1. Enviad el cordero al gobernante de la tierra desde Sela pasando por el desierto, hasta el monte de la hija de Sion.
2. Pues será como pájaro que vaga expulsado de la red, -así- las hijas de Moab estarán en los vados de Arnón.
3. Sosten consejo, ejecuta juicio; haz tu sombra como la noche en pleno mediodía; a los desechados esconde, al que vaga no descubras.
4. Deja que mis desechados moren contigo, Moab; sé una cubierta para ellos del rostro del despojador; pues el extorsionador llega a su fin, cesa el que despoja, se han consumido los opresores de la tierra.
5. Y el trono se establecerá con miseriordia, y en verdad se sentará en él en el tabernáculo de David, juzgando, buscando juicio, y apresurando justicia.
6. + Hemos oído del orgullo de Moab,´-él es- muy orgulloso -sí-, de su altivez, ira y arrogancia, -pero- sus mentiras así no -quedarán-.
7. Por tanto Moab aullará por Moab, todos aullarán, lamentaréis por los fundamentos de Kir-hareset, con seguridad golpeados -están-.
8. Porque los campos de Jesbón -y- la viña de Sibma languidecen, los señores de los paganos sus plantas principales quebraron, -incluso- hasta Jazer han llegado, -por- el desierto deambularon; las ramas de ella extendidas están, han ido más allá del mar.
9. + Por eso con el llanto de Jazer -por- la viña de Sibma me lamentaré, con mis lágrimas te regaré Oh Hesbón y Eleale, pues el griterío por tu cosecha y tus frutos de verano ha acallado.
10. Y la alegría y el gozo del copioso campo se retiran; y en los viñedos ni griterío ni cantares habrá: los lagareros no pisotearán vino en sus lagares; su algarabía en los viñedos he hecho cesar.
11. Por tanto mis entrañas como un arpa sonarán por Moab, y mi interior por Kir-jareset -lamentará-.
12. + Y sucederá cuando se vea que Moab se cansa en el lugar alto, que a su santuario vendrá a orar, pero no prevalecerá.
13. Esta -es- la palabra que el SEÑOR ha hablado acerca de Moab desde aquella vez.
14. Mas ahora el SEÑOR ha hablado diciendo, Dentro de tres años, como los de un jornalero, la gloria de Moab con toda aquella gran multitud será despreciada, y el remanente -será- muy débil -y- pequeño.
Isaías 15
1. El encargo de Moab. Porque Ar, de Moab, en la noche es puesta en ruinas -y- traída al silencio; porque Kir de Moab en la noche es puesta en ruinas -y- traída al silencio;
2. Salió -y- subió a Bayit y Dibón, a los lugares altos a llorar; Moab aullará por Nebo y Medeba, en todas sus cabezas calvicie -habrá-, -y- toda barba se rasurará
3. En sus calles con cillicio se arroparán, en los techos de sus casas y en sus calles con abundante llanto todos aullarán.
4. Hesbón y Eleale gritarán, y -hasta- en Yahaza su voz se oirá; por tanto los soldados armados de Moab clamarán, penosa la vida será para él.
5. Mi corazón clamará por Moab; sus fugitivos -huirán- a Zoar, una novilla de tres años de edad, pues remontando a Luhit, con lloro la subirán, porque en el camino a Horonaim un clamor de destrucción elevarán.
6. Ya que las aguas de Nimrim desoladas serán, pues el heno se marchitó, el pasto desfalleció, nada verde quedó.
7. Por tanto la abundancia que han adquirido, y aquello que han atesorado, al arroyo de los sauces lo llevarán.
8. Pues a las fronteras de Moab el clamor ha rodeado, su aullido hasta Eglaim, y hasta Beer-elim -ha llegado-.
9. Porque de sangre se llenarán las aguas de Dimón, ya que más sobre Dimón traeré, leones para el que de Moab escape, para el remanente de la tierra también.
