Isaías 26

1. En aquel día se cantará esta canción en la tierra de Judá: Tenemos una fuerte ciudad, salvación Dios asignará -para- los muros y baluartes.
2. Abrid vosotros los portones, para que la nación justa que guarda la verdad pueda entrar.
3. Tú guardarás en perfecta paz, -a quien su- mente -en ti- fija, porque en ti confía.
4. Confiad para siempre en el SEÑOR, porque en el SEÑOR JEHOVÁ -hay- fuerza eterna;
5. + Ya que él abate a los que en lo alto moran, a la altiva ciudad en lo bajo la coloca, en lo bajo la coloca, al piso al -mismo- polvo la lleva.
6. El pie la pisoteará, los pies del pobre, -y- los pasos del menesteroso.
7. El camino del justo -es- la rectitud; tú, el más correcto, la senda del justo pesas.
8. Sí, en el camino de tus juicios, Oh SEÑOR, hemos aguardado en ti; el deseo de -nuestra- alma -es- tu nombre, y el recuerdo de ti.
9. Con mi alma te he deseado en la noche: sí, con mi espíritu, en mis adentros temprano te buscaré, porque cuando tus juicios -estén- en la tierra, los habitantes del mundo aprenderán justicia.
10. Manifiéstesele favor al malvado, -que aún así- justicia no aprenderá, en la tierra de la rectitud injustamente tratará, y la majestad del SEÑOR no contemplará.
11. SEÑOR, -cuando- tu mano se levante no verán, -sin embargo sí- verán y por -su- envidia ante la gente se avergonzarán; sí, el fuego de tus enemigos los devorará.
12. + SEÑOR, tú nos mandarás paz, ya que además has producido en nosotros todas nuestras obras.
13. Oh SEÑOR Dios nuestro, -otros- señores además de ti sobre nosotros han ejercido dominio, -pero- por -amor a- ti de tu nombre solo haremos mención.
14. -Están- muertos, no vivirán, difuntos -están-, no se alzarán; por tanto -los- has visitado y destruido, y hecho que su memoria perezca toda.
15. Has incrementado la nación, Oh SEÑOR, la nación has incrementado, te has glorificado; lejos -la- habías removido -a- todos los confines de la tierra.
16. SEÑOR, en la tribulación te han visitado, derramaron una oración -cuando- tus castigos -se posaron- sobre ellos.
17. Como cuando una mujer preñada, -que- se acerca el momento de su alumbramiento, está con dolores, -y- grita en -medio de- sus punzadas, así hemos sido a tu vista, Oh SEÑOR.
18. Hemos sido preñados, con dolores hemos estado, como si hubiéramos parido viento; nada hemos dado a luz en la tierra, ni tampoco los habitantes del mundo han caído.
19. Tus muertos vivirán, -a una con- mi cuerpo muerto se alzarán. Despertad y cantad, vosotros los que en el polvo moráis, pues tu rocío -como- el rocío de las plantas -es-, y expulsará la tierra a los muertos.
20. + Venid, mi pueblo, a tus recámaras entra, y cierra las puertas de tu alrededor, escóndete como si por un pequeño momento ocurriera, hasta que la indignación acabe de pasar.
21. Porque, mirad que el SEÑOR de su lugar sale para los habitantes de la tierra castigar por su iniquidad; la tierra también descubrirá su sangre, y a sus muertos no cubrirá más.

