De David.
1. Oh Dios, Oye mi clamor; atiende mi oración.
2. Desde el confín de la tierra a ti clamaré, cuando mi corazón abrumado esté; dirígeme a la roca -que es- más alta que yo.
3. Porque tú has sido un abrigo para mí, -y- una torre fuerte ante el enemigo.
4. Para siempre en tu tienda permaneceré, en el refugio de tus alas confiaré. Selah.
5. Porque tú, Oh Dios, has oído mis promesas, -me- has dado la heredad de aquellos que tu nombre temen.
6. Prolongarás la vida del rey, -y- sus años por muchas generaciones.
7. Para siempre permanecerá delante de Dios; Oh, prepara misericordia y verdad para que lo puedan preservar.
8. Y así para siempre cantaré alabanzas a tu nombre, para a diario mis promesas poder cumplir.