Isaías 14
1. Porque el SEÑOR tendrá misericordia de Jacob, y a Israel todavía elegirá, y en su propia tierra los establecerá; los extranjeros con ellos se regocijarán, y se adherirán a la casa de Jacob.
2. Y el pueblo los llevará, y los traerá a su lugar, y la casa de Israel en la tierra del SEÑOR como criados y doncellas los poseerán, tomará cautivos a aquellos de quienes fueron cautivos, y a sus opresores regirán.
3. Y sucederá en el día, que el SEÑOR te dará descanso de tu pena y de tu temor, y de la dura esclavitud en la que servir te tocó.
4. + -De forma- que contarás este proverbio frente al rey de Babilonia, y dirás, ¡Cómo cesó el opresor, ¡la ciudad dorada terminó!
5. El SEÑOR el cayado del malvado, -y- el cetro de los gobernantes quebró.
6. El que con ira -y- continuos golpes al pueblo hería , y con enojo a las naciones regía, es perseguido, -y- nadie -lo- esconde.
7. La tierra entera -está- tranquila -y- en descanso, y ellos prorrumpen en cantos.
8. Sí, las higueras, -junto con- los cedros del Líbano, ante ti se regocijan -diciendo-, Desde que te han depuesto, ningún cortador contra nosotros ha llegado.
9. El subterráneo infierno por ti se ha movido, para reunirse -contigo- en tu venida; agitó por ti a los muertos, -incluso- a todos los principales de la tierra; de sus tronos ha levantado a todos los reyes de las naciones.
10. Todos ellos hablarán y te dirán, ¿Te has vuelto débil también como nosotros? ¿Te volviste como nosotros?
11. Tu pompa, -con- el ruido de tus violas a la tumba ha descendido, el gusano debajo tuyo se esparce, y los gusanos te cubren.
12. ¡Cómo has caído del cielo, Oh Lucifer, hijo de la mañana! ¡-Cómo- eres talado al piso, -tú que- debilitabas a las naciones!
13. Pues en tu corazón dijiste, Al cielo ascenderé, -y- mi trono exaltaré por encima de las estrellas de Dios; también me sentaré en el monte de la congregación, a los lados del norte;
14. Ascenderé por encima de las alturas de las nubes, como el Altísimo seré.
15. Sin embargo hasta el infierno, hasta los lados del abismo abatido serás.
16. Los que te vean escasamente te mirarán, -y- te considerarán, -diciendo- ¿Es este el hombre que a la tierra hizo temblar, que sacudía los reinos,
17. -Que- convertía al mundo como en un desierto, y sus ciudades destruía, que la casa de sus prisioneros no abría?
18. Todos los reyes de las naciones, -sí-, todos ellos yacen en gloria, cada uno en su propia casa.
19. Pero tú de tu tumba cual abominable rama expulsado eres, -cual- vestimentas de muertos atravesados a espada que a las piedras del abismo descienden, cual cadáver pisoteado.
20. De entierro no participarás con ellos, pues has destruído tu tierra, -y- matado a tu pueblo; la simiente de los malechores nunca será renombrada.
21. Preparad matanza para sus hijos por la iniquidad de sus padres, para que no se alcen, ni posean la tierra, ni llenen la faz del mundo con ciudades.
22. Porque me alzaré en su contra, dice el SEÑOR de las huestes, y de un tajo apartaré de Babilonia el nombre, el remanente, el hijo, y el sobrino, dice el SEÑOR.
23. La haré además posesión del avetoro con estanques de agua, y la barreré con la escoba de la destrucción, dice el SEÑOR de las huestes.
24. + El SEÑOR de las huestes ha jurado, diciendo, Seguro que como -lo- he pensado, así acontecerá, y como me -lo- he propuesto, -así- se quedará;
25. Que al Asirio -lo- quebrantaré en mi tierra, y en mis montañas lo pisotearé, su yugo entonces de ellos se apartará, y la carga de él de los hombros de ellos se alejará.
