Salmo 120

Una Canción de subidas -a Jerusalén-.

1. En mi angustia le clamé al SEÑOR, y él me oyó.
2. Libra mi alma, Oh SEÑOR, de labios mentirosos, -y- de lengua engañosa.
3. ¿Qué se te va a dar, ¿o qué se te hará a ti lengua falsa?
4. Flechas filudas del poderoso, con carbones de enebro.
5. ¡Ay de mí, que estoy de paso en Mesec, -y que- moro en las tiendas de Kedar!
6. Mi alma ha morado largo -rato- con el que odia la paz.
7. Yo -voy por la- paz, pero cuando hablo, ellos -van por la- guerra.

Salmo 119

ALEF.
1. Benditos los limpios del camino, que andan en la ley del SEÑOR.
2. Benditos los que guardan sus testimonios, -y- lo buscan con todo el corazón.
3. Tampoco cometen iniquidad, en los caminos de él andan.
4. -Nos- has mandado que diligentemente guardemos tus preceptos.
5. ¡Oh, que mis caminos se dirigieran a guardar tus estatutos!
6. Entonces no me avergonzaré, por haber tenido en cuenta todos tus mandamientos.
7. Con rectitud de corazón te alabaré, cuando haya aprendido tus justos juicios.
8. Tus estatutos guardaré, Oh, no me desampares por completo.

BET.
9. ¿De qué modo limpiará un joven su camino? Prestándole atención a tu palabra.
10. Con todo mi corazón te he buscado, Oh, no me dejes alejar de tus mandamientos.
11. Tu palabra he escondido en mi corazón, para así no pecar contra ti.
12. Bendito -seas-, Oh SEÑOR, enséñame tus estatutos.
13. He declarado con mis labios todos los juicios de tu boca.
14. En el camino de tus testimonios me he regocijado, como -si fueran- todas las riquezas.
15. En tus preceptos meditaré, y tus caminos en cuenta tendré.
16. Me deleitaré en tus estatutos; tu palabra no olvidaré.

GUIMEL.
17. Dadivosamente trata a tu siervo, -para- poder yo vivir y guardar tu palabra.
18. Abre mis ojos, para que yo pueda observar maravillosas cosas de tu ley.
19. En la tierra un extranjero -soy-, no me escondas tus mandamientos.
20. Se quebranta mi alma anhelando -tener- tus juicios a todo momento.
21. Has reprendido a los orgullosos -que están- malditos, los cuales yerran de tus mandamientos.
22. Retira de mí la humillación y la vergüenza, pues he guardado tus testimonios.
23. También los príncipes se sentaron a hablar en mi contra, -pero- tu siervo meditó en tus estatutos.
24. Tus testimonios además mi delicia -y- mis consejeros -son-.

DALET.
25. Mi alma se adhiere al polvo, vivifícame de acuerdo a tu palabra.
26. Declaré mis caminos, y tú me oíste, enséñame tus estatutos.
27. Hazme entender el camino de tus preceptos, y así de tus maravillosas obras hablaré.
28. Se derrite mi alma de la pesadumbre, fortaléceme de acuerdo con tu palabra.
29. Retira de mí el camino de la mentira, y en tu gracia concédeme tu ley.
30. Elegí el camino de la verdad, -delante de mí- tus juicios coloqué.
31. A tus testimonios me he aferrado, Oh SEÑOR, en vergüenza no me pongas.
32. Por el camino de tus mandamientos correré, cuando mi corazón agrandes.

JEI.
33. El camino de tus estatutos enséñame, Oh SEÑOR, y -hasta- el fin lo guardaré.
34. Dame entendimiento, y guardaré tu ley; sí, la observaré con todo -mi- corazón.
35. Hazme andar en el sendero de tus mandamientos, pues en él me deleito.
36. A tus testimonios, y no a la avaricia inclina mi corazón.
37. Aleja mis ojos de contemplar la vanidad, -y- vivifícame en tu camino.
38. Establécele tu palabra a tu siervo, que a tu temor -se dedica-.
39. Aleja mi humillación, la cual temo, pues tus juicios -son- buenos.
40. Mira que he anhelado tus preceptos, vivifícame en tu justicia.

