Salmo 110

Un Salmo de David.
1. El SEÑOR le dijo a mi SEÑOR, Siéntate a mi derecha, hasta que haga de tus enemigos el banquillo de tus pies.
2. Desde Sion el SEÑOR enviará la vara de tu fuerza; rige tú en medio de tus enemigos.
3. En el día de tu poder tu pueblo se dispondrá, en las hermosuras de la santidad, desde el vientre de la mañana tienes el rocío de tu juventud.
4. Ha jurado el SEÑOR, y no se arrepentirá, -Eres- sacerdote para siempre siguiendo el orden de Melquisedec.
5. A tu derecha El SEÑOR atravesará de un golpe a los reyes en el día de su ira.
6. El juzgará en medio de los paganos, herirá las cabezas que rigen muchos países, de cuerpos muertos llenará -los lugares-.
7. Del arroyo beberá en el camino, por eso levantará la cabeza.

Salmo 109

Un Salmo de David.

1. No te quedes callado, Oh Dios de mis alabanzas,
2. Porque las bocas de los malvados y de los engañadores se abren contra mí; con lengua mentirosa hablaron en mi contra.
3. Me cubrieron y rodearon además con palabras de odio, y sin motivo pelearon contra mí.
4. A cambio de mi amor se hacen mis adversarios, pero a la oración yo -me entrego-.
5. Y ellos me han pagado mal por bien, y odio a cambio de mi amor.
6. Coloca un hombre malvado sobre él, y que Satanás se pare a su derecha.
7. Cuando lo juzguen, que sea condenado, y que su oración en pecado se convierta.
8. Que sus días sean pocos, -y- otro tome su oficio,
9. Que sus hijos se queden sin padre, y enviude su esposa,
10. Que sus hijos sean continuos vagabundos, y mendiguen, que salgan de sus desolados lugares a buscar -su pan-.
11. Que los extorsionadores agarren todo lo que él tiene, y los extraños despojen su labor.
12. Que nadie haya para extenderle misericordia, ni tampoco que favorezca a sus hijos sin padre.
13. Que se aparte de un tajo su posteridad, -y que- en la siguiente generación su nombre sea borrado.
14. Que la iniquidad de sus padres sea recordada ante el SEÑOR, y no sea borrado el pecado de su madre.
15. Que de continuo estén delante del SEÑOR, para que de un tajo pueda apartar de la tierra la memoria de ellos.
16. Debido a que él no se acordó de manifestar misericordia, sino que persiguió al hombre pobre y necesitado, para poder -así- incluso matar a los quebrantados de corazón.
17. Así como le encantó maldecir, que así le llegue; así como no se deleitó en bendecir, que la bendición de él se aleje.
18. Así como como se arropó de maldición como su vestidura, que así esta como agua le llegue a sus entrañas, y como aceite a sus huesos.
19. Que le sea como vestidura -para- cubrirlo, y como un cinto con el que de continuo se ajuste.
20. -Que- este -sea- el pago del SEÑOR para mis adversarios, y para los que hablan mal en contra de mi alma.
21. Pero actúa tú por mí, Oh Dios el SEÑOR, por amor a tu nombre, líbrame, porque buena -es- tu misericordia.
22. Pues -soy- pobre y necesitado, y mi corazón herido está en mis adentros.
23. Me voy cual sombra que declina; cual langosta, de arriba a abajo soy lanzado.
24. Mis rodillas se debilitan de ayunar, y robustez le falta a mi carne.
25. Me volví además una vergüenza para ellos: -cuando- me miraban sacudían sus cabezas.
26. Auxíliame, Oh SEÑOR Dios mío, Oh, conforme a tu misericordia sálvame,
27. Para que puedan saber que esta -es- tu mano, -que- tú SEÑOR, lo has realizado.
28. Que maldigan, pero tú bendices; cuando se levanten, que se avergüencen, mas tu siervo que se regocije.
29. Que de vergüenza se arropen mis adversarios, y como con un manto de su misma confusión se cubran.
30. Yo con mi boca al SEÑOR alabaré sobremanera, sí, entre la multitud a él lo alabaré,
31. Pues él permanecerá a la mano derecha del desvalido para salvarlo de aquellos que condenan su alma.