26. Este -es- el propósito que se ha establecido para toda la tierra, y esta -es- la mano que a todas las naciones se ha extendido.
27. Porque el SEÑOR de las huestes se lo propuso, ¿Y quién -lo- anulará? Y su mano extendida, ¿Quién la retrocederá
28. En el año que murió el rey Acaz hubo este encargo,
29. + No te regocijes, Palestina toda de que la vara del que te quebrantaba se haya quebrado; porque de la raíz de la serpiente saldrá una cocatriz, y su fruto -será- una fogosa serpiente voladora.
30. Y el primogénito del pobre se alimentará, y el necesitado -gozando- de seguridad se acostará, y a tu raíz con hambruna la mataré: y él a tu remanente matará.
31. Aullad, Oh portón, clamad, Oh ciudad, tú, Palestina entera te disuelves; pues del norte una humareda vendrá, y nadie en sus tiempos señalados sólo -se encontrará-.
32. ¿Y entonces qué le responderá -uno- a los mensajeros de la nación? Que el SEÑOR ha fundado a Sion, y los pobres de su pueblo en esto confiarán.
Isaías 13
1. El encargo de Babilonia, que Isaías el hijo de Amós vio:
2. Levantad un estandarte en la alta montaña, aumentadles el sonido, sacudid la mano para que ellos puedan entrar por los portones de los nobles.
3. A mis santificados mandé, a mis valientes también por mi enojo llamé, -incluso- a los que en mi majestad se regocijan.
4. En las montañas el ruido de una multitud, como el de un gran pueblo; tumultuoso, ruido de los reinos de las naciones reunidos -y- aunados: el SEÑOR de las huestes al ejército junta para la batalla.
5. Vienen de un país lejano, del confín del cielo, el SEÑOR mismo y las armas de su indignación, para destruir toda la tierra.
6 + Aullad vosotros, porque el día del SEÑOR a la mano -está-, vendrá del Altísimo así como destrucción.
7. Por tanto toda mano desfallecerá, y el corazón de todo hombre se derretirá;
8. Y miedo tendrán, punzadas y dolores los sobrecogerán, dolores como los de una mujer en parto tendrán, el uno del otro se asombrará, sus rostros -como- llamas -serán-.
9. Mirad que llega el día del SEÑOR, -día- cruel con ira y con fiero enojo, para dejar la tierra desolada, y destruirá y eliminará a los pecadores de ella.
10. Porque las estrellas y las constelaciones del cielo no darán su luz, el sol en su salida se oscurecerá, y la luna no hará brillar su luz.
11. Castigaré al mundo por -su- maldad y a los malvados por su iniquidad, la arrogancia del orgulloso haré cesar, y la altivez del temible abatiré.
12. Haré más precioso a un hombre que el oro fino, al mismo hombre -más- que la cuña dorada de Ofir.
13. Por tanto sacudiré los cielos, y la tierra se removerá de su lugar en la ira del SEÑOR de las huestes, y en el día de su fiero enojo.
14. Y esta será como el corzo perseguido, y como oveja que ningún hombre atrapa; cada hombre a su propio pueblo volverá, y cada uno a su propia tierra huirá.
15. Todo aquel que sea hallado, traspasado será, y todo aquel que se una -a ellos- a espada caerá.
16. Sus hijos también serán lanzados y despedazados a su vista, y sus esposas violadas.
17. He aquí que yo incito a los Medos en su contra, a los cuales no les va a interesar la plata, y en el oro no se deleitarán.
18. -Sus- arcos a los jóvenes también destrozarán, y no tendrán compasion del fruto del vientre; sus ojos a los niños no escatimarán.
19. + Y Babilonia, la gloria de los reinos, y la belleza de los Caldeos, será -igual a- cuando Dios arrolló a Sodoma y Gomorra.
20. Nunca -más- será habitada, ni morada de generación en generación; tampoco el Árabe levantará carpa allí, ni los pastores organizarán su rebaño allí.
