Ahora pues sucedió en el decimo cuarto año del rey Ezequías, -que- Senaquerib, el rey de Asiria vino y subió contra todas las ciudades defendidas de Judá, y las tomó.
2. Y el rey de Asiria envió a Rabsaqués de Laquish a Jerusalén hasta -donde- el rey Ezequías con un gran ejército. Y permaneció al lado del conducto del estanque superior en la carretera del campo del lavador.
3. Vino entonces hasta él Eliaquín, hijo de Ilquías, encargado de la casa, Sebna el escriba, y Joás, hijo de Asaf, el registrador.
4. + Y Rabsaqués le dijo a ellos, Decidle ahora a Ezequías, Así dice el gran rey, el rey de
Asiria, ¿Cuál -es- la confianza en la que te apoyas?
5. Yo digo, -aunque digas- (-que- sólo -son- vanas palabras) -Que yo tengo- consejo y fuerza para la guerra, ahora pues, ¿En quién confías, que te rebelas en mi contra?
6. He aquí que tú confías en el cayado de esta caña quebrada, de Egipto, en el que si un hombre se apoya, entrará en su mano, y la perforará; así -es- el Faraón rey de Egipto para todos los que confían en él.
7. Pero si me dices, Confiamos en el SEÑOR nuestro Dios, ¿No -es- él, cuyos lugares altos -de adoración- y cuyos altares Ezequías ha quitado, y dicho a Judá y a Jerusalén, ¿Adoraréis delante de éste altar?
8. Ahora pues por tanto, da -tu- compromiso, te ruego, a mi maestro el rey de Asiria, y te daré dos mil caballos, si eres capaz de tu parte de colocar jinetes sobre ellos.
9. ¿Cómo entonces -podrás- voltear el rostro a un capitán de los menores de los siervos de mi maestro, para poner tu confianza en Egipto en busca de carrozas y de jinetes?
10. ¿Y -acaso- he subido hasta acá sin el SEÑOR contra esta tierra para destruirla? El SEÑOR me dijo, Ve y sube contra esta tierra para destruirla.
11. + Entonces dijeron Eliaquín, Sebna y Joás a Rabsaqués, Háblales, te ruego a tus siervos en el idioma Sirio, porque -lo- entendemos, y no nos hables en el idioma de los Judíos, a oídos de la gente que -está- en el muro.
12. + Pero Rabsaqués dijo, ¿-Acaso- me envió mi maestro a tu maestro y a ti para hablar estas palabras? ¿No -me envió- a los hombres que se sientan en el muro, para que coman su propio estiércol, y beban su propia orín -junto- con vosotros?
13. Entonces Rabsaqués se paró, gritando a toda voz en el idioma de los Judíos, -y- diciendo, Oíd vosotros las palabras del gran rey, el rey de Asiria.
14. Esto dice el rey, Que Ezequías no os engañe, porque no será capaz de libraros.
15. Ni dejéis que Ezequías os haga confiar en el SEÑOR, diciendo, El SEÑOR con seguridad nos librará, -pues- ésta ciudad no será entregada en las manos del rey de Asiria.
16. No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria, Haced -un acuerdo- conmigo -a cambio de- un presente, y salid hasta mí, -para que- comáis cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y bebáis cada uno de las aguas de su propia cisterna;
17. Hasta que yo venga y os lleve lejos a una tierra como la vuestra, tierra de grano y vino, tierra de pan y viñedos.
18. -Cuidado- no sea que Ezequías os persuada, diciendo, El SEÑOR nos librará. ¿-Acaso- alguno de los dioses de las naciones ha librado a su tierra de las manos del rey de Asiria?
19. ¿Dónde -están- los dioses de Amat y Arfad? ¿Dónde -están- los dioses de Sefarvaín? ¿Libraron a Samaria de mi mano?
20. ¿Quiénes -hay- entre todos los dioses de éstas tierras, que haya librado a su tierra de mis manos, -para- que el SEÑOR deba librar -ésta vez- a Jerusalén de mis manos?
21. Pero ellos guardaron silencio, y no le respondieron palabra alguna, porque el mandamiento del rey era, No le respondáis.
22. + Entonces vino Eliaquín, el hijo de Ilquía, que -estaba- a cargo de la casa, Sebna el escriba, y Joás el hijo de Asaf el registrador, a Ezequías con -sus- ropas rasgadas, y le contaron las palabras de Rabsaqués.