Salmo 108

Una Canción -o- Salmo de David.

1. Oh Dios, listo está mi corazón; alabanzas cantaré y entregaré, aún con mi gloria.
2. Despertad salterio y arpa, -que- yo temprano -me- despertaré.
3. Entre las gentes, Oh SEÑOR, te alabaré, y entre las naciones alabanzas te cantaré.
4. Pues grande -es- tu misericordia, -hasta- por encima de los cielos, y hasta las nubes -llega- tu verdad.
5. Exaltado seas, Oh Dios, por encima de los cielos, y tu gloria por encima de toda la tierra;
6. Para que tus amados se puedan librar, salva -con- tu mano derecha, y respóndeme.
7. Dios habló en su santidad, Me regocijaré, dividiré a Siquem, y repartiré el valle de Sucot.
8. Gilead -es- mío; Manasés -es- mío, Efraín también -es- la fuerza de mi cabeza, -y- Judá -es- mi legislador;
9. Moab -es- mi vasija de baño; sobre Edom echaré mi calzado, sobre Filistea triunfaré.
10. ¿Quién me entrará a la ciudad fuerte? ¿Quién me guiará hasta Edom?
11. ¿No -lo harás tú-, Oh Dios, -que- nos has desechado? ¿Y no avanzarás tú Oh Dios con nuestras huestes?
12. En los problemas auxílianos, porque vana -es- la ayuda del hombre.
13. Por medio de Dios -lo- haremos valientemente, pues él -es el que- pisoteará a nuestros enemigos.

Salmo 107

1. Oh dadle gracias al SEÑOR, porque -él es- bueno, porque su misericordia -perdura- para siempre.
2. Que los redimidos del SEÑOR -lo- digan, a quienes ha redimido de las manos del enemigo,
3. Y los -ha- reunido de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur.
4. Vagaban por el yermo en un camino solitario -y- no encontraban ciudad dónde morar.
5. Con hambre y con sed, su alma en ellos desfallecía.
6. En su apuro entonces le clamaron al SEÑOR, -y- de sus angustias él los libró.
7. Y los guio por el camino correcto, para que pudieran ir y habitar una ciudad.
8. ¡Oh, que -los hombres- alabaran al SEÑOR -por-su bondad, y -por- sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres!
9. Pues él satisface al alma anhelante, y llena con bondad al alma hambrienta.
10. Los que en la oscuridad se sientan a la sombra de la muerte, atados al hierro en aflicción,
11. Por -haberse- rebelado en contra de las palabras de Dios, y -haber- despreciado el consejo del Altísimo,
12. Por eso con trabajo agobió su corazón, cayeron, y no -había- nadie para ayudar.
13. En su apuro entonces le clamaron al SEÑOR, -y- de sus angustias él los salvó.
14. Los sacó de la oscuridad y de la sombra de la muerte, y rompió y dividió sus ataduras.
15. ¡Oh, que -los hombres- alabaran al SEÑOR -por- su bondad, y -por- sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres!
16. Pues rompió los portones de bronce, y las barras de hierro cortó y partió.
17. Los desatinados a causa de sus transgresiones, y de sus iniquidades son afligidos.
18. Su alma aborrece toda clase de comida, al acercarse a los portones de la muerte.
19. En su apuro entonces le claman al SEÑOR, -y- de sus angustias él los salva.
20. Su palabra envió, y los sanó, y de sus destrucciones -los- libró.
21. ¡Oh, que -los hombres- alabaran al SEÑOR -por-su bondad, y -por- sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres!
22. Y que realicen los sacrificios de agradecimiento, y las obras de él con regocijo declaren.
23. Los que en naves bajan al mar, los que en las grandes aguas hacen negocios,
24. Estos ven las obras del SEÑOR y sus maravillas en las profundidades.
25. Porque él manda, y alza el tormentoso viento el cual levanta las olas de aquel,
26. Se remontan hasta el cielo, de nuevo a las profundidades bajan, su alma se derrite a causa de la turbulencia.
27. Se tambalean de aquí para allá, y como hombre borracho titubean, y en sus últimas se encuentran.
28. En su apuro entonces le claman al SEÑOR, -y- de sus angustias él los saca.
29. A la tormenta la vuelve una calma, y así sus olas se aquietan.
30. Se alegran ellos entonces por estar tranquilos, y a su añorado refugio él los lleva.
31. ¡Oh, que -los hombres- alabaran al SEÑOR -por- su bondad, y -por- sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres!
32. Que también lo exalten en la congregación de las gentes, y lo alaben en la asamblea de los mayores.
33. Él vuelve los ríos en yermo, y los manantiales de agua en suelo seco;
34. La tierra productiva en aridez por la maldad de los que en ella habitan.
35. Al yermo lo vuelve agua estancada, y a la tierra seca manantial de aguas,
36. Y allí hace morar a los hambrientos, para que se puedan preparar una ciudad por habitación,
37. Siembran los campos, y plantan las viñas los cuales pueden entregar frutos de ganancia.
38. También los bendice, de manera que se multiplican grandemente, y no deja disminuir su ganado.
39. Otra vez, son mermados y abatidos por medio de la opresión, la pena y la aflicción;
40. Sobre los príncipes derrama humillación, y los hace vagar sin rumbo en el yermo.
41. Sin embargo al pobre lo pone en alto -alejado- de la aflicción, y -le- hace -tener- familias cual rebaño.
42. Los justos -lo- verán y se regocijarán, y toda iniquidad su boca callará.
43. Quienes -sean- sabios y observen estas -cosas-, sí entenderán la dulce amabilidad del SEÑOR.

