Enviad el cordero al gobernante de la tierra desde Sela pasando por el desierto, hasta el monte de la hija de Sión.
2. Pues pasará -que- como pájaro que vaga expulsado de la red, -así- las hijas de Moab -vagarán- por los vados de Arnón.
3. Ten consejo, -y- ejecuta juicio; haz tu sombra como noche en pleno mediodía; esconde a los desechados, no descubras al que vaga.
4. Deja que mis desechados moren contigo, Moab; sé una cubierta para ellos del rostro del despojador; porque el extorsionador llegó a su fin, el que despoja ha cesado, -y- los opresores se han acabado en la tierra.
5. Y en mi misericordia el trono será establecido, pues él se sentará sobre aquel en verdad, en el tabernáculo de David, juzgando, buscando juicio, y apresurando justicia.
6. + Hemos oído del grandísimo orgullo de Moab, -y- de su altivez, arrogancia e ira, -pero- sus mentiras no -prevalecerán-.
7. Por tanto por ella misma aullará Moab, todos aullarán, por los fundamentos de Kirjareset lamentarás, -pues- en verdad que están golpeados.
8. Porque los campos de Jesbón languidecen, -junto con- la viña de Sibmaj, -ya que- los señores de los paganos quebraron las plantas principales de ésta, llegaron hasta Yazer y deambularon -por- el desierto; las ramas de ella están extendidas, yendo más allá del mar.
9. + Por eso lloraré con el llanto de Yazer -por- la viña de Sibmaj, -y- te regaré con mis lágrimas Oh Jesbón y Elealej, porque cesaron los gritos por tus frutos de verano y por tu cosecha.
10. Y quitaron la alegría y el gozo del rico campo, y en los viñedos no habrán cantos, ni tampoco gritos; los pisadores no pisarán el vino en -sus- prensas, -pues- hice cesar los gritos -de vendimia-.
11. Por eso mis entrañas sonarán como arpa por Moab, y mis partes internas -lamentarán- por Kirjaresh.
12. + Y sucederá que cuando se vea que Moab está cansada en el lugar alto -donde adora-, él vendrá a su santuario a orar, pero no prevalecerá.
13. Ésta -es- la palabra que el SEÑOR habló diciendo, Dentro de tres años, como los años de un jornalero, la gloria de Moab será avergonzada con toda esa gran multitud, y el remanente -será- débil -y- muy pequeño.
Isaías 15
La deuda de Moab. Pues en la noche Ar de Moab yace en ruinas -y fue- puesta en silencio; porque Kir de Moab yace en ruinas, -y fue- puesta en silencio;
2. Él se fue a llorar a los lugares altos de adoración- de Bayiz y de Dibón; Moab aullará por Nebo, y por Medeba, -habrá- calvicie en todas sus cabezas, -y- se cortarán todas las barbas.
3. En sus calles se arroparán con cillicio, -y- en los techos de sus casas y en sus calles todos aullarán con abundante llanto.
4. Jesbón y Eleale clamarán, y su voz se oirá -hasta- en Yeijaz; por tanto los soldados armados de Moab clamarán, -y- la vida -de Moab- languidecerá.
5. Mi corazón clamará por Moab; sus fugitivos -huirán- a Zoar -en- una novilla de tres años de edad, pues subirán remontando Lujiz, -y- con llanto la subirán, porque en el camino de Joronaim alzarán clamor de destrucción.
6. Ya que las aguas de Nimrim serán desoladas, pues el heno se marchitó, el pasto desfalleció, -y- nada verde quedó.
7. Por eso la abundancia que consiguieron, y que ellos atesoraron, la llevarán al arroyo de los sauces.
8. Porque el clamor ha rodeado las fronteras de Moab, sus aullidos -llegaron- hasta Eglaim, y sus aullidos -llegaron- hasta Berelim.
9. Porque las aguas de Dimón se llenarán de sangre, ya que traeré más -cosas- sobre Dimón, -incluso- leones sobre el que escape de Moab, y sobre el remanente de la tierra.