Isaías 25

1. Oh SEÑOR, tú -eres- mi Dios, te exaltaré, alabaré tu nombre, pues maravillosas cosas has realizado; fidelidad -y- verdad -son- tus consejos de la antiguedad.
2. Pues has hecho de una ciudad un -mero- montón, -de- una urbe defendida una -sola- ruina; un palacio de extraños -deja de- ser ciudad, para nunca construirse -más-.
3. Por tanto las gentes fuertes te glorificarán, la ciudad de las temibles naciones te temerá.
4. Pues tú has sido una fuerza para el pobre, -y- una fortaleza en su angustia para el necesitado, un refugio en la tormenta, -y- una sombra en el calor, cuando las ráfagas de los temibles como tornado -golpean- el muro.
5. Tú has reducido el ruido de los extranjeros, como calor en sequedal, el -mismo- calor ante la sombra de una nube; la rama de los temibles abatida será.
6. + Y en esta montaña el SEÑOR de las huestes para todas las gentes hará a una fiesta con ricos platos, una fiesta de vinos sobre poso, de ricos platos llenos de tuétanos, de vinos añejados en sedimento, bien refinados.
7. Y en esta montaña él destruirá la faz de la cobija sobre todas las gentes echada, y el velo sobre todas las naciones extendido.
8. Él se engullirá a la muerte en victoria, y las lágrimas de todos los rostros el Señor DIOS limpiará, y retirará la reprimenda de su pueblo de toda la tierra, ya que el SEÑOR -lo- ha hablado.
9. + Y en aquel día se dirá, Mirad que este -es- nuestro Dios, lo hemos aguardado, y nos va a salvar; este -es- el SEÑOR, lo hemos aguardado, en su salvación nos vamos a alegrar y a regocijar.
10. Pues en esta montaña la mano del SEÑOR descansará, y Moab será pisoteado debajo de él, así como se pisotea la paja para el estercolero.
11. Y él extenderá sus manos en medio de ellos, como el que nada extiende -sus manos- para nadar, y su orgullo abatirá, junto con los despojos de las manos de ellos.
12. Y la fortaleza del alto fortín de tus muros la va a reducir, abatir, -y- al piso traer, -sí,- al polvo.

Isaías 24

1. Contemplad -cómo- el SEÑOR vacía la tierra, la vuelve escombros, boca abajo la voltea, y a sus habitantes lejos esparce.
2. Y será, como con el pueblo, también con el sacerdote; como con el criado, también con su señor; como con la criada, también con su señora; como con el comprador, también con el vendedor; como con el prestamista, también con el prestatario; como con el que usura recibe, también con el que la da.
3. La tierra en su totalidad será vaciada, y completamente despojada, porque el SEÑOR ha hablado esta palabra.
4. La tierra se lamenta -y- desvanece, el mundo se desdibuja -y- languidece, la gente arrogante de la tierra vigor pierde.
5. Por sus mismos habitantes la tierra es deshonrada también, ya que transgredieron las leyes, las ordenanzas cambiaron, y el convenio eterno quebrantaron.
6. La maldición por tanto devoró la tierra, y son asolados los que en ella moran, por ello los habitantes de la tierra se queman, y pocos hombres quedan.
7. El vino nuevo se lamenta, languidece la viña, y todos los de corazón festivo suspiran.
8. El jolgorio de los tamborines cesa, finaliza la algarabía de los que se regocijan, el gozo del arpa a su fin llega.
9. Vino con canción no beberán, la bebida fuerte para los que la beban amarga será.
10. Se encuentra destrozada la ciudad de la confusión; toda casa está cerrada, para que ningún hombre pueda entrar.
11. Claman por vino en las calles, todo gozo se entenebreció, y el festín de la tierra se acabó.
12. En la ciudad queda desolación, y golpeado con destrucción está el portón.
13. + Cuando así ocurra entre la gente en medio de la tierra, -será- como la sacudida de un árbol de olivo, -y- como las uvas de rebusque cuando acaba la vendimia.
14. Su voz levantarán,-y- cantarán por la majestad del SEÑOR, desde el mar clamarán a plena voz.
15. Por lo cual glorificad vosotros al SEÑOR en los fuegos, -sí,- en las islas del mar al nombre del SEÑOR Dios de Israel.
16. + De la parte más remota de la tierra hemos oído canciones, -sí, de- gloria para el justo. Pero yo dije, ¡Ay de mi! Flacura mía, mi flacura, Los traicioneros negociantes han estafado; sí, los engañosos comerciantes ferozmente han estafado.
17. El temor, el abismo y la trampa -están- sobre ti, Oh habitante de la tierra.
18. Y sucederá -que- el que del ruido del temor huya, en el abismo caerá, y el que de en medio del abismo salga, la trampa se hallará, pues las ventanas de lo alto están abiertas, y se sacuden los fundamentos de la tierra.
19. La tierra se destroza en su totalidad, la tierra se disuelve por completo, la tierra se mueve de forma extrema.
20. Cual borracho la tierra tambaleará de un lado a otro, y se removerá cual cabaña; y le pesará su transgresión, y caerá, y de nuevo no se levantará.
21. Y sucederá en aquel día -que- a la hueste de los altos en lo alto el SEÑOR castigará, y a los reyes de la tierra en la tierra -castigará-.
22. Y serán reunidos -y- aunados, -como- en el abismo son reunidos los prisioneros y en la prisión serán encerrados, y después de muchos días serán visitados.
23. Entonces la luna se confundirá, y el sol se avergonzará cuando el SEÑOR de las huestes reine en el monte de Sion, en Jerusalén, y gloriosamente delante de sus ancianos.