Salmo 106

1. Alabad al SEÑOR. Oh, dadle gracias al SEÑOR, por -ser- bueno, -y- porque su misericordia -perdura- para siempre.
2. ¿Quién puede publicar los poderosos hechos del SEÑOR?, -¿Quién- puede proclamar toda su alabanza?
3. Benditos -son- los que guardan juicio, -y- el que hace justicia a todo momento.
4. Acuérdate de mí, Oh SEÑOR, con el favor -que llevas para- tu pueblo; Oh, visítame con tu salvación,
5. Para poder ver el bien de tus escogidos, para poderme regocijar en la alegría de tu nación, para poderme gloriar con tu heredad.
6. Hemos pecado con nuestros padres, hemos cometido iniquidad, hemos obrado malvadamente.
7. Nuestros padres no entendieron tus maravillas en Egipto, no se acordaron de la multitud de tus misericordias, sino que -lo- provocaron en el mar, en el -mismo- Mar Rojo.
8. Sin embargo él los salvó por causa de su nombre, para así dar a conocer su gran poderío.
9. Reprendió además al Mar Rojo, y se secó, y así los guio por entre las profundidades, como por entre el desierto.
10. Los salvó de la mano del que -los- odiaba, y los redimió de la mano del contrincante.
11. Y las aguas cubrieron a sus enemigos, no quedó ninguno de ellos.
12. Entonces creyeron sus palabras, -y- le cantaron alabanza.
13. Pronto olvidaron las obras de él, no aguardaron a su consejo.
14. Sino que excesivamente se encapricharon en el yermo, y tentaron a Dios en el desierto.
15. Y él les dio su petición, pero escasez le envió a su alma.
16. Envidiaron también a Moisés en el campamento, -y- a Aarón el santo del SEÑOR.
17. La tierra se abrió, se tragó a Datan, y cubrió a la compañía de Abiram.
18. Y un fuego se encendió en su compañía, la llama consumió a los malvados.
19. Hicieron un becerro en Horeb, y a la imagen fundida adoraron.
20. Así cambiaron la gloria de ellos por la similitud de un buey que come hierba.
21. Se olvidaron de Dios su salvador, el cual había hecho grandes cosas en Egipto,
22. Obras maravillosas en la tierra de Cam, -y- cosas temibles al lado del Mar Rojo.
23. Por ello dijo que los iba a destruir, si Moisés su escogido no se hubiera parado delante de él en la brecha, para alejar su ira, no fuera a ser que -los- destruyera.
24. Sí, despreciaron la preciosa tierra, su palabra no creyeron,
25. Sino que murmuraron en sus tiendas, -y- a la voz del SEÑOR no atendieron.
26. Por eso levantó su mano contra ellos, para derribarlos en el yermo.
27. Para derribar además su simiente de entre las naciones, y esparcirlos en las tierras.
28. Se unieron además a Baal-peor, comiéndose los sacrificios de los muertos.
29. Así -lo- provocaron a enojo con sus invenciones, y los invadió la plaga.
30. Luego se levantó Fineas, ejecutó juicio, y -así- la plaga se detuvo.
31. Y le fue acreditado a él como justicia, para todas las generaciones por la eternidad.
32. También -lo- enojaron en las aguas de la contienda, de forma que a Moisés le fue mal por causa de ellos.
33. Porque provocaron su espíritu, de manera que con sus labios imprudentemente habló.
34. No destruyeron a las naciones sobre las que el SEÑOR les mandó.
35. Sino que se mezclaron entre los paganos, y aprendieron de sus obras.
36. Sirvieron a sus ídolos, los cuales se hicieron una trampa para ellos.
37. Sí, sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los diablos,
38. Y derramaron sangre inocente, la -misma- sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, y la tierra se polucionó con sangre.
39. Así se contaminaron con sus propias obras, y con sus propias invenciones se fueron prostituyendo.
40. Por eso se encendió la ira del SEÑOR contra su pueblo, de tal manera que aborreció su propia herencia.
41. Los entregó a manos de los paganos, y aquellos que los odiaban los rigieron.
42. Sus enemigos también los oprimieron, y fueron traídos a sujeción bajo su mano.
43. Los libró en muchas ocasiones, pero ellos con su consejo -lo- provocaron, y por su iniquidad cayeron bajo.
44. Sin embargo al oír su llanto él tomó en cuenta su aflicción,
45. Se acordó de su convenio a favor de ellos, y de acuerdo a la multitud de sus misericordias se arrepintió.
46. También hizo que todos aquellos que los llevaban cautivos se apiadaran de ellos.
47. Sálvanos, Oh SEÑOR Dios nuestro, y reúnenos de entre los paganos, para darle gracias a tu nombre santo, -y- triunfar en tu alabanza.
48. Bendito -sea- el SEÑOR Dios de Israel desde la eternidad y hasta la eternidad, y que todas las gentes digan, amén. Alabad vosotros al SEÑOR.