21. Más bien las bestias salvajes del desierto se acostarán allí, y sus casas de criaturas lloronas se llenarán: los búhos morarán allí, y allí los sátiros bailarán.
22. Y las bestias salvajes de las islas en sus desoladas casas gritarán, y dragones en -sus- agradables palacios; y su tiempo está a punto de venir, y sus dias prolongados no serán.
Isaías 12
1. Y en ese día dirás, Oh SEÑOR, te alabaré, -pues- aunque estabas enojado conmigo, tu enojo se retiró y me consolaste.
2. Mirad que Dios -es- mi salvación; confiaré y miedo no tendré, porque el SEÑOR JEHOVÁ -es- mi fuerza y -mi- canción; él también se ha convertido en mi salvación .
3. Por eso con gozo sacaréis agua de los pozos de la salvación.
4. Y en ese día diréis, Alabad al SEÑOR, invocad su nombre, declarad entre la gente sus hechos, anunciad que su nombre es muy alto.
5. Cantadle al SEÑOR, pues excelentes cosas ha hecho, -y- que en toda la tierra -se- conozca esto.
6. Clama y grita habitante de Sion, porque el Santo de Israel en medio de ti -es- grande.
Isaías 11
1. Y saldrá una vara del vástago de Isaí, y una Rama crecerá de sus raíces;
2. Y el espíritu del SEÑOR descansará en él, el espíritu de sabiduría y entendimiento, el espíritu de consejo y poder, el espíritu de conocimiento y del temor del SEÑOR;
3. Y lo hará de rápido entendimiento en el temor del SEÑOR; no juzgará por lo que vean sus ojos, ni reprochará por lo que oigan sus oídos,
4. Sino que con justicia juzgará a los pobres, y reprenderá con equidad a favor de los humildes de la tierra, y castigará la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios matará a los malvados.
5. La justicia será el ceñidor de su cintura, y la fidelidad el cinto de su abdomen.
6. El lobo además morará con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito; el ternero, el león joven y el animal de ganado -estarán- juntos, y un niñito los guiará.
7. La vaca y el oso pastarán, sus crías se acostarán juntas, y el león comerá paja como el buey.
8. El niño de pecho jugará en la cueva del áspid, y el niño destetado pondrá su mano en la guarida de la cocatriz.
9. No van a hacer daño ni a destruir en toda mi montaña santa, porque la tierra será llena del conocimiento del SEÑOR, -tanto- como las aguas cubren el mar.
10. + Y en ese día habrá una raíz de Isaí que como una insignia del pueblo se erguirá; a esta los gentiles buscarán, y su descanso glorioso será.
11. Y sucederá en ese día, -que- el SEÑOR de nuevo arreglará su mano por segunda vez para recobrar al remanente de su pueblo que se habrá quedado en Asiria, en Egipto, en Patros, en Cus, en Elam, en Sinar, en Hamat, y en las islas del mar.
12. Y colocará una insignia para las naciones, y a los desechados de Israel reunirá, y recogerá -y- aunará de las cuatro esquinas de la tierra a los dispersados de Judá.
13. También se apartará la envidia de Efraín, y los adversarios de Judá de un tajo se alejarán; Efraín a Judá no envidiará, y Judá a Efraín no vejará.
14. Sino que al occidente volarán sobre los hombros de los Filisteos; despojarán a una a los del oriente, echarán mano de Edom y Moab, y los hijos de Amón les obedecerán.
15. Y el SEÑOR destruirá por completo la lengua del mar Egipcio; y con su poderoso viento sobre el río sacudirá su mano, y lo herirá en los siete arroyos, y hará que -los hombres- anden por encima con calzado seco.
16. Y para el remanente de su pueblo, que habrá quedado, habrá una carretera desde Asiria, como lo fue para Israel en el día que salió subiendo de la tierra de Egipto.
Isaías 10
1. ¡Ay de aquellos que promulgan injustos decretos, y -leyes- gravosas escriben y ordenan!