Isaías 14
Porque el SEÑOR tendrá misericordia de Jacob, y aún elegirá a Israel, y los establecerá en su propia tierra; los extranjeros se regocijarán con ellos, y se adherirán a la casa de Jacob.
2. El pueblo los llevará, y los traerá hasta su lugar, y la casa de Israel los poseerá en la tierra del SEÑOR como criados y doncellas, tomará cautivos a aquellos de quienes fueron cautivos, y regirán a sus opresores.
3. Y sucederá en el día, que el SEÑOR te dará descanso de tu pena y temor, y de la dura esclavitud en la que te tocó servir.
4. + -De forma- que levantarás este proverbio contra el rey de Babilonia, diciendo, ¡Cómo cesó el opresor, -y- cesó -también- la ciudad dorada!
5. El SEÑOR quebró el cayado del malvado, -y- el cetro de los gobernantes.
6. El que con ira hería al pueblo, con continuos golpes, y con furia regía a las naciones, es -ahora- perseguido, -y- nadie -lo- esconde.
7. La tierra entera -está- tranquila y en descanso, y ellos estallan en cantos.
8. Sí, los arboles de higos se regocijan al -ver-te, y los cedros del Líbano, -te dicen-, Desde que fuiste depuesto, ningún cortador ha venido contra nosotros.
9. El infierno subterráneo se ha movido por tí, para encontar-te- en tu venida; agitó a los muertos por tí, -hasta- a los jefes de la tierra; ha levantado de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
10. Todos ellos hablarán y te dirán, ¿-Y- tu también te volviste débil como nosotros? ¿Te has vuelto como uno de nosotros?
11. Tu pompa ha descendido a la tumba, -junto con con- el ruido de tus violas, el gusano se esparce debajo tuyo, y los gusanos te cubren.
12. ¡Cómo caíste del cielo, Oh Lucifer, hijo de la mañana! ¡Y fuiste cortado hasta el piso, -tú- que debilitabas a las naciones!
13. Pues dijiste en tu corazón, Ascenderé hasta el cielo, -y- enalteceré mi trono por encima de las estrellas de Dios; también me sentaré en el monte de la congregación, a los lados del norte;
14. Ascenderé por encima de las altas nubes, -y- seré como el Altísimo.
15. Pero serás abatido al infierno, a los lados del abismo.
16. Los que te ven te mirarán de reojo, -y- te considerarán, -diciendo- ¿Es éste el hombre que hizo temblar a la tierra, -y- que sacudió los reinos,
17. -El que- hizo del mundo un desierto, y destruyó las ciudades de aquel, -y- no abría la casa de los prisioneros?
18. Todos los reyes de las naciones, -sí-, todos ellos yacen en gloria, cada uno en su propia casa.
19. Pero tú eres expulsado de tu tumba como una abominable rama, -o como- vestimentas de muertos pasados por espada que bajan hasta las piedras del abismo, -o- como un -mero- cadáver pisado.
20. No participarás con ellos de entierro, por haber destruído tu tierra, -y- matado a tu pueblo, -pues- la simiente de los que hacen males nunca será renombrada.
21. Preparad matanza para sus hijos por la iniquidad de sus padres, para que ellos no se alcen, ni posean la tierra, ni llenen la faz del mundo con ciudades.
22. Porque me alzaré en su contra, dice el SEÑOR de las huestes, y apartaré de un tajo de Babilonia el nombre, el remanente, el hijo, y el sobrino, dice el SEÑOR.
23. La haré además posesión del avetoro con estanques de agua, y la barreré con la escoba de la destrucción, dice el SEÑOR de las huestes.
24. + El SEÑOR de las huestes juró, diciendo, Seguro que como he pensado, así vendrá a pasar, y como he propuesto, -así- quedará;
25. Que quebrantaré al Asirio en mi tierra, y en mis montañas lo pisotearé, entonces su yugo se apartará de ellos, y su carga se alejará de sus hombros.