Salmo 105

1. Oh, Dadle gracias al SEÑOR, invocad su nombre, dad a conocer entre las gentes sus acciones.
2. Cantadle, cantadle salmos, hablad de todas sus maravillosas obras.
3. Gloriaos en su santo nombre, que se regocije el corazón de aquellos que buscan al SEÑOR.
4. Buscad al SEÑOR, y a su fuerza, buscad por siempre su rostro.
5. Recordad las maravillosas obras hechas por él, sus prodigios, y los juicios de su boca.
6. Oh vosotros la simiente de Abraham su siervo, vosotros los hijos de Jacob su elegido.
7. Él -es- el SEÑOR nuestro Dios, sus juicios -están- en toda la tierra.
8. Para siempre se ha acordado de su convenio, de la palabra -que- le mandó a mil generaciones.
9. Aquel -convenio- que hizo con Abraham, y su juramento a Isaac,
10. El mismo que le confirmó a Jacob por ley, a Israel -como- convenio eterno,
11. Diciendo, Te daré la tierra de Canaán, la porción de tu herencia.
12. Cuando eran -sólo- unos cuantos en número, sí, muy contados, y -eran- extranjeros en ella.
13. Cuando andaban de una nación a otra, de un reino -y de- un pueblo a otro;
14. Él no dejó que ningún hombre los maltratara, sí, a los reyes reprendió por causa de ellos,
15. -Diciendo- No toquéis a mis ungidos, ni hagáis daño a mis profetas.
16. Incluso llamó a la hambruna sobre la tierra, -y- detuvo toda la provisión de pan.
17. Envió a un hombre delante de ellos, -sí,- a José, -que- fue vendido como criado;
18. Cuyos pies dañaron con grilletes; fue puesto en hierro,
19. Hasta el tiempo -en el- que su palabra vino, la palabra del SEÑOR lo probó.
20. El rey envió -por él- y lo liberó; -sí,- el regente del pueblo, y lo dejó ir libre.
21. Lo hizo señor de su casa, y regente de todas sus pertenencias;
22. Para que apresara a sus príncipes a su beneplácito, y le enseñara a sus senadores sabiduría.
23. Israel llegó también a Egipto, y Jacob residió en la tierra de Cam.
24. Y multiplicó grandemente a su pueblo, y los hizo más fuertes que sus enemigos.
25. Tornó su corazón para que odiaran a su pueblo, para que maliciosamente trataran a sus siervos.
26. Envió a Moisés su siervo, -y- a Aarón a quienes escogió.
27. Ellos manifestaron sus señales entre ellos, y -sus- maravillas en la tierra de Cam.
28. Envió oscuridad, y la ennegreció, y no se rebelaron contra su palabra.
29. Convirtió sus aguas en sangre, y mató sus peces.
30. La tierra de ellos produjo ranas en abundancia, en los aposentos de sus reyes.
31. Habló, y diversas clases de moscas, -y- piojos llegaron a todas sus costas.
32. En lugar de lluvia les entregó granizo, -y- fuego abrasador -hubo- en su tierra.
33. Sus viñas también hirió, además de sus higueras, y quebró los árboles de sus costas.
34. Habló, y llegaron las langostas acompañadas por innumerables orugas,
35. Consumieron todas las plantas de su tierra, y devoraron el fruto de su suelo.
36. También hirió a todo primogénito en su tierra, al principal de toda su fuerza.
37. Además los sacó con plata y -con- oro, y no -hubo- una -persona- débil entre sus tribus.
38. Egipto se alegró cuando ellos partieron, pues el temor hacia ellos cayó sobre aquellos.
39. Esparció una nube por cobijo, y fuego para dar luz en la noche.
40. -La gente- pidió, y él trajo codornices, y los satisfizo con el pan del cielo.
41. Abrió la roca, y brotaron las aguas, -y- corrieron -cual- río en los lugares secos.
42. Pues se acordó de su santa promesa -y- de Abraham su siervo.
43. Sacó a su pueblo con gozo, -y- a sus escogidos con alegría;
44. Les dio las tierras de los paganos, y la labor de las gentes heredaron,
45. Para que pudieran observar sus estatutos, y guardar sus leyes. Alabad al SEÑOR.