Isaías 35
El yermo y el lugar solitario se alegrarán por ellos, y el desierto se regocijará, y florecerá como la rosa.
2. Florecerá abundantemente, y hasta se regocijará con gozosos cantos, -y- se le dará la gloria de Líbano, la excelencia de Carmelo y de Sarón; ellos verán la gloria del SEÑOR, -y- la excelencia de nuestro Dios.
3. + Fortaleced vosotros las manos débiles, y reafirmad las rodillas endebles.
4. Decidle a los -que tienen- el corazón temeroso, Sed fuertes, no temáis; mirad que vuestro Dios -en- venganza vendrá, -el mismo- Dios -con- pago; él vendrá y os salvará.
5. Entonces los ojos del ciego se abrirán, y los oídos del sordo se destaparán.
6. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y la lengua del mudo cantará, porque -las- aguas prorrumpirán en el yermo, -al igual que- los arroyos en el desierto.
7. Y el suelo parchado se convertirá en un estanque, la tierra sedienta en manantiales de agua, -y- en la habitación de los dragones, donde todos -ellos- se tienden, -habrá- hierba con cañas y juncos.
8. Y allí habrá una carretera, y un camino, y será llamado El camino de santidad; los sucios no pasarán por él, pero -será- para aquellos hombres caminantes, -que- aunque tontos, no errarán -en él-.
9. No habrá león -alguno- allí, ni -ninguna- bestia voraz subirá por él, no se encontrará ahí; pero los redimidos andarán -en él-.
10. Y los rescatados del SEÑOR volverán y vendrán a Sion con canciones y -con- gozo eterno sobre sus cabezas, obtendrán gozo y alegría, y huirán la pena y el suspiro.
Isaías 34
Acercaos, vosotras naciones para oír, y escuchad vosotras gentes: que la tierra oiga, y todos los que están en ella, el mundo, y todas las cosas que salen de él.
2. Porque la indignación del SEÑOR -está- sobre todas las naciones, y -su- furia sobre todos sus ejércitos, -pues- los destruyó en su totalidad, -y- los entregó a la matanza.
3. Sus muertos serán también expulsados, hedor saldrá de sus cadáveres, y las montañas se derretirán con su sangre.
4. Y toda la hueste del cielo se disolverá, y los cielos se enrollarán como un rollo -de pergamino-, y todas sus huestes caerán, como cae la hoja de la vid, y como caen -los higos- de la higuera.
5. Porque mi espada se bañará en el cielo; he aquí que vendrá y bajará en juicio sobre Idumea, y sobre el pueblo de mi maldición.
6. La espada del SEÑOR se llena de sangre, se vuelve grasa con gordura, -y- con la sangre de corderos y cabras, con la grasa de los riñones de los carneros, porque el SEÑOR tiene un sacrificio en Bosra, y una gran matanza en la tierra de Idumea.
7. Y los unicornios caerán con ellos, y los bueyes con los toros; su tierra se empapará de sangre, y su polvo se hará grasa con gorduras.
8. Pues -es- el día de la venganza del SEÑOR, -y- el año de las recompensas por la controversia de Sion.
9. Los arroyos de allí se volverán brea, y su polvo, azufre; su tierra se convertirá en -un campo de- brea ardiente.
10. No se aplacará ni de día ni de noche; el humo de éste subirá por siempre, de generación en generación yacerá como desechos, y nadie pasará nunca jamás por ella.
11. + Pero el cormorán y el avetoro la poseerán; el búho y el cuervo habitarán en ella; y él estirará sobre ella el límite de la confusión, y las piedras de la vacuidad.
12. Llamarán a los nobles de allí al reino, pero nadie -estará- allá, y todos sus príncipes serán -como-nada.
13. Y saldrán espinas en los palacios de ella, ortigas y zarzas en sus fortalezas, y será una habitación de dragones, -y- un campo para búhos.
14. Las bestias salvajes del desierto también se encontrarán -allí- con las bestias salvajes de la isla, y el sátiro le clamará a su compañero; el búho chillón también descansará allí, y hallará un lugar de descanso para él.
15. Allí el gran búho hará su nido, pondrá -sus huevos-, -e- incubará y reunirá -polluelos- bajo su sombra; allí también los buitres se reunirán, cada uno con su pareja.
16. + Buscad vosotros en el libro del SEÑOR, y leed: ninguno de éstos faltará, a ninguno le hará falta su pareja, porque mi boca lo ha ordenado, y el espíritu de él los ha reunido.