VAV.
41. Que tus misericordias lleguen también a mí, Oh SEÑOR, tu -misma- salvación, de acuerdo a tu palabra.
42. Así tendré con qué responderle a aquel que me humilla, porque confío en tu palabra.
43. Y no quites por completo la palabra de verdad de mi boca, pues en tus juicios he esperado.
44. Así guardaré tu ley continuamente por siempre jamás.
45. Y andaré en libertad, porque tus preceptos busco.
46. También delante de los reyes de tus testimonios hablaré, y no me avergonzaré.
47. Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
48. Además hacia tus mandamientos, los cuales he amado mis manos levantaré, y en tus estatutos meditaré.

ZAYIN.
49. Recuerda la palabra -dada- a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
50. Esta -misma es- mi consuelo en la aflicción, porque tu palabra me ha vivificado.
51. Los orgullosos en gran manera como burla me han tenido, -aún así- tu ley no he hecho a un lado.
52. Recordé tus juicios de antaño, Oh SEÑOR, y me consolé.
53. Horror me ha sobrecogido por los malvados que abandonan tu ley.
54. Tus estatutos han sido mis canciones en la casa de mi peregrinar.
55. He recordado tu nombre Oh SEÑOR, en la noche, y he guardado tu ley.
56. Esto hice, pues tus preceptos guardé.

GET.
57. Mi porción -eres tú-, Oh, SEÑOR, he dicho que tus palabras guardaría.
58. Con todo -mi-corazón tu favor imploré: ten misericordia de mí de acuerdo a tu palabra.
59. Pensé en mis caminos, y hacia tus testimonios volví mis pies.
60. Sin demora a guardar tus mandamientos me apresuré.
61. Las bandas de los malvados me han robado, -aún así- tu ley no he olvidado.
62. A medianoche me levantaré a darte gracias a causa de tus justos juicios.
63. -Soy- compañero de todos -los- que te temen, y de los que guardan tus preceptos.
64. La tierra, Oh SEÑOR, está llena de tu misericordia; enséñame tus estatutos.

TET.
65. Has tratado bien a tu siervo, Oh SEÑOR, de acuerdo a tu palabra.
66. Enséñame buen juicio y conocimiento, pues he creído en tus mandamientos.
67. Antes de ser afligido me descarrié, pero ahora he guardado tu palabra.
68. Tú -eres- bueno, y el bien haces, enséñame tus estatutos.
69. Los orgullosos forjaron una mentira en mi contra, -pero- con todo -mi- corazón guardaré tus preceptos.
70. Robusto como la grasa está su corazón, -pero- en tu ley yo me deleito.
71. Me -es- bueno haber sido afligido, para poder aprender tus estatutos.
72. Mejor -es- para mí la ley de tu boca que millares de oro y plata.

YUD.
73. Tus manos me han hecho y modelado, dame entendimiento, para poder aprender tus mandamientos.
74. Los que te temen se alegrarán cuando me vean, porque en tu palabra he esperado.
75. Conozco, Oh SEÑOR, que tus juicios -son- correctos, y -que- con fidelidad me has afligido.
76. Te ruego, que tu misericordiosa bondad mi consuelo se vuelva, de acuerdo a la palabra -dada- a tu siervo.
77. Que tus tiernas misericordias hasta mí lleguen, para poder yo vivir, pues mi delicia -es- tu ley.
78. Que se avergüencen los orgullosos, pues perversamente -y- sin motivo me trataron, -sin embargo- en tus preceptos meditaré.
79. Que los que te temen se tornen hacia mí, junto con aquellos que han conocido tus testimonios.
80. Que mi corazón en tus estatutos sea sano, para no avergonzarme.

