Mi nombre es Héctor Darío Medina Acevedo, o Andrés Nueva Vida. Tuve la fortuna de conocer a Jesús como mi Salvador en 1974 con los Niños de Dios o la Familia Internacional (https://tfionline.org), y con ellos estuve sirviendo al Señor hasta 2016. El año pasado, cuando tuve el privilegio de conocer una comunidad de hermanos Menonitas Conservadores aquí en Latinoamérica, quienes con su ejemplo me han ayudado a empezar de nuevo a seguir al Señor de una forma más perfecta y pura. Es por ello que como veis, mi sitio lo he dejado solamente para ensalzar la leche pura y no adulterada de la Biblia, y nada más.
Si deseas comunicarte conmigo, muy gustoso recibiré tu comunicación en laclaveenaudio@gmail.com
(Nota para los Hijos de David)
Algunos de los Hijos de David se deben estar preguntando ¿por 1ué me atreví yo a borrar tanto material producido por decenios por la Familia Internacional?
Soy consciente de que doy un golpe muy fuerte a los corazones de los seguidores o David Berg, lo cual me apena a mí también muchísimo. Pero no puedo dejar de hacerlo, y ya les explico por qué.
No puedo negar que hay muchísimos valores genuinos y hermosos detrás de las miles de Cartas que nuestro padre en el Señor, Moisés David, Mamá y Peter escribieron, los cuales nunca dejaré de seguir, porque también están en la Biblia pero el hecho de que desde un principio hubiéramos abandonado al Señor Jesús en cuanto a sus claras instrucciones acerca de la santidad del sexo en el matrimonio, y Moisés David se hubiera igualado y aún enaltecido por encima de las Santas Escrituras, es una levadura, o principio falso y maligno que leuda, y por tanto infecta toda la masa de los frutos que los Hijos de David tuvimos durante los 40 años de nuestra existencia como movimiento activo, y es por esta misma razón que no quiero hacerme partícipe ya más, y de ahora en adelante de sus obras en absoluto.
Quienquiera ponerse en la tarea de purgar todas y cada una de las miles de canciones y escritos que produjimos durante esa época, mis respetos y ánimo para que lo hagan, pero esta no es la tarea a la que yo me siento llamado.
Oro cada día de corazón para que muchos de mis ex-compañeros misioneros tomen el mismo camino que yo he tmado, el de arrepentirnos por completo de aquellas malas obras, y unirnos a una congregación de hermanos Cristianos simples y genuinos, cosa que es otra tarea difícil, pero no imposible de realizar.
Recuerda por tanto de dónde has caído y arrepiéntete, , y haz las primeras obras, pues si no vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido (Apocalipsis 2:5).