Isaías 23

1. El encargo de Tiro. Aullad, vosotras naves de Tarsis, porque -aquella- yace en ruinas, tanto que no hay casas, ni entrada; de la tierra de Quitim se les reveló.
2. Estad quietos, vosotros habitantes de la isla; tú, a quien los mercaderes de Sidón que pasan por el mar han abarrotado.
3. Y por grandes aguas la simiente de Sihor, la cosecha del río -son- sus ganancias, y un mercado de naciones ella es.
4. Averguénzate Oh Sidón, porque el mar ha hablado, -sí-, la fuerza del mar, diciendo, No laboro en parto, ni doy a luz hijos; tampoco nutro jovencitos, -ni- crío a las vírgenes.
5. Así como con el reporte acerca de Egipto, -también- se dolerán muchísimo con el reporte de Tiro.
6. Pasad hasta Tarsis, aullad vosotros habitantes de la isla.
7. ¿-Es- esta vuestra gozosa -ciudad-, cuya antigüedad -data- de días atrás? Sus propios pies lejos la llevarán a viajar.
8. ¿Quién tuvo este consejo contra Tiro, la ciudad corona, cuyos mercaderes -son- príncipes, cuyos comerciantes -son- los honorables de la tierra?
9. El SEÑOR de las huestes se lo propuso, para manchar el orgullo de toda gloria, -y- llevar a la humillación a todos los honorables de la tierra.
10. Pasa por en medio de tu tierra como un río Oh hija de Tarsis, ya no -hay- fuerza.
11. Sobre el mar estiró él su mano, sacudió los reinos, contra la -ciudad- mercante, el SEÑOR ha dado mandamiento de destruir sus fortalezas.
12. Y dijo, No te regocijarás -ya- más; Oh tú virgen oprimida, hija de Sidón, álzate, y pasa hasta Quitim; tampoco allí tendrás descanso.
13. Mirad a la tierra de los Caldeos; este pueblo no era, -hasta- que los Asirios lo fundaron para los que moran en el yermo; colocaron sus torres, alzaron sus palacios, -y- él a la ruina la trajo.
14. Aullad, vosotras naves de Tarsis, porque vuestra fuerza yace en escombros.
15. Y sucederá en aquel día que por setenta años de Tiro se olvidarán, de acuerdo a los días de un rey, al terminar -los- setenta años, Tiro de nuevo como una ramera cantará.
16. Toma un arpa, -y- dale la vuelta a la ciudad tú ramera olvidada, haz dulces melodías, muchas canciones canta, para que te puedan recordar.
17. + Y sucederá que al finalizar setenta años, el SEÑOR visitará a Tiro, y ella a su jornal se volverá y fornicación cometerá con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra.
18. Y su mercadería y su paga para el SEÑOR serán santidad, no será atesorada ni guardada, pues su mercadería será para los que moren delante del SEÑOR, para que coman suficiente, y para ropa que dure.

