequías también había dicho, ¿Cuál -es- la señal de que voy a subir a la casa del SEÑOR?
Isaías 37
Y vino a suceder que cuando el rey Ezequías -lo- oyó, se rasgó sus ropas, se cubrió con cilicio, -y- entró en la casa del SEÑOR.
2. Y envió a Eliaquín, que -estaba- a cargo de la casa, a Sebna el escriba y a los sacerdotes mayores cubiertos con cilicio a Isaías el profeta, el hijo de Amós.
3. Y le dijeron, Esto dice Ezequías, Hoy -es- un dia de apuros, de reprensiones y blasfemias, porque los niños llegaron al nacimiento, y no -hay- fuerza para dar a luz.
4. Pueda ser que el SEÑOR tu Dios haya oído las palabras de Rabsaqués a quien el rey de Asiria, su maestro envió para reprochar al Dios vivo, y repruebe las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído; por tanto levanta -tu- oración por el remanente que queda.
5. -Y- así los siervos del rey Ezequías vinieron a Isaías.
6. + E Isaías les dijo, Así le diréis a vuestro maestro, Esto dice el SEÑOR, no tengas miedo de las palabras que has escuchado, con las que los siervos del rey de Asiria han blasfemado -contra- mí.
7. He aquí que voy a enviar un soplido sobre él, y el oirá un rumor, y volverá a su misma tierra; y haré que caiga a espada en su misma tierra.
8. + Rabsaqués entonces volvió, y encontró al rey de Asiria guerreando contra Libnás, porque había oído que se había alejado de Laquish.
9. Y oyó decir de Tiracás rey de Etiopía: Vino a hacer guerra contigo. Y cuando -lo- oyó, envió mensajeros a Ezequías diciendo,
10. Así hablaréis a Ezequías rey de Judá, diciendo, Que tu Dios en quien confías no te engañe, diciendo, Jerusalén no será entregada en las manos del rey de Asiria.
11. He aquí que tu has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las tierras destruyéndolas totalmente, ¿Y tú vas a ser librado?
12. ¿-Acaso- los dioses de las naciones libraron a los que mis padres destruyeron, como Gosán, Arán, Resef, y los hijos de Edén que -estaban- en Telasar?
13. ¿Dónde -está- el rey de Jamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaín, Jena e Ivás?
14. + Y Ezequías recibió la carta de manos los mensajeros, la leyó, y subió hasta la casa del SEÑOR, y la extendió delante del SEÑOR.
15. Y Ezequías oró al SEÑOR, diciendo,
16. Oh SEÑOR de las huestes, Dios de Israel, que moras -entre- los querubines, tú -eres- el Dios, -sí- sólo tú, de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
17. Inclina tu oído, Oh SEÑOR, y oye; abre tus ojos, Oh SEÑOR, mira y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado para reprochar al Dios vivo.
18. Es verdad, SEÑOR, -que- los reyes de Asiria han puesto en escombros a todas las naciones, con sus países.
19. Y han lanzado sus dioses al fuego, porque no -eran- dioses, sino la obra de manos de hombre, -en- madera y piedra; por eso los destruyeron.
20. Ahora pues por tanto, Oh SEÑOR Dios nuestro, sálvanos de su mano, -para- que todos los reinos de la tierra puedan conocer que tú -eres- el SEÑOR, -y- tú sólo.
21. + Entonces Isaías el hijo de Amós envió palabras- hasta Ezequías, diciendo, Esto dice el SEÑOR Dios de Israel, Mientras me orabas en contra de Senaquerib el rey de Asiria,
22. Ésta -es- la palabra que el SEÑOR habló acerca de él: La virgen, la hija de Sion, te ha despreciado, -y- se -ha- reído de ti hasta la burla; la hija de Jerusalén te ha negado con la cabeza.
23. ¿a quién has reprochado y -has- blasfemado -en su contra-? Y contra quién -has- exaltado -tu- voz, y levantado tus ojos altaneramente? Contra el -mismo- Santo de Israel.
24. Con tus siervos has reprochado al Señor, y has dicho, Con la multitud de mis carrozas he subido a la altura de las montañas, a los lados del Líbano, y talaré los altos cedros de allí, entraré a la altura de su frontera, -y- al bosque de su Carmelo.
25. He cavado, y bebido agua, y con la planta de mis pies he secado todos los ríos de los lugares asediados.
26. ¿No has oído desde hace tiempos, -que- yo lo hice, -y- de tiempos antiguos que yo lo formé? Ahora yo lo he hecho pasar, para que puedas poner en escombros a ciudades defendidas -y convertirlas en- montones de ruinas.
27. Por tanto sus habitantes -tuvieron- poco poder, se desmayaron y confundieron; fueron -como- pasto del campo, y -como- verde hierba, -como- el pasto de los techos, y -como grano- marchitado antes de madurar.
28. Pero yo conozco tu habitación, tu salir, tu entrar, y tu rabia para conmigo.
29. Como tu rabia para conmigo, y los tumultos -que formas- han llegado a mis oídos, por ello pondré mi gancho en tu nariz, mis bridas en tus labios, y te devolveré por el camino por el que viniste.
30. Y ésta -será- una señal para ti, -Éste- año comeréis lo que crece de -su- misma -planta-; el segundo año lo que brota de la misma, y en el tercer año sembraréis, cosecharéis, plantaréis viñedos, y comeréis de su fruto.
31. Y el remanente que escape de la casa de Judá echará raíz hacia abajo de nuevo, y hacia arriba llevará fruto;
32. Porque de Jerusalén saldrá un remanente, junto con los que escapen del monte de Sion; el celo del SEÑOR de las huestes lo hará.
33. Por tanto esto dice el SEÑOR acerca del rey de Asiria, No entrará en ésta ciudad, ni disparará allí flecha -alguna-; no vendrá ante ella con escudos, ni echará terraplenes sobre ella.
34. Por el camino que vino, por el mismo volverá, y no entrará en ésta ciudad, dice el SEÑOR.
35. Porque yo defenderé ésta ciudad para salvarla por causa de mí, y por causa de mi siervo David.
36. Entonces el ángel del SEÑOR salió, e hirió en el campamento de los Asirios a ciento ochenta y cinco mil, y cuando se levantaron en la mañana temprano, he aquí que todos -eran- cuerpos muertos.
37. + Entonces Senaquerib el rey de Asiria salió, se fué y se volvió, y moró en Nínive.
38. Y vino a suceder que, mientras estaba adorando en la casa de Nisroq su dios, que Adrameleq y Sarreser sus hijos lo hirieron a espada, y escaparon a la tierra de Armenia, y si hijo Esarradón reinó en su lugar.