2. ¡Para alejar del juicio al necesitado, y quitarle el derecho a los pobres de mi pueblo, -para- que las viudas puedan ser su presa, y poder robar al huérfano!
3. ¿Y qué haréis en el día de la visitación y de la desolación -que- de lejanías vendrá? ¿A quién huiréis en busca de ayuda? ¿Y dónde dejaréis vuestra gloria?
4. Sin mí se inclinarán debajo de los prisioneros, y debajo de los muertos caerán. Por todo esto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún estirada -está-.
5. + Oh Asirio, vara de mi furia, el cayado en su mano es mi -propia- indignación.
6. Contra una nación hipócrita lo enviaré, y contra el pueblo de mi ira -mi- encargo le daré , de coger los despojos y tomar el botín, y como al lodo de las calles pisotearlos.
7. Aunque esa no es su intención, ni tampoco lo piensa su corazón, sin embargo -está- en su corazón destruír y cortar naciones, -y- no pocas.
8. Pues dice, ¿No son mis príncipes también reyes?
9. ¿No -es- Calno como Carquemis? ¿No -es- Hamat como Arfad? ¿No -es- Samaria como Damasco?
10. -Así- como mi mano halló los reinos de los ídolos, y cuyas imágenes talladas excedían a las de Jerusalén y Samaria,
11. ¿No le haré igual a Jerusalén y a sus ídolos como a Samaria y a sus ídolos le hice?
12. Por tanto sucederá -que- cuando el SEÑOR toda su obra haya realizado en el monte de Sion y en Jerusalén, castigaré el fruto del corazón corpulento del rey de Asiria, y la gloria de sus miradas altivas.
13. Porque dice, Por la fuerza de mi mano -lo- he hecho, y por mi sabiduría, ya que soy prudente, y he removido las fronteras de la gente, sus tesoros he robado, y a los habitantes humillado tal como un -hombre- valiente -lo hace-;
14. Y como en un nido mi mano ha hallado las riquezas de la gente; como el que reúne los huevos -que- sobran, -así- reuní toda la tierra; y nadie -un- ala movió, ni abrió la boca o éntremiró.
15. ¿-Acaso- el hacha en jactancia se -levanta- contra aquel que con ella corta? ¿-O- el serrucho se enaltece contra el que lo sacude? Como si la vara -se- sacudiera contra los que la levantan, -o- como si el cayado -por sí mismo se- levantara -y- no -fuera- madera.
16. Por tanto, el SEÑOR, el SEÑOR de las huestes enviará a sus robustos flaqueza, y por debajo de su gloria encenderá una quema, como de un fuego la quema.
17. Y la luz de Israel un fuego se volverá, y su Santo una llama, y quemará y devorará sus espinos y zarzas en un día,
18. Y consumirá la gloria de su bosque, y de su campo fructífero, tanto alma como cuerpo; y serán como cuando un portador de estandarte se desmaya.
19. Y el resto de los árboles de su bosque pocos serán, para que un niño los pueda escribir -y contar-.
20. + Y sucederá en aquel día, -que- el remanente de Israel, y aquellos que se hayan escapado de la casa de Jacob, no se quedarán otra vez más en el que los hirió, sino que en el SEÑOR se quedarán, -en- el Santo de Israel, en la verdad.
21. El remanente retornará, el -mismo- remanente de Jacob al poderoso Dios.
22. Pues aunque sea tu pueblo Israel como la arena del mar, -sólo- un remanente de ellos retornará; la consumación decretada con justicia rebosará.
23. Porque el Señor DIOS de las huestes una consumación así determinada, en medio de la tierra hará.
24. + Por eso el Señor DIOS de las huestes dice así, Oh pueblo mío que moras en Sion, del Asirio no tengas miedo: con vara te herirá, y a la manera de Egipto contra ti su cayado levantará.
25. Pues todavía un ratico más, y la indignación cesará junto con mi enojo en su destrucción.
26. Y el SEÑOR de las huestes incitará azotes para él, de acuerdo a la matanza de Madián en la roca de Oreb; y -tal como- su vara -asestó- sobre el mar, así a la manera de Egipto la levantará.