26. Éste es el propósito que ha sido hecho sobre toda la tierra, y ésta -es- la mano que se estira sobre todas las naciones.
27. Porque el SEÑOR de las huestes lo propuso, ¿Y quién -lo- anulará? Y su mano estirada, ¿Quién la echará para atrás?
28. En el año que el rey Ajax murió hubo éste encargo.
29. + No te regocijes, toda Palestina porque la vara del que te quebrantaba se rompió; pues de la raíz de la serpiente saldrá una cocatriz, y su fruto -será- una fogosa serpiente voladora.
30. El primogénito del pobre se alimentará, y el necesitado se acostará con seguridad, y yo mataré de hambre a tu raíz: -aquel necesitado- matará a tu remanente.
31. Aullad, Oh portones, -y- clamad, Oh tú ciudad entera de Palestina que eres disuelta. porque vendrá un humo del norte, y nadie -la pagará- solo en sus tiempos señalados.
32. ¿Qué responderá entonces -uno- a los mensajeros de la nación? Que el SEÑOR fundó a Sión, y -que- los pobres de su pueblo en ello confiarán.
Isaías 13
La deuda de Babilonia, que Isaías el hijo de Amós vió:
2. Levantad una bandera sobre la alta montaña, aumentad -el volumen- de la voz para ellos, sacudid la mano para que puedan entrar por los portones de los nobles.
3. Mandé a mis santificados, también llamé a mis valientes para mi furia, a los que se regocijan en mi realeza.
4. El ruido de una multitud en las montañas, como el de un gran pueblo, ruido tumultuoso de los reinos de las naciones reunidos a una: el SEÑOR de las huestes junta al ejército de la batalla.
5. Ellos vienen de un país lejano, del extremo del cielo, -son- el SEÑOR, y las armas de su indignación, para destruir toda la tierra.
6 + Aullad vosotros, porque el día del SEÑOR está muy cerca, -y- vendrá como destrucción de parte del Altísimo.
7. Por tanto todas las manos desfallecerán, y el corazón de todo hombre se derritirá;
8. Y tendrán miedo, punzadas y dolores los sobrecogerán, tendrán dolores como los una mujer en parto, se asombrarán el uno del otro, -por- sus rostros -en- llamas.
9. He aquí, el día del SEÑOR viene, cruel con ira como con furia intensa, para dejar desolada la tierra, y él destruirá y eliminará a los pecadores de ella.
10. Porque las estrellas y las constelaciones del cielo no darán su luz, el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no hará brillar su luz.
11. Castigaré al mundo por -sus- males, y a los malvados por sus iniquidades, haré cesar la arrogancia del altivo, y pondré en su lugar la altivez de -los hombres- temibles.
12. Haré -que- un hombre -sea- más precioso que el oro fino, aún un hombre -más- que cuña dorada de Ofir.
13. Por tanto voy a sacudir los cielos, y la tierra se removerá de su lugar en la ira del SEÑOR de las huestes, y en el día de su intensa furia.
14. Y será como con el corzo perseguido, y como oveja que ningún hombre atrapa: cada hombre retornará a su propio pueblo, y cada uno huirá a su propia tierra.
15. Todo aquel que sea hallado, será atravesado, y todo aquel que se una -a ellos- caerá a espada.
16. Sus hijos serán también lanzados y despedazados a la vista de ellos, y sus esposas violadas.
17. He aquí que yo incito a los Medos en su contra, a los cuales no les va a interesar la plata, y en el oro no se deleitarán.
18. -Sus- arcos también destrozarán a los jóvenes, y no tendrán compasion del fruto del vientre; sus ojos no salvarán a los niños.
19. + Y Babilonia, la gloria de los reinos, y la belleza de los Caldeos, será -igual a- como cuando Dios arrolló a Sodoma y a Gomorra.
20. Nunca -más- será habitada, ni será morada de generación en generación; tampoco el Árabe levantará carpa allí, ni los pastores organizarán allá su rebaño.
