Y Jacob habitó en la tierra donde su padre fue extranjero, en la tierra de Canaán.
2. Estas son las generaciones de Jacob. José, de diecisiete años de edad, estaba dándole de comer al rebaño con sus hermanos, y el muchacho -estaba- con los hijos de Bilja y con los hijos de Zilpa, las esposas de su padre, y José le llevó a su padre un mal reporte de ellos.
3. Ahora pues Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque él -era- el hijo de su vejez, y le hizo un abrigo de colores.
4. Y cuando sus hermanos vieron que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, lo odiaron, y no podían hablarle de manera pacífica.
5. + Y José tuvo un sueño, y -se lo- contó a sus hermanos, -mas- ellos lo odiaron aún más -por esto.
6. Y él les dijo, Escuchad, os ruego este sueño que he tenido:
7. Porque he aquí que -estábamos- amarrando gavillas en el campo, y mirad que mi gavilla se levantó, y además se mantuvo derecha, y he aquí que vuestras gavillas se pararon alrededor, y le hicieron reverencia a mi gavilla.
8. Y sus hermanos le dijeron, ¿De veras vas a reinar sobre nosotros? O ¿de veras vas a gobernarnos? Y lo odiaron aún más por sus sueños y por sus palabras.
9. + Y él tuvo aún otro sueño, y se lo contó a sus hermanos, diciendo, He aquí que tuve un sueño más, y mirad que el sol y la luna y las once estrellas me hacían reverencia.
10. Y se -lo-contó a su padre, y a sus hermanos, y su padre lo reprendió le dijo, ¿Qué -fue- ese sueño que tuviste? ¿Será que yo, tu madre y tus hermanos de veras llegaremos a postrarnos en tierra delante tuyo?
11. Y sus hermanos lo envidiaron, pero su padre guardó lo dicho.
12. + Y sus hermanos fueron a apacentar al rebaño de su padre en Siquem.
13. E Israel le dijo a José, ¿No apacientan tus hermanos -al rebaño- en Siquem? Ven que te enviaré a donde ellos. Y él le dijo, Aquí estoy.
14. Y él le dijo, Vé, te ruego, y mira si a tus hermanos y al rebaño les va bien, y tráeme de nuevo noticias. Entonces lo envió desde del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.
15. + Y cierto hombre lo encontró, y he aquí que -estaba- deambulando por el campo, y el hombre le preguntó diciendo, ¿Qué buscas?
16. Y él -le- dijo, busco a mis hermanos: Te ruego que me digas dónde apacientan -sus rebaños-.
17. Y el hombre -le- dijo, Partieron de aquí, porque les escuché decir, Vayamos a Dotán. Y José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
18. Y cuando lo vieron -desde- lejos, aún antes de que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo.
19. Y se dijeron entre ellos, Mirad, que viene el soñador.
20. Venid por tanto ahora, y matémoslo, y lancémoslo a algún pozo, y digamos, Una bestia salvaje lo devoró, y veremos en qué se convertirán sus sueños.
21. Y Rubén escuchó, y lo libró de las manos de ellos, diciendo, No lo matemos.
22. Y Rubén les dijo, No derramemos sangre, -sino- echémoslo dentro de este pozo que -está- en el yermo, y no pongamos -nuestra- mano sobre él. Así intentó librarlo de las manos de ellos, para -así- entregarlo a su padre otra vez.
23. + Y aconteció que cuando José estaba acercándose a sus hermanos, ellos lo despojaron de su abrigo de colores que tenía puesto.
24. + Y tomaron a José y lo echaron dentro de un pozo, y el pozo -estaba- vacío, -y- no -había- agua en él.
25. Y cuando se sentaron a comer pan levantaron sus ojos y miraron y contemplaron una compañía de Ismaelitas que venía de Gilead con sus camellos cargando especies, bálsamos y mirra, bajando con su encargo a Egipto.
26. Y Judá -le- dijo a sus hermanos, ¿Qué provecho -hay- con matar a nuestro hermano y esconder su sangre?
27. Venid y vendámoslo a los Ismaelitas, y no le pongamos la mano; porque él -es- nuestro hermano y nuestra carne. Y sus hermanos quedaron contentos.
28. Pasaban entonces cerca mercaderes Midianitas, y ellos sacaron y alzaron a José del pozo, y lo vendieron a los Ismaelitas por veinte -piezas- de plata: y trajeron a José a Egipto.
29. + Y Rubén retornó al pozo, y he aquí que José no -estaba- en él. Y se rasgó sus vestidos.
30. Y retornó a sus hermanos y dijo, El niño no -está-; ¿y yo, a dónde iré?
31. Y tomaron el abrigo de José, mataron un cabrito de las cabras, y mojaron el abrigo en la sangre.
32. Y enviaron el abrigo de colores y -lo- trajeron a su padre, diciendo, Encontramos ésto: -re-conoce ahora si -es- el abrigo de tu hijo o no.
33. Y él lo -re-conoció y dijo, -Es- el abrigo de mi hijo; una bestia malvada lo devoró; sin duda José fué destrozado.
34. Y Jacob rasgó sus vestidos, se puso cilicio sobre sus lomos, y lamentó a su hijo por muchos días.
35. Y todos sus hijos e hijas se levantaban para consolarlo; pero él rehusaba ser consolado, y decía, Porque bajaré lamentándome hasta el sepulcro, hasta donde mi hijo. Así su padre lo lloró.
36. Y los Midianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, un oficial y capitán de la guardia del Faraón.