CAF.
81. Mi alma desfallece por tu salvación, -pero- en tu palabra espero.
82. Desfallecen mis ojos por tu palabra diciendo, ¿Cuándo me vas a confortar?
83. Pues me he vuelto como un odre en -medio del- humo, -sin embargo- no olvido tus estatutos.
84. ¿Cuántos -son- los días de tu siervo? ¿A aquellos que me persiguen cuándo -les- ejecutarás juicio?
85. Los orgullosos han cavado pozos para mí, aquellos que no siguen tu ley.
86. Fieles -son- todos tus mandamientos; equivocadamente me persiguen, ayúdame.
87. Me habían casi acabado sobre la tierra, pero no abandoné tus preceptos.
88. Vivifícame según tu dulce amabilidad, así guardaré el testimonio de tu boca.

LAMED.
89. Para siempre, Oh SEÑOR está establecida tu palabra en el cielo.
90. Tu fidelidad -es- para todas las generaciones: has establecido la tierra, y esta permanece.
91. -Y- ellos continúan -hasta- este día de acuerdo a tus ordenanzas, porque todos -son- tus siervos.
92. Si tu ley no -hubiera sido- mis delicias, en mi aflicción habría entonces perecido.
93. Nunca olvidaré tus preceptos, pues con ellos me has vivificado.
94. -Soy- tuyo, sálvame, pues tus preceptos he buscado.
95. Los malvados me han aguardado para destruirme, -pero- yo miraré tus testimonios.
96. He visto un fin para toda perfección, -pero- extremadamente amplio -es- tu mandamiento.

MEM.
97. ¡Oh cuánto amo tu ley! Ella -es- mi meditación todo el día.
98. Por medio de tus mandamientos me has hecho más sabio que a mis enemigos, porque siempre -están- conmigo.
99. Más entendimiento que todos mis tutores tengo, porque tus testimonios -son- mi meditación.
100. Más que los mayores entiendo, porque guardo tus preceptos.
101. De todo mal camino mis pies he refrenado, para poder guardar tu palabra.
102. De tus juicios no me he alejado, pues tú -eres el que- me ha enseñado.
103. ¡Qué dulces son tus palabras a mi paladar! ¡-sí, más dulces– que miel a mi boca!
104. Por medio de tus preceptos obtengo entendimiento. Por eso odio todo camino falso.

NUN.
105. Una lámpara a mis pies y una luz en mi sendero tu palabra es.
106. Juré, y -lo- voy a cumplir, que voy a guardar tus justos juicios.
107. Estoy afligido en demasía, vivifícame, Oh SEÑOR, de acuerdo a tu palabra.
108. Acepta, te ruego, las ofrendas voluntarias de mi boca, Oh SEÑOR, y enséñame tus juicios.
109. Mi alma -la tengo- continuamente en vilo, sin embargo de tu ley no me olvido.
110. Me arreglaron una trampa los malvados, mas tus preceptos no erré.
111. Tus testimonios he tomado como una herencia para siempre, pues -son- el regocijo de mi corazón.
112. He inclinado mi corazón a realizar siempre -hasta- el -mismo- fin tus estatutos.

SAMAJ.
113. Odio los –vanos- pensamientos, pero amo tu ley.
114. -Eres- mi escudo y mi escondite, en tu palabra espero.
115. Apartaos de mí, vosotros hacedores del mal, porque los mandamientos de mi Dios voy a guardar.
116. Sostenme de acuerdo a tu palabra, para que pueda yo vivir, y no me dejes avergonzar de mi esperanza.
117. Sostenme, y estaré seguro, y de continuo tendré en cuenta tus estatutos.
118. Has pisoteado a todos los que yerran en tus estatutos, pues su engaño -es- falsedad.
119. A todos los malvados de la tierra los quitas -como- a escoria, por eso amo tus testimonios.
120. Mi carne tiembla por temor a ti, y de tus juicios tengo miedo.