21. Sino que las bestias salvajes del desierto se acostarán allí, y sus casas se llenarán de creaturas lloronas: los búhos morarán allí, y los sátiros bailarán allí -mismo-.
22. Las bestias salvajes de las islas clamarán en sus desoladas casas, y dragones -al igual- en -sus- agradables palacios; el tiempo de ella está a punto de llegar, y sus dias no se prolongarán.
Isaías 12
1. Y en ese día dirás, Oh SEÑOR, te alabaré, -pues- aunque estabas furioso conmigo, tu furia se retiró y me consolaste.
2. Mirad que Dios -es- mi salvación; confiaré y no tendré miedo, porque el SEÑOR JEHOVÁ -es- mi fuerza y -mi- canción, y en mi salvación también se ha convertido.
3. Por eso con gozo sacareis agua de los pozos de salvación.
4. Y en ése día direis, Alabad al SEÑOR, invocad su nombre, declarad sus hechos entre la gente, anunciad que se exalte su nombre.
5. Cantadle al SEÑOR, porque ha hecho cosas excelentes, -y- que ésto -sea- conocido en toda la tierra.
6. Clama y grita habitante de Sion, porque grande -es- el Santo de Israel en medio de ti.
Isaías 11
Y saldrá una vara del vástago de Jesé, y una Rama crecerá de sus raíces;
2. Y el espíritu del SEÑOR descansará sobre él, el espíritu de sabiduría y entendimiento, el espíritu de consejo y poder, el espíritu de conocimiento y del temor del SEÑOR;
3. Y le hará de rápido entendimiento en el temor del SEÑOR; no juzgará por lo que vean sus ojos, ni reprochará por lo que oigan sus oídos,
4. Sino que con justicia juzgará a los pobres, y reprenderá con equidad a favor de los humildes de la tierra, y castigará la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios matará a los malvados.
5. La justicia será el ceñidor de su cintura, y la fidelidad el cinto de su abdomen.
6. El lobo además morará con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito; el ternero, el león joven y el animal de ganado -estarán- juntos, y un niñito los guiará.
7. La vaca y el oso pastarán, sus crías se acostarán juntas, y el león comerá paja como el buey.
8. El niño de pecho jugará en la cueva del áspid, y el niño destetado pondrá su mano en la guarida de la cocatriz.
9. No van a hacer daño ni a destruir en toda mi montaña santa, porque la tierra será llena del conocimiento del SEÑOR, -tanto- como las aguas cubren el mar.
10. + Y en ese día habrá una raíz de Jesé que estará en pie como una insignia del pueblo; a ésta los gentiles buscarán, y su descanso será glorioso.
11. Y sucederá en ese día, -que- el SEÑOR arreglará de nuevo su mano por segunda vez para recobrar el remanente de su pueblo, que quedará -hasta- en Asiria, Egipto, Patros, Cush, Elam, Sinar, Jamat, y en las islas del mar.
12. Instalará una insignia para las naciones, juntará a los desechados de Israel, y recogerá -y- aunará a los dispersados de Judá de las cuatro esquinas de la tierra.
13. La envidia también de Efraín se apartará, y los adversarios de Judá de tajo serán cortados; Efraín no envidiará a Judá, y Judá no vejará a Efraín.
14. Sino que volarán sobre los hombros de los Filisteos hacia el oeste; despojarán juntos a los del este, pondrán su mano sobre Edom y Moab, y los hijos de Amón les obedecerán.
15. Y el SEÑOR destruirá totalmente la lengua del mar Egipcio; y con su poderoso viento sacudirá su mano sobre el río, y lo herirá en los siete arroyos, haciendo que -los hombres- anden -sobre ellos- con su calzado seco.
16. Y habrá una carretera para el remanente de su pueblo, que quede, desde Asiria, como lo fué para Israel en el día que subió -y- salió de la tierra de Egipto.
Isaías 10
¡Ay de aquellos que promulgan decretos injustos, y escriben y ordenan -leyes- gravosas!