17. Y él echó la suerte por ellos y su mano se la repartió con cordel; ellos la poseerán para siempre, de generación en generación morarán allí.
Isaías 33
¡Ay de ti que despojas sin -haber sido- despojado, y que tratas de manera traicionera -a quienes- no te trataron de manera traicionera! Cuando ceses de despojar, serás despojado, -y- cuando dejes de tratar de manera traicionera, ellos te van a tratar de manera traicionera.
2. Oh SEÑOR, sé clemente con nosotros, -que- te hemos aguardado, sé tú el brazo de ellos cada mañana, -y- también nuestra salvación en el momento de los problemas.
3. Ante el ruido del tumulto las gentes huyeron, ante tu levantamiento. las naciones se esparcieron.
4. Y tus despojos serán reunidos -como cuando- se reúnen las orugas, -y- como corren las langostas de aquí para allá, -así- correrá él sobre ellos.
5. El SEÑOR se exalta, porque mora en las alturas; él ha llenado a Sion de juicio y justicia.
6. La sabiduría y el conocimiento serán la fuerza de la salvación -y- la estabilidad de tus tiempos; el temor del SEÑOR -es- su tesoro.
7. He aquí que sus valientes clamarán en las afueras, -y- los embajadores de paz llorarán amargamente.
8. Las carreteras yacen en escombros, cesan los caminantes, -pues- él quebró el convenio, despreció las ciudades, -y- no le importó hombre alguno.
9. La tierra se lamenta -y- languidece, Líbano está avergonzado y talado, Sarón es como un yermo, y Basán y Carmelo sacuden -sus frutos-.
10. Ahora pues me alzaré, dice el SEÑOR, ahora seré exaltado, -y- ahora -mismo me levantaré.
11. Concebiréis paja, daréis a luz rastrojo, -y- vuestro aliento como fuego os devorará.
12. Y el pueblo será -como- cal ardiendo, -y como- espinas cortadas arderán en el incendio.
13. + Oíd, vosotros -de- lejos lo que yo he hecho, -y- vosotros -que estáis- cerca, reconoced mi poder.
14. Los pecadores en Sion tienen miedo, -pues- el temor ha sorprendido a los hipócritas. ¿Quién entre nosotros morará con el fuego devorador? ¿Quién entre nosotros morará con -las- llamas eternas?
15. El que camina con justicia, y habla con rectitud, el que desprecia la ganancia -fruto- de las opresiones, que sacude sus manos -y no- sostiene sobornos, que tapa sus oídos para no oír -sucesos- de sangre, y cierra sus ojos para no ver el mal;
16. Él morará en lo alto, su lugar de defensa -serán- las fortificaciones de las rocas; pan le será dado, -y- sus aguas -serán- seguras.
17. Tus ojos mirarán al rey en su belleza, contemplarán la tierra que está muy lejos.
18. Tu corazón meditará -con- terror: ¿Dónde -está- el escriba? ¿Dónde el contador? ¿Dónde el que contaba las torres?
19. No verás un pueblo fiero, un pueblo que puedas percibir de un habla más profunda, -y- de una lengua tartamuda -que- no -puedes- entender.
20. Mira a Sion, la ciudad de nuestras solemnidades, tus ojos verán a Jerusalén, una habitación tranquila, un tabernáculo -que- no será derribado, ni ninguna de sus estacas será alguna vez removida, tampoco ninguna de sus cuerdas será rota.
21. Sino que allí el glorioso SEÑOR -será- para nosotros un lugar de anchos ríos -y- arroyos, en donde no andará galera -alguna- con remos, ni galantes naves pasarán por allí.
22. Porque el SEÑOR nuestro juez, el SEÑOR nuestro legislador, -y- el SEÑOR nuestro rey, él nos salvará.
23. Se soltaron tus aparejos, no pudieron fortalecer bien sus mástiles, no pudieron extender la vela; se divide entonces el botín de un gran despojo, -y- los cojos toman el botín.
24. Y el habitante no dirá, Estoy enfermo, -porque a- las gentes que moren allí -les serán- perdonadas -sus- iniquidades.
Isaías 32
He aquí que un rey va a reinar en justicia, y príncipes gobernarán en juicio.
2. Y un hombre será -considerado- como escondite del viento y cubierta de la tempestad, como ríos de agua en lugares secos, y como la sombra de una gran roca en agotada tierra.