27. Y sucederá en ese día -que- su carga de tus hombros se te quitará, y su yugo de tu cuello se alejará, y a causa del ungimiento el yugo se destrurá.
28. Llegó a Aiat, pasó a Migrón, -y- en Micmas sus carruajes colocó;
29. Salieron por el pasaje, cogieron su alojamiento en Geba; Ramá tiene miedo, ha huído Gabaa de Saúl.
30. Oh hija de Galim, levanta tu voz, -y- hazla oir hasta Lais, ¡Oh pobre Anatot!
31. Han removido a Madmena, los habitantes de Gebim se reúnen para huir.
32. Pues todavía ese día él permanecerá en Nob; sacudirá su mano -contra- el monte de la hija de Sion, la colina de Jerusalén.
33. Mirad que el SEÑOR, el SEÑOR de las huestes cortará la gran rama causando terror, y los altos de estatura -serán- cortados, y los altivos humillados.
34. Con hierro cortará los matorrales del bosque, y el Líbano en manos de un valiente caerá.
Isaías 9
1. Sin embargo la luz tenue no -será- como -lo fue- en su vejación, cuando al principio él afligió ligeramente la tierra de Zebulón y a la tierra de Neftalí, y después -la- afligió gravemente -por- el camino del mar, más allá del Jordán, en -la- Galilea de las naciones.
2. El pueblo que andaba en oscuridad vió una gran luz, los que moran en la tierra de la sombra de la muerte, sobre ellos la luz alumbró.
3. Multiplicaste la nación, -y- el gozo no incrementaste; se gozan delante de ti de acuerdo al gozo de la cosecha, como se regocijan cuando dividen los despojos.
4. Pues quebraste el yugo de su carga, el palo de sus hombros, y la vara de su opresor, como en los días de Madián.
5. Porque todas las batallas del guerrero -son- con confuso ruido, y vestidos enrollados con sangre; pero -esta- será con llamas -y- combustible de fuego.
6. Pues nos nació un niño, -y- un niño se nos dió, el gobierno estará sobre sus hombros, y se le dará por nombre, -El- Maravilloso, -El- Consejero, El Dios Poderoso, El Padre eterno, El Príncipe de -la- Paz.
7. No -habrá- fin para el crecimiento de -su- gobierno y de la paz, para el trono de David y para su reino, con el fin de ordenarlo y establecerlo con juicio y justicia de allí en adelante -y- aún para siempre. Esto lo realizará el celo del SEÑOR de las huestes.
8. + El SEÑOR envió una palabra a Jacob, y ha alumbrado sobre Israel,
9. Y todo el pueblo sabrá, -aún- Efraín y los habitantes de Samaria, que dicen en su orgullo y solidez de corazón,
10. Los ladrillos están caídos, pero con piedras cortadas construiremos; cortados están los sicómoros, pero -por- cedros -los- cambiaremos.
11. Por tanto el SEÑOR en su contra preparará a los adversarios de Rezín, y a sus enemigos reunirá;
12. Los Sirios delante y los Filisteos detrás, y devorarán ávidamente a Israel. Por todo esto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún estirada -está-.
13. + Ya que el pueblo no se vuelve a aquel que lo castiga, ni al SEÑOR de las huestes busca.
14. Por eso el SEÑOR le cortará a Israel la cabeza, la cola, la rama y el junco en un día.
15. El anciano honorable -es- la cabeza, y el profeta que mentiras enseña la cola -es-.
16. Pues los líderes de este pueblo -lo- hacen errar, y -el que- por ellos -es- guiado, destruído -es-.
17. Por eso el SEÑOR en sus jóvenes no se gozará, ni tendrá misericordia de sus huérfanos y viudas, pues cada uno -de ellos es- un hipócrita y un obrador de maldad, y -sus- bocas todas hablan disparates. Por todo esto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún estirada -está-.