Isaías 22

1. El encargo del valle de la visión. ¿Qué te duele ahora, que te has subido con todo a las cimas de las casas?
2. Tú que estás llena de conmociones, ciudad tumultuosa; ciudad gozosa, tus muertos no -son- muertos por la espada, ni muertos en batalla.
3. Todos tus gobernantes a una han huído, unidos están por los arqueros, todos los que en ti se encuentran, están unidos, -y- de lejos han huido.
4. Por tanto dije, Retira tu mirada de mí, amargamente lloraré, no te esfuerces en consolarme, por el despojo de la hija de mi pueblo.
5. Porque -es- un día de turbación, de perplejidad, de hollamientos, por el Señor DIOS de las huestes en el valle de la visión, derrumbando los muros, y de clamores a las montañas.
6. Elam portaba la aljaba con jinetes -y- carruajes de hombres, y Kir descubría el escudo.
7. Y sucederá -que- tus más preciados valles se llenarán de carruajes, y los jinetes en formación se alistarán ante el portón.
8. + Y descubrió la cubierta de Judá, y ese día miraste la armadura de la casa del bosque.
9. Habéis visto también las brechas de la casa de David, que son muchas, y las aguas del estanque bajo apilasteis -y- reunisteis.
10. Las casas de Jerusalén habéis numerado, y para fortalecer el muro las casas habéis derrumbado.
11. Hicisteis también una zanja entre los dos muros para el agua del viejo estanque, pero no habéis mirado a su hacedor, ni en cuenta tuvísteis al que hace tiempo lo formó.
12. Y ese día el Señor DIOS de las huestes llamó al lloro, al lamento, al despojo del cabello, y a ceñirse con cilicio.
13. Y mirad que gozo, alegría, matanza de bueyes, sacrificio de ovejas, consumo de carne, y bebida de vino: comamos y bebamos que mañana moriremos.
14. Y -así- se me reveló en los oídos por el Señor DIOS de las huestes, Por seguro que esta iniquidad no se purgará de vosotros hasta que muráis, dice el Señor DIOS de las huestes.
15. + Así dice el Señor DIOS de las huestes, Ve -y- llega a donde este tesorero, a Sebna, el cual -está- a cargo de la casa, -y di-,
16. ¿Qué tienes acá? ¿Y a quién tienes en este lugar para haberte esculpido acá un sepulcro, -igual al- que se esculpe un sepulcro en lo alto, -y- en una roca cincela una habitación para él?
17. Mirad que el SEÑOR lejos te llevará con una poderosa cautividad, y con seguridad te cubrirá.
18. Ciertamente te volteará con violencia y te lanzará -cual- bola a un gran país; allí morirás, y allí los carruajes de tu gloria -serán- la vergüenza de la casa de tu señor.
19. Y te conduciré de tu estación, y él te jalará -y- bajará de tu estado.
20. + Y sucederá en ese día que llamaré a mi siervo Eliaquim, el hijo de Hilcías,
21. Y con tu túnica lo vestiré, con tu cinto lo fortaleceré, y tu gobierno encomendaré en sus manos; para los habitantes de Jerusalén, y para la casa de Judá él será un padre.
22. Y la llave de la casa de David colocaré sobre su hombro, de forma que abrirá y ninguno cerrará y cerrará y ninguno abrirá.
23. Y lo fijaré -como- un clavo en lugar seguro. Y un trono glorioso para la casa de su padre se volverá.
24. Y sobre él colgarán toda la gloria de la casa de su padre, los retoños y los brotes, todas las vasijas para pequeñas cantidades, desde las vasijas como tazas, hasta las mismas vasijas como jarras.
25. En ese día, dice el SEÑOR de las huestes, el clavo fijado en lugar seguro caerá y será removido y cortado, y la carga que -colgaba- de este, será arrancada de tajo, porque el SEÑOR -lo- ha hablado.

