Canta, Oh estéril, -la que- no diste a luz, prorrumpe en cantos, y clama en voz alta, -la que- no pariste niños, porque más -son- los hijos de la desolada que los de la mujer casada, dice el SEÑOR.
2. Amplía el lugar de tu tienda, y que se estiren las telas de tus habitaciones, no escatimes, alarga tus cuerdas y fortalece tus estacas;
3. Porque irrumpirás por la derecha y por la izquierda, tu simiente heredará a los Gentiles, y hará habitar las ciudades desoladas.
4. No temas, que no te vas a avergonzar, ni a confundir, porque olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás ya más la humillación de tu viudez.
5. Ya que tu Hacedor -es- tu esposo; el SEÑOR de las huestes -es- su nombre, y tu Redentor el Santo de Israel, -el cual- será llamado El Dios de toda la tierra.
6. Pues el SEÑOR te llamó estando desamparada y agobiada en -tu- espíritu, y siendo una esposa rehusada en la juventud, dice tu Dios.
7. Por un pequeño momento te abandoné, pero con grandes misericordias te reuniré.
8. En un pequeño -arranque de- ira te escondí mi rostro -por- un momento, pero con bondad eterna tendré misericordia de ti, dice el SEÑOR tu Redentor.
9. Pues para mí esto -es como- las aguas de Noé, ya que -como- juré que las aguas de Noé no iban a cubrir más la tierra, también he jurado que no quiero enfurecerme más contigo, ni reprenderte -ya más-.
10. Porque las montañas se alejarán, y las colinas se retirarán, pero mi bondad no se apartará de ti, ni el convenio de mi paz se removerá, dice el SEÑOR que tiene misericordia de ti.
11. + Oh tú afligida, zarandeada con la tempestad, -y- sin -lograr ser- consolada, mira que te colocaré piedras de hermosos colores y colocaré tus fundamentos de zafiro.
12. Y tus ventanales -los- haré de ágata, tus portones de carbunclo, y todas tus fronteras de piedras preciosas.
13. Y todos tus hijos -serán- enseñados por el SEÑOR, y grande será la paz de tus hijos.
14. Con justicia serás establecida, quedarás lejos de la opresión, ya que no vas a temer, y del terror, pues no se te va a acercar.
15. Mira que con seguridad ellos se van a reunir, pero -no- por mi causa; quienquiera que se reúna en tu contra, por causa tuya caerá.
16. Mira que yo creé al herrero que avienta las ascuas en el fuego, sacando un instrumento para su trabajo; también he creado al que malogra para destruir.
17. + Ningún arma que se forme en tu contra va a prosperar, y vas a condenar toda lengua -que- se levante en juicio contra ti. Ésta -es- la herencia de los siervos del SEÑOR, y su justicia -proviene- de mí, dice el SEÑOR.