Salmo de David.
1. En verdad mi alma aguarda a Dios, de él -proviene- mi salvación.
2. Solamente éĺ -es- mi roca, mi salvación, -él es- mi defensa; no me moverán mucho.
3. ¿Cuánto más imaginaréis desgracias contra un hombre? A todos vosotros os matarán; -seréis- como un muro inclinado, -y como- una cerca tambaleándose.
4. Sólo consultan -entre sí- para derribar-lo- de su -lugar de- excelencia, se deleitan en las mentiras, bendicen con sus bocas, pero en su interior maldicen. Selah.
5. Alma mía, aguarda solamente a Dios, porque mi expectativa -está- en él.
6. Él solamente -es- mi roca y mi salvación, -él es- mi defensa, no me moverán.
7. En Dios -está- mi salvación y mi gloria, la roca de mi fuerza, -y- mi refugio -está- en Dios.
8. Confiad en él a todo momento vosotras gentes, derramad delante de él vuestro corazón; Un refugio para nosotros Dios es. Selah.
9. Por seguro que los hombres de bajo rango -son una- banalidad, -y- los de alto rango -son mera- mentira; puestos en la balanza -son- en su totalidad -más ligeros- que la vanidad.
10. No confiéis en la opresión, ni os volváis vanos con robos; si las riquezas se incrementan, no fijéis vuestro corazón -en ellas-.
11. Dios habló una vez, -y- dos veces oí esto: que a Dios -le pertenece- el poder.
12. También a ti, Oh SEÑOR -te pertenece- la misericordia, porque a cada hombre le devuelves de acuerdo a su obra.