Isaías 21

1. El encargo del desierto del mar. Como pasan los torbellinos en el sur, -así también- viene del desierto, de una temible tierra.
2. Una triste visión se me revela; el negociante traidor engañosamente comercia, y el ladrón despoja. Sube, Oh Elam, -y- sitia, Oh Media; hice cesar todos sus suspiros.
3. Por ello mi cintura se llena de dolor, punzadas me han sobrevenido, como las de una mujer que en parto labora; al oírlo me doblegué, al verlo me desmayé.
4. Tembló mi corazón, -un- gran temor me asustó, él mi noche de placer me la tornó en temor.
5. Preparad la mesa, en la torre del vigía vigilad, comed, bebed, vosotros príncipes, alzaos -y- el escudo ungid.
6. Porque así me dijo el SEÑOR, Ve y fija un vigía, que declare lo que ve.
7. Y él vio una carreta -con- un par de jinetes, una carreta de asnos, -y- una de camellos, y escuchó con diligencia y mucha atención,
8. Y gritó, Un león, Mi señor, durante el día permanezco de continuo en la torre del vigía, y noches enteras soy puesto en la guardia,
9. Y mirad que aquí viene una carruaje de hombres, -con- un par de jinetes. Y respondió y dijo, ¡Cayó Babilonia! ¡Cayó! Y todas las imágenes talladas de sus dioses contra el piso ha quebrado.
10. Oh mi trillo, y el grano de mi era; lo que oí del SEÑOR de las huestes, del Dios de Israel, os lo he revelado.
11. + El encargo de Duma. De Seir me llamó, Vigía, ¿Qué tal la noche? Vigía, ¿Qué tal la noche?
12. El vigía dijo, La mañana viene, y también la noche; si queréis inquirir, inquirid; retornad -y- venid.
13. + El encargo acerca de Arabia. En el bosque en Arabia os alojaréis, o vosotros caravanas de Dedanim.
14. Los habitantes de la tierra de Tema agua le trajeron al que sediento estaba, se adelantaron con su pan para aquel que huía.
15. Pues de las espadas huían, de la espada desenvainada, del arco entesado, y de la crueldad de la guerra -huían-.
16. Porque así ha dicho el SEÑOR, Dentro de un año, de acuerdo a los años de un asalariado, la gloria de Kedar se desvanecerá,
17. Y el residuo del número de arqueros, -de- los hombers valientes de los hijos de Kedar se disminuirá, pues el SEÑOR Dios de Israel -así lo- ha hablado.

Isaías 20

1. En el año en que Tartán vino a Asdod, (cuando Sargón el rey de Asiria lo envió,) peleó contra Asdod y la tomó;
2. En ese mismo tiempo el SEÑOR habló por -medio de- Isaías el hijo de Amós, diciendo, Ve y desata el cilicio de tus lomos, y el calzado de tu pie. Y así lo hizo, andando desnudo y descalzo.
3. Y el SEÑOR dijo, Así como mi siervo Isaías ha caminado desnudo y descalzo durante tres años -por- señal y asombro ante Egipto y Etiopía,
4. De igual manera el rey de Asiria se llevará a los Egipcios prisioneros, y a los Etíopes cautivos, jóvenes y viejos, desnudos y descalzos, sí, con -sus- nalgas descubiertas para vergüenza de Egipto.
5. Y tendrán miedo y vergüenza de Etiopía su esperanza, y de Egipto su gloria.
6. Y los habitantes de esta isla en ese día dirán, Mirad, así -está- nuestra esperanza, ¿A dónde huiremos en busca de ayuda para librarnos del rey de Asiria, y cómo vamos a escapar?