2. ¡Para alejar del juicio al necesitado, y quitar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, -para- que las viudas puedan ser su presa, y -así- poder robar al huérfano!
3. ¿Y qué haréis en el día de la visita y la desolación -que- vendrá de lejanías? ¿A quién huiréis buscando ayuda? ¿Y dónde dejaréis vuestra gloria?
4. Sin mí se inclinarán -como- los prisioneros más bajos, y -más- abajo de los muertos caerán. Por todo ésto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún -está- estirada.
5. + Oh Asirio, vara de mi furia, el cayado en su mano es mi -propia- indignación.
6. Lo enviaré contra una nación hipócrita, y contra el pueblo de mi ira le daré -mi- encargo, de tomar los despojos y tomar el botín, y pisotearlos como al lodo de las calles.
7. Aunque él no lo quiere hacer así, ni su corazón piensa hacerlo de esa manera, en su corazón -sí piensa- destruír y cortar no pocas naciones.
8. Pues dice, ¿-Acaso- no -son- mis príncipes reyes?
9. No -es- Calno como Carquemish? No -es- Jamat como Arpad? No -es- Samaria como Damasco?
10. -Así- como mi mano encontró los reinos de los ídolos cuyas imágenes talladas superaban las de Jerusalén y Samaria,
11. ¿No voy a hacerle a Jerusalén y a sus ídolos como le hice a Samaria y a sus ídolos?
12. Por tanto sucederá -que- cuando el SEÑOR haya cumplido toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigaré el fruto del corazón confiado del rey de Asiria, y la gloria de sus miradas altivas.
13. Porque dice, Por la fuerza de mi mano -lo- he hecho, y por mi sabiduría, ya que soy prudente; he removido los límites de la gente, he robado sus tesoros, y humillado a sus habitantes como un valiente -lo hace-;
14. Y mi mano ha hallado como en un nido las riquezas de la gente; como el que reúne los huevos -que- quedan, -así- reuní toda la tierra; y nadie movió -un- ala, ni abrió la boca o se asomó.
15. ¿-Acaso- el hacha se -levanta- en jactancia contra aquel que corta con ella? ¿-O- el serrucho se -alza- enaltecido contra aquel que lo sacude? Como si la vara -se- pudiera sacudir contra los que la levantan, -o- como si el cayado -se- pudiera levantar -por su cuenta-, -y- no -fuera- madera.
16. Por tanto, el SEÑOR, el SEÑOR de las huestes enviará flaqueza a sus robustos, y por debajo de su gloria va encender una quema como la quema de un fuego,
17. La luz de Israel se volverá fuego, su Santo se volverá una llama, que quemará y devorará sus espinos y zarzas en un día,
18. Y consumirá la gloria de su bosque, y de su campo fructífero, tanto alma como cuerpo; y serán como cuando se desmaya un portador de estandarte.
19. Y el resto de los árboles de su bosque serán -tan- pocos que un niño podrá escribir -el número de ellos-.
20. + Y sucederá en ése día, -que- el remanente de Israel, y los que sean escapados de la casa de Jacob, no se apoyarán otra vez más en el que los hirió, sino que se apoyarán en el SEÑOR, el Santo de Israel, en verdad.
21. El remanente retornará, el -mismo- remanente de Jacob al Dios poderoso.
22. Porque aunque tu pueblo Israel sea como la arena del mar, -sólo- un remanente de ellos retornará; la extenuación decretada con justicia rebosará,
23. Porque el Señor DIOS de las huestes hará una extenuación ya determinada, en medio de las tierras.
24. + Por eso así dice el Señor DIOS de las huestes, Oh pueblo mío que moras en Sión, no tengas miedo del Asirio; él te herirá con vara, y levantará su cayado contra tí, a la manera de Egipto.
25. Porque aún un rato más, y la indignación cesará, junto con mi furia en su destrucción.
26. Y el SEÑOR de las huestes incitará azotes para él, según la matanza de Midián en la roca de Oreb; y -como- su vara -fue- sobre el mar, así él la levantará a la manera de Egipto.