AYIN.
121. Juicio y justicia he hecho, no me dejes -en manos de- mis opresores.
122. Sé el respaldo de tu siervo para siempre, no dejes que los orgullosos me opriman.
123. Mis ojos desfallecen por tu salvación, y por la palabra de tu justicia.
124. Trata a tu siervo de acuerdo a tu misericordia, y tus estatutos enséñame.
125. Tu siervo -soy-; dame entendimiento para poder conocer tus testimonios.
126. -Es- hora de que trabajes, SEÑOR, -porque- han anulado tu ley.
127. Por eso amo tus mandamientos por encima del oro, sí, por encima del fino oro.
128. Por ello estimo correctos todos -tus- preceptos -sobre- todas -las cosas-, -y- todo camino falso lo detesto.

PEI.
129. Maravillosos -son- tus testimonios, por eso los guarda mi alma.
130. La introducción de tus palabras da luz y entendimiento a los sencillos.
131. Abrí mi boca, y bramé, porque anhelaba tus mandamientos.
132. Mírame, y ten misericordia de mí, como sueles hacerle a los que aman tu nombre.
133. Ordena mis pasos en tu palabra, y no dejes que iniquidad alguna tenga dominio sobre mí.
134. Líbrame de la opresión del hombre, y así tus preceptos guardaré.
135. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.
136. Ríos de agua descienden por mis ojos, porque no guardan tu ley.

TSADI.
137. Justo -eres- tú, Oh SEÑOR, y correctos tus juicios.
138. Los testimonios -que- tú has mandado justos y muy fieles -son-.
139. El celo me consumió, porque de tus palabras se olvidaron mis enemigos.
140. Muy pura -es- tu palabra, por eso tu siervo la ama.
141. -Aunque- pequeño y despreciado -sea-, tus preceptos no olvido.
142. Justicia eterna -es- tu justicia, y tu ley -es- la verdad.
143. -Aunque- turbación y angustia me hayan sobrecogido, mis delicias -todavía son- tus mandamientos.
144. La justicia de tus testimonios eterna -es-, dame entendimiento, y viviré.

KUF.
145. Clamé con todo -el- corazón, Óyeme, Oh SEÑOR, Guardaré tus estatutos.
146. Te clamé, Sálvame, y guardaré tus testimonios.
147. Me adelanté al clareado de la mañana, y clamé, En tu palabra esperé.
148. Mis ojos se adelantan a las vigilias –de la noche- para poder meditar en tu palabra.
149. Por tu dulce bondad oye mi voz, Oh SEÑOR, -y- vivifícame conforme a tu juicio.
150. Se acercan los que andan tras la maldad, alejados están de tu ley.
151. Tú -estás- cerca, Oh SEÑOR, y todos tus mandamientos -son- verdad.
152. Acerca de tus testimonios, he sabido de antaño que tú los fundaste para siempre.

RESH.
153. Considera mi aflicción, y líbrame, porque no olvido tu ley.
154. Pleitea por mi causa, y líbrame, vivifícame conforme a tu palabra.
155. La salvación -se- aleja de los malvados, porque no buscan tus estatutos.
156. Grandes son tus tiernas misericordias, Oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios.
157. Muchos-son- mis perseguidores y enemigos, -mas aún así- no hago a un lado tus testimonios.
158. Observé a los transgresores y me acongojé, porque no guardaban tu palabra.
159. Considera lo -mucho- que amo tus preceptos, Oh SEÑOR, conforme a tu dulce bondad vivifícame.
160. Tu palabra -desde- el principio -es- cierta, y cada uno de tus justos juicios -perdura- para siempre.

SHIN.
161. Sin motivo me han perseguido los príncipes, mas anonadado se queda mi corazón ante tu palabra.
162. Me regocijo con tu palabra, como el que encuentra un gran botín.
163. Odio y aborrezco mentir, -pero- amo tu ley.
164. Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.
165. Una gran paz tienen los que aman tu ley, y nada los va a ofender.
166. SEÑOR, he esperado en tu salvación, y practicado tus mandamientos.
167. Mi alma ha guardado tus testimonios, y yo los amo excesivamente.
168. He guardado tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos -se encuentran- delante de ti.