18. + Porque la maldad arde como fuego, devorará las zarzas y espinos, y en los matorrales del bosque se encenderá, y -cual- humo al levantarse se remontarán.
19. Por la ira del SEÑOR de las huestes se oscurece la tierra, y como combustible para el fuego el pueblo será: ningún hombre a su hermano escatimará.
20. Arrancará de la mano derecha, y con hambre quedará, comerá de la mano izquierda, y satizfecho no estará, cada hombre la carne de su propio brazo comerá;
21. Manasés -a- Efraín; y Efraín -a- Manasés; -y- juntos en contra de Judá. Por todo esto su furia no se ha retirado, sino que su mano aún estirada -está-.
Isaías 8
1. Más aún el SEÑOR me dijo, Toma un rollo grande, y escribe en él con la pluma de un hombre acerca de Maher-salal-hasbaz.
2. Y me conseguí testigos fieles para que -lo- registraran, a Urías el sacerdote, y a Zacarías el hijo de Jeberequías.
3. Y me allegué a la profetiza, y ella concibió, y dio a luz un hijo. Entonces me dijo el SEÑOR, Dale por nombre Maher-salal-hasbaz.
4. Pues antes de que el niño sepa clamar, Papá y mamá, las riquezas de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria se retirarán.
5. + De nuevo El SEÑOR me habló diciendo,
6. Y así como este pueblo rehúsa las aguas de Siloé que corren suavemente, y se regocijan en Rezín y en el hijo de Remalías,
7. También ahora por tanto, he aquí que el SEÑOR trae sobre ellos las fuertes y caudalosas aguas del río, al -mismo- rey de Asiria con toda su gloria; y subirá y vendrá sobre todos sus canales, y andará sobre todas sus riberas.
8. Y pasará por entre Judá, rebasará, recorrerá y llegará hasta el -mismo- cuello, y la extensión de sus alas llenará la anchura de tu tierra, Oh Emanuel.
9. + Asociaos, vosotros Oh pueblo, y despedazados seréis; y prestad oído todos vosotros -los- de países lejanos: Ceñíos, y hechos trizas seréis.
10. Realizad consejo juntos, y abajo se vendrá, hablad la palabra, y no permanecerá. porque Dios con nosotros está.
11. + Porque así me habló el SEÑOR con mano fuerte, e instruyéndome que no anduviera en el camino de este pueblo, diciéndome,
12. No digáis, Una confederación, a todos -aquellos a- quienes este pueblo diga, Una confederación, ni os atemoricéis amedrentándoos con su temor.
13. Al mismo SEÑOR de las huestes santificad, y -que- él -sea- vuestro temor, y -que- él -sea- vuestro terror.
14. Y él un santuario se volverá, mas para ambas casas de Israel por piedra de tropiezo y por roca de ofensa, por trampa y por lazo para los habitantes de Jerusalén.
15. Y muchos de entre ellos tropezarán y caerán, se quebrarán, y enlazados y capturados serán.
16. Ata el testimonio, sella entre mis discípulos la ley.
17. Y aguardaré al SEÑOR, que esconde su rostro de la casa de Jacob, y lo buscaré.
18. Mirad que yo, y los hijos que el SEÑOR me ha dado -somos- señales y maravillas en Israel, de parte del SEÑOR de las huestes, que habita en el monte de Sion.
19. + Y cuando os digan, Buscad a los que tienen espíritus familiares, -y- a los magos que entremiran y balbucean; ¿no debe un pueblo buscar a su Dios? ¿-deben los vivos buscar- a los muertos?
20. -A la ley y al testimonio; si no hablan de acuerdo a esta palabra, -es- porque en ellos no -hay- luz.
21. Y van a pasar por ello, difícilmente ayudados y hambrientos, y sucederá que cuando tengan hambre, se alterarán, y maldecirán a su rey y a su Dios, y mirarán hacia arriba.