27. Y sucederá en ese día -que- su carga será quitada de tus hombros, y su yugo de tu cuello, y el yugo será destruído debido al ungimiento.
28. Él llegó a Aiat, pasó a Migrón, -y- en Micmash colocó sus carrozas;
29. Salieron por el paso, -y- tuvieron su alojamiento en Geba; Ramá tiene miedo, -y- Gibea de Saúl huyó.
30. Levanta tu voz, Oh hija de Galim, -y- hazla oir hasta Laish, ¡Oh pobre Anatot!
31. Removieron a Madmena, los habitantes de Gebim se reúnen para huir.
32. Ese día él aún permanecerá en Nob; sacudirá su mano -contra- el monte de la hija de Sión, la colina de Jerusalén.
33. He aquí que el SEÑOR, el SEÑOR de las huestes cortará la gran rama -causando- terror, los altos de estatura -serán- podados, y los altivos humillados.
34. Con hierro cortará los matorrales del bosque, y Líbano caerá a manos de un valiente.
Isaías 9
Sin embargo la luz tenue no -será- como -lo fue- en su vejación, cuando al principio él afligió ligeramente la tierra de Zebulón y la tierra de Neftalí, y después -la- afligió gravemente -por- el camino del mar, más allá del Jordán, en -la- Galilea de las naciones.
2. El pueblo que andaba en oscuridad vió una gran luz, los que moran en la tierra de la sombra de la muerte, sobre ellos la luz alumbró.
3. Multiplicaste la nación, -y- no incrementaste el gozo; -pero- ellos se gozan delante de tí como se gozan en la cosecha, como se regocijan al dividir despojos,
4. Pues quebraste el yugo de su carga, el palo de sus hombros, y la vara de su opresor, como en los días de Midián.
5. Porque todas las batallas del guerrero -son- con ruido confuso, y con vestidos enrollados en sangre; pero -ésta- será con llamas -y con- combustible de fuego.
6. Pues nos nació un niño, -y- un niño se nos dió, el gobierno estará sobre sus hombros, y se le dará por nombre, -El- Maravilloso, -El- Consejero, El Dios Poderoso, El Padre eterno, El Príncipe de -la- Paz.
7. El progreso y -la- paz de -su- gobierno -y- del trono de David y de su reino, no -tendrán- fin, para -poder- ordenarlo y establecerlo con juicio, y con justicia de ahí en adelante y para siempre. El celo del SEÑOR de las huestes lo cumplirá.
8. + El SEÑOR envió una palabra a donde Jacob, y ha alumbrado sobre Istael,
9. Y todo el pueblo -lo- sabrá, -aún- Efraín y los habitantes de Samaria, que dicen en su orgullo y solidez de corazón,
10. Los ladrillos están caídos, pero construiremos con piedras cortadas; los sicómoros está cortados, pero los cambiaremos -por- cedros.
11. Por tanto el SEÑOR preparará los adversarios de Rezín en su contra, y reunirá a sus enemigos;
12. Los Sirios delante y los Filisteos detrás, y devorarán ávidamente a Israel. Por todo ésto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún -está- estirada.
13. + Ya que el pueblo no se vuelve a aquel que lo castiga, ni busca al SEÑOR de las huestes.
14. Por eso el SEÑOR cortará de Israel cabeza, cola, rama y junco en un día.
15. El anciano honorable -es- la cabeza, y el profeta que enseña mentiras -es- la cola.
16. Pues los líderes de éste pueblo -lo- hacen errar, y -los que son- guiados por ellos -son- destruídos.
17. Por eso el SEÑOR no se gozará en sus jóvenes, ni tendrá misericordia de sus huérfanos y viudas, pues cada uno -de ellos es- un hipócrita y un obrador de maldad, y todas -sus- bocas hablan disparates. Por todo ésto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún -está- estirada.