TAV.
169. Que mi clamor se acerque -y- llegue delante de ti, Oh SEÑOR: dame entendimiento de acuerdo a tu palabra.
170. Que mi súplica llegue delante de ti: líbrame de acuerdo a tu palabra.
171. Alabanzas proferirán mis labios, cuando me hayas enseñado tus estatutos.
172. De tu palabra hablará mi lengua, pues todos tus mandamientos -son- justicia.
173. Que tu mano me auxilie, porque tus preceptos he escogido.
174. Tu salvación he anhelado, Oh SEÑOR, y tu ley -es- mi delicia.
175. Deja que mi alma viva, y ella te alabará, y que tus juicios me ayuden.
176. Me he descarriado como oveja perdida, busca a tu siervo, porque no olvido tus mandamientos.

Salmo 118

1. Oh, dadle gracias al SEÑOR, por -ser- bueno, porque su misericordia -perdura- para siempre.
2. Que Israel diga ahora que para siempre -perdura- su misericordia.
3. Que la casa de Aarón diga ahora que para siempre -perdura- su misericordia.
4. Que los que temen al SEÑOR digan que para siempre -perdura- su misericordia.
5. Invoqué al SEÑOR en -la- angustia, -y- el SEÑOR me respondió, -y- en un lugar espacioso -me colocó-.
6. A mi lado el SEÑOR -está-, no voy a temer, ¿Qué me puede -el- hombre hacer?
7. El SEÑOR se pone de mi lado -junto-con los que me auxilian, por eso veré -lo que le va a pasar- a los que me odian.
8. Mejor confiar en el SEÑOR que poner -la- confianza en el hombre.
9. Mejor confiar en el SEÑOR que poner -la- confianza en -los- príncipes.
9. Todas las naciones me rodearon, pero en el nombre del SEÑOR las destruiré.
10. Me rodearon, pero en el nombre del SEÑOR las voy a destruir.
11. Me rodearon, sí, me rodearon, pero en el nombre del SEÑOR las destruiré.
12. Como abejas me rodearon, como incendio de espinos son aplacados; pues en el nombre del SEÑOR los destruiré.
13. Violentamente me empujaste para que cayera, pero el SEÑOR me auxilió.
14. El SEÑOR -es- mi fuerza y mi canción, y se ha convertido en mi
salvación.
15. En las tiendas del justo -hay- voz de regocijo y salvación, la mano derecha del SEÑOR actuando valientemente.
16. La mano derecha del SEÑOR se enaltece; la mano derecha del SEÑOR actuando valientemente.
17. No voy a morir, sino a vivir, y a declarar las obras del SEÑOR.
18. Severamente el SEÑOR me ha castigado, mas a la muerte no me ha entregado.
19. Abridme los portones de la justicia, por ellos entraré -y- al SEÑOR alabaré;
20. Este portón del SEÑOR, por el cual los justos entrarán.
21. Te alabaré, porque me has oído, y en mi salvación te has convertido.
22. La piedra -que- los constructores rehusaron en la -piedra- angular se ha convertido.
23. Esta es la obra del SEÑOR, maravillosa -es- a nuestra vista.
24. Este -es- el día -que- ha hecho el SEÑOR, vamos a regocijarnos y a alegrarnos en él.
25. Salva ahora, te -lo- suplico, Oh SEÑOR, Oh SEÑOR, te -lo- suplico, envía ahora prosperidad.
26. Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR, desde la casa del SEÑOR te hemos bendecido.
27. Dios -es- el SEÑOR, que nos ha dado a conocer -la- luz; ata el sacrificio con cuerdas, a los -mismos- cuernos del altar.
28. Tú -eres- mi Dios, y te alabaré, -tú eres- mi Dios, te enalteceré.
29. Oh, dadle gracias al SEÑOR, por -ser- bueno, pues su misericordia -perdura- para siempre.