Isaías 19

1. El encargo de Egipto. Mirad que el SEÑOR cabalga sobre sobre una nube veloz, y a Egipto vendrá, los ídolos de Egipto ante su presencia se moverán, y el corazón de Egipto en medio de este se derretirá.
2. Y pondré a Egipcios en contra de Egipcios, y cada uno contra su hermano peleará, y cada uno contra su vecino -lo hará-, ciudad contra ciudad -y- reino contra reino -lucharán-.
3. Y el espíritu de Egipto desfallecerá en medio de él, y su consejo destruiré; buscarán a los ídolos, a los encantadores, a los que tengan espíritus familiares, a los magos también.
4. Y entregaré a los Egipcios en las manos de un señor cruel; un rey feroz regirá sobre ellos, dice el SEÑOR de las huestes.
5. Faltarán las aguas del mar, y el río se agotará y se secará.
6. A los ríos mucho alejarán; los canales vacíos y secos estarán; los juncos y las espadañas se secarán.
7. Los papiros al lado de los arroyos, al lado de la desembocadura de los arroyos, y todo lo sembrado al lado de los arroyos se marchitará, se retirará, y no será -más-.
8. Los pescadores también harán luto, todos los que lanzan anzuelo a los arroyos se lamentarán, y los que esparcen redes sobre las aguas languidecerán.
9. Es más, los que trabajan con lino fino, y los que tejen en telares confundidos estarán.
10. También todos los que hacen diques -y- estanques para peces en sus propósitos quebrantados serán.
11. + Por cierto que los príncipes de Zoan tontos -son-, el consejo de los sabios asesores del Faraón bruto se volvió; ¿Cómo le decís al Faraón, Yo -soy- el hijo de los sabios, el hijo de los reyes de antaño?
12. ¿Dónde -están-? ¿-Tus -hombres- sabios dónde -están? y que ahora te digan, y sepan lo que el SEÑOR de las huestes con Egipto se ha propuesto.
13. Los príncipes de Zoan se atontaron, los príncipes de Menfis están engañados; -y- también sedujeron a Egipto, -aún a los que son- el apoyo de sus tribus.
14. El SEÑOR entrometió un espíritu perverso en medio de ellos, y han hecho que Egipto yerre en todas sus obras, cual borracho que en su vómito da tumbos.
15. Tampoco habrá trabajo -alguno- para Egipto, el cual la cabeza, la cola, la rama o el junco puedan hacer.
16. En ese día Egipto será como las mujeres: tendrá miedo y va a temer debido a la sacudida de mano que el SEÑOR de las huestes haga sobre él.
17. Y la tierra de Judá un terror para Egipto será, todo el que haga mención de ella con miedo estará, por causa del consejo del SEÑOR de las huestes el cual ha determinado en contra de él.
18. + En ése día cinco ciudades en la tierra de Egipto hablarán el idioma de Canaán, y harán juramento al SEÑOR de las huestes; una de ellas será llamada, La ciudad de la destrucción.
19. En ese día habrá un altar para el SEÑOR en medio de la tierra de Egipto, y un pilar para el SEÑOR en su frontera.
20. Y una señal y un testimonio se volverá para el SEÑOR de las huestes en la tierra de Egipto, ya que clamarán al SEÑOR a causa de los opresores, y él les enviará un salvador, y uno grande, que los libere.
21. Y el SEÑOR será conocido en Egipto, y los Egipcios conocerán al SEÑOR en ese día, y harán sacrificios y oblaciones; sí, un voto le harán al SEÑOR, y -lo- cumplirán.
22. Y el SEÑOR herirá a Egipto, -lo- herirá y -lo- sanará, y ellos retornarán al SEÑOR, y será solicitado por ellos, y los sanará.
23. + En ese día saldrá una carretera de Egipto a Asiria, los Asirios vendrán a Egipto, y los Egipcios a Asiria, y los Egipcios con los Asirios servirán.
24. En ese día Israel será el tercero después de Egipto y Asiria, -sí-, una bendición en medio de la tierra;
25. A quienes el SEÑOR de las huestes bendecirá, diciendo, Benditos -sean- Egipto mi pueblo, Asiria la obra de mis manos, e Israel mi herencia.