3. Y los ojos de los que ven no se empañarán, y los oídos de los que oyen escucharán.
4. También el corazón del áspero entenderá conocimiento, y la lengua del tartamudo se alistará a hablar claramente.
5. La persona vil no será más llamada generosa, ni el patán nombrado dadivoso.
6. Porque la persona vil hablará villanías, y su corazón trabajará iniquidad, para practicar hipocresía, y proferir errores en contra del SEÑOR, con el fin de vaciar el alma del hambriento, y hacer que falte la bebida del sediento.
7. Los instrumentos del patán también -son- el mal: urde malvadas artimañas para destruir a los pobres con palabras mentirosas, aún cuando el necesitado hable -cosas- rectas.
8. Pero el generoso planea asuntos generosos, y con ideas generosas permanecerá.
9. + Alzaos, vosotras mujeres que estáis en comodidades; oíd mi voz vosotras hijas descuidadas, -y- prestad oído a mis palabras.
10. Por muchos días y años seréis atribuladas, vosotras mujeres descuidadas, pues la vendimia faltará, y la recogida no vendrá.
11. Temblad vosotras mujeres que estáis en comodidades, -y- atribulaos vosotras descuidadas, despojaos y desnudaos, y ajustad -cilicio- a -vuestras- cinturas.
12. Se lamentarán por los pezones, por los preciosos campos, y por la fructífera vid.
13. Sobre la tierra de mi pueblo vendrán espinas -y- zarzas; si, sobre todas las casas del gozo, -en- la ciudad gozosa.
14. Porque los palacios serán abandonados, la multitud de -asuntos de- la ciudad será dejada, los fuertes y las torres serán -dejados- para cuevas por siempre, -para- disfrute de los asnos salvajes, -y para- pasto de los rebaños;
15. Hasta que el espíritu sea derramado sobre nosotros de lo alto, y el yermo sea un campo fructífero, y el campo fructífero sea contado como bosque.
16. Entonces el juicio morará en el yermo, y la justicia permanecerá en el campo fructífero.
17. Y la obra de la justicia será paz, y el efecto de la justicia tranquilidad y seguridad para siempre.
18. Y mi pueblo morará en habitaciones pacíficas, en moradas seguras, y en tranquilos lugares de descanso.
19. Cuando granice, bajará sobre el bosque, y la ciudad estará abajo en un lugar bajo.
20. Benditos vosotros los que sembráis al lado de todas las aguas, -y- que enviáis -hasta allá- los pies del buey y del asno.
Isaías 31
¡Ay de aquellos que bajan a Egipto en busca de ayuda, se apoyan en caballos, y confían en carrozas, por -ser- muchas, y en jinetes, porque son muy fuertes, mas no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR!
2. Sin embargo el también -es- sabio, y traerá el mal, y no se retractará de sus palabras, sino que se alzará contra la casa de los que hacen males, y en contra de la ayuda de los que obran iniquidades.
3. Ahora pues, los Egipcios -son- hombres, y no Dios, y sus caballos carne, y no espíritu. Cuando el SEÑOR estire su mano, tanto el que ayuda, como el ayudado caerán, y fracasarán juntos.
4. Pues así me habló el SEÑOR: Como el león -viejo- y el joven -que- le rugen a su presa, cuando una multitud de pastores se llama contra él, -y- sus voces no le dan miedo, ni se rebaja ante el ruido de ellos, también el SEÑOR de las huestes bajará a pelear por el monte de Sion, y por aquella colina.
5. Como pájaros en vuelo, así el SEÑOR de las huestes defenderá a Jerusalén, defendiendo y también librando; pasando por encima -la- preservará.
6. + Volveos a -aquel contra- quien los hijos de Israel se han rebelado abiertamente.
7. Porque en ese día todos los hombres arrojarán lejos sus ídolos de oro, que vuestras propias manos han hecho -para- pecar.
8. + Entonces el Asirio caerá ante la espada, no de un guerrero, -ni- será devorado por la espada de un hombre común, sino que huirá ante -cualquier- espada, y sus jóvenes se avergonzarán.
9. Y pasará hasta su fortaleza con temor, y sus príncipes tendrán miedo de la insignia, dice el SEÑOR, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén.
Isaías 30
¡Ay de los hijos rebeldes dice el SEÑOR, que reciben consejo pero no de mí, y que -se- cubren con una cobija, pero no -la- de mi Espíritu, para poder añadir -más- pecado al pecado!