Salmo 117

1. Oh, alabad al SEÑOR, naciones todas, todas -las- gentes alabadlo.
2. Pues grande para con nosotros su misericordiosa amabilidad es, y la verdad del SEÑOR para siempre -perdura-. Alabad al SEÑOR.

Salmo 116

1. Amo al SEÑOR, por haber oído mi voz -y- mis súplicas.
2. Por haber inclinado su oído hacia mí; por eso -lo- invocaré mientras yo viva.
3. Me rodearon los pesares de la muerte, y los dolores del infierno me agarraron, congoja y problemas encontré.
4. Entonces invoqué el nombre del SEÑOR, Oh SEÑOR, libra mi alma, te imploro.
5. El SEÑOR -es- clemente y justo, sí, misericordioso -es- nuestro Dios.
6. El SEÑOR preserva al sencillo; fui humillado, y me auxilió.
7. Retorna a tu descanso, oh alma mía, porque con generosidad el SEÑOR te ha tratado.
8. Pues de la muerte has librado mi alma, a mis ojos de las lágrimas, -y- a mis pies de la caída.
9. Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivos.
10. Creí, y por tanto yo hablé; en gran manera me afligieron,
11. En mi premura dije, Todos los hombres -son- mentirosos.
12. ¿Qué le ofreceré al SEÑOR -por- todos sus beneficios concedidos?
13. Tomaré la copa de la salvación, y el nombre del SEÑOR invocaré.
14. Cumpliré ahora en presencia de todo su pueblo mis promesas al SEÑOR.
15. Preciosa a la vista del SEÑOR la muerte de sus santos -es-.
16. Oh SEÑOR, de verdad que -soy- tu siervo, -soy- tu siervo, hijo de tu sierva; liberaste mis ataduras.
17. Sacrificio de acción de gracias te ofreceré, e invocaré el nombre del SEÑOR.
18. En la presencia de todo su pueblo mis promesas al SEÑOR ahora cumpliré,
19. En las cortes de la casa del SEÑOR, en medio de ti, Oh Jerusalén. Alabad al SEÑOR.

Salmo 115

1. No a nosotros, Oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu nombre dale la gloria, a causa de tu misericordia -y- de tu verdad.
2. ¿Por qué deben decir los paganos, Ahora dónde -está- su Dios?
3. Pero nuestro Dios -está- en los cielos, él ha hecho todo lo que le he placido.
4. Sus ídolos -son- plata y oro, obra de manos de hombres.
5. -Que- tienen bocas, pero no hablan, ojos tienen, pero no ven;
6. Tienen oídos, pero no oyen, nariz tienen, pero no huelen;
7. Tienen manos, pero no manipulan, pies tienen, pero no caminan, ni tampoco por su garganta hablan.
8. Aquellos que los hicieron son igual a ellos, -al igual que- todo aquel que en ellos confía.
9. Oh Israel, tú confía en el SEÑOR, -pues- él -es- su ayuda y escudo.
10. Oh casa de Aarón, confía en el SEÑOR, él -es- su ayuda y escudo.
11. Vosotros lo que teméis al SEÑOR, confiad en él, él -es- su ayuda y escudo.
12. El SEÑOR nos ha tenido en su mente, él -nos-bendecirá, bendecirá a la casa de Israel, bendecirá la casa de Aarón.
13. A los que temen al SEÑOR bendecirá, -tanto- pequeños como grandes.
14. El SEÑOR te multiplicará cada vez más, -tanto- a ti como a tus hijos.
15. -Sois- benditos por el SEÑOR que hizo el cielo y la tierra.
16. El cielo, -sí- los cielos -son- del SEÑOR, sin embargo a los hijos de los hombres ha dado la tierra.
17. Al SEÑOR no lo alaban los muertos, ni ninguno de los que al silencio descienden.
18. Pero nosotros de ahora en adelante y por siempre jamás al SEÑOR bendeciremos. Alabado -sea- el SEÑOR.

