Una Canción de subidas -a Jerusalén-.
1. Desde las profundidades te he clamado, Oh SEÑOR,
2. SEÑOR Oye mi voz, que a la voz de mis súplicas tus oídos atentos estén.
3. Si tú SEÑOR, las iniquidades has de señalar, ¿En pie, Oh Señor, quién quedará?
4. Pero contigo -hay- perdón para que se te pueda reverenciar.
5. Al SEÑOR aguardo, -lo- aguarda mi alma, y espero en su palabra.
6. Mi alma al SEÑOR -aguarda- más que los vigilantes a la mañana, -más que- los vigilantes a la mañana, -digo yo-.
7. Que Israel en el SEÑOR espere, pues con el SEÑOR -hay- misericordia, y copiosa redención con él.
8. Y redimirá a Israel de todas sus iniquidades.