2. Que bajan a Egipto caminando, (sin preguntarle a mi boca) para fortalecerse en la fuerza del Faraón, y para confiar en la sombra de Egipto.
3. Por tanto la fuerza del Faraón será vuestra verguenza, y la confianza en la sombra de Egipto, -vuestra- confusión.
4. Pues sus príncipes estuvieron en Zoán, y sus embajadores llegaron a Janes.
5. Todos se avergonzaron de un pueblo -que- no les pudo aprovechar, ni ser de ayuda, tampoco de lucro, sino de ridículo y además de afrenta.
6. La carga de las bestias del Sur llega a la tierra de problemas y angustias, de donde -vienen- el león viejo y el joven, la víbora y la fiera serpiente voladora, llevarán sus riquezas sobre los hombros de los asnos jóvenes, y sus tesoros sobre las jorobas de los camellos, a un pueblo -que- no -les- va a dar ganancia.
7. Porque en vano y sin propósito ayudarán los Egipcios, por eso respecto a esto -les- grité, Su fuerza -está en- sentarse -y- aquietarse.
8. + Ahora pues, ve, -y- escríbelo delante de ellos en una tabla, y anótalo en un libro, para que pueda estar para el tiempo por venir por siempre jamás;
9. Que éste -es- un pueblo rebelde, hijos mentirosos, hijos -que- no van a oír la Ley del SEÑOR,
10. Los cuales le dicen a los videntes, No veáis, y a los profetas, No nos profeticéis cosas correctas, habladnos cosas suaves, -y- profetizad engaños.
11. Salid del camino, tornaos a un lado fuera del sendero, -y- haced que el Santo de Israel cese de -andar- delante de nosotros.
12. Por lo cual así dice el Santo de Israel, Debido a que despreciáis estas palabras, y confiáis en la opresión y en la perversidad, permaneciendo en ellas,
13. Por tanto esta iniquidad será para vosotros como una brecha lista a caer, abultándose en un muro alto, cuyo rompimiento viene de repente -y- en un instante.
14. Y él lo quebrará como se quiebra en pedazos la vasija del alfarero, -y- no guardará -nada,- tanto que en la explosion de él no se hallará un casquete para llevar fuego de la fogata, o para sacar agua del pozo,
15. Porque así dice el Señor DIOS, el Santo de Israel, En el retorno y en -el- reposo seréis salvos, en la calma y en la confianza estará vuestra fuerza, y no quisisteis.
16. Sino que dijisteis, No, porque huiremos en caballos; por tanto huiréis. Y cabalgaremos sobre los veloces; por tanto los que os persiguen serán veloces.
17. Mil -huirán- ante la reprimenda de uno, ante la reprimenda de cinco huiréis, hasta ser dejados como una señal en la cima de una montaña, y como una insignia en una colina.
18. + Y por eso el SEÑOR aguardará, para poder ser clemente con vosotros, y por lo tanto será exaltado, para poder tener misericordia de vosotros, porque el SEÑOR es un Dios de Juicio. Benditos -son- todos los que lo aguardan.
19. Porque el pueblo morará en Sion de Jerusalén, -y- tu no vas a llorar más, él será muy clemente contigo a la voz de tu clamor; cuando él lo oiga, te responderá.
20. Y -aunque- el SEÑOR te dé el pan de la adversidad, y el agua de la aflicción, aún así tus maestros no serán ya más retirados a una esquina, sino que tus ojos verán a tus enseñadores.
21.Y tus oídos oirán palabras detrás de ti, diciéndo-te,- El camino -es- por aquí, andad en él, cuando -vayáis a- voltear a la derecha, y cuando -vayáis a- voltear a la izquierda.
22. También profanaréis la cobija de las imágenes esculpidas de plata, y el adorno de tus imágenes derretidas de oro; las lanzarás lejos como a trapo de menstruación, y le dirás, Vete de acá.
23. Entonces él va a dar la lluvia de tu semilla con la que vas a sembrar el suelo, y pan del producido de la tierra, que será abundante y copioso; en ése día el ganado se alimentará en grandes pastos.
24. Los bueyes junto con los asnos jóvenes que labran el suelo, comerán forraje limpio, aventado con pala y fuelle.
25. Y sobre toda montaña alta y sobre toda colina enaltecida, habrán ríos -y- arroyos de aguas, en el día de la gran matanza cuando caigan las torres.