Salmo 114

1. Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob -se separó- de un pueblo de lengua extraña,
2. Judá fue su santuario, -e- Israel su dominio.
3. El mar -lo- vio, y huyó, -y el- Jordán retrocedió.
4. Las montañas saltaron como carneros, -y- las colinitas como corderos.
5. ¿Qué te -afligió- Oh mar, que huiste? ¿-Y- a ti Jordán, -que- retrocediste?
6. ¿-Y- a vosotras montañas, -que- saltasteis como carneros, -y- vosotras colinitas, -también- como corderos?
7. Tiembla tú tierra ante la presencia del SEÑOR, ante la presencia del Dios de Jacob,
8. Que convirtió la roca -en- agua de estanque, -y- al pedernal en una fuente de aguas.

Salmo 113

1. Alabad al SEÑOR. Alabad, Oh siervos del SEÑOR, alabad el nombre del SEÑOR.
2. Bendito sea el nombre del SEÑOR desde este momento en adelante y por siempre jamás.
3. Desde el nacimiento del sol hasta donde este mismo se pone, el nombre del SEÑOR para alabarse -es-.
4. El SEÑOR, por encima de todas las naciones excelso -es-, -y- por encima de los cielos su gloria.
5. ¡Quién -es- como el SEÑOR nuestro Dios, que mora en lo alto,
6. El cual -se- humilla para contemplar -las cosas que están- en el cielo y en la tierra!
7. El, levanta del polvo al pobre, -y- al necesitado alza del estercolero
8. Para poder colocar-lo- con príncipes, -sí- con los príncipes de su pueblo.
9. El hace a la estéril un ama de casa, -y una- madre gozosa con hijos. Alabad al SEÑOR.

Salmo 112

1. Alabad al SEÑOR. Bendito -es- el hombre -que- teme al SEÑOR, -que- se deleita sobremanera en sus mandamientos.
2. Su simiente tendrá poder sobre la tierra; la generación del correcto será bendita.
3. Abundancia y riquezas -habrá- en su casa, y su justicia perdura para siempre.
4. Para el correcto en la oscuridad la luz se levanta; -es- clemente, lleno de compasión y justo.
5. Un hombre bueno manifiesta favor y presta; sus asuntos va a guiar con discreción.
6. Para siempre no se moverá por seguro, eternamente el justo será remembrado.
7. De malas noticias no tendrá miedo; fijo está su corazón confiando en el SEÑOR.
8. Su corazón -está- arraigado, no tendrá miedo, hasta ver -lo que desea- sobre sus enemigos.
9. Ha dispersado, a los pobres ha dado, -y- su justicia perdura para siempre; con honor su cuerno será exaltado.
10. El malvado -lo- verá, y se acongojará, rechinará sus dientes y se derretirá, el deseo de los malvados perecerá.

Salmo 111

1. Alabad al SEÑOR, con todo el corazón lo alabaré -en- la congregación, y en la asamblea de los correctos.
2. Las obras del SEÑOR -son- grandiosas, -y- buscadas por todos aquellos que en ellas se complacen.
3. Honorable y gloriosa -es- su obra, y su justicia perdura para siempre.
4. Para recordar ha hecho sus maravillosas obras; clemente y lleno de compasión -es- el SEÑOR.
5. Le ha dado comida a los que le temen; su convenio para siempre tendrá en mente.
6. A su pueblo le ha dado a conocer el poder de sus obras, para poder darle la heredad de los paganos.
7. Veracidad y juicio -hay en- las obras de sus manos; seguros -son- todos sus mandamientos.
8. Por siempre jamás permanecen firmes, con verdad y rectitud -son- hechos.
9. A su pueblo envió redención, su convenio mandó para siempre, santo y reverenciado -es- su nombre.
10. El temor del SEÑOR -es- el comienzo de la sabiduría, todos los que practican -sus mandamientos- un buen entendimiento tienen; su alabanza perdura para siempre.