18. + Porque la maldad arde como el fuego, devorará las zarzas y los espinos, y se prenderá en los matorrales del bosque, y se elevarán -como- el humo.
19. Debido a la ira del SEÑOR de las huestes la tierra está oscurecida, y el pueblo será como el combustible del fuego: ningún hombre escatimará a su hermano.
20. Arrancará de la mano derecha, y estará con hambre, comerá de la mano izquierda, y no estará satizfecho, comerán cada hombre la carne de su propio brazo;
21. Manasés -a- Efraín; y Efraín -a- Manasés; -y- juntos contra Judá. Por todo ésto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún -está- estirada.
Isaías 8
También el SEÑOR me dijo, Toma un rollo grande, y escribe en él con la pluma de un hombre acerca de Majershalal-jash-baz.
2. Y me conseguí testigos fieles para que registraran, a Urías el sacerdote, y a Zacarías el hijo de Jeberequías.
3. Y me allegué a la profetiza, y ella concibió, y dió a luz a un hijo. Entonces me dijo el SEÑOR, Dale por nombre Majershalal-jash-baz.
4. Pues antes de que el niño sepa clamar, Papá y mamá, las riquezas de Damasco y los despojos de Samaria serán retirados de delante del rey de Asiria.
5. + De nuevo El SEÑOR me habló diciendo,
6. Y así como este pueblo rehúsa las aguas de Siloé que andan suaves, y se regocijan en Rezín y en el hijo de Remalías,
7. También ahora por tanto, he aquí que el SEÑOR trae sobre ellos las fuertes y caudalosas aguas del río, al -mismo- rey de Asiria con toda su gloria; y subirá y vendrá sobre todos sus canales, y andará sobre todas sus riberas.
8. Y pasará por entre Judá, rebasará, recorrerá y llegará hasta el -mismo- cuello, y el extendido de sus alas llenará la anchura de tu tierra, Oh Imanuel.
9. + Reuníos, Oh vosotros pueblo, y seréis hechos trizas; y prestad oído todos vosotros -los- de países lejanos: Ajustaos, y seréis hechos trizas.
10. Haced consejo juntos, y se desvanecerá, decid la palabra, y no permanecerá.
11. + Porque así me habló el SEÑOR, con mano fuerte, instruyéndome que no andara en el camino de este pueblo, -y- diciéndo-me-,
12. No digáis, Una confederación, una confederación a quienes éste pueblo diga, ni os atemoricéis amedrentándoos con sus temores.
13. Santificad -más bien- al mismo SEÑOR de las huestes, -que- él -sea- vuestro temor, -y- vuestro terror.
14. Y él -os- será por santuario, mas para ambas casas de Israel -será- por piedra de tropiezo y por roca de traspié, por trampa y por lazo para los habitantes de Jerusalén.
15. Y muchos de entre ellos tropezarán, caerán, se quebrarán, y serán enlazados, y capturados.
16. Ata el testimonio, -y- sella la ley entre mis discípulos.
17. Y aguardaré al SEÑOR, que esconde su rostro de la casa de Jacob, y lo buscaré.
18. Mirad que yo, y los hijos que el SEÑOR me ha dado -somos- señales y maravillas en Israel, de parte del SEÑOR de las huestes, que habita en el monte de Sión.
19. + Y cuando os digan, Buscad a los que tienen espíritus familiares, -y- a los magos que entremiran y balbucean; ¿no debe un pueblo buscar a su Dios? ¿-Deben buscar- los vivos a los muertos?
20. -Vayamos- a la ley y al testimonio; si no hablan conforme a ésta palabra, -es- porque no -hay- luz en ellos.
21. Y van a pasar por ésto, muy inquietos y con hambre, y sucederá que cuando tengan hambre, se molestarán, y maldecirán a su rey y a su Dios, y mirarán hacia arriba.