26. Además la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, -tanto- como la luz de siete días, en el día que el SEÑOR vende la herida de su pueblo, y sane el golpe de su llaga.
27. + Mirad al Nombre del SEÑOR venir de lejos, ardiendo -en- furia, y la deuda -es- pesada; sus labios están llenos de indignación y su lengua -es- como un incendio devorador.
28. Su aliento como arroyo arrasador llegará hasta la mitad del cuello, para colar a las naciones con el tamiz de la vanidad, y -habrá- un freno en las quijadas de las gentes para hacer-los errar.
29. -Y- cantaréis una canción como -cuando- en la noche se guarda una solemnidad santa con alegría de corazón, como cuando uno llega con flautas a la montaña del SEÑOR, al poderoso de Israel.
30. Y el SEÑOR hará que su gloriosa voz sea oída, y dará conocer la luminosidad bajando de su brazo, con la indignación de -su- furia, y -con- la llama de un incendio devorador que se desparrama, -con- tempestades y piedras de granizo.
31. Pues con la voz del SEÑOR el Asirio será tumbado a golpes, -el que- golpeó con vara.
32. Y -en- todo lugar por donde pase la vara caída, que el SEÑOR va a colocar sobre él, será con panderos y arpas, y en las batallas para estremecer él va a pelear con ésta.
33. Pues el Tófet -está- ordenado desde la antiguedad; sí, -y- está preparado para el rey, él -lo- ha hecho profundo -y- grande; la pila de éste -es- fuego y mucha leña, -y- el aliento del SEÑOR, como arroyo de azufre lo enciende.
Isaías 29
¡Ay de Ariel, de Ariel la ciudad -donde- David moró; añadid -sin embargo- un año al otro, -y- que hagan sacrificios.
2. Aun así yo angustiaré a Ariel, y habrá pesadumbre y congoja, y será -tanto- para mí como -para- Ariel.
3. Y acamparé contra ti a tus alrededores, con un monte pondré sitio contra ti, y contra ti alzaré fuertes.
4. Serás abatida, -y- hablarás desde el suelo, y tus palabras saldrán desde polvo en voz baja; tu voz será como la de uno que tiene un espíritu familiar, -que- sale del suelo, y tus palabras saldrán susurrando del polvo.
5. Es más, la multitud de tus extranjeros será como polvo pequeño, y la multitud de los temibles -será- como bagazo pasajero, sí, será en un instante, -y- de repente.
6. Serás visitada por el SEÑOR de las huestes con truenos y terremoto, con grandes ruidos, con tormenta y -con- tempestad, y con la llama de -un- fuego devorador.
7. + Y la multitud de todas las naciones que peleen contra Ariel, aún todas las que peleen contra ella y -contra- su muro de defensa, y que la angustien, serán como el sueño de una visión en la noche.
8. Será aún como cuando un hambriento sueña y contempla que come, pero se despierta, y su alma está vacía, o cuando un hombre sueña con sed y contempla que bebe, pero se despierta, y he aquí que desfallece del apetito que tiene su alma; así será la multitud de todas las naciones que peleen contra el monte de Sion.
9. Deteneos y maravillaos, clamad y gritad, -pues- están borrachos pero no de vino, tambalean, pero no de bebidas fuertes.
10. Porque el SEÑOR ha derramado sobre vosotros el espíritu de sueño profundo, cerrando vuestros ojos, -a- los profetas, -a- vuestros gobernantes, -y a- los videntes -a quienes- él tapó.
11. Y la visión de todos se ha vuelto para vosotros, -como- las palabras de un libro sellado, las cuales -los hombres- entregan a alguien que es entendido, diciendo, Lee esto, te lo ruego, y él dice, no puedo, pues -está- sellado.
12. Y el libro es entregado a aquel que no es entendido, diciendo, Lee esto, te lo ruego, y él dice, No soy entendido.
13. Por lo cual el Señor dijo, Así como éste pueblo se acerca -a mí- con su boca, y con sus labios me honra, pero retiraron su corazón lejos de mí, y su temor hacia mí es -sólo- enseñado como precepto de hombres.
14. También por tanto he aquí que procederé a hacer una maravillosa obra entre esta gente, -sí,- una maravillosa obra y un portento: porque la sabiduría de sus sabios perecerá, y el entendimiento de sus prudentes se esconderá.
15. ¡Ay de aquellos que íntimamente buscan esconder su consejo del SEÑOR, y sus obras son en la oscuridad, y dicen, ¿Quién nos ve y quién nos conoce?
