Porque el SEÑOR tendrá misericordia de Jacob, y aún elegirá a Israel, y los establecerá en su propia tierra; los extranjeros se regocijarán con ellos, y se adherirán a la casa de Jacob.
2. El pueblo los llevará, y los traerá hasta su lugar, y la casa de Israel los poseerá en la tierra del SEÑOR como criados y doncellas, tomará cautivos a aquellos de quienes fueron cautivos, y regirán a sus opresores.
3. Y sucederá en el día, que el SEÑOR te dará descanso de tu pena y temor, y de la dura esclavitud en la que te tocó servir.
4. + -De forma- que levantarás este proverbio contra el rey de Babilonia, diciendo, ¡Cómo cesó el opresor, -y- cesó -también- la ciudad dorada!
5. El SEÑOR quebró el cayado del malvado, -y- el cetro de los gobernantes.
6. El que con ira hería al pueblo, con continuos golpes, y con furia regía a las naciones, es -ahora- perseguido, -y- nadie -lo- esconde.
7. La tierra entera -está- tranquila y en descanso, y ellos estallan en cantos.
8. Sí, los arboles de higos se regocijan al -ver-te, y los cedros del Líbano, -te dicen-, Desde que fuiste depuesto, ningún cortador ha venido contra nosotros.
9. El infierno subterráneo se ha movido por tí, para encontar-te- en tu venida; agitó a los muertos por tí, -hasta- a los jefes de la tierra; ha levantado de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
10. Todos ellos hablarán y te dirán, ¿-Y- tu también te volviste débil como nosotros? ¿Te has vuelto como uno de nosotros?
11. Tu pompa ha descendido a la tumba, -junto con con- el ruido de tus violas, el gusano se esparce debajo tuyo, y los gusanos te cubren.
12. ¡Cómo caíste del cielo, Oh Lucifer, hijo de la mañana! ¡Y fuiste cortado hasta el piso, -tú- que debilitabas a las naciones!
13. Pues dijiste en tu corazón, Ascenderé hasta el cielo, -y- enalteceré mi trono por encima de las estrellas de Dios; también me sentaré en el monte de la congregación, a los lados del norte;
14. Ascenderé por encima de las altas nubes, -y- seré como el Altísimo.
15. Pero serás abatido al infierno, a los lados del abismo.
16. Los que te ven te mirarán de reojo, -y- te considerarán, -diciendo- ¿Es éste el hombre que hizo temblar a la tierra, -y- que sacudió los reinos,
17. -El que- hizo del mundo un desierto, y destruyó las ciudades de aquel, -y- no abría la casa de los prisioneros?
18. Todos los reyes de las naciones, -sí-, todos ellos yacen en gloria, cada uno en su propia casa.
19. Pero tú eres expulsado de tu tumba como una abominable rama, -o como- vestimentas de muertos pasados por espada que bajan hasta las piedras del abismo, -o- como un -mero- cadáver pisado.
20. No participarás con ellos de entierro, por haber destruído tu tierra, -y- matado a tu pueblo, -pues- la simiente de los que hacen males nunca será renombrada.
21. Preparad matanza para sus hijos por la iniquidad de sus padres, para que ellos no se alcen, ni posean la tierra, ni llenen la faz del mundo con ciudades.
22. Porque me alzaré en su contra, dice el SEÑOR de las huestes, y apartaré de un tajo de Babilonia el nombre, el remanente, el hijo, y el sobrino, dice el SEÑOR.
23. La haré además posesión del avetoro con estanques de agua, y la barreré con la escoba de la destrucción, dice el SEÑOR de las huestes.
24. + El SEÑOR de las huestes juró, diciendo, Seguro que como he pensado, así vendrá a pasar, y como he propuesto, -así- quedará;
25. Que quebrantaré al Asirio en mi tierra, y en mis montañas lo pisotearé, entonces su yugo se apartará de ellos, y su carga se alejará de sus hombros.
26. Éste es el propósito que ha sido hecho sobre toda la tierra, y ésta -es- la mano que se estira sobre todas las naciones.
27. Porque el SEÑOR de las huestes lo propuso, ¿Y quién -lo- anulará? Y su mano estirada, ¿Quién la echará para atrás?
28. En el año que el rey Ajax murió hubo éste encargo.
29. + No te regocijes, toda Palestina porque la vara del que te quebrantaba se rompió; pues de la raíz de la serpiente saldrá una cocatriz, y su fruto -será- una fogosa serpiente voladora.
30. El primogénito del pobre se alimentará, y el necesitado se acostará con seguridad, y yo mataré de hambre a tu raíz: -aquel necesitado- matará a tu remanente.
31. Aullad, Oh portones, -y- clamad, Oh tú ciudad entera de Palestina que eres disuelta. porque vendrá un humo del norte, y nadie -la pagará- solo en sus tiempos señalados.
32. ¿Qué responderá entonces -uno- a los mensajeros de la nación? Que el SEÑOR fundó a Sión, y -que- los pobres de su pueblo en ello confiarán.