Salmo 104

1. Bendice al SEÑOR, Oh alma mía. Oh SEÑOR Dios mío, eres inmenso, te vistes de honor y de majestad.
2. -Tú- que -te- arropas como -con- un manto de luz, que a los cielos estiras como a una cortina;
3. Aquel que en las aguas coloca las vigas de sus aposentos; aquel que hace de las nubes su carruaje, aquel que anda sobre las alas del viento;
4. Aquel que hace a sus ángeles espíritus, a sus ministros llamas de fuego;
5. -Aquel que- colocó los fundamentos de la tierra, -de tal forma que- remover nunca se pueda.
6. Tú la arropaste -con- un manto de profundidades; las aguas se fijaron encima de las montañas.
7. A tu reprensión huyeron, a la voz de tu trueno lejos se apresuraron.
8. Suben por las montañas, bajan por los valles hasta el lugar que tú has fundado para ellas.
9. Haz fijado un límite para que no puedan pasar, para que no vuelvan de nuevo a cubrir la tierra.
10. Él envía los manantiales dentro de los valles, -los cuales- corren por entre las colinas.
11. Dan de beber a toda bestia del campo, los asnos salvajes aplacan su sed.
12. Por ellas las aves del cielo -quienes- cantan entre las ramas, su habitación tendrán.
13. Desde sus aposentos él riega las colinas; con el fruto de tus obras la tierra se satisface.
14. Para el ganado él hace crecer el pasto, y las plantas para el servicio del hombre, de forma que pueda sacar comida de la tierra,
15. Y el vino -que- alegra el corazón del hombre, el aceite para hacer -su- rostro brillar, y el pan -que- fortalece su corazón.
16. Los árboles del SEÑOR se encuentran llenos -de savia-, los cedros del Líbano, que él plantó,
17. En donde los pájaros hacen sus nidos; -en cuanto a- la cigüeña, los árboles de higos su casa -son-.
18. Las colinas altas -son- un refugio para las cabras monteses, -y- las rocas para los conejos.
19. Él asignó la luna para las estaciones; el sol conoce su puesta.
20. Tú haces la oscuridad, y es de noche, cuando todas las bestias del bosque acechan.
21. Los leones jóvenes rugen tras su presa, y de Dios buscan su comida.
22. El sol se alza, ellos se reúnen y se juntan, y en sus guaridas se acuestan.
23. El hombre sale a su trabajo y a su labor hasta el atardecer.
24. ¡Oh SEÑOR, cuán diversas son tus obras! con sabiduría las has hecho todas: de tus riquezas se llena la tierra.
25. -De igual manera es- este grande y ancho mar, en donde -hay- innumerables seres rastreros, -y- bestias tanto grandes como pequeñas,
26. Allá andan las naves, -ahí está- aquel leviatán, -a quien- has hecho para que jugara en él.
27. Todos estos aguardan en ti, para que -les- puedas dar su comida a su debido tiempo.
28. Tú les das, ellos se reúnen, abres tu mano, se llenan de bienes.