16. Por seguro que vuestro voltear al revés las cosas será considerado barro de alfarero, ¿Pues dirá la obra acerca de aquel que la hizo, Él no me hizo? ¿O dirán las cosas formadas acerca de aquel que las formó, Él no tuvo entendimiento?
17. ¿No -queda- aún un poquito de tiempo para que el Líbano se convierta en un campo fructífero, y el campo fructífero sea considerado bosque?
18. + Y en ese día los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos del ciego no verán más oscuridad y tinieblas.
19. A los sencillos también el gozo en el SEÑOR se -les- incrementará, y los pobres de entre los hombres se regocijarán en el Santo de Israel.
20. Porque el temible se convierte en nada, el burlador se acaba, y todos los que buscan la iniquidad se apartan de un tajo.
21. -Incluso- los que hacen a un hombre culpable por una palabra, le ponen trampa al que reprueba en el portón, y hacen a un lado al justo por cualquier detalle.
22. Por tanto así dice el SEÑOR que redimió a Abraham, acerca de la casa de Jacob: Jacob no se avergonzará, ni su rostro palidecerá -de- ahora -en adelante.-
23. Pero cuando él vea a sus hijos, la obra de mis manos, en medio de él, van a santificar mi Nombre, y al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.
24. También los que erraron en espíritu llegarán al entendimiento, y los que murmuraban, aprenderán doctrina.
Isaías 28
¡Ay de la corona de orgullo, -Ay- de los borrachos de Efraín, cuya belleza gloriosa -es- una flor desvaneciéndose, que -están- en la cabecera de los ricos valles de los que son vencidos por el vino!
2. Mirad que el Señor -tiene- a un fuerte y poderoso, -que- cual tempestad de granizo -y- tormenta destructora, como inundación de poderosas -y- arrasadoras aguas, derribará a tierra con la mano.
3. La corona de orgullo, -y- los borrachos de Efraín -por hombres- serán pisoteados.
4. Y la belleza gloriosa que -está- en la cabecera del rico valle, será una flor que se desvanece, como fruto apresurado que antecede el verano, al cual -cuando- el que mira hacia él, lo ve, mientras aún está en su mano, se lo engulle.
5. + En ése día el SEÑOR de las huestes será como una corona de gloria, y como una diadema de belleza para el residuo de su pueblo,
6. Y como un espíritu de juicio para el que se sienta en juicio, y como fuerza para los que llevan la batalla hasta el portón.
7. + Pero también erraron por medio del vino, y por la bebida fuerte están fuera del camino; el sacerdote y el profeta erraron debido a la bebida fuerte, están inundados de vino, están salidos del camino a causa de la bebida fuerte, -y por eso- yerran en -sus- visiones, -y- tropiezan -en sus- juicios.
8. Pues todas las mesas están llenas de vómito -y- suciedad, -y- no -queda- lugar -limpio-.
9. ¿A quién le enseñará él conocimiento? ¿Y a quién le hará entender doctrina? -A los- destetados alejados de la leche, -y- de los pechos.
10. Pues -se debe poner- precepto sobre precepto, -y- precepto sobre precepto, línea sobre línea, -y- mensaje tras mensaje, un poco aquí, -y- un poco allá.
11. Porque con labios tartamudos y -con- otra lengua le hablará a su pueblo.
12. A quienes les dijo, Éste -es- el descanso -con el- que podéis hacer descansar al fatigado, y éste el refresco, pero no quisieron oír.
13. Pero la palabra del SEÑOR fue -puesta- para ellos, precepto sobre precepto, precepto sobre precepto, línea sobre línea, mensaje tras mensaje, un poco aquí, -y- un poco allá, para que pudieran irse y caerse hacia atrás, y ser quebrantados, atrapados y tomados.
14. Por lo cual, oíd la palabra del SEÑOR, vosotros hombres escarnecedores, que gobernáis a éste pueblo que -está- en Jerusalén.
15. Porque dijisteis, Tenemos un convenio con la muerte, y con el infierno tenemos un acuerdo, cuando el castigo desbordante pase -y- atraviese, no va a venir hasta nosotros, pues hicimos de las mentiras nuestro refugio, y debajo de falsedades nos escondimos.
16. + Por tanto así dice el Señor DIOS, Mirad que yo coloco una piedra como fundamento en Sion, una piedra tratada, una preciosa esquina, una fundación segura: el que cree no se va a apresurar.