22. Mirarán a la tierra, y contemplarán problemas, oscuridad, y luz tenue de angustia, y serán llevados a la oscuridad.
Isaías 7
Y sucedió en los días de Ajaz, el hijo de Jotám, el hijo de Uzías, rey de Judá, -que- Rezín el rey de Siria, y Peka el hijo de Remalías, rey de Israel, subieron hasta Jerusalén para guerrear contra ella, pero no pudieron prevalecer en su contra.
2. Y le contaron a la casa de David, diciendo, Siria se confederó con Efraín, y su corazón se conmovió, junto con el corazón de su pueblo, tal como los árboles del bosque se conmueven con el viento.
3. Entonces el SEÑOR le dijo a Isaías, Sal ahora a encontrarte con Ajaz, tú, y Shiryashub tu hijo, al final del conducto del estanque alto en la carretera del campo del lavador;
4. Y dile, Cuídate, y tranquilízate; no temas ni desfallezca tu corazón ante las dos colas de éstos tizones humeantes de incendio, ante la gran furia de Rezín con Siria, junto con el hijo de Remalia,
5. Porque Siria, Efraín, y el hijo de Remalías hicieron un consejo maligno en tu contra, diciendo,
6. Subamos contra Judá, vejémosla, hagamos una brecha en ella a nuestro favor, y coloquemos un rey en medio de ella, al hijo de Tabeal;
7. Así dice el Señor DIOS, No se levantará, ni sucederá,
8. Porque la cabeza de Siria -es- Damasco, y la cabeza de Damasco -es- Rezín, y en sesenta y cinco años Efraín será quebrantado, -tanto- que no será pueblo.
9. Y la cabeza de Efraín -es- Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si no creéis, por seguro que no os estableceréis.
10. + Por otra parte el SEÑOR le habló de nuevo a Ajaz, diciendo,
11. Pide del SEÑOR tu Dios una señal, pídela ya sea en las profundidades, o arriba en las alturas.
12. Pero Ajaz dijo, No voy a pedir, ni a tentar al SEÑOR.
13. Y dijo, Oíd ahora vosotros, oh casa de David: ¿-Es- algo sencillo para vosotros -no sólo- molestar a los hombres sino que váis a molestar también a mi Dios?
14. Por eso el mismo SEÑOR os va a dar una señal: Mirad que una virgen concebirá, -va a- dar a luz un hijo, y va a darle por nombre Imanuel.
15. Comerá mantequilla y miel, para que pueda saber rehusar el mal, y escoger el bien.
16. Porque antes de que el niño sepa rehusar el mal, y escoger el bien, la tierra que tú aborreces será abandonada por ambos reyes suyos.
17. + El SEÑOR -les- traerá a ti, a tu pueblo, y a la casa de tu padre, días que no han venido, desde el día en que Efraín se separó de Judá, -para ir al- rey de Asiria.
18. Y sucederá en aquel día, -que- el SEÑOR chiflará a la mosca que -está- en las partes más extremas de los ríos de Egipto, y a la abeja que -está- en la tierra de Asiria,
19. Y vendrán, y descansarán todas ellas en los valles desolados, en los huecos de las rocas, sobre todos los espinos, y sobre todos los arbustos.
20. Ese mísmo día el SEÑOR rasurará con una rasuradora asalariada, -manejada- por los -que están- más allá del río, por el rey de Asiria, la cabeza y el pelo de los pies, y además acabará la barba.
21. Y sucederá ese día, -que- un hombre alimentará una ternera y dos ovejas;
22. Y sucederá que por la leche en abundancia que le van a dar, comerá mantequilla, ya que todos los que queden en la tierra comerán mantequilla y miel.
23. Y sucederá ese día, -que- todo lugar será -en- donde hubo mil vides a mil moneditas de plata, será para zarzas y espinos.
24. Con flechas y arcos vendrán allí, porque todas las tierras se volverán -llenas de- zarzas y espinos.
25. Y -a- todas las colinas que sean cavadas con azadón, no llegará allí el temor de las zarzas y de los espinos, sino que será para que se envíen bueyes y para que anden los ganados menores.