29. Escondes tu rostro, ellos se atribulan; les quitas su aliento, mueren, y retornan a su polvo.
30. Envías tu espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.
31. La gloria del SEÑOR perdurará para siempre, el SEÑOR se regocijará en sus obras.
32. Él mira la tierra, y ella tiembla; él toca las colinas, y ellas humean.
33. Cantaré al SEÑOR en tanto viva, mientras posea yo mi ser a mi Dios alabanzas cantaré.
34. Dulce será mi meditación en él, en el SEÑOR me alegraré.
35. Que se consuman los pecadores desapareciendo de la tierra, y que los malvados no existan más. Bendice al SEÑOR, Oh alma mía. -Y- vosotros alabad al SEÑOR.

Salmo 103

De David.

1. Bendice oh alma mía al SEÑOR, y todo lo que hay dentro de mí -bendiga- su santo nombre.
2. Bendice oh alma mía al SEÑOR, y no olvides cada uno de sus beneficios:
3. -Él es- quien perdona todas tus iniquidades, quien sana todas tus enfermedades,
4. -Él es- quien redime tu vida de la destrucción, quien te corona de dulce bondad y tiernas misericordias;
5. -Él es- quien satisface tu boca de -cosas- buenas, -haciendo que- tu juventud se renueve como la del águila.
6. Juicio y justicia ejerce el SEÑOR a favor de todos los oprimidos.
7. A Moisés le hizo saber sus caminos, y a los hijos de Israel sus hechos.
8. Misericordioso y clemente es el SEÑOR, lento para enojarse, y copioso en misericordia.
9. No siempre reñirá, ni para siempre mantendrá -su enojo-.
10. Según nuestros pecados no nos ha tratado, ni por nuestras iniquidades nos -ha- recompensado.
11. Pues tan alto como está el cielo de la tierra, -así- de grande es su misericordia hacia los que le temen.
12. Tan distante como está el oriente del occidente, -así de- lejos removió de nosotros nuestras transgresiones.
13. Como un padre se apiada de -sus- hijos, -así- se apiada el SEÑOR de los que le temen.
14. Ya que conoce nuestra armazón, él recuerda que -somos- polvo.
15. -En cuanto al- hombre, sus días como hierba -son-, como flor del campo florece,
16. Pues el viento pasa sobre ella, y se va, y -de- su lugar no se sabe más.
17. Pero la misericordia del SEÑOR -es- desde la eternidad -y- hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia hasta los hijos de los hijos.
18. Para aquellos que guardan el convenio de él, y para los que se acuerdan de seguir sus mandamientos.
19. El SEÑOR preparó su trono en los cielos, y su reino rige sobre todos.
20. Bendecid al SEÑOR, vosotros sus ángeles, que excedéis en fuerza, -y- seguís sus mandamientos, atendiendo a la voz de su palabra.
21. Bendecid al SEÑOR, todas -vosotras- sus huestes, -vosotros- ministros suyos que cumplís su beneplácito.
22. Bendecid al SEÑOR todas sus obras en todos los lugares de su dominio; Oh alma mía, bendice al SEÑOR.