17. También le pondré juicio a la cuerda, y justicia a la plomada, y el granizo barrerá el refugio de las mentiras, y las aguas desbordarán el escondite.
18. + Y tu convenio con la muerte será anulado, y tu acuerdo con el infierno no permanecerá; cuando el castigo desbordante pase y atraviese, vosotros entonces seréis pisoteados por él.
19. Desde el momento en que salga, os tomará, pues cada mañana pasará, -también- de día y de noche, y será una vejación, sólo -para haceros- entender doctrina.
20. Porque la cama está más corta, para -un hombre- poderse estirar -en ella-, y la cobija -está- más estrecha, para poderse envolver -en ella-.
21. Porque el SEÑOR se alzará como -en- el monte Perazim, -y- se airará como -en- el valle de Gibeón, para poder hacer su obra, su extraña obra, y llevar a cabo su acto, su extraño acto.
22. Ahora pues, por tanto no seáis burladores, no sea que vuestras ataduras se fortalezcan,
Pues he oído del Señor DIOS de las huestes -acerca de- un acabamiento aún -ya- determinado sobre toda la tierra.
23. + Prestad oído, y escuchad mi voz, oíd y escuchad mis palabras.
24. ¿Ara el arador todo el día para sembrar, abriendo y rompiendo los terrones de su suelo?
25. Cuando -ya- ha aplanado la superficie de éste, ¿No riega las neguillas, esparce el comino, y siembra el trigo principal, la cebada escogida, y el centeno en su lugar?
26. Pues su Dios lo instruye -y- lo enseña para la prudencia.
27. Pues las neguillas no son trilladas con trillador, ni la rueda de carreta se rueda sobre el comino, sino que las neguillas se golpean con un palo, y el comino con una vara.
28. -El grano para- pan se magulla, porque él nunca lo trillará, ni -lo- quebrará -con- la rueda de su carreta, o lo aplastará con sus jinetes.
29. Esto también viene del SEÑOR de las huestes, -que- es maravilloso -en su- consejo, -y- excelente en -su- actuar.
Isaías 27
En ése día el SEÑOR con su espada hiriente, grande y fuerte, castigará al leviatán, la serpiente perforadora, -al mismo- leviatán, esa torcida serpiente, y matará al dragón que -está- en el mar.
2. En ése día cantadle a ella, al viñedo de vinos rojos.
3. Yo el SEÑOR la guardo, -y- la regaré a todo momento, no sea que -alguien- le haga daño; la voy a guardar día y noche.
4. La furia no -está- en mi; ¿Quién pondría a batallar a las zarzas -y- las espinas contra mí ? Yo las atravesaría y las quemaría juntas.
5. O que se agarre de mi fuerza, -para que- pueda hacer las paces conmigo, -y- conmigo las paces hará.
6. Él hará que los que vengan de Jacob se arraiguen, -e- Israel florecerá, retoñará, y llenará la faz del mundo con -sus- frutos.
7. + ¿Lo golpeó de acuerdo a los golpes -que- de ellos -recibió-? -o- ha sido muerto de acuerdo a como mataba en sus matanzas?
8. Con -igual- medida, cuando dé brotes, vas a debatir con él; él detiene su viento feroz en el día del viento del oriente.
9. Por tanto por esto la iniquidad de Jacob será purgada y éste -es- todo el fruto por quitar su pecado: cuando él haga a todas las piedras del altar como piedras de tiza partidas en dos, las arboledas y las imágenes no van a estar en pie.
10. Sin embargo la ciudad defendida -será- desolada, -su- habitación desamparada, y dejada como un yermo; allá el becerro se alimentará, se acostará, y consumirá las ramas de ésta.
11. Cuando las grandes ramas de ésta estén marchitas, se quebrarán, las mujeres vienen -y- las ponen a arder, porque -es- un pueblo sin entendimiento; por tanto el que los hizo no tendrá misericordia de ellos, y el que los formó no les manifestará favor.
12. + Y sucederá es ése día, -que- el SEÑOR llamará con tambores desde el canal del río hasta el arroyo de Egipto, y vosotros seréis reunidos uno por uno, Oh hijos de Israel.
13. Y sucederá en ése día, -que- se tocará la gran trompeta, y vendrán los que estaban a punto de perecer en la tierra de Asiria, y los desechados en la tierra de Egipto, y adorarán al SEÑOR en el monte santo de Jerusalén.