Isaías 18

1. ¡Ay de la tierra que da sombra con -sus- alas, que -se encuentra- más allá de los rios de Etiopía,
2. -La- que envía embajadores por el mar, aún en barcas de juncos sobre las aguas, -diciendo-, ¡Id, veloces mensajeros, a una nación esparcida y pelada, a un pueblo temible desde sus mismos comienzos, -a- una nación repartida y pisoteada, cuya tierra por los ríos ha sido despojada!
3. Todos vosotros habitantes del mundo, y moradores de la tierra, mirad, cuando él levante en las montañas una insignia, y oíd cuando toque una trompeta.
4. Porque el SEÑOR me dijo así, Descansaré y observaré en mi morada a la semejanza de un claro calor sobre la hierba, -y- a la semejanza de una nube de rocío en el calor de la cosecha.
5. Pues antes de la cosecha, cuando el brote esté perfecto, y la uva agria en la flor esté madurando, él cortará las ramitas con hoces, y además retirará -y- podará las ramas.
6. Serán dejadas arrumadas para las aves de las montañas, y para las bestias de la tierra; las aves veranearán en ellas, y todas las bestias de la tierra en ellas hibernarán.
7. + En aquel tiempo se le traerá al SEÑOR de las huestes, el presente de un pueblo esparcido y pelado, de un pueblo temible desde sus mismos comienzos, una nación repartida y pisoteada, cuya tierra por los ríos ha sido despojada, al lugar del nombre del SEÑOR de las huestes, al monte de Sion.

Isaías 17

1. El encargo de Damasco. He aquí que Damasco es retirada de -ser- ciudad, y será un montón de ruinas.
2. Las ciudades de Aroer -están- abandonadas; serán para rebaños que se acuesten -en ellas- y nadie -los- asustará.
3. También cesará la fortaleza de Efraín, el reino de Damasco, y el remanente de Siria, ellos serán como la gloria de los hijos de Israel, dice el SEÑOR de las huestes.
4. Y en ese día sucederá -que- la gloria de Jacob se adelgazará, y la robustez de su carne se aflacará.
5. Y será como cuando el segador reúne el grano, y siega las espigas con su brazo; y será como el que reúne espigas en el valle de Refaím.
6. + -Sin embargo en ella quedarán uvas para espigar, como cuando se sacude un árbol de olivos, -que quedan- dos -o- tres bayas en la punta de la rama más alta principal, -o- cuatro -o- cinco en sus grandes ramas de afuera, dice el SEÑOR Dios de Israel.
7. En ese día el hombre mirará a su Hacedor, y sus ojos honrarán al Santo de Israel.
8. Y no mirará a los altares, -a- las obras de sus manos, ni le dará importancia a lo que sus dedos hicieron, ya fueran imágenes o arboledas.
9. + Y en ese día sus ciudades fuertes serán como una gran rama abandonada, y una de las más altas ramas que por causa de los hijos de Israel dejaron; y habrá desolación.
10. Porque has olvidado al Dios de tu salvación, y no has tenido en cuenta a la roca de tu fuerza, por tanto plantas preciosas plantarás, y con palos de injerto extraños la organizarás,
11. Harás crecer tu planta en el día, y en la mañana a tu semilla la harás florecer, -pero- la cosecha -será dejada- apilada en el día de la pesadumbre y del dolor desgarrador.
12. + ¡Ay de la multitud de muchas gentes, -que- hacen ruido como el de los mares! ¡Y -Ay- de la prisa de las naciones, -que- se afanan como precipitación de poderosas aguas!
13. Las naciones se abalanzarán como la precipitación de muchas aguas, pero -Dios- las reprenderá, y ellas lejos huirán, y se ahuyentarán como el tamo de las montañas delante del viento, y como un objeto enrollado ante el torbellino.
14. Y mirad a la tribulación del atardecer: antes de la mañana -ya- no -está- él. Esta -es- la porción de los que nos despojan, y la suerte de los que nos roban.