Salmo 102

Oración del afligido, cuando está abrumado, y derrama su queja delante del SEÑOR.

1. Oye mi oración, Oh SEÑOR, y que mi clamor llegue a ti.
2. No escondas tu rostro de mí en el día -que- esté en problemas; inclíname tu oído, en el día -que- yo llame velozmente respóndeme.
3. Pues mis días se acaban como humo, y mis huesos se queman como una chimenea.
4. Golpeado está mi corazón, y como la hierba se marchita, tanto que olvido comer mi pan.
5. Debido a la voz de mis gemidos mis huesos se adhieren a mi piel.
6. Soy como un pelícano del yermo, como un búho del desierto
7. Observo, y soy como un solitario gorrión sobre el techo de la casa.
8. Mis enemigos me critican todo el día, -y- los que se enojan conmigo la han jurado contra mí.
9. Pues he comido cenizas por pan, y he mezclado mi bebida con llanto.
10. Debido a tu indignación y a tu ira, pues me levantaste y me arrojaste.
11. Mis días -son-como una sombra que declina, y como hierba me marchito.
12. Pero tú, Oh SEÑOR. Perdurarás para siempre, y tu recuerdo por todas las generaciones.
13. Te alzarás -y- tendrás misericordia de Sion, pues el tiempo de favorecerla, sí, el tiempo establecido ha llegado.
14. Porque tus siervos se complacen en sus piedras, y prefieren el polvo de ella.
15. De manera que los paganos temerán el nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra -también- tu gloria.
16. Cuando el SEÑOR construya a Sion, él aparecerá en su gloria.
17. Él se interesará en la oración del indigente, y no despreciará su ruego.
18. Se escribirá esto para la generación venidera, y el pueblo que va a ser creado alabará al SEÑOR.
19. Pues él miró desde la altura de su santuario, desde el cielo el SEÑOR observó a la tierra;
20. Para oír el gemido del prisionero, para liberar a los condenados a muerte.
21. Para declarar el nombre del SEÑOR en Sion, y su alabanza en Jerusalén;
22. Cuando las gentes se reúnan con sus reinos para servir al SEÑOR.
23. Él debilitó mi fuerza en el camino, acortó mis días.
24. Dije, Oh, Dios mío, no me retires en la mitad de mis días; tus años atraviesan todas las generaciones.
25. Desde antaño colocaste el fundamento de la tierra, y los cielos -son- la obra de tus manos.
26. Ellos perecerán, pero tú perdurarás; sí, todos ellos se envejecerán como una prenda de vestir, como una vestidura los mudarás, y cambiarán;
27. Pero tú -eres- el mismo, y tus años no tendrán fin.
28. Los hijos de tus siervos continuarán, y su simiente se establecerá delante tuyo.

Salmo 101

Un Salmo de David.

1. Cantaré de la misericordia y del juicio; Oh SEÑOR, a ti te cantaré.
2. Sabia y perfectamente me comportaré. Oh, ¿Cuándo -vas a- venir a mí? Con un corazón perfecto en mi casa andaré.
3. Delante de mis ojos cosas malvadas no pondré; odio la obra de los que se hacen a un lado, no se me prenderá.
4. A un corazón pendenciero de mí lo apartaré. A una -persona- malvada no la conoceré.
5. Al que calumnia en secreto a su vecino, de un tajo lo apartaré; al que tiene una mirada altiva y un corazón arrogante no soportaré.
6. -Se posarán- mis ojos sobre los fieles de la tierra, para que conmigo puedan morar; el que ande en un camino perfecto, me servirá.
7. El que obre engaños en mi casa no morará, el que diga mentiras delante de mis ojos no se demorará.
8. A todos los malvados de la tierra temprano destruiré, para poder de un tajo apartar de la ciudad del SEÑOR a todos los que practiquen el mal.