22. Mirarán a la tierra, y contemplarán problemas, oscuridad, y luz tenue de angustia, y -serán- conducidos a la oscuridad.
Isaías 7
1. Y sucedió en los días de Acaz, el hijo de Jotám, el hijo de Uzías, rey de Judá, -que- Rezín el rey de Siria, y Peka el hijo de Remalías, rey de Israel, subieron hasta Jerusalén para guerrear contra ella, pero no pudieron prevalecer en su contra.
2. Y le contaron a la casa de David, diciendo, Siria se confederó con Efraín, y el corazón de él se conmovió, junto con el corazón de su pueblo, así como los árboles del bosque se conmueven con el viento.
3. Entonces el SEÑOR le dijo a Isaías, Sal ahora a encontrarte con Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al final del conducto del estanque alto en la carretera del campo del lavador;
4. Y dile, Presta atención y tranquilízate; no temas ni desfallezca tu corazón ante las dos colas de estos tizones encendidos -y- humeantes, ante la gran furia de Rezín con Siria, junto con el hijo de Remalias,
5. Porque Siria, Efraín, y el hijo de Remalías realizaron un consejo maligno en tu contra, diciendo,
6. Subamos contra Judá, vejémosla, hagamos una brecha en ella a nuestro favor, y coloquemos un rey en medio de ella, al hijo de Tabeel;
7. Así dice el Señor DIOS, No se levantará, ni sucederá,
8. Porque la cabeza de Siria -es- Damasco, y la cabeza de Damasco -es- Rezín, y en sesenta y cinco años Efraín será quebrantado, -tanto- que no será pueblo.
9. Y la cabeza de Efraín -es- Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si no creéis, por seguro que no os estableceréis.
10. + Una vez más el SEÑOR le habló de nuevo a Acaz, diciendo,
11. Pídele al SEÑOR tu Dios una señal, pídela ya sea en lo profundo, o por encima en lo alto.
12. Pero Acaz dijo, No voy a pedir, ni a tentar al SEÑOR.
13. Y dijo, Oíd ahora vosotros, oh casa de David: ¿-Es- algo pequeño para vosotros molestar -no sólo- a los hombres sino a mi Dios también?
14. Por eso el mismo SEÑOR os va a dar una señal: Mirad que una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.
15. Comerá mantequilla y miel, para que pueda saber rehusar el mal, y escoger el bien.
16. Porque antes de que el niño sepa rehusar el mal, y escoger el bien, la tierra que tú aborreces será abandonada por estos sus dos reyes.
17. + El SEÑOR te traerá a ti, a tu pueblo, y a la casa de tu padre, días que no han venido, desde el día en el que Efraín se separó de Judá, -dirigiéndose al- rey de Asiria.
18. Y sucederá en aquel día, -que- el SEÑOR chiflará a la mosca que -está- en las partes más extremas de los ríos de Egipto, y a la abeja que -está- en la tierra de Asiria,
19. Y vendrán, y descansarán todas ellas en los valles desolados, en los huecos de las rocas, sobre todos los espinos, y sobre todos los arbustos.
20. Ese mísmo día el SEÑOR rasurará con una rasuradora asalariada, -es decir,- por los -que están- más allá del río, por el rey de Asiria, la cabeza y el pelo de los pies, y además acabará la barba.
21. Y sucederá ese día, -que- un hombre alimentará una ternera y dos ovejas;
22. Y sucederá que comerá mantequilla, por la leche en abundancia -que- ellas den, porque miel y mantequilla todos los que queden en la tierra comerán.
23. Y sucederá en aquel día, -que- todo lugar quedará, -en- donde hubo mil vides a mil moneditas de plata, -sólo- zarzas y espinos quedará.
24. Con flechas y arcos -los hombres- llegarán allá, porque toda la tierra en zarzas y espinos se convertirá.
25. Y -a- todas las colinas que con azadón se caven, allá no llegará el temor de las zarzas y los espinos, sino que será para el envío de bueyes y para el paso de los ganados menores.